Recientemente, leí en este sitio, un relato de un conocido mío, al que le decimos Cheo. Ya sé que puede haber muchas personas que pueden haber escrito ese relato. Pero como tiene tanta semejanza, con lo que le sucedió al Cheo que yo conozco. Qué no me queda la menor duda, de que se trata de la misma persona, además que cometió la indiscreción de nombrarme en su relato. Solo que cuando me lo contó a mí, según él mismo me dijo en ese momento, las cosas sucedieron de manera algo diferentes.
Relato
Para comenzar, hace poco me lo encontré en un bar, bebiendo solo. Estaba algo tomado, bien molesto, ya que al parecer, alguien lo había embarcado, es decir. Al parecer uno de los chicos del pueblo, quedó con Cheo, en verse en aquel bar, y no se presentó. Pero apenas me vio, me di cuenta de que su estado de ánimo cambió, contento de verme, me invitó a su mesa, y sin tan siquiera preguntarme, que bebía, me invitó una cerveza. Cuando le pregunté que le sucedía, socarronamente me dijo. Es que me siento tan mal por lo que me sucedió, durante el Huracán María, que no puedo casi ni dormir, pensando en eso. Yo inocentemente, aunque estaba enterado, que de milagro había sobrevivido, ya que en medio del huracán, la casucha en la que se encontraba, se la llevó la crecida de una quebrada. Pensé que eso era lo que lo angustiaba. Tratando de animarlo, le dije. Lo importante es que estás vivo, sano, y salvo después de que casi te ahogas en aquel barrial. Pero Cheo se me quedó viendo, y me respondió, no es precisamente por eso que me siento así. Como ignoraba a que se refería, por curioso que soy, le pregunté que le pasaba. Sus ojos en ese instante parecieron brillar de alegría, me invitó otra cerveza, la que acepté gustosamente. Fue cuando me dijo, que me tenía algo que contar, pero que mejor era que fuéramos a su casa, así que al terminarnos la segunda cerveza. Como conocía a la familia de Cheo, estuve de acuerdo. Pero al llegar, fue que me dijo, mientras él sacaba otro par de cervezas del refri, que sus viejos, estaban de viaje. Casi de inmediato sentándose a mi lado, en el sofá de la sala, mientras nos tomábamos las cervezas, comenzó a contarme lo siguiente. Según él mismo me dijo. Luego de estar bebiendo mucho, como muchas otras personas, que lo hicieron durante la tormenta, con la excusa de recibir el huracán, se fue a la casucha de un pariente, para pasar la borrachera. Pero al llegar encontró la casa, completamente sola, pero como la puerta estaba abierta, y sin pensarlo, entró se quitó la ropa, y se tiró a dormir, en el sofá de la sala, quedándose profundamente dormido. Cuando se vino despertando, sentía mucho frío, y se dio cuenta de que estaba metido de pies a cabeza, dentro de un lodazal, pero gracias a unos rescatista que en medio de la tormenta, lo pudieron sacar del lodo, se salvó. Pero aún estaba tan borracho, y lleno de barro, que lo tuvieron que bañar con una manguera de bombero, para sacarle todo el barro de su cuerpo. Luego le entregaron una manta, para que se cubriese, ya que en algún momento, durante la crecida que se llevó la casucha, también perdió las medias y hasta los interiores. En el improvisado campamento, que habían armado dentro de una escuela, le dieron una sopa, y le examinó un médico, encontrando que únicamente tenía unos pocos rasguños en todo su cuerpo, luego le indicaron que se esperase, mientras lo ubicaban. Pero como Cheo tenía tanto sueño, al poco rato salió a buscar donde tirarse a dormir. Entró en un salón, que a pesar de no tener luz, él se dio cuenta de que estaba lleno de catres, y sin pensarlo mucho se tiró, sobre el que le quedaba más cerca, y arropándose con la manta, de inmediato se quedó dormido profundamente. Pero por lo que él me dijo, un buen rato después, llegaron otros tres tipos. Que al Cheo sentirlos hablar, se despertó, pero siguió haciéndose el dormido. Por los comentarios de aquellos tres, se dio cuenta de que estaba durmiendo, con sus nalgas completamente al aire. En esos momentos escuchó a uno de ellos, mientras se reía, decirle a los otros dos. Si la verdad que tiene un buen par de nalgas, justo como me las recomendó el médico, para que yo me las comiera. Otro de ellos, le respondió. Sí lástima que no sea una mujer, porque con el frio que hace, me gustaría mucho darle por ese culo. El