Atrapada Sin salidas 2

Con El Sello De Placer y Morbo…
Cuando llegué a casa únicamente me preparé una ensalada para comer, a continuación me recosté en el sofá, encendí la televisión, pero la verdad es que no logré prestar atención a la serie que estaban dando en ese momento. No lograba alejar de mi cabeza la situación en la que me encontraba, quizás debiese haber mostrado más oposición a las pretensiones de Lucas, pero desde el principio me pareció que tenía las cosas muy claras, especialmente cuando a las primeras de cambio compartió el enlace con Pedro, era demasiado arriesgado que ese enlace llegase a más alumnos. Por otra parte no puedo negar que aquella situación me producía cierta excitación, finalmente decidí levantarme y darme una ducha. Dirigí aquel chorro de agua especialmente a mis pechos y a mi entrepierna, poco después el agua fue sustituida por mis manos y mis dedos, mientras fantaseaba que aquellas manos y dedos eran los de Lucas y Pedro. Salí de la ducha y únicamente me cubrí con una bata, siempre me ha gustado andar por casa con muy poca ropa o completamente desnuda. El resto de la tarde lo pase tumbada en el sofá navegando por internet y viendo páginas de moda hasta la hora de cenar, una cena muy ligera, consistente en una manzana y un yogurt natural. Antes de irme a dormir decidí dejar preparada la ropa que iba a llevar a la mañana siguiente. La verdad es que cumplir las exigencias de Lucas no era nada difícil, mi guardarropa en lo referente a faldas y vestidos estaba bien surtido de prendas cortas o muy cortas, algunas tan cortas que únicamente se podían combinar con unos pantys, a no ser que se quisiese ir ensañando la puntilla de la media. En primer lugar tenía que elegir unas medias en las que la puntilla en la que iban las tiras de silicona no fuese muy ancha y al mismo tiempo me quedasen lo suficientemente altas, para que no se viesen con la minifalda. Elegí unas negras, me las puse para comprobar que cumplían las condiciones, y efectivamente, el borde superior de las medias quedaba muy cerquita de mi coño. A continuación elegí mi ropa interior que consistía en un conjunto blanco de braguita y sujetador, que como único adorno tenían un lacito blanco, la braguita en el centro, en su borde superior y el sujetador en la tira que unía las dos copas, ambas piezas eran semitransparentes, lo que permitía que mis pechos y mis pezones se transparentasen, así como mi rajita. Dudé entre un minivestido o una minifalda y blusa, finalmente me decidí por esta segunda opción, Lucas se había referido a una falda y no a un vestido. Elegí una mini de color verde, corta, tal como él me había indicado, lisa y muy ajustada, que se cerraba en el lateral izquierdo con un botón y una cremallera invisible. Para la parte superior pensé que la mejor opción era una blusa camisera también de color blanco, holgada y ligeramente traslucida que permitía adivinar mi sujetador pero no permitía que se transparentaran mis pechos. Me miré en el espejo y no dudé en pensar que mi aspecto resultaría apetecible para cualquier hombre. Posteriormente me quite toda la ropa, la deje preparada para la mañana siguiente y me metí en la cama completamente desnuda que suele ser lo que hago habitualmente. Estaba tan excitada, que en cuanto me metí en la cama comencé a masturbarme con mis dedos, no me gustan los juguetes, viviendo una de mis fantasías preferida, estoy bailando en una discoteca y a la hora de volver a casa cuando voy a llamar a un taxi, unos chicos se ofrecen a llevarme a casa, yo acepto, en un momento determinado se desvían del camino, llevándome a un descampado, donde a pesar de ofrecer cierta resistencia logran desnudarme y mientras dos me inmovilizan el tercero me folla, se van turnando hasta terminar follándome los tres. A la mañana siguiente me desperté mucho más temprano de lo que era habitual, la alarma del teléfono siempre la pongo a las 7 de la mañana, aunque normalmente no la necesito ya que suelo despertarme unos diez minutos antes de que suene, pero aquel día me desperté una hora antes. Era evidente que el hecho de convertirme en la sumisa de Lucas me estaba