Así fue que le pague al mecánico… ( CON fotos)

En ese instante vi que detrás de la gasolinera había un taller mecánico, y tras llevar mi coche hasta el taller, salió el mecánico. Destapó el motor, y de solo darle un vistazo me dijo. Hay que graduarle las válvulas, cambiar las bujías, el filtro y el aceite. Yo estuve completamente de acuerdo, hasta que vi un letrero que decía, solo se acepta efectivo.

Fue cuando le dije al tipo ese, que yo no carga tanto efectivo encima, pero si me idicaba donde podía encontrar un cajero automático, con gusto retiraría la cantidad, que fuera necesaria para pagarle.

En esos momentos comenzando a trabajar en el motor me dijo, no te preocupes, que ya veremos como me pagas. Yo la verdad es que no me preocupe por eso, hasta que ya comenzando anochecer terminó. Fue cuando entregándome la factura me dijo. Bueno es tanto, y ya sabes no acepto tarjetas. Yo le dije bueno, vamos al cajero más cercano, y retiro el dinero. Fue cuando él riéndose me dijo, el más cercano es en la ciudad, y yo pienso ir para haya a esta hora.

Yo le propuse y si voy yo y de regreso paso, y le pago, lo que pareció no gustarle. Fue cuando me dijo, bueno podemos hacer un sencillo arreglo. Me das el culo, y cuenta saldada. Yo la verdad es, que no me esperaba que me saliera con eso. De inmediato le respondí un rotundo no, pero cuando él comenzó a cerrar su taller con mi coche adentro, yo comencé a ver las cosas desde otro punto de vista.

Ya hacia unos cuantos años que en medio de una borrachera que yo había agarrado, dos de mis amigos que andaban de farra conmigo esa noche, al verme tan borracho, se aprovecharon de mi. Y yo terminé dejando que me dieran por el culo, lo cierto es que más nunca les volví a ver ni a dirigí la palabra.

Pero recordando eso, y viendo la cantidad de la factura, me puse a pensar, que al fin, y al cabo, si ya eso lo había echo una vez, que lo volviera hacer otra no iba a ser tan malo. Por lo que un segundo antes de que terminase de cerrar la puerta, le dije, está bien, tú ganas. Voy hacer lo que me pides, pero al terminar ya no te deberé nada de dinero, Ok. El mecánico, me vio de pies a cabeza, y sonriendo me dijo. Pasa y quítate la ropa. Cosa que hice, ya estando dentro del taller.

Así que lo primero que me puso hacer, fue que le mamase su parada verga, mientras yo mentalmente me decía a mi mismo. Esto lo hago, solo por necesidad, la verdad es que no me gusta. Pero a medida que seguí mama que mama la verga de aquel mecánico, como algo dentro de mi, hizo que comenzara a cambiar mi manera de pensar.

Ya que cuando me pidió que me recostase. Cosa que no dudé hacer, ni por un segundo, y mostrando mis nalgas, me quedé acostado tal y como él me dijo que lo hiciera. Fue cuando comencé a sentir, aquel erecto pedazo de carne, que penetraba lujuriosamente mis nalgas. Yo sentí algo de dolor, pero a medida que él continuó metiendo y sacando su verga de mi culo, yo como si en muchas otras ocasiones lo hubiera realizado, comencé a mover mis caderas. A medida que él seguía empujando toda su sabrosa verga dentro de mi culo.

No conforme con lo que él me estaba haciendo, yo comencé a masturbarme, a medida que seguía sintiendo como su verga entraba y salía de entre mis nalgas.

El resto de la noche me la pasé mamandole su parada verga, cuando no era que lo dejaba que nuevamente me enterrase toda su herramienta dentro de mi culo.

Así estuvimos hasta que amaneció, cuando me entregó las llaves de mi auto. Yo la verdad es que nunca había disfrutado nunca de algo así como eso, por lo que en lugar de ir a la casa de los padres de mi ex novia. La llamé y cancelé todo. A los pocos días días regresé, donde el mecánico, para que me volviera a medir el aceite…