Mi nombre es Ángela, recientemente cumplí mis 19 años, pero como aun vivo en casa de mis padres, no me podía divertir como yo quería realmente. Hasta que un par de mis mejores amigas, me enseñaron como ellas lo hacen.
Relato
Como ya les dije, vivo con mis padres, los que son demasiado estrictos, ya que si bien es cierto me dejan salir, no quieren bajo ningún aspecto que tome ningún tipo de bebida alcohólica, ya saben por las muchas historias, sobre chicas a las que drogan y después terminan violándolas. Y aunque yo ocasionalmente puede que haya probado una que otra cerveza, apenas llegaba a casa, me olían el aliento y aunque usara chicles o me lavase muy bien la boca, enseguida se daban cuenta.
Cuando estando en casa acompañada de dos de mis mejores amigas les conté, que había perdido el viaje a la casa de la playa por haber apenas probado una cerveza, ellas riéndose me dijeron que las dos sabían cómo pasarla muy bien, sin que por su boca pasara ni una sola gota de alcohol.
Eso me sonó a lo que dicen los evangélicos, y les dije que no estaba interesada, pero de inmediato, riéndose me dijeron que no que se trataba de otra cosa. Entonces pensé que las dos, estaban fumando marihuana. Pero de inmediato también me dijeron que no. Pero Susana una de mis amigas, me pidió que le trajera una botella de ron, tequila, vodka, o güisqui. Para enseñarme como Helena, mi otra amiga, y ella lo usaban.
Apenas regresé a mi habitación con una botella de vodka, Susana se le quedó viendo a Helena y le preguntó, si quería enseñarme como ellas lo usaban. Helena que se encontraba recostada en mi cama, sin decir nada simplemente se subió la falda, y sin vergüenza alguna frente a nosotras dos se quitó las pequeñas pantis tipo tanga que estaba usando. Yo me quedé algo sorprendida, no porque se hubiera quitado las pantis de manera tan descarada, sino porque su vulva estaba del todo depilada.
Helena viéndome a la cara, y tomando su cartera sacó una de esas toallas sanitarias tipo tampak, me dijo. Hay dos formas en que nosotras acostumbramos hacerlo, una es agarras el tapón, y lo mojas con lo que quieras beber, y mientras lo decía lo fue haciendo. Y apenas el algodón absorbió todo el líquido, sin más ni más, ante mis ojos se lo ha introducido completamente, dentro de su depilada vulva.
Sin dejar de ver la cara de sorpresa que yo puse, continuó diciéndome. O si lo prefieres lo haces como acostumbra hacerlo Susa, y pasándole la botella a Susana, ella agarró y frente a mí se quitó los pantalones que tenia puestos, luego se quitó también las pantis, y recostándose al lado de Helena, tras servirse como una o dos onzas de vodka en un vaso desechable, separó sus piernas, y sin vergüenza alguna, mostrándome su también depilado coño, vertió toda la vodka dentro de su vulva.
Yo me quedé observándolas a las dos, mientras Helena metía y sacaba el tapón que se había metido empapado en vodka dentro de su vulva, Susana introducía por completo su mano dentro de la de ella misma, yo para serles sincera, me quedé sin saber que decirles, pero por lo que yo podía ver las dos lo estaba pasando de lo mejor.
Fue cuando Susana dejó de hacer lo que estaba haciendo y agarrando la botella de vodka, me preguntó si quería probar. Yo al principio lo dude por un momento, pero basto que Helena me diera un poquito de ánimo, diciéndome. Atrévete, te aseguro que si tu papá es como el mío, no se le ocurrirá decirte que le dejes oler tu coño, para ver si has bebido algo.
Lo cierto es que pensé que mi amiga tenía razón, a mi papá no se le ocurriría nunca decirme que lo dejara oler mi coño, y que no perdía nada con probar, además mis padres estarían el resto del fin de semana en la casa de la playa.
Como no había salido de casa en todo el día, aun tenía puesta mi bata de dormir, y bajo de ella únicamente las pantis de algodón blanco que acostumbro a ponerme para dormir, pero aun y así sobresalía parte de la mata de pelos que en esos momentos yo tenía entre mis piernas. Lo que me dio algo de vergüenza con mis amigas, sobre todo cuando Susana me preguntó ¿Tú nunca te has depilado haya abajo? Yo algo avergonzada al tiempo que me quitaba las pantis, le dije que no. De inmediato Helena y Susana me dijeron casi a coro, aprovecha y hazlo ahora, si quieres te enseñamos como.
Helena continuó diciéndome, busca la crema depilatoria de tu mama y en un dos por tres vas a ver la gran diferencia que se siente. Yo una vez que me quité las pantis, cerré mi bata y me dirigí al baño de mis padres, apenas regresé a mi cuarto, mis dos amigas me indicaron que me quitase la bata, me acostase en la cama, y que separase las piernas. Lo que yo de manera algo tímida, sumisamente obedecí. Pero ya acostada y con mis piernas abiertas, les dije. Mejor no, porque me han dicho que eso le queda a una la piel irritada, y pica mucho. Fue cuando sin decirme nada Susana agarró una de mis manos, y llevándola a su vulva, me hizo pasar mis dedos por entre sus piernas sobre la piel de su depilado coño al tiempo que me decía, vez la sientes, mi piel no está irritada, y te aseguro que no me pica para nada.
