Miro sorprendido y veo a la mujer de mi padre Marian blanca y muy asustada… pregunto que pasa y Marian miedosa lloraba de susto, estaba aterrada, subió a acurrucarse en mi cama desplazándome y en cada trueno se apretaba a mi, imagínense que hubieron como 10 truenos, para que no se enfriara la metí debajo de las frazadas y tapas, mas truenos, mas se acurrucaba en mis brazos, bueno yo no soy santo y tanto agarrar a Marian entre mis brazos, sus senos clavados desnudos apenas cubiertos por esa delgada tela de tul en mi pecho, apretados contra mi pecho, al igual que su vagina apretada contra mi muslo derecho, mi verga acumuló presión y comenzó su despertar apuntando hacia el cielo y Marian sintió que al abrazarse a mi cuerpo algo grueso se situaba entre sus piernas y ...
Relato
Estoy con mis sentimientos por los suelos, mi padre quedó viudo y a los seis meses trajo a esta casa a una nueva mujer Marian, una mujer pequeña creo que media como 1 metro y 60 centímetros, tenia 39 años y físicamente estaba bien provista unos bonitos senos, caderas anchas y con unas nalgas que eran de mirar, un aspecto elegante, pero recién llevaba seis meses de luto y ya tenía una madrastra, tengo 16 años trabajo en la verdulería y frutería con mi padre, soy musculoso por cargar cajas desde los 13 años y estudio en vespertinas por ayudar a mi padre, claro que este me recompensa con un buen pago semanal que me alcanzaba para mis gastos menores y me sobraba para otros menesteres como ir al cine, comer pizzas en un restaurante que me gustaba los domingos y me sobraba dinero.
Eso si a las 7,00 A.M. estaba en pié en la sala de venta, desayunábamos en este negocio tipo 8,00 horas a lo poderoso dos panes bien aprovisionado de queso y cecinas.
En estos días de invierno mi padre me dice que abriremos desde las ocho horas, por que en la feria los camiones llegan tarde y en comprar, elegir y traer las mercaderías se pasa el tiempo.
Digo bueno el manda…, ese día viernes mi padre sale temprano como a las 6,00 a.m. a comprar y desde que se fue me envuelvo en mis frazadas por que hacia frío y llovía como diluvio… en eso truena y el relámpago parpadea, luego otro relámpago con un trueno que estremece la casa… en verdad fue fuerte y largo… estaba volviendo a envolverme en mis frazadas tipo 6,30 horas y la puerta del dormitorio se abre bruscamente acompañando a otro trueno de gran ruido y estremecedor…, miro sorprendido y veo a la mujer de mi padre Marian blanca y muy asustada… pregunto que pasa y Marian miedosa lloraba de susto, estaba aterrada, subió a acurrucarse en mi cama desplazándome y en cada trueno se apretaba a mi, imagínense que hubieron como 10 truenos, para que no se enfriara la metí debajo de las frazadas y tapas, mas truenos, mas se acurrucaba en mis brazos, bueno yo no soy santo y tanto agarrar a Marian entre mis brazos, sus senos clavados desnudos apenas cubiertos por esa delgada tela de tul en mi pecho, apretados contra mi pecho, al igual que su vagina apretada contra mi muslo derecho, mi verga acumuló presión y comenzó su despertar apuntando hacia el cielo y Marian sintió que al abrazarse a mi cuerpo algo grueso se situaba entre sus piernas y engruesaba, bajo sus manos y acarició mi pene, me mira sorprendida…, esto es por mi, me dice, comienzo a acariciar su vagina ingresando mis dedos en ella y Marian casi sin darse cuenta comienza abrirse de piernas, me inclino en la frazadas succiono sus labios púdicos con mi boca, beso su cuerpo succiono sus pechos, sus pezones crecen al ser mamados, los dos últimos truenos, fueron los mas fuertes, no los sintió porque estaba abierta de piernas entre las sabanas con mi pene entrando y saliendo de su caverna erótica y gimiendo, llorando, vibrando de emoción ante las penetraciones de mi miembro en su vagina que le llegaban hasta el útero, solo clamaba mas… mas, hasta la llegada de un fabuloso orgasmo la hace estremecerse, se excita con tanta fogosidad, que sus caderas se mueven voluptuosamente gimiendo y satisfaciéndose, mis testículos no pueden soportar la pasión y la inundo con mi semen sus órganos sexuales.
Me dice, tenemos que callar este secreto para que tu padre no se entere, cuento contigo, oye le respondo soy bastante hombre para mis cosas y sé callar. Claro que tiene su precio mi silencio, me mira sorprendida y continuo no será la única vez… quiero mas de ti, me sonríe diciéndome goloso, tendrás que esperar otros truenos y relámpagos.
Tuvimos un invierno muy potente y ruidoso por lo que a los siguientes truenos que fueron a media mañana, le dije a mi padre que me iría a cambiar de ropas por estar las que tenía puestas muy mojadas y volvería, bueno me dice, pero vigila si la casa no se llueve… en verdad no se llovía, pero si mi madrastra fue inundada por mis fluidos testiculares después de estar en mi dormitorio amparándola del susto a los truenos, creo que no sintió ninguno gimiendo y sollozando en mis brazos mientras estábamos en plena labores de apareamiento, su vagina se inundo, pero no por la lluvia sino por los elixir depositado por mi pene en su matriz.
Vuelvo al negocio a trabajar y mi padre me pregunta si en casa todo estaba tranquilo, si respondo sin novedades.
Ese invierno hubieron dos tormentas eléctricas mas y por supuesto consolé esas veces a Marian en su miedo a los truenos…, creo que ahora teme mas a mi pene que a los truenos cuando puedo la traslado a mi dormitorio y mi cama rechina ante nuestra pasión por satisfacernos y pertenecer el uno al otro…
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 783543 veces
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learcu
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:48) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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