Esta dice me voy es toda tuya, ayúdala a tomar venganza…, hazla tuya… y sale por la puerta principal.
Relato
Al saber Aída que estaría a su lado cinco nuevos años me dice que deseo de premio, le digo tu sabes que para mi eres especial y muy especial… siempre te he respetado, pero mis hormonas están alborotadas por poseerme a tu cuñada Normanda, esa estilizada mujer que es tu cuñada aunque solo sea un par de veces.
Me dice Normanda es joven tiene recién 29 años y esta casada con mi cuñado menor, tiene dos hijos de 8 y 5 años, veré que puedo hacer…, sin compromiso, recuerda que tu eres mío…
Un día llega de visita Normanda muy apenada y molesta, se encierra con Aída a conversar y por mas de una hora no se de ambas, hasta que aparecen y se trasladan a mi departamento dejando a los chicos viendo televisión en el recibidor del hostal…. Me llaman.
Ingreso a mi departamento y detrás de mí se van cerrando con cerrojos las puertas por Aída, luego me comunican, Normanda busca venganza a sido deshonrada y agraviada en público, en el último paseo a un balneario por los integrantes de la oficina de su marido, este acompaño a una de sus secretarias a una bodega y de ella solo se escuchaban gemidos y lamentos de pasión manifestado por esta en el placer del apareamiento que mi cuñado le otorgaba en faena de dominarla como su amante… Normanda se entera recién días después, es informada por una de sus amigas y esposa de otro integrante de la oficina, quien lamentaba el hecho, pero le dice que no podía silenciárselo.
Normanda está callada recostada en mi cama, miro a Aída y esta dice me voy es toda tuya, ayúdala a tomar venganza…, hazla tuya… y sale por la puerta principal.
Normanda era una hembra codiciosa, ardiente y carnalmente lujuriosa desde su pubertad que estaba acostumbrada a una pasión ardiente con machos a lo menos de tres alojadas de diferentes penes en el mes, una vez casada su marido sabía lo ardiente que era y la satisfacía a lo menos con dos enlaces a la semana. Hoy ella quería venganza.
Me acerque a su lado me recuesto a su lado, ella comenzó entre sollozos a contarme su drama, yo la escuchaba y aproveché de suavemente levantarle su corta falda y recogérsela sobre su cintura doblándola… ¡oh! sorpresa estaba sin calzones, mi cabeza se introduce entre sus piernas mientras ella hablaba de su desgracia…., mi lengua entra en su vagina, se sacude ante las caricias y me toma mi cabeza apretándome contra su vulva, suspira y sigue hablando entre cortado por los siseos que escapan de su boca ante las deliciosas chupadas y lamidas dadas a su vagina en busca del clítoris por mi boca.
Se movía elegante y delicadamente…..Yo estaba súper excitado escuchando
todo lo que decía y como se movía,…, la arremetía con fuerza, y ella se gira colocándome su precioso trasero a mi disposición. Sentía en sus nalgotas rebotar mis testículos… muy rico.
Nos besábamos , nos acariciábamos… coloque a Normanda en posición de perrito y metí mi verga por su vagina mientras mis manos navegaban por su trasero y empecé a darle con tal fuerza que escuchaba como Normanda gemía y gozaba mientras yo metía y sacaba mi pene de su vagina con gran fuerza una y otra vez, después de unos minutos así gritamos y vociferamos ella entierra su cabeza en la almohada para poder gritar sus orgasmos y se revuelca desesperada al sentir inundar su matriz con mis eyaculaciones de semen… Ella me decía vente ya papito…, vente… te necesito, necesito tu esperma dentro de mí… ahora ella me desea en misionero, giramos y ella se acostó y elevo sus piernas al techo y bien abiertas, metí mi pedazo de carne y músculos otra vez en su vagina y con movimientos circulares se lo iba metiendo y sacando mientras mis manos jugaban con sus seno, llega el momento de mi calentura al punto de regarla con mis fluidos nuevamente ante los gemidos de placer de ella. No cesaba de moverse con delicadeza y elegancia excitándome mientras me vaciaba en ella y escuchándola en mis oídos decir, eso mi macho riégueme bien regada, esta hembra te necesita… dame duro.
