A mi mamá la hice gozar como puta

Mi mamá cuyo nombre no mencionaré, es una señora de treinta y nueve años de edad. Muy guapa y sabrosa para su edad, es blanca, tiene pelo color chocolate claro, sus ojos son negros, posee labios ardientes, un rostro muy cuidado y una sonrisa seductora. Siempre se ha cuidado y por eso goza de una silueta sensual, tiene buenos pezones, unas piernas de puta y un culo fenomenal de toda una mujer. Aunque es mi madre debo confesar que ella siempre ha sido facilona, le gustan las aventuras pasionales bastante, de hecho es madre soltera. Según me ha dicho quedo embarazada de mi en sus tiempos de universitaria y no logro titularse por este motivo, desde que tengo uso de razón nunca se ha casado pero si le he conocido a varios pretendientes suyos. Eso si tiene muy buen gusto y siempre anda con hombres muy bien dotados y con mucha lana, mi mamá solamente es empleada en una zapatería, así que solo podemos vivir modestamente. A si… Se me olvidaba mencionar, yo tengo veinte años y vivimos en el Distrito Federal en México.
Debo aclarar que esto no venía de tiempo atrás, de niño e incluso de adolecente jamás vi a mi madre con ojos de deseo. Ni cuando estaba en plena pubertad en mi adolescencia, en esa época siempre me fije en compañeras de mi escuela y también en esos tiempos perdí mi castidad con una novia que tuve en esos años. Aunque no soy un chavo con mucho pegue, escasamente en mi vida he tenido dos chavas y con ellas he tenido relaciones intimas, mi última vez fue con mi ex novia hace casi un año y desde que termine con esa chica no he vuelto a tener novia ni menos a tener sexo, eso también influyo en mis fantasías. En fin todo comenzó por un descuido de mi madre, con su último y más reciente amante porque eso es lo que es. Ya conocía a ese señor desde hace tiempo, ya tenían como cinco meses de relación y nunca en mi vida imagine que vería a mi madre siendo follada de tal manera. Esa tarde le había dicho a mi mamá que iba a salir con amigos, pero resulta que se cancelo y pues me quede en casa sin imaginar lo que vería. Eran poco más de las 6:00 p.m. Estaba en mi cuarto cuando escuche que la puerta de la casa se abrió violentamente, pensé que se traba de maleantes y me apresure a ver. Pero no… Para mi sorpresa era mi mamá con su novio, estaban comiéndose a besos dentro la casa, ya estaba algo obscuro así que no pudieron verme, desde la esquina estaba viendo a mi madre cachondeando con ese tipo, pero espérense ay va lo bueno.
Mi mamá apresurada la bajo el cierre a ese señor y se la saco su verga, ¡No manchen! Queda petrificado al ver eso, mi madre le estaba comiendo la verga a su novio, se veía que tenían mucha prisa sin duda por saber que podía llegar en cualquier momento sin saber mi madre que estaba ahí viéndolos. Aquel tipo la bajo los pantalones a mi mamá y violentamente le bajo sus bragas hasta sus rodillas. La puso contra la puerta de la casa y claramente vi como se la metió de un golpe, era la primera vez que le veía las nalgas a mi madre. A aquello jamás lo olvidare, ese señor le estaba reventando el culo a mi mamá, desde donde estaba yo se podía escuchar los golpes que le estaba dando y los gritos de mi mami eran intensos, gritaba como loca de placer, yo desde luego no pude desaprovechar y con mi celular grabe hasta el último detalle de ese hermoso momento. Nada mas tardaron cogiendo cerca de veinte minutos y luego ese señor se la saco de inmediato, desconozco si se vino dentro de ella o no, ese tipo se acomodo la ropa y luego de besar a mi madre y darle una nalgada salió de la casa, por unos minutos mi mamá se quedo quieta si desnuda retrancada en la pared, luego se vistió y se fue a tomar un trago a la cocina, mientras estaba en la cocina salí discretamente, espere fuera un breve tiempo y luego entre a la casa disimulando que apenas había llegado, no podía dejar de mirar aquel video, una y otra vez lo mira, cada día iba sintiendo un extraño sentir por mi madre, estaba empezando a desearla, me encantaba mirarle las piernas cuando se ponía falda corta o el culo con esos pantalones tan ajustados que ella le gusta.
