Abuso de mí en el baño

Soy una mujer de treinta y seis años de edad. Poseo piel blanca, mis ojos son cafés claros, mi cabello es negro el cual lo tengo largo, gracias a que me he cuidado aparento unos años menos de los que tengo, mis labios son carnosos y comentaré que me gusta maquillarme. Afortunadamente a pesar de que ya soy madre aun me conservo en forma, mis senos son normales, poseo piernas bien cuidadas y muy sensuales, además de lucir unas nalgas deliciosas. Yo nunca he había sido infiel a mi esposo y ni planeaba serlo pues como dije fui violada por mi pervertido cuñado, no poseo carrera profesional pues no logre graduarme pero si soy una ama de casa muy responsable, trabajadora y como madre me considero respetable al igual que en mi papel de esposa siempre he sido fiel y nunca ni por descuido me ha estrado la tentación, esto a pesar de que algunos hombres se me han insinuado en ocasiones, pero yo amo a mi esposo y jamás le hubiera hecho infiel, aparte de eso debo decir que no soy adicta al sexo y únicamente con las veces que mi marido me hace el amor me quedo más que satisfecha. Fue nada menos que el propio hermano de mi esposo quien abuso de mí obligándome a hacerle infiel en dos años de casados pero sin duda lo más feo es que por temor jamás le confesé a mi esposo lo que me sucedió esa noche.

En fin yo y mi esposo vivíamos felices con nuestra primera hija de casi año y medio, esto era hasta que su hermano o sea mi cuñado vino a casa un día suplicándole a mi esposo unos días en casa pues según él le habían echado de su departamento por no alcanzarle la renta. Obviamente como era su hermano no le negó el favor y lo acepto no sabiendo sus oscuras intenciones que traía para conmigo pues no me cabe duda que sólo vino a casa para eso, para cogerme y así salirse con la suya, claro que yo desconocía la maldad que había en el pues de saberlo me hubiera negado a aceptarlo en nuestra casa. Bueno se mudo y pues los primeros días se porto respetuoso conmigo y todo era normal, pero al paso de semanas iba notando ciertas cosas que levantaron mis primeras sospechas, por ejemplo la forma en que mi miraba pícaramente e incluso en una desafortunada ocasión el logro verme haciendo el amor con mi esposo o sea su hermano por una rendija de la puerta de nuestra recamara, esa vez mientras hacíamos el amor yo y mi esposo logre ver su silueta y me di cuenta que nos estaba espiando. A partir de ahí inicie a tenerle desconfianza, quise decirle a mi esposo pero para evitar una pelea entre hermanos me calle la boca yo sola sin pensar las consecuencias de mi silencio, esto continuó así hasta que por fin llegó la noche en que el muy miserable logro cumplir su deseo de hacerme suya, claro que ni me imaginaba lo que me esperaba esa noche y ni menos que iba a lograr que mi esposo se retrasara y no llegara pronto a casa pero ya ven a veces a las malas personas el tiempo les da suerte para lograr su planes malévolos en contra de uno.

Esa noche de miércoles después de llegar de compras estaba cansada y como además no me había bañado en la mañana decidí bañarme en ese momento que sin duda fue un grave error, así que después de acomodar las compras y darle su leche a mi bebita yo me dispuse a tomar un buen baño, además en ese momento no había nadie en casa ni mi cuñado y fue por eso que me confié. Eran cerca de las 9:00 de la noche y pensaba que mi esposo no demoraría en llegar pues normalmente llega a esa hora del trabajo, así que confiada me dispuse a bañarme. Después de quitarme la ropa completamente y quedar totalmente desnuda me metí al baño e inicie a enjabonarme todo el cuerpo, yo bien a gusto estaba disfrutando de mi baño sin imaginar lo que en minutos me iba a ocurrir. Fue en ese instante cuando sentí la presencia de alguien cerca de mí y al abrir los ojos vi claramente entre el vapor del baño a mi cuñado totalmente desnudo y con su pene ya bien erecto mirándome, en ese momento intente gritar pero él me tapo la boca y me dijo -¡Mira perra si no quieres que le pase algo malo a tu hija será mejor que hagas lo que te diga y ni cuentes con que venga el pues yo me encargue de que no venga por lo menos en un par de horas más!- Y agrego ¡Pero tranquila putita ya verás que la vamos a pasar de maravilla, como deseo metérmela golfa! En ese momento todo mi cuerpo estaba totalmente lleno de espuma y a pesar del calorcito del baño yo empecé a sentir frio del miedo pues sabía que tenía que corresponderle sino deseaba que fuera con mí bebe y le hiciera algo malo. Fue cuando imperativamente me dijo ¡Chúpamela putita! Yo con asco tuve que encogerme ante él, tomar su miembro e iniciar a mamárselo aunque torpemente pues nunca había mamado un pene en mi vida ni siquiera a mi esposo, primero comencé a chuparle su glande y luego poco a poco me lo fui metiendo por mi boca, no saben el asco que sentía pero no tenia opción, así lentamente fui chupándosela y fue aun más horrible cuando él me tomo de sorpresa y me agarro de mis pelos obligándome a chupársela con más fuerza, llego un momento en que su verga llego hasta mi garganta y casi vomito en ese instante.

Sin duda fueron una tortura los varios minutos que me obligo a comérsela, creí que eso era todo pero me equivoque pues al cansarse de que le mamara el me puso de pie a fuerza, me retranco sobre la pared del baño, separo mis piernas e inmediatamente inicio a metérmela por mi culo. Mientras me penetraba analmente el me tocaba y metía sus dedos en mi vagina llena de espuma y al mismo tiempo me apachurraba mis senos con fuerza, por más de veinte minutos me estuve penetrando por mi culo hasta que se canso y me volteo con fuerza, volvió separarme las piernas, en ese instante puso su pene contra mi vagina y sólo basto un empujoncito para que entrara toda hasta el fondo de mi vulva, esto gracias a la lubricación del agua con espuma. La velocidad de penetración era tanta que sin duda el placer era indescriptible y yo misma me odiaba por estar sintiendo placer en ese momento, el me decía toda clase de obscenidades mientras continuaba metiéndola, fueron momentos eternos hasta que no pudo más y se vació dentro de mi vagina por completo, al momento que retiro su pene de mi vagina todo su semen escurrió de mi vagina por mis muslos que combinado con el agua que caía de la regadera se disperso rápido. Ahí me dejo en el baño toda cansada de aquel sexo involuntario, tan pronto me dejo sola yo volví a bañarme con rudeza tratando de quitándome su semen de mi intimidad pues me sentía totalmente sucia, fue en ese instante cuando llego mi esposo y me encontró llorando ahí mismo dentro el baño pero por temor de su amenaza no dije una palabra sólo llore hasta el cansancio de rabia, impotencia y demás. Claro que ese maldito salió de la casa para no ser sospechoso de nada, a los días siguientes él me evadió muchísimo y fue mejor pues tampoco deseaba verlo después de lo que me hizo, el punto fue que casi a una semana el se fue voluntariamente de la casa diciéndole a su hermano que había encontrado casa y que ya no necesitaba de nuestro hospedaje, obviamente ni me despedí de él y maldije el momento en que vino a casa solo para joderme a mí.