Mi esposa tenía devaneos con un amigo y quiso que aceptara un encuentro en nuestra casa con él.
Parece raro pero la cosa es así y el proceso se fraguó lento pero concienzudo.
De tal forma era que yo hacía de introductor del macho alfa para la hembra alfa y yo de espectador.
Raro, raro , raro . Pero cierto . Y salió.
Los nervios afloraron y no se vino todo abajo de chiripa.
Relato
La cuestión es que llegado el día , la hora era concreta para su llegada y ella andaba con retraso.
Quiso esperarle limpita y se metió a la ducha .
El amigo estaba citado a las doce y eran las doce y cinco .
Llamó nervioso y le previne . Va con retraso . No importa , subo ahora , abre.
Y llamó y abrí.
Ella en el baño y con la puerta entreabierta era presa fácil. La vió y sin dudarlo se fue hasta dentro.
Los dos a solas en la ducha . Y había empezado todo . Y yo mirando . Con cara de pánfilo.
Lo pasaron muy bien a tenor de las risas y gemidos .
A las tres aún remoloneaban y me asomé . Un abrazo de casi despedida porque no se fue .
Les dije que yo me iba y me dijeron quédate por favor .
Ella organizó la comida en un santiamén .
Los tortolitos se tocaban , besaban y me miraban.
Yo ya había tenido mi ración . En el intermedio tuve un momento de relax conmigo mismo .
Lo cierto es que la situación me superaba . No creía yo el morbo que daba aquello.
Con tu esposa , en tu casa y con tu mejor amigo haciendo los honores .
Santo y bueno . Y coronado , muy bien coronado .
Ay bendito.
Le dije ¡esto! He inmediatamente le subí la falda metiendo mi mano entre sus piernas tocando su zona vaginal, puso resistencia y trato de gritar pero yo le dije severamente que o me entregaba su cuerpo o la denunciaba.
Relato erótico enviado por reycolegial el 30 de July de 2009 a las 12:08:52 - Relato porno leído 100252 veces