Anabella

En el barrio había una mujer de unos 28 años que me gusta, se cruza por mi lado y yo aspiro su delicioso perfume y mi pene se endurece de pasión por ese cuerpo con solo mirarla, lastima que yo solo tenga 16 años y ella no me mira ni en bajada, pasa con su hijo de unos tres años, su marido no la cuidaba mucho pues prefería salir de parranda con sus amigos que estar con ella,… esto me entristecía, pero no miraba a nadie, ni tenía modos de llegar a ella ya que no tenia el hijo en mi colegio y así poder yo acercarme a ella. La admiraba y la deseaba, pero solo tenía 16 años y ella al parecer estaba decepcionada de los hombres y menos iba a mirar un cachorro de hombre.

Un día de lluvia tuve suerte y cuando ella apurada para no mojar al niño cruzó rápido la calle resbala y cae al suelo, corro a auxiliarla tomando al bebé dormido en mis brazos, la acompaño hasta su casa. Se quejaba de una rodilla herida. Entramos en esta y me dice gracias, si no hubiese sido por ti todavía estaría tirada en la calle mojada como una golondrina, se dirige al dormitorio, acostó al niño y me dice voy a secarme luego nos tomamos un café para entrar en calor, al hablar se saca su chaleco mojado con tan mala suerte para ella que este se enreda y traba con su pelo sin que pueda moverse, … “yo no necesito un café para entrar en calor con mirarte ya estoy caliente, respondo”…, ella sorprendida por mi respuesta y desesperada por estar enredada me mira y me dice… eres un rufián, pero eres muy joven para hacer maldades me dice con lujuria sonriendo, mejor ayúdame con este chaleco, suelto su chaleco al ayudarla casi sin darme cuenta rozo sus senos que con la blusa mojada se destacaban muy bien, y en un intrépido movimiento de pasión apreso este par de senos con mis manos, Anabella gime al roce de mis manos en sus senos y me reprocha “que haces”, le ayudo a sacarse su blusa mirándola a los ojos, ella comienza a respirar agitadamente, luego llevo mis labios a sus hombros y la beso, me mira y dice eres muy joven y yo estoy desesperada necesito un macho que me sacie, estoy sin uso por parte de mi marido desde hace mas de 20 días y a ti te mataría…, eres un niño…,“probemos le respondo”…, y la empujo sobre su cama levantándole su falda, observo su rodilla lastimada, continuo subiendo su falda sobre su cintura y metiendo mi mano por su calzón acaricio su sexo, brama, déjame eres un bebé me dice, saco su calzón y como he visto hacer en muchas películas de sexo meto mi lengua en su sexo…, tirita y se revuelca en la cama, Anabella gemía y jadeaba como loca ¡ah, ah, ah eso es…,ah…eso quiero.....dame mas! Mas, quiero mas, rico, rico, ¡si, así. si, aquí esta, por fin, ah! se quejaba y vibraba mientras llegaba su orgasmo reprimido por días, me subí a su cuerpo comencé a besarla por todas partes, basta me dice, ya obtuve lo que quería…,si respondo, pero yo quiero mas y utilizando mi fuerza masculina le separé las piernas…, ella trato de no abrirlas, pero con sus deseos sexuales y su hambre de pene no podía mas, las ultimas fuerzas que le quedaban de defensa desaparecieron luego con caricias, bajo mis ropas, los apretones a su cuerpo tratándola fuerte al abrir sus piernas, las caricias realizan su efecto, abre sus piernas y me acomodo entre ellas, le meto de una sola estocada mi duro y desesperado miembro. Que delicia sentir como el calor de su vagina se transmitía a mi pene, que placer sentir como sus carnes vaginales apresaban y acariciaban a mi desesperado pene.

