Entro de pronto en la oficina y su presencia lleno el vacio de la estancia, fue en ese momento cuando una vocecita en mi interior me recordo que no tenia porque ser timida, le sonrei abiertamente y lo salude con un efusivo abrazo dejando deliberadamente que su pecho aplastara mis senos, lo mire coquetamente a los ojos y por primera vez note que sus ojos son color olivo, me hipnotizo con su sonrisa y milagrosamente los nervios me abandonaron...
Relato erótico de general enviado por Sofia Santiago el 11 de November de 2011 a las 00:00:15 (2771 Lecturas)