Cada noche sin que se diera cuenta iba al baño en el bote de ropa sucia a oler sus bragas, en un par de veces encontré toallas sanitarias embarradas de su regla. Con ellas me masturbaba, con el rico olor de su vagina. Cada noche sin que ella se diera cuenta me colaba en su recamara mientras dormía, removía las sabanas y la veía dormir desnuda, solo con sus bragas que marcaban muy bien la raja de su intimidad y por mi mente pasaban los pensamientos más obscuros y morbosos, como la idea de el numero de vergas que habían entrado en aquella vagina y que ahora deseaba con todas mis fuerzas que mi verga fuera la siguiente en entrar ahí. Fue la última vez cuando no me contuve y pasara lo que pasara, me atreví a manosearla, mientras dormía yo con mis manos tocaba sus senos bien suaves, ella se despertó y al ver que era yo casi me pega, pero en ese momento la detuve y le dije ¡Tranquila mami, tengo algo que enseñarte! En ese momento le enseñe el video que le había tomado, ella se quedo helada sin palabras quería bofetearme pero no se atrevía, en su mirada había confusión entre rabia y vergüenza. Pero yo intente relajarla lo más posible, continúe masturbándole sus senos, sentía como poco a poco se hacían duros sus pezones, ella solo estaba mirando hacia arriba acostada, disimulando que no pasaba nada, entonces yo intente bajarle sus bragas pero ella me lo impidió, tome su mano y la quite a un lado, lentamente baje sus bragas varios centímetros y por fin en mi vida pude tocar esa suave y húmeda vagina de mi mamá, entonces casi sin pensarlo le dije –Dime mami, cuantas vergas han entrando en tu vaginita he mamá?-. Acariciaba yo sus labios vaginales delicadamente, ella tenía la respiración agitada, con forme iba tocándole su vagina notaba como su excitación iba creciendo, al momento que le introduje mis dedos ella gimió quedito cerrando los ojos, yo estaba como loco metiéndole dedos sin parar, hasta que al poco tiempo exploto en un delicioso orgasmo, me mojo toda mi mano de sus fluidos, de inmediato hubo terminado ella quito mi mano de su intimidad violentamente, se acomodo las bragas y me dio la espalda. Pude comprender que estaba confundida así que ya no insistí más, me retire de su recamara, pero toda esa noche no pude dormir pensando en que por fin pude meterle dedos a mi mamá. A la mañana siguiente pensé que estaría diferente conmigo pero no, actuó como si no hubiera pasado nada, eso sí, no cursamos conversación durante toda esa mañana, ella se fue a trabajar y yo a la escuela, pero en todo el tiempo solo estuve pensando en cuando llegaría el momento en que mi propia madre seria mi mujer. Sin saber que esa misma noche se consumarían mis deseos, para despejar mi mente esa tarde luego de la escuela me fui a tomar unas compas con unos amigos, tome varios tragos de vodka y creo ya estaba un tanto ebrio pero tenía plena conciencia de mi mismo. Llegue a casa poco después de las 9:00 p.m. Mi madre había preparado la cena y me estaba esperando, durante la cena a pesar de que estaba algo tomado pude notar miradas extrañas de ella pero no las interpretaba, igual casi no hablamos en la mesa. Al terminar me levante y me dirigí a la sala para ver la televisión, fue en ese momento cuando de sorpresa mi mamita llego detrás de mí y me abrazo. Esa noche mi mamá estaba muy sensual, tenía una blusa negra muy escotada, una falda corta color beige y portaba unas zapatillas altas. Se me acerco diciéndome al oído – ¿Con que me deseas verdad mi amor?- Me di la vuelta y le dije - ¿Te gusto mami? Ella me dio una mirada picara y me planto un rico beso en los labios como si fuese mi novia, ahí comprendí que en ese instante ya no era mi madre sino mi amante.