excitando, me había dicho directamente que me consideraba una puta, y a Pedro en la copia del WhatsApp que me había enviado, le decía sin ningún reparo, que quería follarme, ambas cosas me resultaban altamente morbosas. Y yo estaba allí de pie, delante de la silla, en la que había dejado preparada la ropa que usaría aquella mañana, la que él me había exigido llevar, como aceptación de la propuesta que me había hecho. Me metí en la ducha, una ducha de agua caliente que me reconfortó, a continuación preparé mi desayuno y tras desayunar mi café con leche acompañado de una tostada con mermelada y un zumo de naranja, comencé a vestirme, me mire en el espejo y el único defecto que encontré fueron mis zapatos, con unos tacones de aguja mis piernas aparentarían más largas de lo que ya eran, pero este tipo de calzado para un día entero de trabajo resulta un tanto incomodo, me conformaría con aquellos zapatos de medio tacón de unos 6 centímetros de alto y con una base ancha, eran mucho más cómodos. Antes de bajar al garaje, aquella mañana también decidí ir al trabajo en mi coche, en vez de usar el transporte público, cogí una chaqueta de pana verde y la cartera de bandolera que solía llevar al instituto, en la que me entraba mi portátil junto a todo lo que llevamos las chicas en nuestros bolsos. Llegué a mi trabajo con unos 15 minutos de adelanto, encontré un lugar para estacionar no muy lejos de la entrada del instituto. Nada más atravesar la verja de entrada me encontré con cuatro de mis alumnos, entre los que se encontraban Lucas y Pedro, este último fue el primero en saludarme:
--Buenos días Sarai.
--Buenos días chicos. respondí dirigiéndome a todos. Los demás respondieron a mi saludo, añadiendo Ángel a continuación.
--Pedro y yo tenemos unas dudas, ¿Podríamos ir a tu despacho en el recreo?
--Desde luego, estaré encantada en atenderos. -respondí siguiendo mi camino mientras sentía que mi entrepierna se humedecía. Por fortuna parecía que los otros dos alumnos no tenían ni idea de lo que Lucas se traía entre manos.
Las tres sesiones que tenía antes del recreo transcurrieron con total normalidad, y una vez finalizada la tercera me dirigí a mi despacho, no había nadie esperándome, abrí la puerta y me senté a esperar en la silla giratoria que se encontraba tras la mesa, delante de la mesa había un par de sillas para las posibles visitas. Al poco tiempo sentí que alguien llamaba a la puerta con sus nudillos mientras se oía un.
--¿Se puede?
--Adelante. -contesté. En cuanto entraron les salude.
--Hola chicos, podéis sentaros.
--Hola puta. -fue la respuesta de Lucas mientras ambos se sentaban.
--Te agradecería que no emplearas ese término para referirte a mí.
--Creo que ayer ya te deje bastante claro porque pienso que eres una puta, y si eres una puta tengo todo el derecho a llamártelo, y más ahora, que viendo cómo has venido vestida es evidente que has aceptado mi proposición de ayer. ¿O estoy equivocado puta?
--No, no lo estás, acepto.
--Bien, entonces repite la siguiente frase, “Acepto ser vuestra sumisa y vuestra puta, además es de mi agrado que os refiráis a mí llamándome puta o cualquiera de sus sinónimos, ya que es lo que soy”
Al tiempo que me hablaba se levantó y dejo sobre mi mesa un folio con la frase que acababa de pronunciar, volviéndose a sentar. Cogí el folio y leí en voz alta.
--Acepto ser vuestra sumisa y vuestra puta, además es de mi agrado que os refiráis a mí llamándome puta o cualquiera de sus sinónimos, ya que es lo que soy.
La verdad es que cada momento que pasaba mi coño lo sentía más húmedo, aquella situación estaba resultando de mi agrado. Quizás esa era a causa de la poca resistencia que estaba ofreciendo a sus peticiones.
--Ven aquí. -Me levanté y me dirigí a su lado.
--Te ordené que nada de pantys, ¿Lo que traes puesto son medias o pantys?
--Medias.
--¿Liguero?
--No me dijiste nada de liguero, son medias que en el interior de la puntilla llevan silicona para evitar que se caigan.
--Acércate vamos a comprobarlo.
Me acerqué a él, puso su mano entre mis rodillas, apoyando su palma sobre el interior de mi rodilla derecha y rozando sus nudillos mi rodilla izquierda.
