Karla es una chica de 21 años y está casada con uno de mis amigos. Karla es delgada y de cabello lacio color castaño, mide aproximadamente 1.65 de altura, sus piernas son delgadas, es poseedora de una bonitas nalguitas que están bien paradas y redondas. Su cintura es delgada y le hace ver un cuerpo espectacular, así como sus senos que son geniales y un poco grandes aún cuando sus pezones son pequeños, están firmes y dignos de observar
Relato
Karla es una chica de 21 años y está casada con uno de mis amigos. Karla es delgada y de cabello lacio color castaño, mide aproximadamente 1.65 de altura, sus piernas son delgadas, es poseedora de una bonitas nalguitas que están bien paradas y redondas. Su cintura es delgada y le hace ver un cuerpo espectacular, así como sus senos que son geniales y un poco grandes aún cuando sus pezones son pequeños, están firmes y dignos de observar.
A Karla le gusta vestir muy sugerentemente, casi siempre anda con minifaldas ajustadas a las caderas y de blusas de tirantes; siempre usa zapato de tacón que le ayuda a realzar sus nalguitas y le ayudan a ver sus piernas más torneadas; usa lencería de encaje blanca preferentemente y muy pequeña. Cabe mencionar que a Karla le gusta estar 100% depilada de su vagina y de todo su delgado cuerpo.
La mujer de mi amigo Sergio es una ricura de mujer, cuerpo de 10. Cuando salíamos juntos, no podía evitar fantasear con acostarme con ella y ponerle los cuernos a mi mejor amigo. El morbo que me producía tal fantasía, me llevó a la locura de meterle mano a Karla con Sergio tan sólo a unos metros.
Ese día Karla vestía una minifalda negra y una blusa rosa ajustada a su cuerpo, por lo que se podía ver a simple vista su brasier era negra, llevaba unas zapatillas negras de tacón alto las cuales hacían ver más lindas sus nalguitas y sus piernas, lo cual hizo que cometiera la siguiente locura.
El sábado nos fuimos a bailar con unos amigos y claro que no podía faltar Sergio y su esposa (Karla), estábamos pasando una rica velada y como a las 2 de la mañana los amigos se empezaron a despedir y quedamos Sergio, Karla y yo. Ya nos habíamos acabado una botella de tequila y estábamos un poco tomados. Sergio y Karla se la pasaban bailando y yo contemplaba a Karla desde lejos, fantaseando lo que podría hacerle si ella y yo estuviéramos solos bailando.
Cuando regresaban de bailar por un rato, mi amigo se encontró con otras personas en la disco, se pusieron a platicar por unos 15 minutos mientras que en la mesa estábamos Karla y yo platicando y tomando otra copa. Pasado varios minutos le dije a mi amigo que sacaría a bailar a su esposa y me dijo que no había problema. Karla y yo nos fuimos a la pista de baile que estaba a reventar, nuestros cuerpos se juntaban al máximo y rosábamos nuestros cuerpos muy cachondamente. Al ritmo de la música aprovechaba la situación y pasaba mis manos por su dorso, sus caderas, la acercaba a mí y me repegaba a sus nalgas.
El alcohol ya había hecho su parte y nos dejábamos llevar, mi amigo estaba platicando y nosotros bailando placenteramente a unos metros. Estando bailando salsa, la abrace por la cintura y llevé una de mis manos a su muslo, le empecé a acariciar y traté de meterla entre sus piernas. Ella solamente me miraba y me decía que estaba loco, que su esposo estaba cerca. Karla no hacía caso de mis comentarios y posteriormente subí mi mano a sus senos, fue ahí cuando se separó un poco de mí y dijo que si seguía en esa actitud se iría a sentar a la mesa. Fue ahí que le dije al oído:
-"Estoy loco por cogerte Karlita, quiero que seas mía" al momento de decirle eso le di un giro en el baile y aproveché para situarme a su espalda y repegar mi pene a sus nalguitas.
