Aprendiendo

Era aun muy joven y aquel verano tuve un encuentro en el cine con un señor mayor.
No sabria decir la edad . Inspiraba confianza y estuvo conmigo en el cine de sesión continua que empezaba a primera hora de la tarde.
No recuerdo que hubiera mucha gente en el cine y por eso su presencia a mi lado primero me incomodó.
Luego con sus formas y modos de hablar y su habilidad en tejer conversaciones propias de mayores a una niña hicieron que sus manos descubrieran mis rodillas .
Con sus dedos recorrió mis rodillas , mis muslos y llegó hasta la braga.
No entendía bien lo que me decía pero seguía sus dictados al pie de la letra.
Cuando llegó hasta mi vulva , sus dedos buscaron ansiosamente mi clítoris.
Lo supe más tarde.
Aquella sensación rara pensaba que era una forma de juego al que yo me entregué sin saber sus consecuencias.
No me hacía daño y era una sensación agradable.
También palpó mis pezones y los acarició con sus dedos.
También la sensación fue placentera.
Me miraba mucho y yo a él.
Daba confianza su expresión y me tenía subyugada.
La película no recuerdo bien cuál era , pero sí que ví el comienzo al menos dos veces.
Y las manos del señor entretenidas en sus juegos.
Noté que se frotaba los pantalones a menudo y que sudaba bastante.
Sacó su pañuelo y se secó el sudor.
También lo introdujo en mi vulva y lo restregó .
En un momento dado se levantó y se fue.
Mis dedos buscaron entonces mi vulva para entender aquello y yo misma entendí que allí tenía algo que no sabía entender pero que era placentero.
Al llegar a casa me miré en el espejo.
Me acaricié bien y sentí un picorcillo .
Ya en la cama me vino el recuerdo del cine y mis manos volvieron a tocar la vulva.
La recorrí de arriba a abajo y con los ojos cerrados veía la imagen de aquel hombre.
Acerté a tocarme mis pezones y también tuve sensaciones placenteras.
Entendí que aquel juego era era una exploración que llevaba a un placer.
Veía a mi madre alguna vez desnuda en la ducha y su zona estaba llena de pelo . Sus pechos eran blancos pero sus pezones eran oscuros.
Me miré los míos y algo oscuros sí eran , pero mi vulva no tenía pelo.
Por eso y después de un año sin atreverme a contar lo que pasó , descubrí que con mis tocamientos y mis recuerdos , la vulva se vió alterada con la llegada del pelo.
Mis pechos querían crecer y notaba que algo pasaba.
Algo más tarde tuve mi primera regla.
Mi madreme explicó que era normal y que ya era una mujer.
Me previno de los chicos y las posibles consecuencias de tener relaciones con ellos.
Yo ya tenía en mi cabeza a mi chico preferido y buscaba tenerlo cerca.
Seguí la exploración de mi cuerpo con más intensidad y noté que con el flujo los dedos se deslizaban más fácil y que lubricaban toda la zona.
Entre mis sueños y mis tocamientos se mezclaban imágenes de aquel hombre y las de mi chico.
La visión del hombre no me repugnaba y de hecho le estoy agradecida por haber descubierto mi sexualidad .
A menudo recorría mi cuerpo y me relajaba mucho al alcanzar un orgasmo.
Descubrí más placeres ocultos .
La ducha y su manantial de agua con su presión hacía de mi una posesa .
Sentada en la bañera , el chorro del grifo sobre mi clítoris me convulsionaba , me estremecía y me transportaba a placeres increíbles.
Mis pechos crecían y notaba que los hombres apreciaban mis encantos.
De hecho mi chico pasó a un segundo plano y empezaron a gustarme algo más mayores.
Sentía que invadían mi intimidad y mi voluntad era forzada pero consentía.
Una experiencia que tuve también fue con una amiga que me besó y me sobó las tetas.
Aquel beso con tanta lengua me abrió una duda .
No sabía si era mejor la relación con chicas o con chicos.
Tuve dos experiencias más con mi amiga y llegamos a intimar para darnos placer mutuo en su casa.
