Tuvo que ser ella, quien agarrando mi miembro lo puso en su lugar natural. Luego se recostó sobre la cama y guió mi miembro hacia su vagina
Relato
Visitando a mis clientes de verduras y frutas me aparecen oportunidades que prefiero ignorarlas, pero Katiuska era una mujer mayor de 44 años y siempre me conquistaba dándome una comezón cuando llegaba a atenderla por que me miraba con unos ojos de humilde obediencia condenada por el mal trato y vocabulario de su marido. La compadecía y ella se amparaba en esos tratos para regalonear en mis brazos.
Era mayor, pero su cuerpo firme tenía unos senos bien proporcionados y se notaban ideales, sus caderas eran de admirar y sus columnas de piernas llamaban la atención de sus clientes machos, la delicia de cualquier hombre al tenerla a su disposición, pero ella no deseaba aventuras y solo me sonreía a mi.
Nunca la mire como una de mis conquistas hasta que un día la encuentro en la feria de abasto y la ayudo con sus compras al cargar estas ella se encarama en mi camioneta tres cuarto que tenía y cada vez que me agachaba veía esas piernas y esos muslos de repente se agacha y veo que no lleva calzones mostrándome una preciosa vagina bien rasurada y de gruesos labios vaginales lo que hizo a mi pene enarbolarse.
Pensaba es una mujer mayor no se fijará en un chico como yo de 19 años, que equivocado estaba, al salir de la feria fuimos por una callejuela donde abundan los bares y hoteles de mediana honestidad. En broma le digo elije cual de estos te agrada, me mira y me dice, si es para lo que yo deseo de ti, esta en el parque a un costado… son cabañas separadas yo pago.
Sorprendido la miro y guió mi vehículo en esa dirección, llegamos entramos y elegimos la cabaña mas retirada. Al entrar ella paga y comienza a desnudarse y me saca mi camisa, luego mis pantalones…
Mis manos recorriendo suavemente una de sus piernas con mis dedos alborotados, noto que su piel se crispa con mi roce, déjame mujeriego desenfrenado que hace mas de tres años que no se disfrutar de una velada sediciosa completa y placentera por que mi marido no se la puede, eso sucede con él le digo, pero no sucederá conmigo, a mi me gusta ver a mis mujeres retorcerse ardiente de placer y lujuria…. Yo si me la puedo, digo, al tiempo que le introduzco mi mano por su pierna hacia su vagina… se retuerce y me mira con unos ojos de mujer enajenada por un coito, diciéndome vamos a la cama, pueden vernos, luego se acomoda en la cama abriendo sus piernas y noto lo húmedo que esta su vagina que esta bien cuidada. Abro su vestido y ella no se opone, aún más resuella ansiosa al manosear ese bosque de pelos bien cuidados que cubre su vagina oculta entre sus piernas, las bellas piernas que tiene se retuerce, excitado su cuerpo, que no es fláccido sino duro al calor ante una profanación de infidelidad incestuosa conmigo se exprime , sabe que este macho la tiene en esos momentos bajo su poder y que la hará su mujer, que será penetrada por ese miembro que ella busca desesperadamente, al encontrarlo se sorprende es un pene majestuoso, duro como un tronco, grueso como el miembro de un animal , largo más largo que el de su marido y lo mejor está ardiente y deseando penetrarla con desfachatez , indisciplina y sin piedad, su vagina era un charco ante la próxima entrada de este macho en sus cuerpo.
Me arrodillé y comencé a besársela mientras mi mano se acercaba a su entrepierna. Pasé por encima mis dedos. Notaba la humedad de su vagina. Recorrí su abertura de arriba a abajo hasta llegar a su vagina donde me entretuve y metí mi dedo corazón hasta el fondo. Ella lo dirigía lo sacaba y metía para posteriormente llevarlo hacia su clítoris, donde me hacía moverlo de manera circular. Gruñía y se afligía al sentirse acariciada por mis dedos.
Separó sus piernas hasta dejar sus labios vaginales a mi vista con su clítoris abiertos y jubilosos a mi vista. Sus manos apresaron mi cabeza y tomándome de mi nuca se la pega a su sexo. “Chúpamela, estoy caliente… Comencé a mover mi lengua de forma distinguida en su sexo, la oía gemir sin tapujos… no quiero quedarme embarazada, y mucho menos de un jovencito, me dice así que ten cuidado..
Tuvo que ser ella, quien agarrando mi miembro lo puso en su lugar natural. Luego se recostó sobre la cama y guió mi miembro hacia su vagina. Quedé extasiado al sentirme dentro de ella, por lo que fue ella misma quien moviéndose lateral y de arriba hacia abajo ejercía el movimiento que me hubiera correspondido a mi.
Me esforzaba en hacerlo. Eso si a veces pensar en otras cosas para intentar evitar vaciar mi leche tan pronto.
