alex, el ayudante de mi clase de surf

Primero me presentare, soy una chica bajita y delgada, rubia de ojos pardos. Uso una 95 y mi culo es pequeño pero firme. Vivo en Madrid y tengo 16 años, les contare como fue mi primera vez el verano pasado
Pese a vivir en la capital veraneo en San Sebastián, al norte del país, donde viven mis abuelos, allí y desde que soy pequeña hago surf ya que vivo enfrente de la playa. Mis amigos no estaban en la ciudad así que el mes de agosto se presentaba muy aburrido, por eso decidí apuntarme las 4 semanas a clases de surf.
El primer día baje algo nerviosa porque durante el año solía olvidárseme la mayoría de cosas y tocaba mas o menos empezar desde el principio. Cuando llegue había muchísima gente, conocía como funcionaba aquello, así que cogí un neopreno de mi talla y pase al vestuario. Era mixto y a veces tenia la suerte de ver a algún chico guapo, la verdad esperaba que alguno de mis compañeros valiera la pena. Al salir me mire al espejo, el neopreno se ajustaba a mi cuerpo, mi delgada cintura resaltaba incluso mas mis tetas, sonreí, me di cuenta de lo sexi que estaba.
En mi grupo no había nadie reseñable, éramos 6, tres chicos y tres chicas, la verdad estaba algo decepcionada hasta que apareció Nacho, tenia mi edad e iba a ser el ayudante de Marcos, el profesor. Era moreno sus ojos eran muy negros y como cualquier surfista tenia un cuerpo increíble, era algo serio y pese a que su físico era increíble no terminaba de gustarme.
Mi casa esta en la misma manzana que la escuela de surf así que no necesitaba ducharme, me quite el neopreno me envolví en la toalla y salí, fue entonces cuando le vi. Iba sin camiseta dejando ver aquellos increíbles abdominales, llevaba un par de vaqueros por encima de la rodilla cortados a mano, estaba descalzo en la acera de enfrente subido en su skate, su pelo era castaño claro medio rubio y llevaba unas ray-ban negras, se me paro el corazón, aquel chico tenia que ser mio, era espectacular, nunca había visto un chico mas guapo, mas atractivo, mas perfecto.
Mientras le miraba cruzo la calle y entro en la escuela, para mi sorpresa saludo a Nacho y otro monitor le grito que llegaba tarde
No me lo podía creer, el también era ayudante, y a los cinco minutos salió listo con el neopreno. No había visto a nadie que le quedase mejor, unos niños pequeños se acercaron a el, el dijo algo y todos se rieron. Nunca había creído en el amor a primera vista, pero supe que no me podría sacar a ese chico de la cabeza
A lo largo de la semana le vi cada día, llegaba en su skate y yo me moría por dentro, ese chico me ponía más que nada que hubiese visto hasta ahora, no lograba quitármelo de los pensamientos, la imagen de el con el neopreno bajado hasta la cintura con esa sonrisa perfecta. No podía seguir así
El viernes era el ultimo día del cursillo, y todos los que dábamos clase a esa hora nos reuníamos en un garaje donde se guardaban las tablas a la vuelta de la esquina, cada uno llevaba algo de comer y yo sabia que el iba a ir, así que cuando acabamos fui la única que decidió quitarse el neopreno, me puse la falda y la camiseta de tirantes, de ese modo estaba mucho mas guapa, no tal vez tan provocativa pero si mas inocente como me gustaba parecer, cuando baje la cuesta del garaje estaban todos reunidos entorno a una mesa, el lugar estaba hecho un asco pero todos comían y se lo pasaban bien. No tarde en localizarlo, con el neopreno bajado y hablando con Nacho. Me juste con mis amigas, las que habían estado conmigo en clase y note que me miraba de reojo, eso me puso muy cachonda y le devolví las miradas. Pasaron unos cinco minutos y Marcos pidió que nos fuésemos porque el siguiente curso iba a empezar, se acerco a mi y me dijo
Gabi, como tu estas ya vestida y no tienes que devolver el neopreno te importa quedarte a recoger? . Bueno, Alex tu ayúdala que para eso te pagamos
Hay fue cuando descubrí su nombre, no me lo podía creer, los dos solos, allí recogiendo, el corazón se me iba a salir por la boca
Alex me miro y sonrio, - claro Marcos, sin problema