Y me abraza desesperada con la llegada de sus nuevos orgasmos y me estruja contra su cuerpo… me susurra al oído me vas a embarazar, esta es mi venganza tendré un hijo tuyo en mi vientre, deseo un hijo tuyo… ¿te gustó preñarme?... soy tu hembra embarazada, toda tuya hasta con un hijo dentro de mí. Luego calma todo calma y se relaja descansando de mis bruscas penetraciones.
Estamos como quince minutos acariciándonos ante que ella se levante y salga en busca de su cuñada.
Pasan dos meses y un fin de semana vuelve Normanda con sus hijos de 8 y 5 años y en su vientre trae un feto de dos meses fecundado con mis espermios… me dice este fin de semana me quedo aquí contigo… juego hoy sábado en el anochecer y después te puedo atender, correcto me dice dormiré contigo esta noche entonces prepárate.
Que noche en verdad que tuve que prepararme… venía sudado y empapado su camiseta un desecho, le digo dúchate estas sudado y de no muy buen olfato, el ríe diciéndome es que corrí en el partido y Ud. sabe debo ducharme, ahora voy a ocupar la ducha me dice… lo miro sorprendido y digo si úsala… después de un rato con disimulo me asome, se estaba duchando, pero al bajar mi mirada pude ver lo que Leo tenia entre las piernas, la tenia semi erecta, y calculando que la de mi marido tiene l5 centímetros, la de Leo debía tener por lo menos 18, y algo mas gruesa, retirándome de la puerta pregunte ¿ todo va bien verdad ? El me contesto si ya termino, con lo que sabia y con lo que había visto, se creo en mi una desazón que me costo controlar, desde ese momento me propuse sacar a Leo y a su pene de el letargo en el que estaban metidos, me desabroche dos botones de mi blusa en un santiamén me quite el sujetados y lo guarde, cuando este salio lo espere a la salida del baño, me apresó contra la puerta , me incorpore tratando de dejarlo pasar para arroparlo con la toalla y secarlo bien, bueno en realidad lo hice para regalarle una buena panorámica de mis pechos y transmitirle el calor de mi cuerpo desposeído de pasión, su pene venía medio levantado por el placer de el agua caliente y el haberse refregado para lavárselo su reacción al sentir mi cuerpo contra su cuerpo se notó y su pene se ennobleció virilmente y engroso hasta sentirlo mas grueso que el de mi marido… todo en ese apretón dado contra la puerta del baño... y secarlo con la toalla. Baje mi mano izquierda hasta su enorme paquete, dándome cuenta de la envergadura del mismo, en ese momento lo único que se me paso por la mente es que tenia que tenerlo dentro de mi lo mas pronto posible, empecé con mucho cuidado a quitarle la toalla que lo cubría, Leo desbordado solo temblaba y se estremecía, cada vez que yo lo tocaba, y quizás también estuviese un poco asustado
Me arroja sobre la cama con desesperación atravesada en ella, luego como un macho cabrío caliente se ubica sobre mi cuerpo, con las ansias de un caliente y erótico muchacho ubica su pene en mi entrada vaginal clavándome medio pene en mi vagina… me mira y al no ver reacción negativa de mi parte enfila su duro pene mas ancho que el de mi marido en mi entrañas… me quejo al ser tan duramente tratada, pero no me niego a recibirlo, quería que me tratase bruscamente en nuestros apareamiento, necesitaba que ese muchacho me tratara duramente en nuestro apareamiento, y lo logra como me penetraba mi sexo, como me ensartaba su pene tratándome de clavarme contra el colchón. Solo gemía mientras el resollaba en mis oídos ante sus esfuerzos por aparearme dignamente, de pronto siento que se aceleran y se profundizan sus esfuerzos clavándome mas profundamente su miembro en mi vientre llegaba su clímax, ante esa perspectiva mi cuerpo responde con la llegada de mis orgasmos y entre resuellos del macho, gemidos y alaridos míos, llegamos a una deliciosa entrega sintiendo en el interior de mi útero las descargas de litros de semen arrojadas por el macho y mi útero se inflaba llenándose con esos torrentes de semen que este chico llenaba mi entrañas. Dios parecía que no terminaría nunca de vaciarse sus testículos y luego se relaja sobre mí que había cruzado mis piernas sobre su trasero para impedirlo salirse de mi vientre. Ahora lo liberé y al sacar su grueso miembro que tenía taponada mi vulva, suena como el destape de una botella al sacarlo y sentir ríos de semen resbalando por mis muslos, esa esperma se acumula manchando mi cama, había logrado mitigarme de un enardecido apareamiento deseado por mi cuerpo con locura, ese muchacho adolescente había aliviado a mi cuerpo de sus aberraciones sexuales convirtiéndome en su amante. Me miraba si había enojo en mi cara, pero no, había placer y el lo nota, besándome y le correspondo con dulces besos. Imagínense el resto de la noche… que noche. Llevamos casi diez meses de felices relaciones. Solo me preocupa que he cumplido mi noveno mes de embarazo y no puedo darle satisfacciones a mi desbocado Leo y tengo miedo de perderlo con otra mujer…. Mi cuñada se siente segura, pero yo no.
