¡Buenas! Me llamo Pedro tengo 25 años (es el nombre que voy a dar para estos relatos, evidentemente el mío es otro) resido en una población muy cercana a Valencia (España) les he estado leyendo durante mucho tiempo, Este relato estuvo los publicado en esta web hace mucho tiempo, pero me quité la cuenta y ahora vuelvo así que lo vuelvo a subir.
Este relato pasó cuando tenía 22 años, mido 180 centímetros, peso 70 kilos, soy castaño, ojos marrones, la tengo normalita, de unos 17 centímetros, no soy ni muy guapo ni muy feo, soy normalito (para que nos vamos a engañar).
La historia que les voy a contar esta vez es la primera vez que tuve sexo con mi hermana. Ella tiene 3 años más que yo, se llama Sandra. Es morena, pelo largo rizado, con una mirada muy bonita, delgada, pechos grandes y un culo bien formado.
La verdad que entre ella y yo había una buena relación, la típica relación entre hermanos, nada más nunca había habido sexo ni nada.
Llegó un fin de semana en que nuestros padres se fueron de viaje, ese sábado no tenía idea de salir y mi hermana tampoco…Nos pusimos a ver la televisión pusimos una película, la actriz se parecía un poco a mi hermana. A mitad de la película, había imágenes de sexo, la actriz mostraba sus pechos y miré a mi hermana y me la imaginé a ella desnuda y me empalmé, sólo de pensarlo, al estar los dos en pijama, ella creó que me miró y se dio cuenta, pero no nos dijimos nada. Al acabar la película empezamos a hacer zapping y en un canal había una película porno una chica con cinco chicos. Tenía una polla en el coño, otra en el culo, una en la boca y una en cada mano. Lo dejé un poco y entre yo y mi hermano se produjo este breve intercambio de declaraciones:
-Teta, ¿te vas a ir pronto a dormir?
-¿Qué quieres que me vaya para pajearte?
-Exacto...
-Por mi puedes pajearte igualmente.
Eso hice, me la saqué y empecé a pajearme, mi hermana se quedó mirando, empezamos a hablar de sexo, empezó ella a romper el hielo:
-¿a cuantas chicas te has follado?
-Sólo a dos, a mis dos últimas novias. ¿Y tú?
-A unos cuantos.
-¿La tengo más grande que tus otros ligues o que?
-Más o menos igual.
-Podrías hacerme tú la paja…
-No de eso nada, soy tu hermana.
-Va porfa y mañana limpió yo toda la casa y no les digo a los padres que te has traído esta mañana a tu exnovio…
-Bueno vale…
Entonces fue cuando se me acercó, me pasó una mano por la cara, por el pecho, me dio un besito de hermana en la mejilla, y me puso su mano en mi polla, empezó a mover la mano de arriba abajo, mientras me daba besitos en la mejilla. Entonces posé mi mano en su culito, que a gusto estaba. Nuestras bocas se juntaron y nuestras lenguas empezaron a entremezclarse. Que rica sabía que bien lo hacía, cuanto estaba disfrutando…
Seguíamos morreándonos mientras me pajeaba, le pedí que me la chupara, y eso hizo, se arrodilló y se puso a chupármela. Lo hacía muy suavemente la chupaba de categoría, se notaba que ha comido muchas pollas en su vida… Pasaba la lengua por toda la polla de arriba abajo y se la metía en la boca se la metía entera y subía y bajaba la boca como si fuera un coño y estuviera follándome la polla. Mientras tanto con la otra mano me acariciaba los testículos, me puse a disfrutar. Del contacto de su boca sobre mi piel. No tardé mucho en correrme, se lo tragó todo, me dejó que me corriera en la boca. Ahí fue cuando ella se levantó y me dijo:
-Ya has tenido tu corrida hoy, me voy a dormir…
Y se fue. Eso fue todo por esa noche al día siguiente, nada más levantarme me entraron ganas de ir a mear y fui al baño, entré y me puse a mear, no me di cuenta que mi hermana estaba duchándose, estaba la cortina corrida, y en ese momento estaba con el agua parada.
A la que empecé a mear, ella se dio cuenta, se salió de la ducha, está detrás mía, sin que me diera cuenta y por detrás mía paso la mano y se puso a sujetármela mientras meaba, al girarme la vi desnuda, por primera vez en mi vida, mojadita, preciosa, apoyando sus tetas en mi espalda.
Me puse cachondo y me empalmé, cuando termine de mear giré todo el cuerpo la abracé y nos dimos un beso en los labios, juntabamos nuestras lenguas y empezamos a recorrer nuestros cuerpos con las manos. Nuestros labios unidos, nuestras lenguas jugueteaban, nuestros pechos apoyados el uno sobre el otro, mi pene apoyado sobre su coño… mis manos sobre su espalda, sus manos en mi culo.
En esas estábamos cuando empecé a bajar, a besarle la mejilla, la barbilla, el cuello, los hombros, hasta que llegué a sus pechos… Mordisqueaba sus pezones, pasaba mi lengua por todo su pecho, primero una teta luego la otra, le daba besos por toda su extensión. Seguí bajando besando su tripa, por todas partes, pasando mi lengua, acariciándola toda con mi lengua y con mis manos, me entretuve en su ombligo, y ahí fue cuando me pidió que me sentará en el water, y le hice caso, ella se arrodilló en tierra y empezó a chupármela. Qué placer, que maravilla… Qué bien lo hacía. Sus manos acariciaban mis testículos, ella se metía toda mi polla en su boca, pasaba la lengua por toda ella, subía y bajaba como si su boca fuera un coño que me estuviera follando. Hasta que me corrí, todo mi semen en su boca, que se lo trato. Entonces me volvió a besar en la boca, la hice tumbarse en tierra, y empecé a besarle los pies, a meterme cada dedo de su pie en mi boca, mientras le besaba, le estaba besando cada centímetro de su cuerpo, sus tobillos, sus pantorrillas, sus rodillas, sus muslos, hasta llegar al coño, donde empecé a pasarle la lengua por el coño, a besárselo, mordisqueándoselo, saboreándolo. Entonces le metí un dedo, lo metía y lo sacaba como si fuera mi polla, mientras tanto mi lengua seguía posada y moviéndose sobre su coño, mi otra mano también le acariciaba la zona. Sus movimientos demostraban que el placer que le estaba dando era muy grande, sus sonidos también, estaba disfrutando, de mis dedos, de mi lengua, notando mi respiración tan cerca de esa zona tan delicada. En esas estábamos cuando tuvo un gran orgasmo. Cuando ya estaba cerca del orgasmo su mano se había posado en mi pene, moviéndolo y así había conseguido revitalizarlo. Me había empalmado de nuevo. Estaba bien duro, entonces fue cuando me tumbé encima de ella y puse la punta de mi polla en su coño y me quedé parado, en ese momento recapitulé y cuando fui a sacarla para ir a por un condón, ella me dijo que se tomaba pastillas para no quedarse embarazada, ahí fue cuando la penetré hasta el fondo, que placer más maravilloso. Que gusto... Entraba y metía, sus manos en mi culo ayudaban al movimiento, nuestras bocas no paraban de besarse, nuestras lenguas de buscarse la una a la otra. Estábamos disfrutando mucho. Hasta que nos corrimos, nos vinimos a la vez.