Al alcance de la mano

Teníamos sorpresa en casa . Le habían propuesto a mi marido un trabajo especial para un mes en Africa. Era una posibilidad de perlas, estaba bien pagado y sólo era un mes.
La víspera de su marcha quisimos darnos una buena ración y me comió todo. Yo también lo dejé seco para un buen tiempo.
La primera semana en su ausencia sentí impulsos sexuales y tuve que calmar mi vulva a base del vibrador.
Pero la curiosidad pudo más y me entregaba a ver porno a cualquier hora.
Me volví adicta y no paraba.
Me encontré con un amigo que sabiendo que estaba sola me invitó a una copa.
Acababan de abrir un bar en la zona con una zona reservada como si fuera una cámara oscura, de hecho estaba oscura. Había música y se bailaba.
En mitad de la conversación me invitó a bailar.
Lentamente mi pulso se fue alterando y el otro se arrimó demasiado.
Sentí su polla entre mis piernas y aquello era algo grande.
Proseguimos y me besó.
Me mojé toda . Luego todo fue suma y sigue.
Tomé su paquete y le saqué el inmenso rabo y allí mismo lo devoré.
Debimos estar solos todo el tiempo.
Lentamente me llevó a la pared , me bajó las bragas y me hizo suya.
Salimos deprisa cada uno por su lado mirando previamente tras la cortina.
Al día siguiente me llamó y lo hicimos así veinte días .
Me he vuelto una puta y añoro aquellos días .
Ahora cuando follo pienso en el otro .