a mis 16 años solo en esta nueva empresa

Un veedor extranjero visitando a una tía, me ve practicar este deporte y le llama la atención mi buen calculo a la distancia para encestar mis lanzamiento, ya que me encantaba lanzar desde el circulo central y marcar los puntos de distancia, normalmente enviaba diez lanzamientos y nueve acertaba en un partido y cuando practicaba solo en la cancha de diez los diez adentro.

Es italiano y veedor del club Várese de Lombarda, me lleva a esa ciudad en donde se me hacen pruebas de mi juego y les gusta mi decisión de lanzamiento de distancia me contratan por cinco años, vuelvo al lado de mi familia a Kilómetros de distancia y dos días después vuelo lejos de ellos a Italia.

Mi contrato es bueno ganaré el primer año mil dólares mensuales, al otro año dos mil , para quedar fijos en tres mil por los tres años restantes, el club se compromete a darme alojamiento y alimentación por estos años y además me ayudaran a estudiar en un colegio especial para deportistas con dos horas diarias de estudio en las mañana de martes a viernes, si tenemos que viajar el club se encarga de todo como mi promotor, en verdad quien logra todo esto es don Guilliano mi veedor quien me dice déjame a mí y no te arrepentirás… No me arrepiento y los dólares a ganar son para mi y mi familia.

El club me aloja en la residencia u hostal de doña Aída una señora de 33 años que posee hostal para pasajeros y tiene un departamento aislado del resto de los viajeros, pero junto a su casa de alojamiento con entada independiente a mi albergue, este está unido a la cocina de ella por un pequeño pasillo de dos pasos entre puertas que pasando picaportes queda el departamento aislado, nunca pongo el cerrojo por lo que pueda pasar y ella me auxilie.

Ese primer año para mí fue doloroso por estar solo y pasaba más en el club que en otra parte por estar acompañado, los dirigentes felices por que yo ensayaba y experimentaba nuevas técnicas. Entrenaba con todas las divisiones menores a pesar de pertenecer a la profesional, eso me llevó a lograr una gratitud y un buen pasar con los dos entrenadores de las inferiores, quienes me enseñaban nuevas técnicas y nuevos pasos del baloncesto.

En el hostal como no molestaba ni por que tenía frío doña Aída me mal criaba con muy buenos postres y pizzas.

