Ya había depositado el dinero en el banco lo producido durante el día en mi Boutique, cuando de momento pasa al lado mío una exuberante rubia, alta, y vestida de manera bien llamativa. Y no es que yo fuera lesbiana, nada que ver, pero algo en ella me llamó la atención.
Relato
Su rostro me parecía conocido, pero por más que trataba de recordar de donde era que la conocía, no la lograba ubicar, hasta pensé que quizás se trataba de una compañera de clases, y que con el paso de los años, seguramente había cambiado, tanto que no la podía ubicar. Por lo que más que todo, llevada por la curiosidad, y saber de quien se trataba, la seguí a pocos pasos, con la idea de en algún momento, buscarle conversación. Por suerte ella entró en una pastelería, y tras pedir un café y un pedazo de biscocho, tomó asiento en una de las mesas del café. Yo hice prácticamente lo mismo, solo que cuando me entregaron mi café y el pastelito que había pedido, me dirigí a su mesa, con la intención de pedirle permiso para sentarme, de la manera más casual. Cuando aquella exuberante rubia, apenas le dije que si podía sentarme, me respondió. Desde luego que sí, Anita. Yo me quedé en parte sorprendida porque aquella tipa, supiera mi nombre, mientras que yo ni idea tenía de quien era, aunque su rostro me parecía conocido.
Yo sonriendo tomé asiento, y fue cuando me dijo, desde hace tiempo que estaba deseosa de hablar contigo, pero ya sabes cómo son las cosas, cuando una tiene negocio propio. Yo la escuchaba, y por más vueltas que le daba a mi cabeza, nada que podía ubicarla. La rubia continuó diciéndome, lo cierto es que te debo una explicación. Yo con mi fingida risa, le respondí, yo con gusto la acepto, pero antes dime quien eres. La despampanante rubia, se sonrió, y me preguntó ¿de verdad Anita, no tienes idea de quién soy, tanto he cambiado? Mi respuesta fue, no sé si has cambiado o no, yo sé que me pareces conocida, pero no puedo recordar de donde, ni cuando te conocí.
La rubia me tomó cariñosamente de la mano, y me dijo. Soy Jairo, tu ex novio. Al decirme esas palabras, con aquella voz femenina, de momento no le pude creer, hasta que me fijé en las facciones de su rostro, y fue cuando me di cuenta de que era Jairo, un ex novio mío, que terminó conmigo hacía ya más de tres años, sin darme explicaciones. Yo quedé como en blanco por unos momentos, y nuevamente sentí una de sus manos apretando la mía, y diciéndome. Si quieres acompáñame a casa, y te lo explico todo, al fin y al cabo, queda a pocos pasos de aquí, y me voy a sentir más cómoda para contarte todo. Yo no sé si fue la curiosidad, o que cosa. Pero las dos terminamos nuestros cafés, y nos dirigimos a su casa, que realmente era a menos de una calle de donde estábamos. Apenas, llegamos me dijo que ella era dueña de un servicio de secretarias, además de tener un local nocturno para la gente del ambiente Gay.
Jairo, o mejor dicho Lulú, iba a seguir contándome, sobre sus negocios, cuando yo le pedí que se callase, y que en su lugar me dijera que le había pasado. Fue cuando me dijo que ahora se llamaba, o le decían Lulú. De inmediato continuó diciéndome, que desde antes de conocerme, siempre quiso ser mujer, pero que la falta de dinero se lo impedía, pero que por suerte, al fallecer un tío de él le dejó, aparte de algo de dinero, varios locales comerciales, los cuales renta, y que gracias a esos locales, no tan solo pudo montar sus negocios, sino que también comenzar el proceso de operaciones. Yo la escuchaba detenidamente, cuando me ofreció una copa de vino, y por aquello de complacerla acepté. Tras comenzar a tomarnos el vino, Lulú, me dijo que aunque llegó amarme mucho, no le pareció justo, ni para él, ni para mí el que siguiéramos con nuestra relación. Ya que su deseo de ser mujer era mayor. Yo fue cuando me di cuenta de lo raro que era Jairo, cuando era mi novio, si ocasionalmente tuvimos sexo, pero no era algo que él buscaba, sino más bien porque yo lo presionaba.
