Categorias

Relatos Eróticos

Ultimas fotos

Photo
Enviada por narrador

Photo
Enviada por ELCASUAL

Photo
Enviada por rodolfosalinas


 

Bendito entre las mujeres

Relato enviado por : Anonymous el 19/04/2004. Lecturas: 14503

etiquetas relato Bendito entre las mujeres .
Descargar en pdf Descarga el relato en pdf
Resumen
Las mujeres se le ofrecen, las putas no le quieren cobrar y sus amantes insisten en mantenerlo... !Y todavía se queja!.


Relato
Bendito entre las Mujeres


Su mujer lo obliga a engañarla, sus amantes insisten en mantenerlo, las putas se le entregan gratis, lo acosan sus amigas, lo reclaman en la cama y las mujeres caen a sus pies como esclavas… ¡Y todavía se queja!




Me encontraba manejando entre el tráfico con Cintia, la hija de 10 de una amante mía. La llevé al cine a ver una película para niños y después pasamos por un helado. En una niña tan linda, morenita, de cabello castaño ondulado y mirada pícara. Está vestida con un lindo overol azul y una blusa rosada.


Mientras avanzo contra el tráfico pasa por mi mente los sucesos del día, concretamente lo que hice en la mañana.

Amor, ¿no tenés hambre?

No cielo, gracias, estoy bien ahorita.

Pero puedo hacerte de esas galletas de chocolate que te encantan…

Gracias mi vida, pero estoy lleno, gracias… el almuerzo que hiciste estaba buenísimo y me harté como coche, gracia vida.


Esa era mi esposa, Luisa. Cómo siempre, no puede verme sin ofrecerme algo, ya sea comida u otra cosa. Es una bendición tener una mujer como ella, pues además de ser muy bella, está por completo entregada a mí. Eso no es del todo bueno. Yo también estoy entregado a mi casa, a mi familia, a mi esposa, pero no por ello pierdo mi independencia ni mi intimidad. Pero ella si, no se lleva un bocado a la boca si no se asegura que yo ya me haya llevado 2… y todavía me da otro; no se atreve a tener un orgasmo si no cree que yo lo estoy disfrutando lo suficiente. ¡Y si me mira observando a otra en la calle, peor! Ya la puedo ver corriendo detrás de la fulana, preguntándole si no quiere algo conmigo, que a ella no le molesta.


Como les dije, ella es una bendición, y cualquier hombre me dirá lo mismo… y dirá que soy un completo imbécil por estarme quejando de ello. Pero es que al final resulta una responsabilidad muy grande. Se los repito, ella vive para mi y por mi, si yo no estoy feliz ella se siente la persona más miserable del mundo, el ser más insignificante e inútil que hay, porque "no puede ni siquiera tener feliz a mi esposo" en sus palabras literales. Lo malo es que a mi también me gusta hacerla feliz… es complicado y difícil, creo que leyendo lo que les tengo que decir me van a comprender mejor.


Chemita… – así me llamo – ¿te la puedo chupar un rato?

¿Ah?… ¿Qué?… ¿Perdón?…

¿Que si te la puedo chupar un rato?

Pues… pues… si… si querés…


Se le dibuja una sonrisa feliz y agradecida en los labios y me dice gracias. Lo siguiente que se es que ella está arrodillada bajo la mesa mamándome la paloma tiesa. Como les dije, ella no se queda tranquila hasta que no esté segura que me está atendiendo adecuadamente, y estas atenciones son cotidianas para mí.


Recorre con su preciosa boquita todo lo largo de mi mástil, llega a la cabeza y se la mete hasta la garganta. Por el otro lado, sus delicadas manitas se concentran en brindarme un sabroso masaje testicular. ¡Ah qué vida! Pero amigos, es más difícil de lo que ustedes creen. ¡Si ya sé que deben decir que parezco hueco!, pero eso no me importa.


En eso oigo pasos acercándose al comedor, en donde me encontraba leyendo unos papeles de la oficina. Luisa se haya debajo de la mesa haciéndome ese delicioso mamey.

Papa, voy a salir con Manuel, me das per… – calla cuando se da cuenta de que por debajo de una esquina sale el abultado trasero de la Güicha (mi mujer).


Me habría gustado que no nos viera, pero es algo casi inevitable. Verán, ella se… mejor véanlo por si mismos…

Si me prestás el carro me podés dar por el culo…

No es necesario… – trató de responder.

¡Marcela! ¡¿Qué es eso?! – reacciona enojadísima Luisa.

¡Perdón! – responde muy apenada mi hijastra – Papi, me podés dar en el culo cuando querrás, ¿oíste?

Si, si, pero te repito que no es necesa…

¡Y ahora no le vayás a pedir el carro!

Luisa, está bien, no estoy…

¡Y quitate la ropa y dale el culo ahorita!… es lo menos que podés hacer después de ser tan desconsiderada y maleducada con el…

Güichita, amor, no… eso no es… de verás…


Eran alegatos vanos e inútiles de mi parte, pues en un 2 por 3 Marcela ya estaba en pelotas, con su blanquecina piel brillando por los rayos solares del medio día que se colaban por las ventanas.


Rápidamente Luisa se levantó del suelo y Marcela ocupó su lugar. De espaldas se encaramó sobre mi silla y se fue sentando poco a poco encima de mi enhiesto falo, que pedía guerra y pelea. Lenta, pero inexorablemente, deslizó toda la longitud de mi arma a través de su delicado esfínter anal hasta caer sentada sobre mí. Sus ojitos cerrados y apretados, y su ceño fruncido me hablaban del esfuerzo que mi nena de 16 años realizaba para recibirme en su puerta trasera sin previa lubricación.


