Al fin logre romper el culito virgen de Verónica

Verónica es su nombre, ella tiene 22 años de edad. Ella es una chica de piel blanca, pelo negro largo, sus ojos son negros igual, posee pestañas pobladas y unos labios muy sensuales los cuales diario los pinta de color rojo. Aproximadamente mide 1.57 y posee un cuerpo delgado, perfectamente en forma y un cuello muy seductor.

También goza de unos apetecibles pechos pero por sobre todo sus nalgas son lo más maravillo de su cuerpo pues sin exagerar les diré que tiene el culo más sabroso que he visto en mi vida y con unas nalgas bien carnosas, claro tampoco voy a menospreciar sus piernas porque igual son muy hermosas y bien torneadas. Verónica es una chica tímida, reservada y seria, pero igual es muy alegre e incluso hasta dulce. No viste a la moda ni con ropa elegante o de marca pues sus recursos no se lo permiten, así que ella se arregla con lo que tiene pero debo admitir que aun aunque no luzca joyas o zapatillas caras, ella es muy bonita y sensual. De hecho es tan sensual que logro encender en mí la chispa de la pasión y deseo hacia ella, chispa que sin duda no se apago hasta que logre hacerle el amor, fue un momento maravilloso para mí y creo igual para ella pues por lo menos yo me glorió al saber que yo fui quien desfloro su rico culito de mujer. En fin esto sucedió apenas hace unas semanas antes de que terminaran las vacaciones. Yo tengo veinticuatro años y aun estoy estudiando la universidad en una ciudad un poco lejana, así que por esta razón no había visto a mi familia en meses pero al fin al llegar las vacaciones pude volver a Contla un poblado suburbano del estado de Tlaxcala aquí en México. Ahí en este pueblo mi familia tiene una cafetería de la cual somos dueños y bueno como ya sabrán que en todos los restaurantes o cafeterías es necesario contratar empleadas meseras para eficientar la atención a clientes. Así fue como a mi regreso a casa conocí a Verónica la joven que ya describí, la cual fue contrata por mis padres para atender la cafetería junto con otras dos empleadas más que ambas ya son todas unas señoras, así que no me gustaron ni en lo más mínimo. No más bien la que me paró la verga desde que la vi fue Verónica, esto sin duda por sus nalgas tan codiciables que lucía con sus jeans cada que venía a nuestra cafetería.

Yo cada día intentaba hacerme su amigo pero sin conseguirlo pues era muy seria y por ser el hijo de sus patrones notaba que me tenía como algo de temor o algo así. Día tras día mi primera semana de vacaciones iba a la cafetería y ocupaba una mesa únicamente para ver a Vero. No saben lo cuanto me excitaba verla limpiar las mesas y cuando se agachaba para esto podía apreciarle mejor sus ricas nalgas que anhelaba manosear pero por temor no me atrevía aun, la que si noto mi deseo hacia ella fue doña Marta una señora cuarentona que igual trabajaba como mesera ahí mismo. Ella bien que noto la lujuria con que me quedaba viéndole su culo y ante esto temí que la previniera de eso pero por suerte no le dijo nada acerca de cómo me quedaba viéndole sus deliciosas nalgas de puta.
Así continuo y termino la primera semana, con esto mi inquietud aumento pues sabía que únicamente tenía dos semanas de vacaciones, así que debía ser en esta semana o nunca. Cada que la veía mi verga crecía como nunca, mis fantasías eran con ella y cada que me masturbaba pensaba en ella, sin duda se estaba convirtiendo en mi obsesión. Más aun pues esta semana inicio a llevar vestido que ocasiono que ella se viera aun más mujer. Ella llevó un vestido color naranja de una sola pieza, el mismo portaba una falda completamente larga que tapaba sus piernas a la perfección, con esto supe que sin duda no era coqueta como otras mujeres pero si con este vestido se seguían apreciando sus nalgas perfectamente. A partir de ese día toda la semana comenzó a llevar faldas igual muy largas que le escondían todo, las misma eran sencillas y baratas, de esas que cuestan menos de 25 pesos en las plazas ambulantes de México. Pero aunque sencillas ella se veía más femenina con faldas que con jeans y sin duda esto incremento mi lujuria hasta que ya no soporte más y por fin decidí dar todo por este deseo carnal, ya estaba decidido a todo e incluso hasta violarla aunque fuera a la cárcel pero por lo menos lograr hacerla mía y bueno por fortuna no me vi obligado a ejercer la violencia pues ella coopero, aunque se negaba pero termino por gustarla y gritar como toda una zorra de puro placer.