Oí que empezaba a gemir más y sus bufidos eran tremendos.
Estaba llegando su orgasmo, aceleré mis movimientos y ella sin disimulos me abraza y gime en mis oídos soy tuya…, oh…, ah…, estremeciéndose su cuerpo mientras me dice, como me satisface, se giro para atraparme y besarme desesperada ante el tratamiento que le daba, basta truhán me dice, me vas a desmembrar y vienen los espasmos de sus orgasmos, y tomándome fuertemente entre sus brazos me atraca a su cuerpo mi miembro encontró la vagina abierta y muy mojada entrando de un golpeen en su matriz sacándole gritos de pasión y aullidos de placer, al tiempo que se contoneaba moviendo en círculos sus caderas ante la llegada de sus orgasmos que no fue uno, sino fueron dos seguidos me apretaba y succionaba con su vagina mi pene. Llené de semen sus entrañas y yo pensaba que estaba copulando con una mujer mayor que mi madre en dos años con hijos mayores que yo en dos años. Eso me satisfacía, me enardecía y enterraba más fuerte mi pene en ella haciéndola gritar. Para por favor detente, me estas destrozando… oh….ah…. como se estremecía en la cama y gimoteaba sintiéndose deseada, estremeciéndose su cuerpo mientras dice, como me satisfaces tendremos que repetirlo otro día, pero mas tranquilos entregándose a mis exigencias placenteras entre gemidos y sollozos de placer.
Una semana después me lleva a la casa de una prima de ella en esta nos encerramos en un dormitorio y la tomo entre mis brazos y la empujo hacia cama y comenzamos a acariciarnos pronto la tengo acomodada sobre el esta y no se opone cuando le saco sus pocas ropas que quedaban y saco las mías acomodándome entre sus piernas con suavidad, luego froto sus pezones con mis gruesos dedos. En ese momento gime de placer para le gustaba lo que le estaba haciendo.
No pude imposibilitar mis movimientos y alce mis manos hasta llegar a su vagina, manoseándole esta. Luego me arrodillé y comencé a besársela en su entrepiernas mientras mi mano la acariciaba. Pasé por encima mis dedos. Notaba la humedad de su vagina. Recorrí su abertura de arriba a abajo hasta llegar a su vagina donde me entretuve y metía mis dedos hasta el fondo. Ella lo dirige hacia su clítoris, lo sacaba y metía para posteriormente llevarlo hacia su clítoris, donde me hacía moverlo de manera circular. Gruñía y se afligía al sentirse acariciada por mis dedos en sus intimidades, como se retorcía con sus piernas abiertas al aire gimoteaba extasiada y excitada deseándome…, miro hacia la puerta entrejunta y veo a Clara su prima desesperada con sus manos metidas en su entrepiernas y su cara contrita de placer viendo como me poseía a su prima, esa mujer de 40 años necesitaba una sesión de gimnasia placentera con un pene en su matriz.
Mientras Katiuska llegaba a sus orgasmos, comenzó bajo este macho a realizar un rico movimiento, sin quererlo me movía con desesperación con mi pene ensartado en su matriz, me movía encima de ella con mi desesperado pene, la tomaba de su cintura a veces otras de sus nalgas, para ayudarme a subir o bajar sobre su cuerpo insertándome mi miembro en sus entrañas.
Pronto ambas mujeres gemían entregándose a los placeres del coito, una apareada por mi pene y la otra con sus dedos en su vagina. (Prosigo en “atendiendo mujeres maduras desesperadas 2”)
Le subí completamente su falda abriendo sus piernitas exquisitas, inicie a mamarle sus piernas cada centímetro de ellas hasta que llegue a su zona vaginal todavía cubierta por su calzón, con mi boca muy lentamente le fui retirando el calzón hasta que le vi por primera vez su vagina hermosa, la cual estaba súper mojada de sus flujos vaginales, ella comenzó a gritar de placer y fue más cuando tome un poco de crema de chantillí aplicándole en toda su raja vaginal, con esto empecé a comerle el coño.
Relato erótico enviado por Anonymous el 25 de September de 2009 a las 17:28:48 - Relato porno leído 234377 veces
Llegue al bar y estaba Sebastian esperandome, me vio y no sacaba su vista de mi cuerpo, lo salude con un beso muy cerca de su boca para hacerle los ratones, inmediatamente me pregunto si no queria ir a su departamento (era del padre que se lo habia dejado encargado por unos dias ya que estaba en Chile). Le dije que bueno y subimos a su auto- Llegamos a su departamento y cuando entre hice un movimiento sexy con mi culo.....
Relato erótico enviado por gatitacelosa el 04 de April de 2012 a las 23:28:46 - Relato porno leído 201933 veces
Si te ha gustado Atendiendo a mujers maduras desesperadas vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Atendiendo a mujers maduras desesperadas.
learcu
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:17) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:44) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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