Un sábado cualquiera, una discoteca cualquiera y mi mejor amiga. Bonita mezcla para calentarse.
Relato
Era sábado. Había ido a cenar con unos amigos, y luego fui con dos de ellos de fiesta por el centro. Fuimos a un bar y aguanté hasta las 2.30. Salí decidido a irme a casa, la noche no había sido muy allá. Antes de ir a por un taxi llamé a Cris, pues me había dicho que iba también al centro y que la llamara. Aún no había llegado, estaba esperando para coger un taxi con una amiga suya, así que decidí esperarlas en el bar donde iban a ir. Pese al frío que hacía en la calle no tuve problema en aguantar, pues me cobijé en un portal cercano.
Pasados unos minutos aparecieron. Mi amiga llevaba una cazadora, y debajo una chaqueta corta sobre un vestido morado de tirantes y unos leggins. Entramos al bar y me tomé una cerveza. Ellas también. Yo no estaba muy animado, así que la cosa iba bastante tranquila. Por el contrario, las chicas traían media botella de vodka en el cuerpo y estaban más alteradas. Cuando terminé mi cerveza les dije que me iba, pero no me dejaron. Mi amiga me agarró y me dijo q me invitaban a otra cerveza.
Poco a poco la noche avanzaba y el alcohol empezaba a fluir por mis venas. Pronto empezamos a bailar. Ante la tercera invitación de mi amiga le dije: “¿es que quieres emborracharme?”, a lo que me contestó con un “es que nos vamos a aprovechar de ti”. Los dos sabíamos que era mentira, pero lo que hubiese dado porque fuera verdad.
Mi amiga tiene muchas cosquillas, así que empecé a hacerle cosquillas por encima de su vestido. Ya se había quitado la chaqueta y llevaba sólo el vestido morado, que le llegaba justo por encima de las rodillas. Cris es un poco gordita, con el culo y la cadera ancha, digamos que tiene bastantes curvas. No tardó en empezar a hacerme cosquillas, para lo que metió su mano bajo mi camiseta. Aquello me empalmó instantáneamente. Aprovechando el momento la agarré, y mientras nos hacíamos cosquillas e intentábamos evitar que el otro nos hiciera, nos agarramos y bailamos apretados. Sus pechos se apretaban contra mi. Yo la cogía de su cintura y ella hacía lo mismo conmigo mientras nos movíamos. Mi erección era ya evidente, con tanto movimiento no podía aguantar mucho, y encima puso su muslo en la parte de mi paquete.
Me rocé con ella así 3 ó 4 veces, haciéndome el loco. Una de las veces vi que le decía a su amiga “está empalmado”, pero seguíamos bailando. Luego la cosa se enfrío, yo fui al baño y aparecieron unos moscones por ahí, pero en cuanto se fueron su amiga aprovechó para ir al baño también. Yo me quedé a solas con mi amiga. No nos veía nadie, ni su amiga, ni los novios (no estaban) ni nadie conocido. Solos ella y yo. Nos agarramos y empezamos a bailar de todas las formas posibles. Rozamos todas las partes de nuestro cuerpo con las del otro. Ella me decía que si se concentraba no tenía cosquillas, estiró sus brazos hacia el techo (descubiertos, pues el vestido era de tirantes) y me dijo: “hazme cosquillas”. Yo no podía, sólo pensaba en lo provocativa que estaba. Le hubiese hecho de todo, aquellos brazos hacia el cielo, ella pidiendo guerra, sus pechos ante mi, aquel vestido dejando ver sus piernas... La agarré y seguimos bailando. Ella me agarró también. Mis manos recorrían sus curvas. Sus tetas se apretaban a mi cuerpo. Mi polla rozaba con su pierna. Yo seguía empalmado. Su amiga volvió del baño y se quedó a un lado mirando, estaba flipando. Yo también, pero es igual, sólo somos amigos y lo pasamos bien.
Al final encendieron las luces y nos fuimos. Eran las 6.30 de la mañana y la noche había sido genial. Mi amiga pensaba lo mismo. Lo que daría por repetirlo, o más aún, por poder verla más ligera de ropa o por perderme entre sus piernas. Hace mucho tiempo que fantaseo con perderme en su coño rasurado entre esos muslos tan jamones que tiene, y que una vez conseguí ver sólo con braguitas durante medio segundo, nunca olvidaré aquello.
Espero que algún día se repita todo esto, y ojalá mi ama pudiera ayudarme a hacer estas fantasías realidad y a mi amiga le gustara, pero seguiré soñando y siendo una zorra.
Es la historia de como mi suegro poco a poco me fue seduciendo y como termine en brazos de el hasta que me enamore y tuve que terminar con el y de como despues de 4 años nos volvimos a encontrar ayudandome en una situación.
Relato erótico enviado por Anonymous el 31 de August de 2010 a las 00:12:22 - Relato porno leído 123141 veces
Quinto relato de la saga, continuación del relato “Follando con dos compañeras de trabajo”. Estoy de nuevo aquí para seguir relatando las peripecias sexuales que tuvieron lugar después de la gran follada en el despacho de Debla. La siguiente historia se desarrolla en una pequeña habitación de un local de intercambios de parejas.
Relato erótico enviado por ELMORROCHO el 06 de July de 2009 a las 14:00:24 - Relato porno leído 47222 veces