Como ella estaba apretando su vagina sintió como la penetraba y exclamo de un grito abriendo bien los ojos ¡ah, uh!, esto era lo que quiero, Dios te voy a destrozar…, quería que me abrieran aunque fuese a la fuerza y tu me lo estas dando todo, dale, dame todo, muévete, quiero sexo, que sea rico… así se hace y movía su cintura en un delicioso vaivén , que bien lo que haces…, estas muy bueno, eres un macho…, que rico rufián, mientras ella decía todo esto se movía como una verdadera perra, me besaba como loca, ella me decía…, no te corras todavía, dame mas, déjame estar arriba para enseñarte, me ubico bajo de ella y acostado en la cama ella se subió dueña de la situación sobre mí, con la mano se acomodo mi pene duro en la entrada de su vagina y fue bajando lentamente sentándose en mi cóccix, delicioso sentía como mi miembro abría ese sexo tan deseado por mí, se lo metió todo y comenzó a bailar sobre mi cuerpo, se movía desesperadamente, movía su culo como ninguna… lo subía, lo bajaba, primero arrodillada, luego se sentó de pleno sobre mi pene, se movía como en caballito, gemía como desesperada, comenzó a sentir el nuevo orgasmo, sintió contracciones, ay, hmm que rico, ah.

Comenzó a gimotear como llorando y se abalanzo en mi cuerpo ya convertido en su amante, moví un poco mi cintura, ella se quejaba abatida, volví a mover mi cintura y empujé mi pene hacia arriba hasta que este soltó todos sus líquidos dentro de la matriz, ella al sentirlo palpitar...sollozo y me dijo…, rico miserable, lo has hecho tan delicioso, es rico sentir tu semen caliente dentro de mí…, me abraza con fuerza, entregándome su segundo orgasmo, abrazándome y besándome. Luego mirándome como su amo y señor me dijo… que rico, desde ahora me darás mas, porque soy tuya…soy tu puta, soy tu esclava, y tú eres mío, eres mi amo... Solo que no se lo contaras a nadie porque si no…, pierdes. Si deseas más a callar.

Despierta el niño y ella media desnuda se levanta a atenderlo y dándose cuenta de su desnudes me mira y dice, mira como me tienes sin ropa, luego me abraza y dice ándate despertó el niño, tengo que atenderlo, te espero mañana cuando vuelvas de clases, ya que mi marido no llega hasta tarde y yo quiero mas,¿te la puedes?… te espero.

Vuelvo al día siguiente por la tarde… ahí esta ella esperándome con una bata tapando su cuerpo, tiro de esta y aparece su cuerpo totalmente desnudo, mi pene engroso como un tronco y se endureció ante el espectáculo, me desnudo y como un gato furioso atrapo su cuerpo y la recuesto en la cama marital ensartándole mi pene en su vagina, su cueva sexual se encontraba húmeda lo que permite a mi campeón unirme a ella hasta el fondo en su útero extrayendo gemidos de arrebato y excitación en Anabella, luego entramos en un pugilato en donde cada uno consumaba su rol. Empezó a gimotear como lloriqueando y se abrazó a mi cuerpo, al cuerpo de su amante, yo movía un poco mi cintura, ella se quejaba lánguida, en un momento movió su cintura y espoleo mi pene hacia adentro mamándolo con sus labios sexuales hasta que este soltó todos sus líquidos dentro de su matriz, luego ella se incorporo para ir al baño, me dio un beso con lengua en mis labios y antes de abandonar la cama, miró con cariño el pene y acercándose a este le dijo con broma, gracias, me has hecho muy feliz y ella lo limpio con su lengua y sus labios, lo besó señalándole eres un ganador.

Vuelve del baño y se arropa a mi lado diciéndome, bueno miserable, lo has hecho tan delicioso, fue rico sentir tu semen caliente dentro, pero ahora aclaremos, me has transformado en tu amante y eres el dueño de esta esclava, espero que no me dejes nunca porque necesito que me satures con tu semen a lo menos una vez a la semana, ojala dos. Escuchaste amo.

Por mi, contesto, si deseas vengo todos los días, nunca te dejaré…, te he deseado mas de un año y ahora que te tengo ¿crees que te voy a desatender?, perdiste ahora me perteneces y te acostarás conmigo por siempre, digo...

Ella sonríe y me abraza besándome, no todos los días, te enfermarías, solo dos veces a la semana no más, podemos hacernos daño. Te estaré esperando machito mío.

Hoy cumplimos dos meses de aparearnos cada lunes que llego desesperado por su cuerpo y ella le gusta que venga los viernes que su marido va de farra… Si me dice, esta esclava es tuya y pronto dará frutos de tenerte como amo…, no me he cuidado por que pensé que eras muy joven para fertilizarme…, te contaré que no me ha llegado mi menstruación.