Ella contestó: "No, estás loco!!! mi esposo, tu amigo está a unos metros Paco. Eres un cabrón al decirme eso, ¿cómo se te ocurre meterme mano delante de todos?"
-"Vamos a los servicios Karla, te veo ahí en un par de minutos", fue cuando la dejé en la pista de baile y me fui al baño, creí que no llegaría pues tardó como 5 minutos. Me dijo que tardó porque estuvo un par de minutos con su esposo.
Una vez ahí nos metimos al baño y la empecé a besar apasionadamente mientras acariciaba su cuerpo, le subí la minifalda a la cintura. Llevaba un tanguita de encaje negro muy fino, desde el que se trasparentaba un delgado hilo de bello en su vagina. A esas alturas pude comprobar que la tanga estaba empapada y el olor de sus fluidos me resultaba tan embriagador que no perdí ni un segundo en bajar a su vagina para hacerle sexo oral con entrega y pasión. Terminé quitándole por completo la tanga y la utilicé de mordaza para evitar que los gemidos de Karla se escuchasen desde fuera. Cuando estaba a punto, Karla tomó la iniciativa de agacharse para desabrocharme el pantalón y chuparme la verga. Aquella mamada parecía propia de una verdadera profesional, tanto que tuve que hacer un verdadero esfuerzo para evitar correrme en su boca. Fue entonces cuando la levanté y poniéndola de cara a la pared con el culo en a mi merced, me dispuse a penetrarla sin ninguna compasión. Ella gemía y pedía con ansia que la follase más fuerte, mientras que yo aceleraba el ritmo y notaba las contracciones de su coño, delatando el más que probable y próximo orgasmo. Cuando le vino, sus gemidos se convirtieron en gritos de placer acompañados de fuertes espasmos, pero no por ello deje de cogerla con dureza y rapidez.
-"Sigue cogiéndome Paco, eres un cabrón al cogerme con mi esposo cerca, nunca antes me habían hecho sentir tan sucia y tan puta como ahora"
-"¿Quieres que te lo meta por la colita?"
-"No preguntes cabrón, sólo hazlo, si voy a engañar a mi esposo que sea con provecho"
-El lenguaje sucio y soez de Karla, unido al potente orgasmo del que había disfrutado y a la posibilidad de que mi amigo nos descubriera follando, me movió a continuar con la tórrida escena y de un sólo golpe, le penetré el ano con toda la fuerza y el vigor posible, provocando en la esposa de mi amigo un nuevo orgasmo, a la vez que expulsaba chorros y chorros de semen dentro de su culo.
-"¿Estás bien Karla? ¿qué te ha parecido chiquita?"
Acomodándose la minifalda y la blusa me contestó: "Uff!!!! Ha sido una muy buena cogida, solamente espero que tu amigo no se de cuenta, seguramente cuando lleguemos a casa, deseará cogerme"
-Ups!!! Pobre de mi amigo, déjalo, igual y no se da cuenta por la borrachera que lleva.
En esto que entra en el servicio Sergio y nos encuentra charlando.
-¿Qué hacen aquí Paco?
-Karla se sentía mal y me he quedado acompañándola.
-Si estaba un poco mareada, me debió sentar mal la bebida que tomé.
Salí del baño y los dejé junto, no sin antes decirles que los esperaba en la mesa.
Cuando ya estábamos en la mesa me acerco a Karla y le pregunto en voz baja:
-¿Sospecha algo Sergio?
-No, no te preocupes. Gracias por el buen momento!!!
De nada Karla, espero se repita. Llévate a mi amigo a casa y cuando se recupere un poco te lo follas como debe de ser.
En eso Sergio le dijo a Karla: Venga amor, vámonos, estoy cansado!!!. Paco, cuando lleguemos a casa te aviso para que sepas que llegamos bien.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 518827 veces