Si como lo leen, yo soy una de las pocas ministras de eucaristía que brindamos el servicio en nuestra parroquia. Por lo que cuando el diacono, a cargo de las comuniones me preguntó quien podría llevarle la comunión a un señor mayor. Yo desinteresadamente me ofrecí. Pero de inmediato salió otro de los ministros de eucaristía, y dijo que eso no era conveniente, ya que esa perdona, aparte de que se la pasaba todo el día en interiores, era sumamente grosero, y mal hablado.
Relato
Así que lo borré de mi lista, pero al siguiente día, me llamó el ministro al que le habían asignado a ese señor, pidiéndome de favor que fuera a entregarle la comunión, ya que él se encontraba indispuesto. Yo diciéndome a mi misma, vez cuando tiene un problema a la primera que acuden es a ti. Y eso me hizo pensar que de no ser por mi, el pobre viejo se quedaría sin comulgar.
Así que agarré todo mi equipo, pasé por la sacristía, recogí las ostias bendecidas, y me encaminé a la casa de esa persona. Cuando toqué la puerta, casi de inmediato apareció el viejo, tal y como me lo habían descrito. Usando únicamente unos viejos bóxer, en chancletas, y sin camisa. Cuando me vio, lo primero que me preguntó fue que era lo que yo buscaba, que si era vendedora, él no compraba nada.
Apenas me dio oportunidad de decirle que le traía la comunión, dejó de decir estupideces. Me invitó a pasar, y cuando yo me preparaba para comenzar con el proceso de la comunión, el viejo me preguntó si antes de comenzar, no deseaba tomarme algún jugo, refresco, o cualquier otra bebida. Bueno yo acepté que me ofreciera un jugo, y de inmediato entró en la cocina, de donde salió cargando una enorme copa llena de jugo de naranja.
Yo como hacía algo de calor me la tomé completa, y ya iba a volver a comenzar, cuando el viejo me comenzó a buscar conversación, preguntándome si era casada, divorciada, o soltera. Le dije que viuda, desde hacía ya varios años. Y no se como continuó buscándome conversación, hasta que de momento me preguntó si tenía mucho tiempo que no me acostaba con un hombre. La verdad es que la pregunta me sorprendió, pero más sorprendida quedé cuando escuché salir de mis propio labios, que hacía tanto tiempo que ya ni me acordaba.
Yo la verdad es que no me agrada hablar de mis cosas, pero no se que fue lo que pasó, ya que me sentí muy cómoda dentro de esa conversación, tanto que puse a un lado la biblia, y el porta ostias. Y fui yo la que me atrevía a preguntarle, prácticamente lo mismo. El viejo se sonrió, y me dijo. Yo desde hace más o menos como tres semanas, que no me acuesto con una mujer, tan hermosa y linda como tú. No se sus palabras, me hicieron sentir alagada, y cuando tomó asiento a mi lado en el sofá de su casa. No me preocupe en lo más minimo.
Así que seguimos hablando, y cuando me tomó mis manos entre las suyas, yo me quedé tranquila. Y cuando las fue deslizando sobre mis piernas, al tiempo que me daba un beso, yo no hice nada por evitarlo. Así que él continuó no tan solo besándome, y acariciándome por todas partes, sino que prácticamente sin que yo me diera cuenta, me fue desvistiendo.
Cuando me vine a dar cuenta, ya me encontraba prácticamente desnuda, frente a él. Algo en mi como que no me dejaba pensar con claridad. El solo roce de sus dedos sobre mi piel me hacía temblar. Yo misma estaba asustada por la manera en que a pesar de todo, yo seguía actuando. Así que cuando él extrajo u erecto miembro de los bóxer que usaba, y aunque jamás yo había hecho algo semejante, sin dudarlo lo agarré entre mis dedos, y mirándolo a los ojos me llevé su miembro dentro de mi boca.
Por un corto rato estuve, sin saber como, mamándole el miembro al condenado viejo. Hasta que él tras sacar su verga de mi boca, me tomó de la mano y me dijo, sonriendo. Vamos a la cama que es mucho más comoda que este sofá.
Yo que ardía de deseos de sentir esa verga dentro de mi, lo seguí sin chistar. Aunque preguntándome al mismo tiempo, que era lo que yo estaba haciendo. No se que me pasaba, el viejo ese ni tan siquiera era de mi agrado, pero ahí estaba yo dejándome besar, y manosear por él, sin oponer la menor resistencia.
Apenas llegamos a la cama el muy sinvergüenza hasta sacó una cámara, y la colocó frente a nosotros, diciéndome, al mismo tiempo. Es para tener un lindo recuerdo de ti. Cosa que no se como pude aceptar de manera tan tranquila. Así que fui yo la que prácticamente, recostándome sobre su cama abrí y separé mis piernas lo más que pude, invitándolo de manera gustosa, a que me penetrase.
Yo sentí su miembro abriéndose paso dentro de mi mojado coño, y a cada em´pujón que me daba, yo dejaba escapar un profundo gemido de placer, hacía tanto y tanto tiempo que mi marido se había ido, que no se como pude seguir viviendo sin volver a tener sexo.
Así que a medida que seguimos revolcándonos en su cama, él continuó poniendo la cámara en automático para que siguiera tomándonos fotos. Yo disfruté de un sin numero de orgasmos, y tras quedarme completamente dormida, al despertar y encontrarme en aquella cama, acompañada por él, que aun seguía dormido. Me levanté, y de la manera más rápida que pude tras medio vestirme salí de su casa.
Yo me quedé pensando en todo lo sucedido, y a la única conclusión que pude llegar fue que el muy desgraciado me drogó con algo en aquel jugo de naranja. A la siguiente semana, desde luego que no le conté a nadie lo sucedido. Pero cuando pidieron un voluntario, para ir a dale la comunión al viejo, me acordé que yo con la prisa había dejado mis cosas en su casa. Así que yo les dije que me encargaría.
No bien toqué la puerta el viejo salió, me vio me pareció que se encontraba algo avergonzado, hasta el momento en que yo le pedí, que me volviera a regalar de aquel jugo de naranja que tanto me había gustado…
Le subí completamente su falda abriendo sus piernitas exquisitas, inicie a mamarle sus piernas cada centímetro de ellas hasta que llegue a su zona vaginal todavía cubierta por su calzón, con mi boca muy lentamente le fui retirando el calzón hasta que le vi por primera vez su vagina hermosa, la cual estaba súper mojada de sus flujos vaginales, ella comenzó a gritar de placer y fue más cuando tome un poco de crema de chantillí aplicándole en toda su raja vaginal, con esto empecé a comerle el coño.
Relato erótico enviado por Anonymous el 25 de September de 2009 a las 17:28:48 - Relato porno leído 234373 veces
Llegue al bar y estaba Sebastian esperandome, me vio y no sacaba su vista de mi cuerpo, lo salude con un beso muy cerca de su boca para hacerle los ratones, inmediatamente me pregunto si no queria ir a su departamento (era del padre que se lo habia dejado encargado por unos dias ya que estaba en Chile). Le dije que bueno y subimos a su auto- Llegamos a su departamento y cuando entre hice un movimiento sexy con mi culo.....
Relato erótico enviado por gatitacelosa el 04 de April de 2012 a las 23:28:46 - Relato porno leído 201931 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:23) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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