--Separa un poco las piernas. -Me ordenó, yo obedecí en el acto, estaba segura que se disponía a meterme mano y en consecuencia darse cuenta de lo mojada que estaba, de que realmente era una puta que estaba deseando que me metiera mano, que me follara.
Su mano fue subiendo muy despacio, se introdujo en el interior de mi falda hasta llegar al borde de la puntilla de mi media, en ese momento mi coño palpitaba ante la cercanía de sus dedos, pero ante mi sorpresa una vez que recorrió el borde superior de mi media, sacó su mano del interior de mi falda sin ni siquiera rozar mi húmedo coño, sacó su móvil del bolsillo del pantalón lo encendió y abrió un archivo con un texto.
--Veo que eres una puta obediente, creo que nos vamos a divertir mucho contigo. A continuación voy a referirte lo que implica ser nuestra sumisa, presta atención.
--1º Siempre que estemos en privado, te referirás a nosotros con los términos “Amo” o “Señor”, no nos miraras a los ojos, siempre miraras al suelo.
--2º Esto creo que ya te habrá quedado claro, en privado no utilizaremos tu nombre, te llamaremos “puta”, “zorra”, “ramera” o similar.
--3º Llevarás siempre una pulsera que he encargado para ti, con la inscripción “Soy puta y Lucas mi amo”, te la daré cuando hayan terminado de grabarla.
--4º Siempre aceptarás llevar la ropa que se te ordene, en nuestra presencia nunca llevaras pantalones ni pantys, siempre faldas o vestidos por encima de la rodilla, y nunca llevaras ropa interior, esto en el caso de que se encuentren presentes otras personas que no conozcan tu condición de puta sumisa, en el caso de estar en nuestra presencia o de cualquiera que sepa lo que eres estarás completamente desnuda, salvo zapatos, medias y liguero. Evidentemente esta norma la debes seguir también aquí, en el instituto.
--5º Cuidarás tu aspecto físico, mostrándote siempre lo más atractiva posible y nos complacerás sexualmente siempre que así lo deseemos.
--6º Aceptas ser exhibida semidesnuda o completamente desnuda, tanto en vivo o por medio de fotografías o videos, con la cara cubierta o descubierta, como me dela gana ante personas desconocidas o que te conozcan, quedando excluidos los alumnos, profesores o personal de este Instituto.
--7º Llevarás un diario en el que anotaras todo lo que te ordene y tus sensaciones al cumplir las órdenes y me lo enviarás a diario a través del correo electrónico, serás sincera en todo momento no hay necesidad de mentirme.
--8º Aceptas ser ofrecida, cedida o alquilada para el deleite sexual de terceras personas.
--9º Aceptas cualquier castigo que se te imponga por no cumplir algunas de estas normas, incluso físicos siempre que no consistan en marcas o daños permanentes.
--Alguna duda puta.
--Es muy duro lo que me estáis proponiendo.
--Ya has olvidado cómo te debes de dirigir a tus amos.
--Perdón Señor, decía que es muy duro lo que me proponéis.
--Bueno si lo prefieres podemos comentar con nuestras amistades lo divertidas que resultan ciertas páginas web. Eso seguramente también sería duro. ¿Algo más?
--Señor, habláis de alquilarme ¿Qué significa exactamente?
--Tú ¿En qué piensas al oír alquilada para el deleite sexual? -Tras un momento de duda contesté.
--Prostitución Señor.
--¡Bingo! Las putas se prostituyen, porque no lo vas a hacer tú que eres una puta. ¿No lo has hecho nunca?
--No Amo. -Contesté mientras sentía que los colores subían a mi cara.
--No sé si creerte con lo colorada que te has puesto, y mentir a tu amo es una falta grave, pero en fin, el pasado en este momento no me importa. ¿Dónde vives y con quién?
--Vivo sola Señor. -y a continuación mencioné el nombre de la calle y el número.
--Sola, que bien, entonces no tendrás inconveniente en realizar sesiones en tu casa.
--No Señor, ningún inconveniente.
--Te has olvidado de mencionar la planta en la que vives.
--No es un edificio de pisos Señor, es un adosado.
--¿De tu propiedad?
--Sí Señor.
--¡Qué capacidad de ahorro con tu edad! Y sigues afirmando que no te has prostituido nunca, ya sabes que dicen que las prostitutas de lujo ganan mucho.
