Angela vecina de Felisa

Una vecina del departamento del lado de Felisa la felicita por sus apasionadas sesiones, pero le recomienda mesura en sus quejidos y gritos, los escucho en mi dormitorio le dice, Felisa se asusta y le dice si ella desea algo, esta le dice que le encantaría conocer a su sobrino y como tú sabes le dice a Felisa, mi marido los martes va a la reunión de Tobi y sale es de las 18 horas de casa y vuelve después de las 21 horas. Felisa entiende y cita a Leo para el día siguiente.

Este llega cerca de las 18 horas y Felisa lo lleva al departamento vecino… Ahí los esperaba Ángela… Esta mujer de 43 años es casada, pero el marido le da mayor preocupación al trabajo y a los amigos que su señora, con la cual lleva ya 23 años de matrimonio.

Es una mujer robusta, pero de bonita figura, atrae en la calle la mirada de los hombres, claro que ella no se imagina alterando su vida con algún desliz de su vida matrimonial.

En el departamento de Ángela esta conversa con ellos y cuando puede Felisa se escabulle a su domicilio, Ángela queda sola con el que ella cree es sobrino de Felisa, le sirve un aperitivo y se acomoda a su lado…, el chico no es un inocente por lo que aprovecha y ubica sus manos sobre las piernas que muestra la dama…, oye dice esta con cuidado que muerdo… si le dice el joven macho y la besa diciéndole a ver si muerdes mi lengua, la mujer le devuelve la caricia y esto estimula abrazándola y trata de domarla. Sentí como deslizaba sus manos partiendo de mis hombros hacia abajo en dirección de mis senos, no opuse resistencia, siguió acariciándome y metió sus manos en mi blusa, delineo con su dedo índice la circunferencias de uno de mis pechos con gran suavidad, luego se adueña de uno de mis pezones con sus dedos, mi cuerpo se altera después de meses sin caricias y gemí para demostrarle que me gustaba lo que estaba haciendo con mi cuerpo.

Me agarra mis senos uno en cada mano. Me los comprime con fuerza, me miraba a mis ojos y yo veía en sus ojos pasión, lujuria, deseos me levanta de la silla y se sienta él sentándome en sus piernas quedando de lado a su frontal… lo miraba curiosa de saber que más haría.

Sabes eres atractiva y me tienes desesperado desde hace tiempo, su mano se introduce por debajo de mi falda acariciándome mis piernas, empezando por las rodillas y luego sigue por mis muslos, me abraza y busca mis labios para besarme me dejo besar… su lengua se incrusta en mi boca mientras su mano sube por uno de mis muslos llegando a mi entrepiernas, llega al calzón y me acaricia mi vulva por sobre este, no se conforma aparta mi braguita y se introduce uno de sus dedos en mi vagina recién rasurada, sus dedos me recorrían mi rajita excitándome, pero me estaba incitando con sus caricias después de tantos meses sin macho alguno, mis hormonas se revolucionan, le digo oye déjame que soy mayor y casada, no me escucha y continua sus maniobras… me levanto y el me atrapa sacándome mis bragas, me sube mi falda me gira de espalda a él y se saca su ropas inferiores, luego se sienta y me sienta encima de su pene, un pene tieso alargado por las evoluciones de sus deseos y grueso que siento como su cabezota comienza a abrirme mis labios vaginales, su musculoso miembro ayudado por el peso de mi cuerpo abre y penetra en mi vagina siento que mis paredes vaginales son reestrenada por este chico con su masa de carne nervios y músculos. Mi vagina se había cerrado por falta de uso. Sentí el delicioso placer de volver a sentirme apareada, nuevamente volvía a hacer el amor, aunque fuera en circunstancias no deseadas. Ya penetrada por este miembro comenzó este macho a realizar un rico movimiento, sin quererlo me movía sobre este pene, me tomaba de mi cintura a veces otras de mis nalgas, para ayudarme a subir o bajar mi trasero insertándome su miembro en mis entrañas. Gemía y sollozaba gozosa de estar copulando con un macho que me deseaba y me necesitaba, no dure mucho a falta uso me embriagó y me trasportó mas allá de mis pasiones entregándome locamente a este chico…, nos acomodamos en el sofá este me desnuda sacándome mi falda y desabrochándome mis sujetadores y blusa… con delicadeza, me abre bien mis piernas y las ubica sobre sus hombros me penetraba a placer, me ensartaba su desproporcionado pene bien profundo, gimiendo al hacerlo y yo solo abría mi boca buscando aire ante las intensas y rápidas maniobras bombeándome con movimientos lentos a veces rápidos otras, comenzaba a resollar, jadear ante las duras penetraciones en mi vientre, como estábamos solos podíamos gemir y jadear a placer. La hice llegar a un exquisito orgasmo, tomando luego una de mis manos besándomela con su boca mientras continuaba meneándose y penetrándome duro con buen ritmo. Grito excitada cuando llene de semen sus entrañas al aparearme con ella y depositar mis espermios en su recóndita matriz. Satisfecha me pregunta mi edad le digo 18 que aún no cumplía y ella me dice si eres menor que mi hijo que tiene 21 años y mi hija 19 años, pero tienes un miembro de temer mas grande que el de mi marido, mas grueso y esa cabezota de glande que casi me destroza mi caverna amorosa, en verdad eres de temer con tu sexo de animal que tienes, pero es sabroso sentirlo en mis carnes vaginales gozándolas hasta excitarlas y complacerme en el coito. Tendremos cuidado de que no nos pillen y así podremos continuar saciándonos mutuamente, abrazándome y besándome excitada aún por el apareamiento realizado.