50 Un regalo de la vida 16 Segunda parte

50 Un Regalo de la Vida 16 Segunda parte

Como lo prometí aquí estoy nuevamente soy Juan Carlos de San Rafael Mendoza en la Republica Argentina, y como el titulo lo dice tengo 50 años y Valí así la llamare para no comprometerla con su nombre verdadero tiene muchos menos; en la primera parte comencé relatando como fue que nos involucramos en esta historia de amor pasión y sexo que nos llevo a realizar todo tipo de locuras y peripecias para lograr nuestros encuentros, ya conseguida una casa que alquilaba por día para poder tener nuestros encuentros que cada vez eran mas profundos.-

Luego de nuestro encuentros fugaces, logramos encontrar una casa que paso a ser nuestro refugio de encuentros llenos de fuego y pasión sin limites, que a pesar de su inexperiencia y juventud me encargue de ir guiando a Valí hasta convertirla en una amante fogosa decidida y sin ningún tipo de prejuicios, en uno de esos encuentros fue que comenzamos con nuestros besos profundos donde nuestras lenguas ya jugaban entre ellas con una pasión tal que parecía querer extraerse de nuestras bocas, nuestras manos desenfrenadas y pasionales recorrían nuestros cuerpos con una libertad y una pasión indescriptibles, mi boca recorrían ese cuerpo joven hermoso y lleno de néctar de juventud que atrapa y lleva a alguien como yo a devorar con una glotonería total, quería llegar mas allá de lo permitido lamiendo y acariciando sus pechos esos pezones que eran dos botones erguidos y erectos apuntando a mi boca que lo deglutían con toda voracidad, produciendo ese estremecimiento y caricias desenfrenadas por parte de ella, que recorría mi cuerpo con sus manos insaciables explorando mi cuerpo de una manera desconocida, yo continuaba besando y recorriendo con mi lengua su vientre y ombligo desprendiendo suspiros y contracciones que indican la satisfacción que ella sentía, eso respingos que daba su cuerpo indicaban que quería mas y mis labios seguían recorriendo su cuerpo su ingle y bajando ya a su sexo , donde los quejidos fueron mas fuertes, indicando que debía continuar, recorrí desde su ano hasta su clítoris donde cada succión y caricia producida por mi lengua hacían que suspiros guturales y respiración entrecortada indicaban estaba en el lugar correcto, dando paso a gestos y movimientos que arqueaban su cuerpo de una forma excesiva, llegando a veces a pegar su cabeza contra el espaldar de la cama, ya perdida entregada y embriagada de sexo, deseo y pasión, yo continuaba con mi recorrido que volvía a terminar como siempre en ese clítoris que producía esa inmensa satisfacción, mientras succionaba, mi dedo medio exploraba su interior logrando llegar a su punto de mas excitación descubrí su punto g, que provocaba quejidos gritos y pedidos de mas ahí mas ahí, cosa que por su naturaleza nunca había pedido, pero ya a esta altura provocaba mas que gemidos eran gritos de placer y locura, teniendo que tapar con besos su boca para evitar gritara así, sus ojos perdido dados vuelta entregada total y sin limites hasta pude introducir un dedo en su ano lo que provoco mas gritos y su cuerpo arqueado y entregado totalmente a mis caricias sus venidas cada vez mas prolongadas y abundantes corriendo sus jugos que deglutía como una bestia hambrienta y deseosa de sexo, mis labios mi cara todo embebido en sus jugos que me volvían loco y me excitaban a tal punto que comencé por sentir mis primeras convulsiones penianas indicando estar a punto de la eyaculacion, seguí con mis caricias en sus pechos compartimos sus jugos de nuestras bocas y alineados nuestros sexos intento entrar por su cola, el que ya embebido en sus jugos mas mi saliva no necesito lubricante alguno, entrando mi glande que produjo la primera contracción de ella, aprisionándolo en sus entrañas, para luego de quedarnos quietos se acostumbrara su esfínter, permitiendo con suaves pero firmes movimientos introducirlo poco a poco provocando gritos despavoridos de dolor y placer ya que sus quejas se hacían sentir como el pedido quiero mas, seguí por favor seguí, por lo que comencé con movimientos de entre y saque hasta que llegar mi pelvis contra sus nalgas produciendo ese sonido característico de vacío, ella acomodaba y contorneaba su cuerpo en cada embestida para permitir el total