ana la secretaria sumisa ( CON fotos)

Cuando llegue a la oficina de mi amigo, la primera visión que tuve fue la de una mujer reclinada sobre un escritorio, viendo el monitor de una computadora, pero esto no era la raro, una mujer en una oficina es de lo mas común, lo raro era como estaba vestida, llevaba una micro falda color azul que con muchos trabajos le tapaba las nalgas, pero eso no era todo, llevaba unas medias negras que enmarcaban unas piernas bastante bien torneadas y remataban en unas zapatillas negras con un tacon bastante elevado, para serles sincero parecía mas una puta que una secretaria, así que hice marcar mi presencia con un saludo

- Buenas tardes, no esta Humberto,

Pero para mi sorpresa, ella ni se inmuto, pareciera como si no me hubiera escuchado, volví a saludar pero no obtuve respuesta, hasta que de pronto una puerta se abrió y salio Humberto, quien al verme de inmediato me saludo,

- Fede..que agradable sorpresa, que bueno que pudiste venir,

- si, necesito el trabajo y pues aquí estoy, pero tu secretaria parece que no me escucho llegar,

- jajajaja…bueno, es que digamos que su mente esta entretenida en lo que le ordeno,

Las palabras de mi amigo me parecieron bastante extrañas, asi que le pregunte un poco mas acerca de ella

- pero como es que haces eso,

- bueno, pues fue digamos por casualidad, resulta que en uno de mis viajes a tierras lejanas, me tope con una tribu algo extraña y para no hacerte el cuento mas largo, me regalaron una pócima que hace que la gente parezca como zombi si la beben y bueno, pues se la di a beber a ana y aquí tienes el resultado, una mujer completamente a mi disposición,

- pero ella no se da cuenta..??

- pues no, llevo dos años dándosela de beber, solo la dejo descansar unos días y se la doy de nuevo, se podría decir que ella vive aquí y pues no hay problema de nada,

- en serio no se da cuenta..??

- para nada, déjame decirte que e echo cientos de cosas con ella, la e vendido, la penetro por todos lados, hay días en que la traigo completamente desnuda,

- la has vendido..??

- claro y no hace mucho la vendí a dos traileros que vinieron a entregarme unas cosas, los muy cabrones la hicieron gritar y le dejaron su culo bien abierto y chorreando de semen, pero nada que un baño no quite,

- a ver ordénale algo..

- ana, podrías levantarte mas la falda, queremos verte las nalgas,

Ana sin moverse de donde estaba, levanto por completo su falda dejando al descubierto sus hermosas y grandes nalgas, las cuales eran atravesadas por un delgada tanga

- lo vez, que te parece,

- eso esta maravilloso y que mas hace..??

- mas bien que no hace,
- ana, levántate mas la falda, por favor y continua trabajando

ana sin inmutarse levanto mas su falda dejando sus nalgas por completo al descubierto, pero ella parecía no importarle ya que continuaba con la mirada fina en el monitor

- y pues hacer que se quite la tanga y abra las piernas,

- claro amigo, ana quitate la tanga y acuéstate en el suelo con las piernas abiertas

ana de inmediato obedeció la voz de mi amigo, lentamente se enderezo, termino por levantarse la falda, tomo la delicada prenda entre sus dedos y de un jalón se la quito, después lentamente se fue acostando hasta quedar como mi amigo le había pedido, dándonos un caliente espectáculo, ana tenia unas labios vaginales bastante apetecibles y estaba completamente depilada, lo que hizo que de inmediato tuviera una erección,

- que te parece mi amigo, y sabes que va a ser lo mejor,

Salí de mi letargo y puse atención a lo que me decía Humberto

- que es lo mejor Humberto..??

- que ella va a ser tu secretaria y desde hoy te vas a quedar con ella, voy a salir de viaje unos días y quiero que te hagas cargo del negocio, ven vamos a mi despacho, para mostrarte algo,

- pero y ana..??

- así déjala, bueno solo dile que comience a masturbarse, me fascina oírla gritar cada vez que se viene, mas al rato podrás venir y ordenarle lo que tu quieras,

y después entramos a la oficina de Humberto y comenzó a explicarme todo lo relacionado al negocio y de vez en cuando escuchábamos a ana gritar durante unos segundos y después guardaba silencio y pasados unos minutos volvía a gritar, no lo creía Humberto me iba a dejar a cargo de su negocio y de ella, estaba ansioso por ver lo que sucedía