La triste historia de Rubencito y como se convirtio en un gorditos sumiso como los que a mi me gustan.
Relato
PARTE 2
Por un tiempo las cosas se normalizaron. La vida transcurrio mas o menos normalmente hasta que misteriosamente mi ropa interior empezo a desaparecer. Cada vez que me bañaba e intentaba cambiarme de ropa tenia menos y menos calzones hasta que me di cuenta que solo me quedaban dos. El que traia puesto y uno mas. Yo no atinaba entender que era lo que sucedia. Muy a pesar me tuve que ver en la necesidad de decirle a mi padrino que necesitaba ropa. El me hizo preguntas y la verdad no sabia que decirle asi que le menti y le dije que me habia traido muy poquita ropa y que ya se me habia acabado. El me respondio de mala gana que luego se haria cargo y ahí quedo todo. Pasaron varios dias y yo seguia en la misma situación hasta que un dia llego Daniel y me avento una bolsa con ropa y me dijo que su papa le habia mandado a comprarme lo que me hacia falta. Me acerque a la bolsa para ver que tenia y no pude evitar ver la cara de burla que el tenia y me dijo:
-A ver si te gusta lo que te compre- y riendose me dejo solo.
Empeze a sacar la ropa y eran varios calzones. Un par de truzas nada mas y los demas eran calzones que yo jamas habia visto. A diferencia de los que yo usaba, estos no tenian agujero al frente y tenian colores como rosita, anaranjado, amarillo, etc. En es tiempo no lo comprendi, muchos años después me di cuenta que Daniel en su locura se habia encargado de comprarme pantaletas de niña con la intencion de humillarme mas. No conforme con eso, y pienso que lo hizo adrede, las truzas que me compro eran de una talla mas chica asi que cuando me las ponia me quedaban demasiado ajustadas y entalladas por todos lados causandome cierta incomodidad al principio. Esto no seria tan importante a no ser por el hecho de que mas ropa mia siguió desapareciendo y termine durmiendo en calzones y playera pues todos mis shorts y mis pijamas las "perdi". Pocos dias después me di cuenta que Daniel no perdia ocasión para acecharme y en un par de ocasiones en que yo ya estaba acostado, el pasaba por el pasillo y caminaba mas lentamente y me volteaba a ver muy raro, de una forma que yo no comprendia en aquel momento. Otro dia en la mañana medio desperte y pude ver que el se me quedaba viendo el trasero pues por la posición en la que estaba acostado en el sofa no me podia acostar bien y tenia que hacerlo de lado y ahí estaba el viendome supongo que las nalgas que en ese momento tenia descubiertas. Yo lo notaba y tenia sentimientos de confusion pues no entendia la razon de sus miradas pero en aquel tiempo era yo muy inocente y la verdad no sabia nada de nada.
En una de esas mañanas estaba yo sirviendoles el desayuno. Ellos ya habian acabado y estaba yo recogiendo la mesa cuando por un descuido se me cayo una salcera y la sarten desparramandose por el suelo la salsa y los frijoles que habian quedado. Afortunadamente, no estaba cerca de ninguno de ellos y no se mancharon ni ensuciaron la ropa. Mi padrino empezo a vociferar ya decirme cosas como siempre, cosa a la que no puse atención pues ya me estaba acostumbrando a ello, Lalo y Daniel como siempre se burlaron y se rieron de mi.
-¡Me limpias bien este cochinero!- me grito mi padrino ya saliendo y para mi desgracia le grito a Daniel.
-Y ahí te encargo que te asegures que lo haga y bien hecho. Sino tu lo limpias tambien-
Lalo se levanto y se fue detrás de su papa aun riendose y Daniel me grito:
- Muevete cabron que no tengo todo el dia para estarte cuidando.
Empeze a recoger los pedazos de traste que habia en el suelo y después me puse a limpiar el piso. Daniel agarro una silla y se sento según esto a vigilarme. Como pude recogi toda la comida y según yo limpie el piso. Ya habia terminado cuando Daniel se acerco y me pregunto sarcasticamente:
-¿Según tu ya acabaste?- y señalandome el piso me empezo a gritar que estaba todo puerco y que en castigo iba a limpiar todo el piso porque el no pensaba limpiar nada si a su papa no le gustaba. Me ordeno traer una cubeta con agua y ya cuando la traje me avento un cepillo y jabon. Se paro delante de mi.
-Hincate me ordeno- y poniendome la mano en el hombro me empujo hasta que quede hincado delante de el.
-Asi me vas a limpiar este píso pendejito- me ordeno- asi como las pinches viejas y no me voy a ir de aquí hasta que termines.
Rapidamente entendi que era lo que el queria asi que empeze a mojar el piso y a tallarlo con la esperanza de que el se fuera lo mas pronto posible. El agarro una silla y se sento detrás mio. De reojo pude ver que ahí seguia mientras yo limpiaba el suelo en esa posición tan humillante pero de lo que no me habia dado cuenta es de que el se habia sentado estratégicamente para verme el trasero. Solo me di cuenta de esto cuando el me dijo:
-¡Que bien lo mueves!- con una voz diferente.
