atendiendo mujeres maduras desesperadas 2

Una semana después me lleva a la casa de una prima de ella en esta nos encerramos en un dormitorio y la tomo entre mis brazos y la empujo hacia cama y comenzamos a acariciarnos pronto la tengo acomodada sobre el esta y no se opone cuando le saco sus pocas ropas que quedaban y saco las mías acomodándome entre sus piernas con suavidad, luego froto sus pezones con mis gruesos dedos. En ese momento gime de placer para le gustaba lo que le estaba haciendo.

No pude imposibilitar mis movimientos y alce mis manos hasta llegar a su vagina, manoseándole esta. Luego me arrodillé y comencé a besársela en su entrepiernas mientras mi mano la acariciaba. Pasé por encima mis dedos. Notaba la humedad de su vagina. Recorrí su abertura de arriba a abajo hasta llegar a su vagina donde me entretuve y metía mis dedos hasta el fondo. Ella lo dirige hacia su clítoris, lo sacaba y metía para posteriormente llevarlo hacia su clítoris, donde me hacía moverlo de manera circular. Gruñía y se afligía al sentirse acariciada por mis dedos en sus intimidades, como se retorcía con sus piernas abiertas al aire gimoteaba extasiada y excitada deseándome…, miro hacia la puerta entrejunta y veo a Clara su prima desesperada con sus manos metidas en su entrepiernas y su cara contrita de placer viendo como me poseía a su prima, esa mujer de 40 años necesitaba una sesión de gimnasia placentera con un pene en su matriz.

Mientras Katiuska llegaba a sus orgasmos, comenzó bajo este macho a realizar un rico movimiento, sin quererlo me movía con desesperación con mi pene ensartado en su matriz, me movía encima de ella con mi desesperado pene, la tomaba de su cintura a veces otras de sus nalgas, para ayudarme a subir o bajar sobre su cuerpo insertándome mi miembro en sus entrañas.

Pronto ambas mujeres gemían entregándose a los placeres del coito, una apareada por mi pene y la otra con sus dedos en su vagina.

Finalice sobre Katiuska llenándola de semen en su matriz mientras ella sollozaba gustosa ante la deliciosa copula realizada.

Mire a la puerta y ya no había nadie… al retirarnos y despedirnos de Clara aproveché un descuido de Katiuska para meter mis manos entre sus vestidos y refregarlas contra su vagina aún mojada y besarla en su boca, no se opuso aun más me devuelve el beso.

Nos fuimos, pero vuelvo al día siguiente. Espero frente a su casa en mi camioneta viendo como salen sus hijos de unos 14, 12 y 8 años al colegio en un mini bus y luego su marido sale con el camión que trabaja, espero que se aleje y cruzo llamando a la puerta de la casa de Clara…, abre y sorprendida al verme me dice que pasa.

Agarré sus senos con cada mano apretándolas con fuerza. Mientras mi mano acariciaba sus piernas empezando por las rodillas, luego los muslos deteniéndose en la orilla de su falda. Luego busco sus labios, ella se deja besar y correspondí también a su lengua que se incrustó dentro de mis labios. Mi gruesa mano se metió bajo de su falda por la entrepierna, llegó a sus calzones y acarició con mis dedos la rajita robándolos sobre ellos. No conforme, hice a un lado sus braguitas y ahora los dedos acariciaron la vagina recién rasurada.

Los dedos subían y bajaban la extensión de los labios de mi rajita. Me estaba excitando con sus caricias, se veía que experiencia tenía mientras su mano acariciaba mis piernas empezando por las rodillas, luego los muslos deteniéndose en estos. Luego buscó mis labios, yo me dejé besar y correspondí. Su gruesa mano se metió entre mi falda y mi cuerpo por la entrepierna. Mis calzones cayeron al suelo.

Dejó mi boca, sus labios y su lengua bajaron por mi cuello despacio, su mano dejó de acariciar mi rajita y la utilizó para bajarme la blusa, mis tetas quedaron en libertad y fueron chupadas por sus gruesos labios, las mamaba rico, su mano y sus dedos volvieron a posarse en mi rajita, ahora sus dedos amenazaban con separar los labios menores de mi vagina, lo hizo, y uno de sus dedos entro en mi canal vaginal, gemí repetidamente, no fue fingido, realmente este hombre joven me estaba calentando mucho, mi sexo estaba mojándose como en mucho tiempo no lo hacía. El se dio cuenta que estaba mojada por dentro, ya que había metido la mitad de su dedo dentro de mi vagina. Nuevamente estuve gimiendo, mientras me mamaba las tetas y me movía un dedo dentro de mi gruta inundada. Aún contra mi voluntad, tuve un orgasmo allí y me abracé a él para no caerme.