Leo viene a jugar a la isla y aprovecho de enredarlo con Annabella la mujer de mi hermano quien tiene 32 años y ella 30. Es una mujer estaba enloquecida ante la necesidad de un macho, hacia dos meses que mi hermano andaba fuera del país y ella sola con sus hijos en ese caserón, sin poder de ir a distraerse y menos de dejar solos unos minutos a sus retoños en esa casona llena de escalas, balcones y otros peligros para estos. Ella me dice estoy convulsionada por darme un minuto para mi, distraerme y gozar de poder convivir con mi especie y si son hombres mejor estoy frenética y delirante por sentirme en brazos de un macho y que baile conmigo y yo poder jugar con él hasta enloquecerlo de pasión por que lo que es yo estoy mortificada por un buen enlace sexual.
Soy una mujer que siempre he sido fiel, me dice, que ella jamás fallará a mi hermano, por que ella siempre es fiel a su amo, pero en este caso me dice, tu hermano mi amo me ha abandonado. Caprichosa la mujer sabía que cuando estaban por casarse ella le había fallado, en castigo ahora sería de mi Leo, este se desquitaría con ella de sus pasiones reservadas. Y Annabella estaba aguijoneada por sus hormonas que salían hasta por los poros de su cuerpo en busca del placer que solo se calmaba con un buen macho a su disposición. Yo le tenía uno, mi Leo.
Así se hizo, junté a esta enajenada, estimulada y desmantelada mujer con mi macho y dueño de mi cuerpo, se puso encima este, cogió su verga con su mano, apunto a su hueco y se la fue metiendo lentamente, cuando ya la sintió toda adentro comenzó a moverse en círculos, esto la hacia gemir y verla así en todo su esplendor me ponía a mil.
Tiro su cabeza hacia atrás, y seguía moviéndose como loca, Leo tocaba sus tetas y pellizcaba sus pezones erectos. Ella gritaba como una desquiciaba. De pronto se detiene y dice : Estoy cansada.. Así que retiro su cuerpo y se acomoda en la cama hacia adelante alzo un poquito su culo, colocándose una almohada debajo y yo continué con el mete y saque.
La hembra no dejaba de gemir al igual que yo. Pasaron como 5 minutos, luego la abracé y la voltee boca arriba en la cama con sus piernas en mis hombros y le volví a enterrar con voracidad mi miembro. Como gemía y se revolcaba con mi pene meneándose en su matriz
.
Ay, así, así, dame con todo, papi, que me voy a entregarte mis orgasmos. Eso me puso exci8tadísimo y le di con más fuerza, pues yo también sentía que ya me iba a derramar en sus entrañas. Ella se movía como si le hubiera dado un ataque, mordía las almohadas, sus dedos agarrotados en las sabanas, bajo sus piernas de mis hombros, las abrió lo más que pudo y luego me aprisiona con ellas por detrás de mi cintura.
Papito más rápido que me conmuevo, gritaba la muy puta. En seguida gime, suspira y se relaja entregándose a mis locas penetradas mientras ella descargaba sus elixir en su vagina bañando mi pene, ante su entrega total clavo lo mas profundo mi miembro y descargo ríos de semen en su matriz, mientras chupaba sus senos con desesperación. Ella entregada solo suspiraba satisfecha.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513650 veces
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 299860 veces
Si te ha gustado A mis veinte años renové por cinco años más. vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar A mis veinte años renové por cinco años más..
learcu
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:43) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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