Un día encuentro en mi mini cocina, un pequeño espacio donde se podía cocinar con horno y hervidor eléctrico pequeño, que no ocupaba, excepto una taza de café.. Bueno encuentro a doña Aída pesarosa y con lágrimas en sus ojos, me pide excusas por estar ahí diciéndome que quería soledad, pero que se iba, no lo permito y la hago pasar al dormitorio y le exijo que me cuente todo…,me mira y me dice son cosas íntimas y no las puedo andar contando por ahí, no soy un cualquiera le digo así que cuente… me mira y se sienta en la cama diciéndome mi marido hace como dos meses que está raro y no siempre viene de la mina a verme cuando sale de esta y prefiere quedarse en ella, me contaron que tiene una amiga que lo consuela y por eso no viene…, Sra Aída no haga caso de cuentos, primero y segundo Ud. es una magnifica mujer si el desea irse que se vaya Ud. es capaz de mantenerse sola con sus negocios y además digo, es una preciosa mujer que cualquier macho gustaría tenerla cobijada a su lado en la cama y entre esos hombres me cuento como número uno…, me sonríe y tirando de mi caigo a sus pies arrodillado y me afirmo en sus piernas por debajo de su falda y como tiene unas medias finas mis manos se deslizan por sus muslos…, ¡Qué hace , me dice, soy casada!..., pero no retira mis manos de sus muslos, aun más por sobre su falda apresa mis manos y se acaricia con ellas sus piernas. Me mira golosa y excitada la escuchó respirar acelerada… no sé por que lo hice, pero mi boca y besaba sus rodillas y fui poco a poco subiendo por ellas hacia sus caderas… ella se recuesta en la cama apretando sus dedos en mis manos
Y cada vez respiraba mas acelerada, estaba excitadísima, por supuesto yo también comencé a enardecerme y mis movimientos fueron sin disimular y mis manos adquirieron movimientos llegando hasta su matriz la cual fue sobada por mis dedos y luego introduje uno de mis dedos entre su calzón y su piel ingresando en su vulva, al ingresar estos ella se estira aun mas en la cama abriendo sus piernas, gime…se sacude y grita susurrándome voy a entregarme a ti, voy hacer tuya… me permite subir sus vestidos doblándolos sobre sus caderas, luego bajo a medio muslo sus calzones y saco mis prendas bajándolas de la cintura para abajo. Acaricio y beso su cuello, con mis labios mientras mis manos soltando los botones de su camisa abren esta apoderándose y sacando de sus fijadores esos senos que me tenían locos por succionarlos, muerdo sus pezones y se estremece sus brazos me atrapan y me apresan contra su cuerpo mi pene trata de introducirse en su vagina, pero no tengo experiencia y sus piernas medio juntas apretadas por su calzones que están a medio muslos, ella toma mi tieso, dilatado, duro y engruesado pene llevándolo a su vagina ye introduce ese glandes del tamaño de una pelota de tenis en la entrada de sus entrañas, sintiendo como ese excitado pene que tiene el tamaño de una botella de bebida individual comienza a desgarrar su vagina y raspa sus paredes al introducirse poco a poco y ella entre suspiros y quejidos lo va acomodando en su vientre, el desgarrador pene va introduciéndose en ella quien cada centímetro que entra es gimoteado y suspirado por ella, mientras la recorro con mis manos su cuerpo, senos, caderas, muslos son acariciados y acompañando a mi pene que sigue ensartándose en ella, sus manos se crispan en las sabanas, siento como su vagina se humedece y sus fluidos escapan bajando por la parte interna de sus muslos, ella gime estoy sedienta de leche masculina…, mi cuerpo es tuyo destrózalo. La clavo bruscamente de un envión, grita al sentirse tan duramente empotrada, y su respiración es ansiosa y entre cortada está caliente por ser apareada… por lo menos diez minutos ese cama crujió al ser ella fuertemente consolidada en su sexo, chillaba y gemía, sus ojos cerrados, su boca entreabierta buscando aire, gemía y gemía acoplada en su matiz por ese grueso y largo pene que estaba desgarrándola y su cuerpo desmembrado por las duras y sostenidas penetraciones del miembro del macho que la excitaba y perturbaba hasta decir ella soy tu puta…, soy tu hembra excitada… destrózame y en esos momentos ella gime grita y contrae su cuerpo al tiempo que le llegaban sus múltiples orgasmos, era multiorgásmica y recién con este macho se entera, como se revuelca en la cama, ahg… tuya… gritaba… mientras sentía como sus fluidos escapaban por sus piernas desde el interior de sus entrañas y su cuerpo seguía sacudiendo de pasión y entrega a este exquisito macho, quiero mas y lo pedía a grito…, dame más …. Sigue…. No pares, destrózame… soy tu puta… quiero ser tu amante, quiero conservarte como mi semental…., eres mi macho grita antes de caer extasiada y satisfecha, pero su macho continuaba en sus labores de semental y ella sentía como crecía aún más ese pene en sus entrañas embutiéndole, saturándole y bañando con su esperma su matriz mientras las manos de su macho apretaban salvajemente sus senos en el clímax de la pasión y siente sus entrañas bañadas por esa esperma tibia que el macho deposita en su matriz. Luego silencio y calma solo se escuchaba las respiraciones alteradas de ambos contendientes. Me mira y me dice quiero ser tu amante…., quiero que me prometas ser mío y con respeto por que yo te respetaré, pero seremos el uno para el otro, ¿aceptas?... si le digo, pero cuando tenga que jugar me cuidaré, yo te cuidare me dice…, eso es respetarte.

Dormimos agotados por la faena, no se cuanto, pero al despertarme y ver una mujer en mi cama semi desnuda excita a mi pene que a pesar de haber recientemente saciados sus impulsos estaba erguido, tieso, duro, hinchado y agitado por poseer a esa madura mujer…

Mis manos comenzaron a acariciar su vulva, mis dedos hábilmente apretaban su clítoris, y de momento que sentía ella mi boca y mi lengua lamiendo su vulva.

La lengua lo mismo se enterraba dentro de su mojado sexo, como dentro de su culo. Al grado que ella comenzó a mover sus caderas, las restregaba con fuerza contra mi pene, al tiempo que prácticamente me suplicaba que me enterrase en su vagina. La penetré no dejaba de gritar pidiendo que me diera más y más duro, moviendo sus caderas, restregándose con fuerza contra mi cuerpo, mientras sus caderas danzaban la mas maravillosa danza del placer, sin fuerzas al fin me entrega sus orgasmos y lleno su entrañas de mi semen, ríos de esperma llenaban es matriz, agotados al fin descansamos.

Ella me dice que ahora esta calmada y su marido le es igual si desea o no venir a verla a casa, ella ya tiene quien le proveerá de semen caliente como a ella le gusta y apetece excitada. Soy una hembra ardiente y encontré quien me satisface, me deleita y me da placer.

Tengo contrato por cinco años con el club y recién han pasado cinco meses, la que me espera…