tercero, que por su tono de voz, Cheo entendió, que también estaba borracho, al escuchar a sus compañeros, les preguntó ¿Y si le pedimos, que nos deje darle por el culo? ¿Ustedes creen que se enfade, con nosotros? Sin dejar de reírse, de la tonta ocurrencia de su compañero, uno le respondió. Si como no, pregúntaselo. Quizás si le invitas un trago, además de darnos el culo, también quiera ponerse mamar, nuestras vergas. Cheo que escuchó claramente, lo que aquellos tipos decían. En medio de su borrachera, según me dijo. De momento sintió un gran deseo de seguir bebiendo, y curiosidad, por saber que se sentiría, que le dieran por el culo, cosa que nunca antes se le había ocurrido ni tan siquiera, llegar a pensar. Por lo que mientras aquellos tipos, se reían de sus propias ocurrencias. A Cheo pensó en seguir haciéndose el dormido, como se encontraba de espalda a ellos tres, con una de sus manos, comenzó acariciar y abrir suavemente sus propias nalgas, al tiempo que como si estuviera soñando, y hablara dormido, con voz amariconada, comenzó a decir. Hay papi, por un trago si quiere te doy el culo, pero eso sí, métemelo suave, que es mi primera vez. Apenas los tres lo escucharon, de inmediato se quedaron callados, poniendo atención a lo que él supuestamente Cheo decía, mientras dormía. Cheo continuó diciendo. No voy a gritar, te lo juro, pero métemelo con cuidado. Los tres se acercaron al catre, donde estaba recostado Cheo, con el culo al aire, manoseando sus propias nalgas. Cuando uno de ellos, se debió bajar los pantalones, y frente sus dos amigos, tras ensalivar su verga, comenzó a pasarla por entre las abiertas nalgas de Cheo. Presionando la colorada cabeza de su verga, contra el esfínter de mí amigo, que a todas estas, al comenzar a sentir eso, sin dejar de hacerse el dormido, siguió diciendo. Si papi sigue metiéndomelo suavecito, pa que no me duela, pero no te olvides del trago. En ese instante, o el tipo ese se resbaló, o decidió enterrarle toda su verga, de un solo golpe, dentro del culo de Cheo, quien pegando un apagado grito, hizo como si se estuviese despertando, preguntando calmadamente, pero con voz afeminada, que pasaba, a medida que el tipo, que ya lo tenía bien clavado por el culo, le puso una caneca de ron frente a la cara de Cheo, y le dijo. Nada, tú nos pediste, que te diéramos un trago, y que a cambio te dejabas dar por el culo, y te estamos comenzando a complacer. Casi de inmediato, aquel tipo continuó metiendo y sacando toda su verga del apretado culo de Cheo, mientras que él, después de empinarse la caneca de ron y darse un buen trago, comenzó a gemir de placer, y a mover gustosamente sus nalgas, restregándolas contra el cuerpo, del tipo que estaba encima de él. Yo a todas estas, sin saber que decirle, lo único que se me ocurrió comentarle fue. Cheo eso le puede pasar a cualquiera que se emborracha, como tú te emborrachaste, el día del huracán. Cheo me miro, sonriendo, pero de inmediato siguió diciéndome. Que en ese instante, se sentía muy raro, entre avergonzado, por dejar que le comieran el culo con tanta facilidad, y a la vez contento de que así fuera. Cosa que nuevamente le repetí, que seguramente se debía a lo borracho, que se encontraba. Ya que no tenía idea, de lo que estaba haciendo. Pero para mi sorpresa, me confesó que cuando uno de ellos le puso su verga frente a su cara, sin esperar a que le dijeran que hacer, la agarró con una de sus manos, y se la llevó a su propia boca, poniéndose a mamar intensamente aquella verga. Mientras seguía moviendo sus caderas, al tiempo que el tipo que le seguía dando por el culo, no paraba de meter y sacar toda su verga, una y otra vez. Cuando de momento, ese mismo tipo, a medida que no paraba de seguir clavándoselo, comenzó a mordisquearle la nuca, y las orejas, diciéndole que tenía un culito, divino. Cheo me confesó que eso, lo hizo sentir tan excitado, que sin tan siquiera tocar su propio miembro, se vino. Mientras seguía chupa, que chupa la verga del segundo tipo, y nuevamente sin que ninguno de esos tipos le dijera nada en lo absoluto, le echó mano a la verga, del tercero, y comenzó a rasparle una tremenda paja. Yo ya no sabía, ni que decirle. Máxime cuando, mientras seguíamos bebiendo otras cervezas, sin dejar de reírse, me comentó, que en cierto momento lo tenían bien clavado, por el culo y la boca, que parecía un pollo, o un lechón a la vara. Yo tras imaginarme esa escena, me limité a sonreír ligeramente, y seguir escuchándolo, mientras que Cheo, por lo que me siguió contando, de lo más feliz, todo lo que hizo, y dejó que le hicieran aquellos tipos, esa noche, ya que no tan solo le dieron por el culo, un sin número de veces, sino que de forma voluntaria, sin que lo obligasen, también les mamó sus vergas, varias veces, y que inclusive en más de una ocasión se tragó el semen de ellos. Además me dijo, que sentía un gran placer, cuando los masturbaba. Al parecer, finalmente Cheo se quedó dormido, por lo agotado que estaba, o por lo mucho que había bebido ron, pero al siguiente día, cuando se despertó, estaba rodeado por varios rescatista, que al verlo tirado sobre aquel catre, en las condiciones en que estaba, completamente desnudo, con sus nalgas al aire, y con lamparones de leche, por todo su cuerpo. Dedujeron rápidamente que a mi amigo, lo habían sodomizado. Por lo que cuando le preguntaron, que le había pasado. Cheo llorando, y haciéndose la víctima, les contó que durante la noche, entraron más de seis o siete tipos, y poniéndole varias navajas en el cuello. Le obligaron a que les diera el culo, en contra de su voluntad. Claro que esa noticia, se mantuvo en secreto, y después de haber sido examinado en el hospital, el mismo Cheo se negó a poner una denuncia, con la excusa de que por lo oscuro que estaba, no podía identificar a ninguno de ellos. Yo que lo escuché contarme todo eso, lo único que se me ocurrió ingenuamente preguntarle, que era lo que él quería de mí. Fue cuando agarrando, mi verga, por encima de la tela de mi pantalón me dijo. Necesito que me hagas un gran favor. Por su manera de agarrar mi verga, y de mirarme, supe que era lo que mi amigo deseaba, solo que esperé a que él me lo dijera. Como en efecto hizo, diciéndome. Sabes Julián, desde ese día no me han vuelto a dar por el culo, y siento unas tremendas ganas, de que me lo metan. Pero al mismo tiempo que me fue diciendo eso, bajó la cremallera de mi pantalón, y apenas sacó mí ya erecta verga de su encierro, se la llevó a la boca, dedicándose a mamar, por un buen rato, mientras yo seguí bebiendo mi cerveza, sin decirle nada, Cheo se fue desnudando, completamente, y cuando terminó de hacerlo, sacó mi verga de su boca, se recostó sobre el sofá, separó sus piernas y nalgas. Para luego decirme que sus nalgas, eran todas mías. Las que sin dudarlo, se las atravesé con mi verga. A medida que fui penetrando a Cheo, él comenzó a mover sus caderas, restregándolas contra mí cuerpo, a medida que yo seguía empujándosela toda, entre sus gemidos, y quejidos de placer. Pero una vez que me vine dentro de su apretado culito, sin que yo hiciera esfuerzo alguno, para obligarlo. Cheo en todo momento, se dedicó de forma y manera voluntaria a mamar mi verga por segunda vez, hasta que hizo que yo acabase dentro de su boca, para luego gustosamente tragarse toda mi leche. Hoy en día, no tan solo yo, sino que me enteré que otros chicos del pueblo, también le comen el culo a mi amigo, cuando se emborracha, lo que según me dicen, hace casi a diario.
Entramos al cuarto y empezó todo, él me tomó por detrás y empezó a tocar mis nalgas y me susurraba cosas al oído: ¡eres una puta q aprenderá de mí!, ¡eres mi perra! Y yo se lo confirmaba le dije q seria su perra, el me volteo y quedamos frente a frente, y acercó su boca a la mía, pero mas q besarme su lengua paseaba por mi boca.
Relato erótico enviado por Putitacachonda el 29 de December de 2009 a las 23:34:17 - Relato porno leído 140695 veces
Aventuras en Paris
Jesús y Pablo marcharon a Paris para poder vender el video. Dejaron a sus tres amigos en una casa que habían alquilado en un pueblo muy pequeño en Huesca. Los dos habían quedado con Pierre, un ejecutivo muy interesado en esta clase de material.
Relato erótico enviado por mena55 el 24 de August de 2008 a las 13:55:00 - Relato porno leído 114286 veces
Si te ha gustado A mí me contó otra historia…. vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar A mí me contó otra historia…..
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:24) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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