Como yo ya estaba acostumbrado se me habia olvidado por completo que no traia pantalones. Generalmente en la mañana apenas si me daba tiempo de levantarme para atender la cocina y muchas veces me ponia a trabajar asi con la playera y en calzones. Nadie me habia dicho nada y la verdad a mi no se me habia ocurrido que pasara nada pero en ese momento todo mi trasero estaba expuesto y para colmo de males la playera que use esa noche estaba algo corta y ahí culimpineado se me subia y no me tapaba nada. Trate de levantarme pero Daniel me amenazo diciendome que si lo hacia antes de terminar ya sabia la que me esperaba asi que no tuve mas remedio que seguir ahí con el rabo al aire enseñandole mis encantos al muy cabron. De reojo lo vigilaba y pude ver que se puso una mano en la entrepierna y se estaba tocando ahí y empezo a hacer gemido y ruidos raros y me decia cosas que jamas habia oido antes como "Estas bien buena", "Como se me antoja ese culito" y demas pero la verdad pense que solo lo hacia por molestarme aunque esa noche descubriria lo que eso significaba. Cuando finalmente estaba por terminar y estaba ya apunto de pararme. El se acerco a mi y agachandose me dijo al oido:
-Asi me gusta que seas obediente porque sino obedeces te puede ir MUY mal-y me dio una sonora nalgada MUY fuerte y me dio un medio apretón en el trasero y levantandose me dejo ahí solo.
Todo el dia anduve nervioso. En mi inocencia no alcanzaba a vislumbrar lo que me habia querido decir pero por dentro me sentia mal y sentia que algo malo estaba por sucederme mas no atinaba a saber que era exactamente aquello. Por fin llego la noche y todo transcurrio normalmente. Todos ellos se fueron a sus cuartos y yo me fui a mi lugar de siempre. Ya habia pasado un buen rato y estaba por quedarme dormido cuando medio escuche un ruido. Apenas si me estaba volteando cuando un gran peso me cayo encima. Si, era Daniel, estaba en camiseta y en calzones como yo.
-¡Asi te queria tener!- me dijo y dejando caer todo su peso sobre mi senti como sus manos me empezaban a tocar por todos lados. Se deslizaron debajo de mi ropa y con insistencia buscaron mi trasero. Por instinto empeze a moverme y a tratar de escabullirme. Le decia que me soltara, que que traia, y trataba de despegarme de el pero el peso de su cuerpo era mayor. El seguia tratando de tocarme y sus manos me apretaban las nalgas seguimos forcejeando y en un momento no supe como pero al alzar mi rodilla le pegue en los bajos muy fuerte. El cayo al suelo revolcandose de dolor y yo me levante y me fui a una esquina del cuarto. Estaba aterrado, pense que cuando se levantara me iba a golpear pero estupidamente en lugar de huir de ahí me quede como siempre paralizado por la sorpresa viendo lo que sucedia. Como pudo se levanto después de un rato y con la poca luz de la ventana alcanze a ver su mirada de enojo. Creo que ni siquiera podia hablar pero si alcanzo a hacerme un ademan amenazante con su mano y salio del corredor lentamente y se fue su cuarto. Yo estaba petrificado y no sabia que hacer. Me acoste finalmente y tarde mucho en dormirme. Por mi mente se repetia una y otra vez la escena y en mis oidos resonaban sus palabras. Una y otra vez escuchaba lo de: "¡Asi te queria tener!", y por mi mente pasaban sus miradas de en la mañana y tambien de todo lo que me habia dicho en la mañana cuando me estaba viendo el culo. No me pregunten como pero empeze a entender que mi culo le gustaba y aunque desconocia que era exactamente lo que me queria hacer sentia que estaba mal y que algo no estaba bien. Después de tanto pensar y pensar me quede dormido.
Entramos al cuarto y empezó todo, él me tomó por detrás y empezó a tocar mis nalgas y me susurraba cosas al oído: ¡eres una puta q aprenderá de mí!, ¡eres mi perra! Y yo se lo confirmaba le dije q seria su perra, el me volteo y quedamos frente a frente, y acercó su boca a la mía, pero mas q besarme su lengua paseaba por mi boca.
Relato erótico enviado por Putitacachonda el 29 de December de 2009 a las 23:34:17 - Relato porno leído 140393 veces
Aventuras en Paris
Jesús y Pablo marcharon a Paris para poder vender el video. Dejaron a sus tres amigos en una casa que habían alquilado en un pueblo muy pequeño en Huesca. Los dos habían quedado con Pierre, un ejecutivo muy interesado en esta clase de material.
Relato erótico enviado por mena55 el 24 de August de 2008 a las 13:55:00 - Relato porno leído 114057 veces
Si te ha gustado Asi Fue 2 vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Asi Fue 2.
mogwligdl
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:55) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
Registrate
y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Asi Fue 2.
Vota el relato el relato "Asi Fue 2" o agrégalo a tus favoritos