Ella se inclino ante mí y muy delicadamente libero mi pene ya bien duro, lo tome en sus suaves manos de mujer, por unos segundos me lo estuvo tocando y acariciando con ambas manos, hico atrás la piel de mi pene para dejar descubierto mi glande, en ese momento llego lo bueno, ella inicio a besármelo y poco a poco comenzó a chupármela, yo no podía creer que mi madre me estuviera haciendo sexo oral, era toda una profesional, la saliva escurría al piso y se la metía hasta la garganta, tuve que hacer milagros para no correrme en su boca. Momentos después se puso de pie y de nuevo nos besamos. Ella me dijo…
-Seguro sabes que nadie debe saber nunca lo que va a pasar entre nosotros, y seguro que también sabes que aunque soy tu mami no puedes hacerme el amor sin protección mi amor-
Ella saco de su bolsa una bolsita de condón, lo saco y ella misma envolvió mi pene con el preservativo. Así ya con el condón puesto ella continuo tocándome la verga. Mi mamá se alejo un poco de mi y comenzó a moverse sensualmente para mi, parecía toda una prostituta que iba a recibir dinero por sus servicios y que por eso quería complacerme al máximo, lentamente se fue subiendo su falda, ella tomo sus calzones y los dejo caer hasta sus pies, ella se puso de perrito en el sofá entregándome el culo por completo. No espere más, coloque mi pene contra sus nalgas y gracias al lubricante del condón se le metí fácilmente, no podía creer que al fin mi verga estuviera dentro el culo de mi madre pero así era. Se la metía y sacaba muy deliciosamente, ella solo suspiraba de placer, mientras le tocaba su vagina con mis manos, ella ya tenía el culo muy elástico, ella se volteo y se acostó boca arriba, me pose sobre ella y la volví a penetrar, esta vez por su vagina, ambos estábamos haciendo el amor como dos locos amantes depravados, ambos nos decíamos toda clase de obscenidades al oído y nos gustaba, mi pene entraba y salía una y otra vez de su vagina deliciosa. Fueron varios minutos de inmenso placer que nos estaba llevando al cielo, luego de más de media hora de sexo riquísimo ambos nos vinimos en un delicioso orgasmo mutuo, por unos minutos quede quieto con mi pene aun dentro de ella, luego se la saque y nos separamos, me quite el condón. Ambos estábamos cesando de tanto placer, luego de unos minutos de descanso ella se puso de pie, se desabrocho su falda dejándola caer hasta sus pies, se quito la blusa junto con su sostén, también se despojo de sus zapatillas quedando así totalmente desnuda ante mí, ella vio como mi pene iba tomando fuerza nuevamente, mi madre así desnuda se fue caminando rumbo al baño, en ese momento de nuevo estaba totalmente calientes y con ganas de mas sexo, sin pensarlo también a prisa me desvestí totalmente y me fui al baño con ella.
Mi mamá se estaba bañando, tenía el cuerpo totalmente mojado, ella vio como entre totalmente desnudo y con mi verga bien parada, lentamente me acerque a ella y de nuevo comencé a tocarla, con mis manos tacaba su vagina bien mojada por el agua, le tocaba las nalgas, todo su cuerpo. Fue entonces, nos retrancamos en la pared, puse mi verga en su vulva y la penetre de nuevo, nuevamente le estaba haciendo el amor, esta vez sin protección, pude sentir al natural sus labios vaginales, ella gritaba como loca. En cuando sintió que iba a venirme, retiro mi pene de su vagina y quiso mamarlo de nuevo, sin embargo no aguante y eyacule en la cara de mi madre. Nunca olvidaré aquel mágico momento, hacerle el amor a la mujer que me dio la vida ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida.