Su marido nunca la había hecho disfrutar del sexo.
Relato
Un amigo se caso con Sara, una chica que podríamos decir estaba chapada a la antigua. Nunca la vi con una falda corta ni un escote, a pesar de que tenia un cuerpo mas que que aceptable, es decir, tenia pinta de estar muy buena.
Paso el tiempo, su marido (aunque no muy habitualmente), visitaba a las prostitutas mientras ella criaba dignamete a sus dos hijos, los cuales ya eran mayores cuando sucedió lo que voy a contar.
Quedamos para salir una noche varios amigos con sus parejas, Sara no quería venir porque las otras mujeres solian ir muy arregladas y ella ni sabia ni tenia ropa para ir acorde con las otras. Mi esposa se ofrecio a ayudarla, las dos tenían las mismas tallas y la vistió con un vestido de tirantes muy escotado, tanto que la tela apenas tapaba los pezones, y la falda tan corta que casi no escondia el triangulo que se formaba en su entrepierna.
Creo que su marido fue el único hombre que no se fijo en ella, los demás babeamos en cuanto la vimos. Después de cenar fuimos a la disco, las chicas no pararon de bailar mientras los hombres las mirábamos desde la barra, los moscones revoloteaban alrededor de ellas, Sara disfrutaba como una niña mientras su esposo no paraba de beber, bebio tanto que no se dio cuenta cuando un joven se pego a su esposa bailando, frotando el paquete contra el culo de Sara, agarrándola con las manos por la cintura y sin cortarse tocándole las tetas, el resto de amigas también se dejaban sobar por los chicos que bailaban con ellas, mi mujer fue sola al aseo y su bailarin fue tras ella, Sara por su parte se acerco ruborizada donde estábamos los hombres, todos reaccionamos con naturalidad sin darle importancia a que nuestras esposas se dejasen meter mano por desconocidos. Todos menos su marido que llevaba una borrachera que le impedia darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor. Mientras ella tomaba un Gin-Tonic (me costo convencerla de que tomara alcohol), mi esposa salio del aseo acercándose a nosotros, con solo su mirada supe que acababa de chupársela a su nuevo amigo y quería salir de allí para follarselo, (no me importa que mi mujer se tire a otros) le dije al resto de amigos que el marido de Sara ya estaba muy borracho y había que llevarlo a dormir.
Salimos de la discoteca, el ligue de mi mujer estaba esperándola y se fue con el, nosotros fuimos al coche, su marido se tumbo en el asiento de detrás en cuanto abri la puerta, cuando Sara y yo nos sentamos delante ya roncaba la borrachera.
-¿Tu mujer no viene?- Pregunto Sara.
-No, ha ido a follarse al chaval que la ha puesto caliente bailando.
Sara quedo sorpendida por la naturalidad con que yo tomaba que mi esposa me pusiese los cuernos.
-No te has dado cuenta- continue- cuando han ido al aseo le ha chupado la polla.
Sara estaba alucinada. Segui diciéndole:
-No me digas que a ti no te ha puesto caliente el que te ha refregado la pija en el culo y te ha tocado las tetitas porque los pezones los traías empitonados cuando has venido, miro atrás para comprobar que su marido seguía roncando y contesto:
-Si hace tiempo que no notaba algo asi.- Mientras hablaba los pezones volvían a hincharse, tanto que desde mi posición podía contemplar la aureola, puse una mano en sus muslos y comprobé que sus bragas estaban mojadas, baje un tirante del vestido y mientras lamia la teta meti la mano dentro de la braga frotandole el clitoris, tardo muy poco en correrse mordiéndose los labios para intentar que los gemidos no despertaran al cornudo que dormia la borrachera en el asiento trasero.
Acababa de tener el primer orgasmo de su vida, me beso en los labios y yo me chupe los dedos mojados por su jugo.
El coche estaba aparcado en un sitio discreto, no podíamos hechar los siento para atras, sali y le pedi que saliera ella, nos abrazamos besandonos, la cogi de su duro culo haciéndole notar mi excitación apretándole mi polla contra su coño, le baje las bragas y ella saco al aire mi verga erecta, la froto contra su recién depilado chumino (obra de la zorra de mi esposa), y este comenzó a chorrear otra vez, la cogi de las nalgas y la sente en el capo del coche, puse sus rodillas sobre mis hombros y mi cabeza entre sus piernas, lami despacio saboreando el zumo de hembra, ella me apretaba la cabeza contra su coño mientras yo paseaba mi lengua por su raja metiéndola en su vagina haciendo círculos, esta vez Sara no reprimia los gemidos, y cuando sorbi su pepitilla mientras eyaculaba, grito de placer sin pudor ni miedo a pesar de que estábamos al aire libre y podía oírla alguien incluido su marido.
Me puse de pie con sus muslos en mis antebrazos, su chocho chorreando me invitaba a penetrarlo, abri todavía mas sus muslos y la clave de golpe, solte sus piernas para acariciarle las tetas y ella me abrazo con sus pies empujándome para que la clavara mas adentro, me corri sobre su piel frotando mi polla contra su coño mientras ella tenia otro orgasmo.
La lleve a casa, acostamos a su marido y...... Seguire contando si este relato gusta.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 514139 veces