Unas vacaciones en Mallorca donde se ausentó mi esposo tres días hicieron mella en mi y tuve sexo con un desconocido
Relato
Aquella tarde mi esposo me dijo que tenía obligación de volver a Madrid por un asunto urgente. Que volvería cuanto antes y me llamaría.
Me quedé en el hotel a solas conmigo misma y sin saber qué hacer.
Miré por la ventana y salí a pasear .
Estando todavía en la puerta del hotel un amable señor me empezó a hacer la corte.
Mi extrañeza era visible pero él no se cortaba un pelo.
Preguntó si estaba de vacaciones y le dije que sí.
Me invitó a salir los dos a dar una vuelta y tanto empeño puso que acepté.
Mientras el paseo duraba y duraba me hablaba de lo bella que era y que era muy apasionado.
Cenamos juntos y tras la cena volvimos al hotel y me llevó a su habitación .
Tenía una formidable habitación en el último piso .
Me llevó a la terraza y presenciamos el puerto.
Me acarició la mano , todavía no me había tocado antes.
Me recorrió una sensación de placer por mi cuerpo y creí rejuvenecer.
No éramos de distinta edad y tenía buenas formas .
Luego vino el acoso y derribo.
Nos miramos embelesados y ya en el sofá sus brazos me tomaron entre los suyos.
Creí volar y en efecto volé.
Aquellos besos me volvieron loca y me dejé llevar .
Con mucho estilo me despojó de mi ropa y besaba mis pechos.
La braga estaba suficientemente mojada y la llevó a su nariz .
Una vez desnuda él hizo lo propio .
Su pene estaba tieso y mi boca voraz lo aceptó .
Nos entregamos al placer y disfrutamos toda la noche.
No hizo falta ropa alguna . Tras un polvo llegaba otro y ya no sé cuantas veces lo hicimos.
Sólo sé que estaba embriagada con su presencia y totalmente abandonada.
Me hizo un cunnilingus mañanero y me dió las gracias por todo.
Me acompañó a mi habitación y allí me quedé a solas y con la mirada en el horizonte.
El teléfono sonó y mi marido me preguntó que tal estaba , le dije que bien y comentó que llegaría ese mismo día.
Me apresuré en ir a la ducha y arreglarme .
Al llegar me notó cansada y fuimos a la cama , le dije que había dormido mal y para ayudarme me echó un polvo .
Aquello no fue igual ni por el forro.
Me quedé pensando en el desconocido y aun lo guardo en mi mente.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces