Algo inesperado que ocurre con un primo en unas cortas vacaciones.
Relato
Hola lectores.
Esto paso hace unas semanas en un viaje familiar.
Soy una chica normal, no soy la envidia de nadie pero estoy bien. Mido 1,65 y no soy ni gorda ni flaca. El único buen atributo de mi cuerpo son mis grandes tetas.
Hace unas semanas me fui de viaje al interior del país. Yo vivo en Uruguay, en Montevideo, así que un viaje al interior del país era algo que no me interesaba mucho, ya que el campo me aburre bastante.
Fuimos en auto con mi madre, mi abuela y el primo de mi madre. Llegamos a eso de las 4 de la tarde. Todos los parientes de mi madre y mi abuela nos estaban esperando afuera de la casa. Así fue como conocí a mis familiares. Eran varios, ya que no eran familias muy numerosas pero mi tía abuela tiene 3 hijos y ellos tienen hijos también. Al principio ninguno me llamo la atención. Supuse que eran familiares y nada más, además de que la gente de campo no me atrae mucho por su forma de hablar y comportamiento, no que sea malo pero es diferente. Mi madre se quedo hablando con uno de sus primos, y yo me quede a su lado, soy muy mimosa y me gusta estar cerca de ella.
Luego de eso nos dirigimos a la casa de al lado, que era el lugar donde íbamos a quedarnos. Mi madre empezó a ayudar a mis primas y otros parientes a peinarse y arreglarse, porque esa noche teníamos el cumpleaños de 15 de una de mis primas. No teníamos mucho tiempo, así que yo no anduve con vueltas y tome las llaves del auto y me fui a dar unas vueltas con uno de los primos de mi madre. Volvimos a eso de las 19 para bañarnos y vestirnos.
Fue cuando entre a la casa que me di cuenta. Mi madre estaba hablando con su primo, Jorge, que me di cuenta de lo mucho que me atraiaatraía. Jorge es un tipo de entre 45 y 55 años, mide 1,80 y tiene una espalda bastante ancha, lo que lo hace ver muy varonil en mi opinionopinión. No es el tipo de hombre que usualmente me gusta, pero me sentisentí muy atraidaatraída sexualmente hacia elél.
Me quede mirandolomirándolo un rato mientras elél hablaba con mi madre, haciendo comentarios de vez en cuando pero sin hablar mucho. Me encantaba como me miraba, de una manera tan inocente, pero lo que me gustaba era que me estubieraestuviera viendo a mimí. Se reiareía de una manera tan linda que era como musicamúsica para mimí. Todo lo que el hiciera, la manera de pararse, su voz, todo me calentaba mucho.
DespuesDespués de un ratito mi madre me mando a bañarme ya que se estaba haciendo tarde, a su vez, el tambientambién se fue para cambiarse y asearse.
Tome una ducha rápida sin mucho cuidado y me vestí para que mi madre pudiera hacerme el peinado. Me puse una pollera que llegaba hasta la mitad de la parte superior de mi pierna, y una remerita, que era un poco abierta en el escote para que se revelara algo, pero no mucho. Cuando todos estuvimos prontos alrededor de las 21:30 salimos hacia afuera de la casa, y nos encontramos con Jorge. Se veía tan sexy con la camisa y los pantalones, sin saco puesto. Estuvimos hablando unos 20 minutos con él, y nos subimos al auto para ir al cumpleaños.
En el cumpleaños, dimos unas cuantas vueltas. El lugar era hermoso, como una de esas fiestas de famosos. Cuando fuimos a sentarnos, nos dijeron que nos iban a sentar con una de las hermanas de mi abuela y su familia, en ese momento me di cuenta, de que Jorge iba a estar en otra mesa. Paso alrededor de media hora, cuando él llegó y se sentó con su esposa en la mesa frente a la nuestra.
No paso nada importante hasta que llego la cumpleañera y bailo el vals. Luego la gente se reunió en el medio de la pista para bailar. Yo me quede sentada en la silla, no tenía muchos ánimos de bailar. Jorge y su mujer se pusieron a bailar junto con los otros invitados, y me quede mirándolo bastante rato. El me miraba como lo observaba mientras bailaba. Al cabo de unos cuantos whiskys era momento de ir al baño. No estaba muy pasada con los whiskys porque el alcohol no me afecta mucho, así que sin problemas fui al baño. En el baño habían algunas chicas que se fueron cuando entre, lo cual me dio tiempo de arreglarme un poco. Cuando estaba saliendo del baño, en el pasillo, donde nadie podía verlo, estaba el. Estaba fumando un cigarro cerca de una ventana, y se me ocurrió que era un buen momento para acercarme y hablarle.
—Hola Jorge.
—Hola.
— ¿Que haces por acá?
—Nada, fumando un cigarro. ¿Estas disfrutando la fiesta?
El sonreía todo el tiempo. Era tan sexy que con solo mirarlo ya me excitaba bastante.
—No exactamente, me gustaría divertirme un poco más, pero lo que quiero hacer no está a mi alcance en este momento.
—Creo que se lo que quieres.
En este momento yo me había ido acercando a el de a poco.
— ¿Sabías que tenés una sonrisa muy linda?
—No, no podemos hacer esto. Imagínate si se enteran, además somos familia.
— ¿Quien les va a decir?
—No lo sé — el dio un paso hacia atrás, y yo le seguí —No, por favor, nos van a ver.
—Estamos bien escondidos acá, nadie nos va a descubrir.
Apoye mis labios al costado de los suyos, solo rozando los del un poco, y lo bese de una manera tierna y dulce. Creo que esto lo encendió porque me tomo por la cintura de una manera muy brusca y me quiso besar.
—No — le dije riendo —espera, vamos al baño de mujeres que esta más tranquilo ahí.
Me dirigí hacia allí sola, el me seguía unos metros por atrás. Entre yo primero y cuando vi que estaba vacío, le hice una señal para que entrara. Apenas entro cerré la puerta con una tranca que había. Por suerte nadie lo noto. Lo mire unos segundos y me dijo:
—Esto está mal.
—Lo cual lo hace más divertido.
Me tomo por la cara y me empezó a besar de una manera muy pasional. Hacía tiempo que no tenía un encuentro tan excitante, y me moría de ganas por él.
Me tomo por la cintura y me subió a una mesada. Mientras él me besaba, aproveche y toque en su entrepierna para comprobar que guardaba en sus pantalones un paquete bastante grande. Puse mi mano por dentro de su pantalón y comencé a jugar con su miembro mientras él me besaba.
—Aaahhh. Dijo él.
—Me encantaría tenerla dentro de mí.
Me miro a los ojos, y me seguí besando. Mientras tanto me estaba levantando mi pollera y me decía que le encantaba mi remerita con ese escote. Me dijo que lo había calentado desde que se dio cuenta de que lo estaba mirando mientras bailaba. El puso una mano sobre mi pierna y empezó a subir hasta llegar a mi tanga. No era una tanga muy provocativa, pero a los hombres les encantan en general.
—Déjate de dar vueltas por ahí que me tenés re caliente. La quiero adentro mío ya.
Cuando le dije esto, no lo pensó, me quito la tanga y me dijo: —Ahora vas a ver lo que es gozar.
Metió su miembro entero de una sola vez.
¬—Hay por dios, que bien que siente.
Cuando vio que estaba cómoda empezó el mete y saca. Nos seguíamos besando, era una situación extremadamente excitante.
—Aaahhh, me tenés loco.
—Seguí, seguí, no pares más. Lo quiero todo.
En este punto empezó a bajar el ritmo hasta que dijo: —Aaahh, Ooohh. No te imaginas como me calientas.
Los dos terminamos al mismo tiempo, pero él siguió dentro de mí por unos minutos más. Y seguimos besándonos por otros minutos más, mientras yo acariciaba su pecho.
Luego de habernos arreglado y después de unas miradas cómplices salimos de nuevo a la pista.
Yo no baile con él para no levantar ningún tipo de sospecha en el resto de la noche, pero cada vez que salía a fumar yo lo acompañaba y nos besábamos un poco.
La noche termino bien, y todos se fueron a la mañana.
En mi próxima historia les voy a contar lo que paso después de este increíble encuentro.