--No Señor, con los reportajes gané bastante y mis padres me han ayudado. -Contesté mientras seguía sintiendo que mi rostro ardía.
Se dirigió a mi mesa y se sentó en mi silla mientras yo permanecía de pie.
--Bueno, dejaremos ese tema por el momento, desnúdate, los zapatos y las medias no hace falta que te los quites.
--Mi amo, puede venir cualquiera.
--No lo creo, además llamarán a la puerta y esperarán, no tardarás tanto en ponerte una falda y una blusa y podrás abrir la puerta.
Me fui desabrochando los botones de la blusa, cuando lo hice con el último me la quité y la dejé colocada en el respaldo de la silla vacía que estaba a mi lado. A continuación llevé mis manos a la parte izquierda de mi cintura y procedí primero a desabrochar el botón, y a continuación baje la cremallera, tiré un poco hacia debajo de la cintura de la falda para que se deslizara hasta mis pies, me agaché la recogí del suelo y la dejé en la silla. A continuación llevé mis manos a la espalda y solté el cierre de mi sujetador, me saqué primero el tirante izquierdo y después el derecho dejándolo sobre la falda. Había llegado el momento de quitarme las bragas, el momento del desnudo integral ante mis dos alumnos, me tranquilizó pensar que no iban a ver nada que no hubiesen visto ya. Puse una mano en cada uno de los laterales de mis braguitas me las baje, saque primero un pie después el otro, y las dejé encima del sujetador. Me quedé de pie, con los brazos a lo largo de mi cuerpo, sin intentar ocultar con mis manos, ni mi sexo, ni mis pechos, en aquel momento me parecía ridículo cualquier tipo de falso pudor. Estaba claro que ya me habían visto desnuda y que a partir de aquel momento me iban a seguir viendo desnudas siempre que quisieran, me iban a manosear y follar siempre que quisieran. Lucas se levantó y se acercó a mí, cogió el sujetador y miró la etiqueta.
--Una bbb.- dijo, mientras volvía a dejar el sujetador y me acariciaba las tetas. --Agradables al tacto y desde luego bien puestas y bonitas, será divertido, colocar unas pinzas aquí. -Presionando en ese momento mis pezones con sus dedos pulgar e índice.
A continuación bajo una de sus manos hasta mi entrepierna y con su dedo índice recorrió toda mi rajita, comenzando a continuación a introducir sus dedos en mi interior mientras decía.
--Menuda puta estás hecha, estás empapada, estabas deseando que te metiésemos mano y seguro que también estás deseando que te follemos pero eso lo dejaremos para hacerlo en tu casa con más tranquilidad y comodidad. ¿Pedro tú qué opinas?
Pedro también metió sus dedos en mi coño y empezó a metérmelos y sacármelos, mientras Lucas empezaba de nuevo a masajearme los pechos.
--Que la muy puta está en celo, es una perra.
Lucas retiró una mano de mi pecho y cogió mis bragas, puso su cara al lado de la mía y pasó las braguitas por su nariz y por la mía mientras decía.
--Estas bragas huelen a puta, dime zorra, a que estás de acuerdo conmigo.
--Si amo, huelen a puta, son las de una puta. -Cuando estaba a punto de correrme, Pedro sacó los dedos de mi coño, Lucas se separó de mí y dijo.
--Como ya no necesitas ropa interior, yo me quedo con tus bragas y tu Pedro quédate con su sujetador. -Dentro de tres horas cuando vengas a nuestra clase, quiero que te acerques con frecuencia a nuestras mesas.
--Amo, por favor déjeme llevar hoy sujetador, la camisa es blanca y se va a notar demasiado.
--No te preocupes con tus tetas ni se nota venga vístete. -eso era mentira mis pezones estaban muy duros y las tenía grande. Cogió la falda y miró la etiqueta, y mientras me la tendía dijo.
--Usas una pequeña, está muy bien.
Me puse la falda y la blusa, y cuando termine de abrocharme la blusa Lucas volvió a hacer pinza con dedos sobre mis pezones diciendo.
--Bueno los pezones se te marcan un poco y se adivina la forma de tus tetas, pero hoy en día es normal veros sin sujetador y más a las putas como tú. -Dicho esto salieron los dos de mi despacho.
Continuara…