Ahora madre e hija estamos embarazadas del mismo semental

Un día mi hija Manuela de 14 años, me dice mamá Leo viene a casa muy seguido, pero yo se bien que no es por mí, él te desea a ti, ¿lo sabias?..., no hija le digo no lo sabía y que quieres que haga…, acuéstate con el igual como lo haces con don Carlos y yo me quedaré callada y papá ni se enterara, pero yo también quiero acostarme con Leo, me dice. La miro sorprendida y digo ¿eso quieres que haga, que se acueste conmigo?..., si me dice así lo tendremos para las dos y podremos satisfacernos con Leo sin que papá se de cuenta que él es nuestro macho y que se aparea con nosotras… Estas loca digo, no mamá caliente me dice y yo se muy bien que mi papá no te satisface varias veces lo has dicho…, deja que Leo sea nuestro amante y le hacemos creer a papá que es mi novio, mientras tú y yo gozamos con él, tú quedas satisfecha al tenerlo en tu cama y yo también cuando pase por la mía… y si …, me deja embarazada le digo…, me contesta con una sonrisa, tienes el hijo y nos quedamos bien calladas sin decirle a papá quien es el verdadero papá del niño. Oye mamá y si soy yo la embarazada… me dice también sonriendo te casas y tenemos amante en casa para las dos.
Este un mes Leo me tenía embarazada, sabía que meses después Leo embarazaría a mi hija y no sabía como evitarlo…, dos meses después mi hija me dice madre estoy preñada…, Leo me embarazo, era lo que nunca hubiese querido escuchar, ahora madre e hija estábamos embarazadas por el mismo semental.
Comunicamos al papá que su hija de 15 años ahora se casaba y que vivirían en nuestra casa en el segundo piso. El padre refunfuño, pero acepta…, así desde este mes tendremos el semental en nuestra casa pobre de mí y de mi hija.
Esta semana ya casados viven en mi casa, un día al salir a trabajar el padre y mi hija a sus estudios…
Entre una nube, media dormida esa mañana vi como se incorporaba a mi cama este semental y quedaba metido entre mis piernas con su grandioso pene asomando entre mis muslos como pude le abrí mis piernas, cogí con mi mano su pene y la dirigí hacia mi entrada vaginal, apoyó el glande en mi vulva y lo pasó arriba y abajo empapándolo con mis jugos que mojaban mi camisola de dormir y las sabanas de ardiente que estaba, y de un empujón metió la mitad de su miembro dentro de mi pobre vagina que ya estaba preparada….¡Ah…,Oh!…que delicia … Entonces él se abalanzó sobre mí y me abrazó intentando besarme en la boca. Yo me negaba moviendo la cabeza de un lado a otro mientras él me besaba en el cuello, la cara, los labios cuando no podía esquivarlo, era una lucha sin cuartel donde estaba claro que la que iba a perder era yo, él era mucho más fuerte y nuestros cuerpos entre el esfuerzo, el calor y la excitación del momento comenzaban a empaparse de sudor. De repente él parecía que me dejaba en paz pero me confié y agarró mi camisola y la rompió por mi pecho dejando mis senos al descubierto…eso pareció ponerlo fuera de sí y me acomodo sobre la cama cayendo encima de mi, mientras aprovechando su peso y su fuerza lamía mis pezones , primero uno y después el otro mientras yo sollozaba y le pedía por favor que me dejara ya… que si me lo metía y se vaciaba dañaría mi embarazo, cuanto más le suplicaba más se excitaba, hasta que noté como abría mis piernas con las suyas y colocándose en medio de mi sentía como apoyaba su miembro viril, tieso, duro y a su máxima extensión, en los labios de mi vagina y como de un empujón y sin miramientos metió su pene hasta los testículos dentro de mi… Dios… Me agarré a sus hombros para sujetarlo….entró como si mi matriz fuera de algodones. Se quedó ahí empalándome, sin moverse, mientras noté como me faltaba el aire….como boqueaba de gusto al sentir ese pedazo de carne, músculo y venas dentro de mi y de una sola vez. ¡Qué gusto al penetrarme y me pregunta ¿quieres que siga? Permanecí callada mientras intentaba sacarlo de mi vagina no quería dañarme... Cada vez que me movía, una onda de placer subía por mi vientre, seguía intentándolo…el cabrón como se movía!... Intenté moverme y sentí cómo mis carnes vaginales empezaban a estrujar su pene, como me había rendido a semejante arma. Mis pensamientos me decían, que parara, mi vagina y mi cuerpo, que continuara…. Me pregunta, ¿Sigo?... no alcance contestarle y cuando abrí la boca metió su lengua dentro y me besó como si le fuera la vida en ello intenté resistirme pero cuando me di cuenta me encontré respondiendo a su beso, metiendo mi lengua dentro de su boca también mientras intentaba gozarme moviéndose, mis caderas se meneaban a su ritmo, empezaba a desesperarme de ver que no se movía…quería acabar cuanto antes, en parte porque lo estaba deseando y en parte por el peligro que suponía la situación…. Como me meneaba desesperada por sentirme inundada con su leche... Sigue, sigue bribón… ¡Acaba cuantas veces quieras!... ¡Vamos, no te pares ahora!... si me entregaba excitada, enardecida y trastornada a mi yerno, el amante que tenía en casa y que me preñaría mas de una vez… Sacaba dejando su glande en mi entrada y empujaba de