Este plan lo realice el día miércoles en la noche. Esta cafetería tiene como hora de cierre las 11:00 de la noche, así que antes de esa hora las demás incluyendo Verónica se retiran pero no antes de lavar los trastes, normalmente esta era la tarea de otra empleada madura, pero para que logre mi deseo tuve que ingeniármelas para que fuera mi deseada Verónica quien se quedara a lavar los trastes y no la otra. Muy astutamente y cuidando de ser lo más natural posible para que nadie sospechara en secreto yo les dije a las otras que mis padres les habían dado permiso para salir quince minutos antes de su salida habitual. Tuve que hacer milagros para que estas dos no se encontraran con Verónica y le dijeran que se iban pronto, pero por suerte si logre que se fueran sin que Vero supiera, ella estaba preparando unas tortas que un último cliente había ordenado para llevar. Yo prosiguiendo con mi plan voluntariamente para que no se diera cuenta que ya no había ningún cliente ni estaban las demás empleadas, yo mismo le dije que le entregaría el pedido de ese cliente que esperaba por su pedido de tortas y refresco. Aquí aproveche la oportunidad para poner el letrero de cerrado en la puerta, a parte que cerré las cortinas de metal del local y me aseguré que nadie más se aproximara en ese momento. En cuanto concluí esto en mi mente comenzó a surgir las ideas más sucias que se puedan imaginar, mis manos comenzaron a sudar de nervios, mejor dicho todo mi cuerpo empezó a sudar frio pues tenía algo de temor que todo saliera mal y que únicamente por esa calentura fue a parar a la cárcel, pero esto no detuvo mis intenciones pues en mi pantalón mi verga estaba a reventar de tanta erección, sin duda estaba ansiosa de entrar en la vagina y culo de esa tremenda puta que deseaba con todo mi ser.

Mi deseada Verónica esa noche lucia una sensual blusa azul con adornos de flores y una falda negra completamente larga, de hecho tan larga que cubría los tacones de sus zapatillas. Tenía su cabello suelto y portaba un delantal de franela. Yo muy cautelosamente me fui a la cocina donde la encontré a punto de terminar de lavar los pocos trastes sucios, al principio trate de estar normal para no sembrar el temor en ella, más sin duda cada segundo que pasaba con ella incrementaba mi lujuria y por fin no aguante ni un minuto más. Lentamente me acerque a ella detrás y le susurré al oído ¿Por qué no descansas un poco? Ella no me dijo nada, por mi parte tome su delantal y se lo quite muy con cuidado, desde luego que con esto ella se dio cuenta rápidamente de mis intenciones negras hacia ella e intento huir pero yo tomando valor con todas mis fuerzas le retranque contra pared y le dije ¡Tranquila mi amor que si cooperas todo va salir mejor! En ese momento me encogí hasta abajo y tomando su falda se la subí por completo hasta su cintura. Así fue como pude deleitarme por primera vez con sus deliciosas piernas enfundadas en medias obscuras.

-¡Por favor joven no!- Me dijo con voz suplicante y temerosa pero yo no me importo.

Comencé a manosear sus piernas a mi ancho antojo, ella sólo cerró sus ojos. Sin perder el tiempo baje sus bragas hasta sus rodillas y por fin pude ver su deliciosa vagina con algunos pelitos. Yo totalmente desquiciado separe sus piernas e inicie a meterle dos de mis dedos en su raja vaginal, ahí me di cuenta que ya no era virgen por su vagina. ¡Umm, así que ya te han metido verga he mamacita! Yo le dije mofándome, así comencé a penetrar su vagina con mis dedos a velocidad y como consecuencia a esto bien que note como se comenzó a morder sus labios de placer para no gemir, ella continuaba con sus ojos cerrados. Mis dedos ya estaban bien mojados de sus flujos vaginales que fluían como miel de un panal, ella al transcurso de unos segundos más inicio a gemir muy levemente y a suspirar ¿Verdad que te gusta mi amor? Le pregunte muy dulcemente, ella sólo continuo chupándose sus labios con sus ojos cerrados. Mientras continuaba metiéndole mis dedos, yo con mi otro mano desabroche mi cinturón e inmediatamente me baje mi pantalón y bóxer para liberar por fin mi pene que estaba bien apretado dentro. Sin prevenirla de inmediato la voltee por detrás e inmediatamente se dio cuenta lo que iba a ser.

Verónica -¡Soy virgen por mi culo por favor no me la mete se lo suplico!-

Yo -¡No te preocupes mamacita no te va a dolor y veras que te va a gustar!-

Yo al sólo escuchar que era virgen por su culo una alegría inmensa me desbordo de sólo imaginarme que estaba a punto de romper un culito virgen y nuevecito, mi verga aumento aun más de tamaño al igual que en todo mi cuerpo me recorrió una descarga eléctrica de emoción, lujuria y morbosidad.

Me puse de pie y separe sus piernas así detrás, tome un vaso de agua e inmediatamente lo derrame entre sus nalgas para lubricar un poco. Sin más espera tome mi verga y muy lentamente inicie a meterle entre sus nalgas muy cerradas, sentía un poco de molestia pues sus nalgas me apretaban bien duro mi verga y ella bien que vi como fruncía sus dientes de dolor a cada instante que entraba mi verga en su culo. Justo en ese momento el instinto animal me salió y empujando con todas mis fuerzas se la metí de un solo golpe hasta el fondo de su culo. La pobrecita dio un santo grito de dolor y fluyeron lagrimas de sus ojos pero al fin tenía toda mi verga dentro su culo, se la retire un momento y ahí pude ver como toda mi verga estaba manchada de sangre, ahí supe que al fin logre desvirgarla. De nuevo se la metí e inicie a metérsela y sacársela a velocidad enorme y con todas mis fuerzas ¡Caramba! Si que su culo era una delicia que me estaba dando placer interminable, mientras continuaba penetrándola yo tome sus pechos e inicie a apachurrarlos con todas mis fuerzas. Luego retire mi verga de su culo, la voltee y de nuevo se la metí pero esta vez por su vagina. A ella le estaba haciendo el amor von toda mi pasión sin duda.