Preparó todo el encuentro para que nada fallara.
Primero me duchó y ella también .
Más tarde en su cama , me devoró todo .
Fue una tarde inolvidable. Su hábil lengua se metió en todos los recovecos de mi vulva.
Sus besos fueron profundos y la experiencia fue salvaje.
Después de aquello aumentaron mis dudas.
Me debatía en mis entrañas porque notaba algo que me devoraba.
Me gustaba pero me sentía extraña.
Por eso y porque mi ninfomanía ya apuntaba , pensé estar con alguien más.
En mi barrio había un chico de unos 18 o 20 años que tenía una moto.
Más de una vez me propuso ir con él .
Y un día acepté.
Me llevó por una carretera a una velocidad increíble.
Mis manos abrazaban su cuerpo fuertemente.
De hecho mis pezones en contacto con su cuerpo se estimulaban.
Llegamos a un camino con árboles y allí después de haber tomado mi mano y tumbarme en la hierba , empezó mi desfloración.
La deseaba y desgraciadamente no era un primor de chico.
Muy descaradamente bajó mis bragas y se dispuso a meter su pene .
Nunca había visto uno y me pareció soez que pretendiera meter aquello.
Pero mi mente dijo sí y se cumplió.
No sentí placer alguno y además dejó mis muslos bañados en semen.
Con seriedad fuimos a la moto y volvimos a casa.
Nunca más quise verlo.
Mis dudas seguían . La experiencia con aquel machote no fue buena .La de la amiga sí.
Por eso recurrí a ella .
Se había convertido en una lesbiana total.
Convencía a las chicas para irse con ella .
Sus formas no eran muy correctas pero su forma de besar , su cuerpo fornido y su saber hacer le daban fuerza para conquistar.
Practicamos varias veces más y un día que la ví con una niña , no soporté más y la abandoné.
Recorrí mil lugaresy recalé en un novio que me duró tres años.
Me pasaba cinco años .
No era tan bestia como el otro , pero estaba siempre encelado.
Los pulpos creo que no tienen tantas manos .
Me llevaba por sitios oscuros y me metía mano.
Un día en un banco me tocó y me besó tanto que el orgasmo reventó.
No sabía él nada de aquello y desde entonces procuraba darme placer continuamente.
Enseguida llegamos a hacerlo completamente y afortunadamente mis precauciones con mis pastillas hicieron que no saliera embarazada.
Mi paso por la universidad fue estupendo.
me había convertido en una diosa.
Mis ropas provocativas y mi cuerpo serrano hicieron el resto.
En el viaje de estudios me tiré a dos.
Uno de ellos tenía un miembro increíble.
En los bailes me dedicaba a poner al personal cachondo y siempre había alguno que de tanto refrotar tenía que irse al baño.
Actualmente estoy casada pero en el trabajo tengo un admirador que me vuelve loca.
Me manda mensajes insinuantes y ya hemos quedado unas cuantas veces.
Mi marido es poco atrevido y le escama que sea tan provocativa , aunque le gusta que vaya vestida así.
No he vuelto a ver al señor del cine ni al de la moto , pero aún quedan en mis recuerdos aquellos devaneos.
Y por supuesto mi amiga , que aunque no la veo tampoco , me abrió mi lado oculto al cual no renuncio si aparece alguna vez.
Como podéis apreciar , no me aburro nada y a menudo mis hábiles dedos me satisfacen.
Lo último es que mi jefe me seduce y yo me hago la tonta y lo tengo de perrito faldero.
Ya me ha echado la mano dos veces y tengo que tantear mis posibilidades.
Está bien , tiene bolsillo amplio y la mano larga.
Está casado y tiene una mujer bandera pero su cuerpo le debe pedir guerra.
Mi ego se estimula y mi imaginación también.
Mi marido no es muy hábil conmigo y busco ansiosa machos .
Y esta es mi vida hasta el momento.
Con mis 30 años , mi culo , mis buenas tetas y sobre todo mi cabeza ardiente sigo en primera fila de la trinchera dispuesta a tener una oportunidad.