Me metieron preso,por un abuso sexual,y termine en un brutal sexo con mi abogada
Relato
Les cuento que tuve una semana muy dura, dado que fui a parar a la cárcel acusado de una violación, acusación, que era un error, no cuadraba, ni el lugar del hecho, ni el horario, pero yo me encontraba a unos 60 km. Del lugar que tenia, testigos, de donde estaba en el momento que se cometió, la abusación. Solo que me iba a resultar difícil, al testigo salir a decir que se encontraba con migo ya que el testigo no era sino que la mujer del alcalde, que se encontraba en un hotel por hora, teniendo una sesión sexual a toda orquesta, con todo lo que se puedan imaginar, el repertorio, abarcaba desde el sexo oral, hasta el sexo anal, que ella gozaba de forma, jubilosa.
Ella siempre se las arreglaba para escapar y tener encuentros solo sexuales, yo la conocía del tiempo en que estudiábamos, y tuvimos un apasionado romance que incluía, sexo pero moderado en ese entonces. La cuestión me ponía en una encerrona.
Como hacía para no comprometer a Cristina, yo me situaba, en el hotel en cuestión, mi auto, seguro estaba grabado, mi descenso, y Cristina, pero al usar la cuartada, quedaría, a la luz, una novela pública, de alcance, inimaginables (además el alcalde era hermano del Gobernador)
Yo tenía el asesoramiento del defensor público, el que siempre es un abogadito, recién recibido, y este no era la excepción.
Seguía en una situación delicada, era inocente tendría que buscar un buen profesional. Pero yo estaba solo, no tenía a nadie, en esta ciudad. A la que me había mudado a pedido de Cristina
La cárcel, para uno que no esta acostumbrado es un infierno, si bien estaba en una comisaría, lo violadores no son bien vistos y si me pasaban a un penal, no les cuento lo que sabía a lo que los sometían.
Ya casi sin salida, eche mano, a Cristina, le mando un mensaje de texto, contando poquito, y el motivo, del encierro.
A las horas me anuncian que tenía la visita de mi abogada. Se veía que Cristina se movió rápido,
Me llevan al cuarto de entrevista, y al entrara me encuentro, (con una potra de 1,70 de altura, un par de tetas, una cola, una cara de puta que pensé esta me mando a una prostituta, no una abogada)
La (doctora) se presenta como Liliana, López Patrón, penalista.
La mina se reía, me dice tranquilícese, Soy la mejor amiga de Cristina, su confidente, estoy al tanto
De todo lo de Uds. (yo no decía nada, no sabía si hablaba la ponía en apuritos a ella,)
Pero a medida que hablo con migo me contó algunos detalles que solo conocía, Cristina, y yo
Me pidió que me negara a declarar, que ella armaría una estrategia y movería contactos, se ve que era conocida, (en la comisaría se movía como pez en el agua) por lo menos cambió el trato de los policías. Me pasaron a otro sitio no era una celda sino una oficina, al otro día no se lo que había hecho pero a media tarde, se había efectivizado mi libertad, Allí estaba Liliana esperándome, salimos juntos, me dijo suba a mi auto, me dice lo suyo es mas complicado de lo que cree, yo le digo porque me dice vamos a lugar seguro (no sabía de que se trataba, pero me había asustado mas que adentro) mientras íbamos en viaje me contó que la causa estaba armada y que atrás de todo estaba el marido de Cristina el alcalde.
Me dio pequeños detalles, del asunto y no quiso abundar en detalles (no quiso asustarme), solo dijo que actuaba por encargo de Cristina, que por unos días tendría que estar en lugar seguro.
Le dije “estoy en sus manos hago lo que me ordene” ella socarrona me dije “lo que le ordene, se rió” yo sin decir nada seguí sus pasos.
Hicimos unos 320 KM y llegamos a una cabaña cerca de un río, un lugar de ensueño.
Nos acomodamos, me contó que el lugar era de su padre.
Pasaron dos días, ella se manejaba por mail, y por celular, manejaba todo, sus asuntos del estudio de abogados. Yo muy trenzo, lo único que me perturbaba era ella porque era demasiada potra, para ser abogada, y cara de muy puta.
En la cena de esa noche saco el tema de mi romance con Cristina, era muy incisiva a cada narración, mía, de la historia de los dos.
Note que quería probarme, copa de licor en mano, se reía, me miraba, muy insinuante, provocativa, mi verga estaba muy erecta, producto del clima que ella me había creado, deje de contenerme, busque la forma de acercarme, así que le dije que iba al baño, pase cuando volví, al estar cerca, (ella siempre, instante,) la tomo de la mano, la apoyo contra la pared, nos dejamos llevar por nuestras pasiones a la repetición de besos apretones, mis manos fueron descubriendo su cuerpo de a poco sus prendas fueron quedando en el suelo, y las mías por ella corrieron el mismo destino lo que nos puso, rápidamente en lo que se llama por aquí (en bolas) terminamos en un sillón, lamiéndonos, todo el cuerpo, su vagina, quedo, en mi boca a merced de mi lengua, que la hizo bramar, estaba muy mojada, le encantaba, sentir mi lengua lamiendo, su rugosas paredes vaginales, mucho, no gritaba, dado que su boca estaba ocupada con mi pene en su boca, la que con mucha experiencia, trago lamió, hasta que casi me hizo eyacularle, pero antes de eso, nos colocamos como, dos apasionados , la coloque cruzada en el sillón, la piernas cruzaron mis hombros , penetre su vagina mojada que deslice entrando y saliendo, fui tan rápido, entraba y salía, la sentí tener un orgasmo, y al segundo otro, no pude contenerme, y todo mi semen exploto dentro de ella. Me gritaba quédate por favor quédate, allí los segundos sentí, como tenia otro orgasmo.
Nos quedamos recostados, por un rato, y la muy puerca se lanzo, hacia mi verga, que todavía chorreaba semen, me la comenzó a mamar, de forma que se puso erecta luego se coloco en una posición que me sorprendió, porque se coloco en cuatro, dejando su cola para mi regocijo no dude en que agujero colocar mi pene, rápidamente fui a su agujero anal, nunca vi a una mujer disfrutar tanto, al tener sexo anal, movía su cola jadeaba, y se relamía, atónito, por el ritmo, que imponía, me obligaba a darle con mucho fragor, no pude contenerme, y desborde nuevamente, esta vez llene toda su caverna, con mi jugo blanco, ella apretaba, mi pene, con su esfínter, me dejo exhausto tirado en el sillón, se fue para el baño a ducharse, luego también me asee, nos dormimos, profundamente, al otro día después de desayunar, me dijo “ disfrute mucho con vos, creo que cristina tan bien te disfruta, sexualmente, pero si te puedo dar un consejo creo que lo mejor para Uds. Es que te vayas lo más lejos posible. Por que no hay peor cosa que un marido que sepa que es cornudo, y que tenga poder.
A pocas palabras buen entendedor, le pedí que me acercara hasta la Terminal, y hoy resido en un país vecino. Lejos de ellas.-