Yo me quedé callada, la impresión o mejor dicho la sensación de tocar el coño de mi amiga, me dejó confundida, en mi vida había tocado el coño de ninguna otra chica, pero antes de que yo pudiera reaccionar, Helena comenzó a regar sobre la mata de pelos que tenía sobre mi vulva, la crema depilatoria de mi mamá. Fue cuando al sentir la yema de sus dedos contra mi coño, frotándome con esa crema con olor a naranja, me quedé nuevamente sin saber que hacer o decir, lo que ella me estaba haciendo me estaba comenzando a gustar, como ya saben nunca antes yo le había tocado su vulva a ninguna otra chica, y también era la primera vez que otra persona que no fuera yo o mi novio me la tocase.
En cosa de pocos minutos, mis dos amigas me depilaron completamente todo mi coño. Dejándome completamente pelada sin un solo pelo y extremadamente excitada, pero sin querer demostrárselo, no fueran a pensar mal de mí. De inmediato Susana sirvió en el mismo vaso desechable como una o dos onzas de vodka, y sin decirme nada, mientras que yo permanecía con mis piernas separadas, ella colocó sus dedos entre los labios de mi vagina, los separo, y de inmediato vertió todo su contenido dentro de mi coño.
Yo me sentí algo rara, la sensación de la vodka dentro de mi coño, no me era desagradable, pero además las misma Susana comenzó a introducir sus dedos dentro de mi vulva, al tiempo que me decía de esta manera lo absorberás más rápido. Yo me quedé con mis piernas bien abiertas disfrutando de lo que mi amiga me estaba haciendo. Cuando de momento veo que Helena se sacó el tapón que tenía dentro de su coño, y directamente del pico de la botella se hecho vodka dentro de su coño, para de inmediato acostarse a mi lado al tiempo que se quitaba la blusa y el sostén que estaba usando en esos momentos.
Una vez que Helena estuvo tan desnuda como yo, separó sus piernas y la misma Susana comenzó a introducir sus dedos dentro del coño de Helena. De momento me volteé a verla y no sé si fue el vodka o la situación en que nos encontrábamos, pero ambas tanto Helena como yo, nos comenzamos a besar de manera bien ardiente. En mi vida había besado a otra chica, ni dejado que me besaran, como lo estaba haciendo Helena en esos instantes. Pero la gran excitación que sentí fue tremenda, y en lugar de rechazar sus ardientes besos, no tan solo dejé que continuase, sino que yo misma también la besaba y acariciaba su cuerpo mientras que nuestra amiga Susana, continuaba deleitándonos con sus dedos dentro de nuestros coños.
Definitivamente ese trago de vodka que Susana vertió dentro de mi coño, estaba haciendo un gran efecto, pero no me importaba. Helena y yo seguíamos besándonos, cuando Susana dejó de agarrar con sus manos nuestros coños, y en su lugar comenzó a pasar su lengua sobre mi clítoris. En mi vida había sentido algo semejante, ni aun con mi propio novio con el que ocasionalmente me acostaba. Una especie de corriente eléctrica recorría todo mi cuerpo, el placer que Susana me proporcionaba con su lengua era algo único. De momento, Helena dejó de besarme, y tras un rápido movimiento, colocó su coño contra mi cara, y me di cuenta de que a su vez ella se dedicaba a lamerle el coño a Susana.
En mi vida había disfrutado tanto de algo como en esos momentos, mis dos amigas me besaban, y acariciaban todo mi desnudo cuerpo, arrancándome profundos y largos gemidos de placer. Hasta el punto, que en varias ocasiones disfrute como una loca, de los tremendos orgasmos que entre ellas dos me provocaron.
En cierto momento yo restregaba mi recién depilado coño, ya fuera contra el de Susana o el de Helena, cuando no era que sus manos exploraban insistentemente las profundidades de mi húmeda y caliente vulva. Al punto que en más de una ocasión sentí que me orinaba pero de placer. Durante el resto del día y gran parte de la noche mis amigas y yo continuamos lavándonos los coños con vodka, y disfrutando de las atenciones que mutuamente nos dábamos.
En los actuales momentos continúo saliendo con mi novio, pero no pierdo la ocasión de pasar un buen rato con mis dos amigas, lavándonos el coño mutuamente con vodka o ron.
Hola saludos mi nombre es joselyn,
Tengo 43 anos ,
vivo en el DF,Mi marido es pablo tiene 52
anos ,Tenemos un hijo de 18 anos ,
Relato erótico enviado por Andytorres el 08 de December de 2015 a las 21:47:15 - Relato porno leído 147210 veces
Si te ha gustado Aprendí a lavar con vodka mi… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Aprendí a lavar con vodka mi….
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
josecumar
(25 de May de 2012 a las 21:33) dice:
vaya que chikas tan calientes quisiera que se me cruzara una asi katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:18) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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