ingreso de mi sexo, quien con el ritmo impreso a los pocos minutos nos dejo en la cumbre de esa venida descomunal que inundo su hermosa cola con el clásico chapoteo producido por esta vaciada extraordinaria , así introduciéndola al máximo y aprisionados como garfios nuestra manos apretaban nuestros cuerpos uno contra el otro como no queriendo que este momento sublime e insuperable termine nunca, pero suavemente y poco a poco fuimos bajando nuestras fuerzas hasta quedar uno sobre el otro como dos animales vencidos y agotados, con nuestras respiraciones agitadas, nuestros labios unos dentro de los otros, así, así fuimos cedieron nuestros cuerpos hasta quedar uno al lado del otros sin dejar de producirnos caricias y aprisionados piel a piel, con el hedor de nuestros cuerpos que seguía enajenando nuestras mentes, y su boca que seguí buscando mas al punto de lograr tocar el final de su lengua que me volvía loco succionando como queriendo arrancarla de su lugar, ella gemía como una loba en celos y entregaba su boca al máximo, respirábamos el mismo aire nuestras bocas eran una, nuestros labios enrojecidos como sin piel por la incesante glotonería de querer devorar nuestra piel, mordía mis pezones, besaba mi pecho y nuevamente venia por mas, yo tirado de espaldas, permitiendo que ella suba a mi cuerpo apoyando su deliciosa cola contra mi sexo, comenzando nuevamente con un movimiento suave de atrás hacia delante y en cada pasada parecía que aprisionaba mi sexo comenzando a excitar nuevamente nuestros cuerpos, sus manos en mi pecho y su mirada al techo decían que estamos nuevamente entrando en esa excitación que descontrola nuestras mentes haciendo que nos entregamos inconcientemente al deseo puro y delicioso de nuestros cuerpos que pedían mas , miraba mis ojos, besaba mi boca su lengua como serpiente acorralada recorría mi boca sin cesar, respondiendo con la mía como queriendo arrollar una a la otra, sus manos recorrían desde mi cuello hasta mi abdomen, su cuerpo seguía ese vaivén que cada vez producía ese fuego sagrado que invade nuestros cuerpos, y ya viendo que mi sexo estaba nuevamente para el acto, levanta levemente su cuerpo, se acomoda y con un haaaa que nació de lo mas intimo de su garganta, se lo introdujo hasta llegar a quedar sellados nuestros cuerpos, comenzando con un ritmo furioso como si quisiera arrancarlo de mi y dejarlo allí introducido en la mas profundo de su sexo y guardarlo eternamente ahí, sus manos mas que caricias producían montoncitos con mi piel como queriendo arrancar trozos de ella, yo recorría con mis manos sus pechos, los cuales succionaba descontrolado, pellizcaba sus pezones, acariciaba su cuerpo de arriba abajo, y en un movimiento de mi parte ella queda de espaldas subiendo sus piernas en mis hombros, y de una embestida penetro totalmente mi sexo en lo mas profundo de su cuerpo arrancando un alarido bestial, que me excito mas, comenzando un balanceo mortal que culmina después de varios minutos con otra impresionante y multiorgasmico vaciamiento en lo mas profundo de su cuerpo, sus uñas clavadas en mi espalda y yo tomándola de su cintura como queriendo fundir nuestros cuerpos en ese salvaje y gigantesco momento de incandescencia de la pasión, con un ultimo esfuerzo logro dejarla ir hasta el fondo y quedamos invadidos por una cascada de caricias y arrumacos que poco a poco fueron desfalleciendo nuestros cuerpos hasta quedar allí tirados y desparramados sobre el lecho que, momentos antes nos vio disfrutar de ese encuentro sublime, irremplazable y con una violencia sexual envidiable, que nos deja huellas en nuestro cuerpos, las huellas que no quisiéramos borrar nunca de nuestras mentes.
Así culmina este segundo encuentro con ustedes donde trate de relatar lo mas real posible esta aventura que forma parte de mi vida real y de la vida de Valí que seguramente llevara grabado a fuego en sus entrañas estos encuentros que cada vez que se producen son mas intensos y apasionados, quedando grabados en mi corazón por el resto de mi días.-

Seguramente nos encontraremos nuevamente ya que esta historia todavía hasta hoy no tiene fin y sigue con todos nuestros deseos puestos en cada encuentro que realizamos. Espero sus comentarios y criticas en todovaleaqui@yahoo.com.ar. Juan Carlos B. San Rafael Mendoza