Después de un accidente con mi moto me tuve que quedar en cama durante dos meses con yeso en ambas piernas. Era una época de bastante calor lo que hacia que se hiciera bastante insoportable la
Relato
Después de un accidente con mi moto me tuve que quedar en cama durante dos meses con yeso en ambas piernas. Era una época de bastante calor lo que hacia que se hiciera bastante insoportable la convalecencia. A su vez no podía levantarme de la cama y para higienizarme no podía hacerlo solo. Mi familia esta compuesta por mi Padres, mi hermana y yo. Con mi hermana somos bastante unidos por lo que la compañía no me faltaba, cuando no estaba ningún amigo, ella me acompañaba. Mi madre todos los días me hacia la higiene con una toalla húmeda del torso hacia arriba y yo al salir ella me hacia la higiene en las zonas más íntimas.
Todo estaba ocurriendo en forma normal hasta que un día estábamos solos en casa mi madre y yo. Fue un día que realmente había sufrido el calor, así que anhelaba la llegada del baño al finalizar la tarde. Mi madre comienza a hacerme la higiene como todos los días pero al estar solos y tener más tiempo, lo hacia con un poco más de dedicación. En determinado momento sin darse cuenta ella moja mucho la toalla y un chorro de agua y jabón corre por mi estomago mojando mi boxer y las sabanas.
Quiero aclarar que todos los días el que me ayudaba a cambiarme la ropa interior era mi padre ya que no podía hacerlo solo.
Como estábamos solos mi madre me dice que no me puede dejar así y que no me de vergüenza, que ella me iba a ayudar a secarme y a cambiarme. Yo además de estar mojado, hacia dos meses que no tenia contacto alguno con una mujer. Me madre me quito el boxer y comenzó a secarme primero por la espalda, sacando las sabanas mojadas y luego en la parte superior. Entre el placer de refrescarme después de un día caluroso y al tocarme mi madre mis zonas intimas, sin quererlo tuve una erección. Yo me moría de vergüenza ante ella pero ella al contrario me sonrió y me dijo que me quedara tranquilo. Yo al sentir que ella me secaba despacio me puse a mil cerré los ojos y no puedo explicar lo que sentía, hacia fuerzas para evitarlo pero me gustaba que me estuviera secando.
Ella delicadamente tomo mi miembro y secándome acariciaba mis testículos, era un delirio. Sin mediar palabra al abrir los ojos veo que ella deja la toalla y con su mano comienza a acariciarme, a subir y bajar lentamente, muy suave, muy dulce y me pregunta si me gusta, le respondo que si y me dice que si me siento mejor, mas tranquilo, a lo que le digo que me siento en el paraíso, ella sigue sus movimientos suaves, tiernos y yo estaba a mil. Me mira y me pregunta “ Te dejo así o sigo”, a lo que le respondo que por favor siga. Ella me mira y me dice que si sigue debe ser un secreto entre nosotros y que nadie se debe enterar, le pido, le ruego que siga, se para, se va y al minuto viene con algo en la mano, se para frente a mi y me dice “Quiero aclarar algo, esto debe ser lindo para los dos, estas de acuerdo en eso”, le digo que si sin imaginarme bien el significado de esas palabras.
Vuelve a su tarea y suavemente comienza a subir y bajar mi miembro, abre un frasco, y siento un liquido esparcirse en mi miembro y en mis testículos al ritmo de su mano. Se pone de pie se quita la blusa y para mi sorpresa pone vaselina liquida en sus senos mientras juega con ellos, se agacha y comienza a refregarlos en mi pene erecto. Era sencillamente fascinante, comienza a besarme el abdomen y con su lengua juega en mi ombligo, sus pezones están totalmente erectos, sus senos suben y bajan por mi cuerpo, su lengua me recorre hasta llegar a mis testículos, lame mi pene y se lo introduce en la boca la cual se llena con mi miembro. Se detiene me mira y me pregunta si me gusta, le digo que si, me pregunta si sigue con una sonrisa y le pido por favor que lo haga. Nuevamente lo besa, lo lame, lo engulle hasta lograr que mi leche salga a montones en su boca. Yo no decía nada, ella sin hablar sigue jugando, besando, lamiendo, hasta que comienza nuevamente a tomar tamaño. Me dice “Dijimos que debía ser lindo para los dos no?”, a lo cual asiento con la cabeza, lo besa nuevamente, se quita la falda y su bikini y comienza a subir desde mi pene a mi abdomen refregando los senos, me besa suavemente en los labios y pone sus senos en mi boca.
Yo estoy en el paraíso, beso sus pechos, sus pezones, mientras mi mano se desliza hacia sus caderas, sus nalgas y siento su sexo húmedo, sigue subiendo, beso su abdomen, su ombligo, sube despacio dejando su sexo frente a mi boca. Era perfecto, un sabor increíble, siento como goza al pasar mi lengua por sus labios vaginales, al frotar su botoncito con mi lengua, siento como invaden mi boca sus jugos, como se contrae dándome un orgasmo que agradece mi labor.
Mi erección era brutal, había momentos que hasta me dolía, baja suavemente y su boca se posa en la mía mientras se trenzan nuestras lenguas desenfrenadamente, siento que su sexo esta sobre el mío, como comienza a entrar dentro de su vagina mi pene, como comienza a galopar sobre mi lentamente incorporando el ritmo suavemente, se incorpora metiéndoselo todo, me toma de las manos y las pone en sus pechos, pellizco sus pezones, ya no aguanto mas, su cara me dice que goza tanto o mas que yo, siento como sus jugos mojan mi miembro y como ella se contrae en el mismo momento que yo evacuo mis fluidos dentro de ella. Me mira, me sonríe, me besa tiernamente y me dice, “Mejor te baño de nuevo no crees”.
Nunca imagine que algo así me podía ocurrir y me encanto que pasara. Al poco tiempo me quitaron el yeso y ya no necesitaba ayuda con la higiene. Ella me confesó al tiempo que nunca se le había ocurrido una locura así y que fue algo del momento, pero ambos disfrutamos de otras ocasiones de placer juntos.