Seguimos bebiendo vino, y fue cuando me picó la curiosidad, y le pregunté sobre si ya era totalmente una mujer, a lo que me respondió que aún no, faltaba lo principal, pero que ya le habían operado los senos, y algo de cirugía plástica en su rostro. Pero por lo demás, aparte de estar sometiéndose a un tratamiento de hormonas femeninas, tenía que esperar a tener todo el resto del dinero, para finalizar el tratamiento. En cierto momento Lulú, bajándose la parte frontal de su vestido, me mostró sus hermosos y llamativos senos, pidiéndome que se los tocase, para que yo viera lo naturales que parecían. Y si por unos momentos se los agarré, y la verdad es que si me parecían bien naturales, pero quizás esa misma agarradera, me comenzó a excitar, al punto que, no sé cómo se me ocurrió pedirle que me mostrase su miembro. Lulú, se sonrió, y me dijo, lo hago con la condición de que no te vayas a burlar. Yo le prometí que no lo haría, pensando que como estaba en un tratamiento hormonal, seguramente se le debía haber puesto chiquito, y arrugado. Pero cual no fue mi sorpresa al ver, que su miembro era quizás hasta más grande, y grueso de lo que yo recordaba. Ya teniendo su miembro algo flácido frente a mis ojos, le pregunté a mi ex, si se acordaba de lo que hicimos la última vez que tuvimos sexo. Él sonriendo me respondió que sí, al tiempo que yo comencé agarrárselo entre mis dedos, y lentamente lo fui masturbando. En cosa de pocos segundos, aquella cosa se fue poniendo dura, y más caliente. Cuando estuvo bien erecto, sin decir más nada me agaché frente a Lulú, y lo que me provocó fue meterme su miembro en la boca. Pero lo primero que hice fue ponerme a lamérselo, cual si fuera una barquilla de mantecado. A todas estas Lulú, no hizo nada por detenerme, así quede lamérselo, pasé a mamárselo, hasta que ella misma me pidió que me detuviera, para poder penetrarme. Yo gustosamente terminé de quitarme parte de la ropa que cargaba puesta, y le ofrecí mis nalgas, a mi ex novio. Hacía tanto tiempo que no me daban por el culo, que cuando comencé a sentir que me iba penetrando, después del ligero dolor que me produjo, comencé a deleitarme. No podía creer que aquella exuberante mujer, con aquellas tremendas tetas, me estuviera haciendo sentir tan feliz. Lulú no dejaba de acariciar mi cuerpo, y de decirme lo rica que yo estaba, y que de no ser porque tiene ahora un marido, gustosamente me pediría que me fuera a vivir con ella. Yo por mi parte sin dejar de mover mis caderas, le confesé que ya me había casado, pero que apreciaba mucho sus palabras. Esa tarde mientras Lulú continuó haciéndome suya, las dos disfrutamos intensamente la una de la otra. Lo mejor de todo fue que después de que se vino dentro de mis nalgas, y ambas nos aseamos, seguimos charlando sobre nuestras vidas, como si fuéramos dos viejas amigas, pero al rato Lulú y yo nos comenzamos a besar nuevamente, y cuando vine a darme cuenta, ya me había vuelto a penetrar pero por el coño, proporcionándome un placer increíble.
Cuando llegué a casa, le conté a Tomás mi esposo, que me había encontrado con mi ex novio Jairo. La cara de pocos amigos, que puso mi esposo era para tomarle una fotografía, pero cuando comencé a contarle que Jairo ahora sé llamaba Lulú, y que estaba en el proceso de cambio de sexo, su rostro se tornó de lo más risueño, y calmado. Claro que no le dije nada, de lo demás, además son tan pocas amigas íntimas, las que tengo, que no creo que Tomás llegue a entender, si le cuento la verdad.
Yadira y yo que me llamo Luis, llevamos varios años de casados, pero no nos consideramos una pareja común y corriente, ya que desde que éramos novios nos dimos cuenta que tanto ella como yo somos personas de mente abierta, ella no se considera dueña de mi cuerpo, ni yo tampoco me considero dueño del suyo, por lo que si nos place en algún momento llegar a tener relaciones con otra persona, las disfrutamos abiertamente, sin que por ello el amor que nos sentimos mutuamente se vea lesionado o disminuido. En ocasiones tanto ella como yo también le damos rienda suelta a nuestras fantasías, con la completa colaboración tanto mía como de parte de ella.
Relato erótico enviado por narrador el 13 de March de 2011 a las 21:45:11 - Relato porno leído 121178 veces
es rico usar hilos mas si te ven y te tocan mas si te miran y luego no te quieren dejar de coger lee mi relado
Relato erótico enviado por Anonymous el 02 de June de 2012 a las 22:38:28 - Relato porno leído 89856 veces
Si te ha gustado Ahora sé por qué un ex novio terminó conmigo… ( CON fotos) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:10) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:41) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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