Aprovechó para trasladarme a la cama fui lanzada sobre esta y su cuerpo cubrió el mío, subiéndome mis faldas y sacándome mi blusa, sentí su miembro duro, robusto y extendido entrando en mi vagina, mis paredes vaginales se extendieron dando paso al invasor pene, como me abría…

Minutos después gritaba y gemía empotrada por ese salvaje pene, como me poseían como años no me apareaban, siseaba, sollozaba y resoplaba angustiada por entregarme a este juvenil macho que enterraba y enterraba su miembro en mis entrañas. Como gozaba mis piernas al aire batiéndose excitadas y alocadas, mi cabeza giraba de lado a lado desesperada y despeinada, como me satisfacían desde mi juventud que no me espoleaban de esta manera…, sentía que me desbarataban mi cadera, pero mis movimientos de pelvis adquirían mas fuerza, de pronto me atieso nuevamente y un nuevo orgasmo entrego a mi juvenil amante y lo abrazo, beso y me entrego sin contemplación a su loco apareamiento, era su mujer, era su puta a los 40 años nuevamente había encontrado un macho que me forzaba a entregarme con todo a su pene, escuálida y agotada me entregué permitiendo a este gozar cuanto quisiera de mi cuerpo…, de pronto siento su leche tibia y a grandes borbotones inundar mis entrañas había sido profanada mi matriz con leche de otro hombre, ahora no pertenecía solo a mi marido sino que tenía un juvenil macho dueño absoluto de mi cuerpo. Mi cuerpo tenía dos dueños.

Esa semana fui dos veces mas de visita a casa de Clara, en ambas fui bien recibido… la madura mujer se excitaba con estas visitas y deseaba ser la mujer de este joven semental… se aproxima a este acariciándolo y excitándolo, el macho responde entusiasmado. Mientras su cintura se movía excitando al macho…, este no aguantó mas y la desnuda de su cintura hacia abajo sacándole su corta falda y calzones, se ubica entre sus piernas y casi sin empujar su pene se inserta desplazando sus paredes vaginales sintiendo ella como la parte en dos este miembro imprudente al estar tan inundada su vagina no opone resistencia a su penetración recibiéndolo hasta su matriz, se zarandea excitada y gime placentera de sentirse acoplada por el macho. Grita, gime y menea su cintura a lo menos diez a doce minutos el macho la retiene bajo presión con un bamboleo divino que hace mover las cintura de esta extasiada y deseosa de recibir su leche, pronto siente la llegada de sus orgasmos y se entrega plenamente al macho que la posee sintiendo a su vez que su matriz es regada por fuertes chorros de semen que el mini hombre vacía en su sexo excitándola aun mas y grita se menea y araña al semental que la esta apareando en un fabuloso coito. La mujer de 40 años se ha entregado a plenitud al joven macho de 19 años culminando un delirante y enardecido enlace sexual en donde ella solo sabe gemir y besar al semental. Hacia años que ningún macho la asediaba y saciaba como fue su culminación en el día de hoy, era maravilloso este muchacho. Deseaba más.

A pasado casi dos semana y Clara está desesperado su joven macho semental, su nuevo amo de su cuerpo no ha venido, comienza a pensar en una estrategia para que este venga a lo menos una vez cada semana, piensa en su vecina Vilma una hembra joven de 32 años quien se queja repetidas veces con ella que su marido la deja a medias y que este a pesar de ocho años de casada apenas la embarazo una vez y con gran esfuerzos de ella…, esta hembra era ardiente y le excitaba el sexo, mas aún si este le asegura placer erótico.

Cuando la visita después de tres semanas Leo su joven amo y señor de su cuerpo, ella a urdido un plan… y lo piensa llama a Vilma citándola para dentro de media hora en su casa. Mientras estimula y entusiasma a su joven amante para que la posea…

En la cama Clara se ha entregado a plenitud al joven macho de 19 años culminando un delirante y enardecido enlace sexual en donde ella solo sabe gemir y besar al semental. Hacia años que ningún macho la asediaba como fue culminada en el día d hoy por este maravilloso muchacho.

Clara sabe que mañana buscara nuevamente al macho para aparearse nuevamente con este, su cuerpo se lo exigía tiempo que no la apareaban tan gustosamente deseaba mas…por estos días visitaría su semental su casa para que este la empotrara y relajara de sus ímpetus y frenesíes sensuales acumulados donde era mal calmada por su marido.