golpe de nuevo entrando dentro mí… ¡ah!... Ahora empezó a bombear cada vez más fuerte, notaba sus huevos chocar con mi trasero en cada embestida….Entonces él se fortaleció sobre mi y me abrazó intentando besarme en la boca. Era una lucha sin cuartel donde estaba claro que iba a perder mi condiciones de suegra y ganaba la de ser su amante, él era mucho más fuerte y nuestros cuerpos entre el esfuerzo, el calor y la excitación del momento estaban en un baño de sudor. Él, cuanto más le suplicaba más se excitaba, noté como me faltaba el aire….buscaba aire, boqueaba de gusto al sentir ese pedazo de carne dentro de mi me desesperaba. Mis caderas se meneaban exquisita y alocadamente acompañando al macho. Que bien me satisfacía Leo, mandando, manejando la situación, sentía mi cuerpo como se movía con cada empujón una y otra vez…empezaba a notar cómo se nublaba mi vista, como llegaba a mi esa sensación de bienestar de palpitaciones en mi sexo… Se notaba su juventud en cada empujón. Abrí mis piernas y las cerré sobre sus caderas, apretándolo por su trasero…agarrado mis senos como si se me fuera a escapar, notaba mi vagina apretar cada vez más fuerte…lo oía bufar como un toro empujando, mi vagina ordeñaba su pene….que bien me mandaba, sentía mis senos como se movían con cada empujón una y otra vez… Mm. Que placer sentir como me meneaban embarazada estaba preñada y era feliz con el marido de mi hija como amante. Mi vagina y mi matriz inundadas por sus fluidos me anunciaron mi orgasmo. Un muchacho de 18 años tenía embarazado a una excitada y caliente mujer de 34 años, su suegra y a una bella chica de 15 años mi hija, esposa de este semental.
Tal era mi escándalo teniendo sexo con mi yerno que mi vecina Luisa me consulta que hacia por las mañanas que alborotaba mi casa y su casa, como me dio rabia su protesta y me salió lo bruja que era, la invite para el día siguiente de mañanita a casa, preparo a Leo mi yerno estimulándolo para tenerlo entusiasmado por poseer a esta hembra, me dejé manosear y acariciar sin permitirle tener sexo por que le dije…, te tengo una sorpresa, debes poseerla aunque grite, ella es así y así le gusta satisfacerse gritando…, llega Luisa mi madura vecina de 42 años a mi casa…, Leo entusiasmado y jadeante por sexo no pidió permiso…, atrapo a esta hembra la recostó en mi cama subió sus ropas sobre su cintura bajo calzones en una algarabía de reclamos de ella, como chillaba la mujer, siente luego la boca de mi semental en su vagina y la lengua de este entrando en ella buscando su clítoris, al sentirse estimulada en su clítoris Luisa me miraba con ojos de cordero degollado al sentir como sus estímulos sensuales apasionados comenzaban a importunar su cuerpo, trataba de sacudirse al macho que estaba sobre su cuerpo antes de excitarse mas, no pudo y finaliza agotada, estimulada y jadeante de ser poseída por este macho…, sus gritos y chillidos cambian por suspiros y jadeo de fogosidad y apasionada por sentirse empotrada por este macho enérgico y bestial y abre sus piernas permitiendo que ese tremendo instrumento de carne y músculos desgarrara su vagina apretada por el poco uso que le daba su marido a pesar de sus dos hijos de 20 y 17 años, gemía y se debatía provocada por la penetración de ese pene, parecía que la estaban desflorando por segunda vez, luego del dolor el placer de sentir moverse en sus entrañas ese pene, gemía y alborotaba ahora dichosa de sentirse poseída por un feroz macho que entraba y salía de su vientre haciéndola gritar de gozo y entusiasmo al ensartarla en sus meneos, la cadera de Luisa era una danza del vientre oscilando arriba, abajo, de un lado, al otro lado gozando de las arremetidas de Leo…, gemía y lloraba de enajenación por sentirse tan bien saciada por este juvenil espécimen de los machos.., si, su marido lo tenía chico comparado con este pene, flaco con la potencia de este miembro.., si, deseaba ser empotrada mas veces por este semental…, si, sería una mas de sus amantes…, de pronto se aquieta y revienta en un alocado apareamiento entregando sus orgasmos y fluidos de su excitación carnal entre gritos y gemidos entregándose al macho que continua unos minutos mas sobre ella desgarrándola para entregarle sus ríos de semen y leche que la inundan en su matriz y su útero se satisface de este placer de haber sido plenamente poseída…, luego el macho se retira y ella puede volver a la realidad del mundo en donde ella había entregado su cuerpo a otro hombre que no era su marido, pero que deseaba volver a tenerlo en sus brazos y sentirse empotrada por este joven muchacho.
Mira a Violeta y le dice si te entiendo en tus escándalos con este arrebatador chico… ¿puedo volver mañana?… por supuesto dice Violeta te esperaremos.
No solo volvió al día siguiente sino que durante todo el mes, solo se calmo cuando supo que estaba embarazada de Leo. Asustada me dice que hago…, tranquila, le comunico un plan y así tu marido pensará que el te embarazo.
Tres meses en casa y este fértil macho semental tiene embarazada a mí su suegra, mi hija su esposa y a mi vecina su amante mas madura.