Una vez acomodada, empezó a subir y bajar, sacando y metiéndose hasta el fondo mi tiesa paloma. La niña gemía, sus ojos expresaban un profundo esfuerzo, dolor, pero también un deseo incontenible y un abrumador placer. Su madre mientras tanto, se había vuelto a arrodillar y se encontraba lamiéndole el sexo chorreante a su amada hija.


La muchacha se estremecía cada vez que se dejaba caer sobre mi palo, y casi empieza a convulsionar cuando llegó al orgasmo.


Bueno, estuvimos así por un muy buen rato, han de saber que poseo una gran resistencia. Marcela llegó otras 2 veces al éxtasis. Su mamá también recibió lo suyo. Al terminar, salí a la tienda de la esquina por unas cosas que Luisa quería para hacer de cenar, además para despejarme un poco y platicar con algunos amigos del vecindario. Era Domingo y no tenía nada más que hacer esa mañana. Madre e hija se quedaron en el suelo de la cocina, las dejé chorreando sudor, semen y sus propios fluidos… con una sonrisa que casi se mordían las orejas.


Me encontré a un amigo en la tienda, y al verme llegar sudoroso y despeinado, se rió de mí. "¡Pisado suertudo!" me dijo, pero es una suerte difícil de asumir.


Un camión prende y apaga sus luces altas detrás de mí y me saca de mis cavilaciones. Del susto suelto el clutch y el carro arranca y se apaga.

¡Papi! – me regaña Cintia muy cariñosamente, tal y como hace su mamá.

Je, je, je… – me río como un tonto.


Arrancó de nuevo el carro ante el bocinar del chofer que traigo atrás y avanzo en la cola. Pasados unos metros me rebasa y me pasa dirigiendo una terrible mirada de furia y desaprobación que a mi, sinceramente, me pela olímpicamente la verga.


Lentamente sentí como la manita de la nena comenzaba a sobarme la pierna. La caricia me gustó y, como nuevamente la cola había parado su marcha (así es el tráfico durante una hora pico) recosté la cabeza contra el respaldo de mi asiento mientras le acariciaba el cabello a ella.. Sin embargo, poco a poco ella subía la mano por mis muslos, hasta llegar a mi ingle. No la detuve, ja, ¡por baboso!


En eso sentí como me empezaba a desabrochar el cinturón, y a meter su pequeña manita entre el calzoncillo, y me empezaba a masajear la paloma y los huevos.

Cintia, ¿qué hacés?

Cositaaaaas…ñ – me respondió juguetona.

¿A sí?

Si papi, solo quiero jugar un ratito…

Bueno amor, pero… pero… es que estamos en medio del tráfico…

¿Querés que pare?

¡No! No, seguí… pero es que… nos pueden ver…

¿No tenés ganas de jugar conmigo?

Si, si tengo, pero es que ahorita no es un buen momento.


Los ojitos de la nena se pusieron tristes y a mi me partió el alma. La dejé seguir porque no tuve corazón para detenerla, aunque no quería que eso pasara.


Si, si, ya sé que les va a caer mal que me esté quejando de mi vida a cada rato. No es que no me guste (obviamente me encanta) pero hay cosas que quisiera que fueran distintas. Por ejemplo, quisiera que Marcela llevara una vida normal, ya saben, amigos, amigas, novios, fiestas, lo normal en una adolescente. Pero no lo hace, pues teme que me moleste si le llegase a hacer caso a un muchacho. Y yo ya le dije hasta el cansancio que no es así, quiero nietos, no hijos–nietos.


Afuera de mi casa es la misma historia. Verán, tengo otra familia en donde me sucede lo mismo. Cintia es de esa otra familia. Luisa está al tanto de eso, de hecho ella me apoya (ojalá no). Mi otra mujer insiste en pasarme dinero, en regalarme cosas caras y muy bonitas. Sus hijas también son mis amantes… es un relajo.


Conozco putas, se me ofrecen sin el menor pudor, casi me suplican que las tome. Y si les digo que les voy a pagar, se ofenden. Luisa se siente especialmente orgullosa si son hermosas. Entre más bellas mejor para ella. Es ilógico, enfermo.


Mi mejor amiga también es mi amante. Es una mujer que conozco desde el colegio. Me sentí mal cuando me llegó a suplicar que tuviera sexo con ella, que, por favor, la embarazara porque quería tener un hijo mío. Y, bueno, si me pongo a contarles todo fácil se me van como 20 hojas y solo los aburriría.


Y no soy un tipo extraordinario, todo sería más comprensible si lo fuera. Soy el estereotipo de nerd, así aburrido, desabrido, raro y extraño. Resulta que desde pequeño siempre fui alguien muy tímido, un niño bastante inseguro. Tenía pocos, o ninguno, amigos y no salía mucho de mi casa. Mis compañeros me molestaban mucho, me robaban la comida, me escondían mis cosas, me golpeaban, etc. Total, yo era un objeto de burlas constantes.


Fui creciendo y nunca pude desarrollar mecanismos normales para relacionarme con mis compañeros, nunca aprendí. Debo agregar que estudiaba en un colegio solo de hombres por lo que la situación era peor, ya que los niños suelen controlarse y mesurarse más cuando está presente el sexo opuesto, de lo contrario nada los detendrá. Pero bueno, logré sobrevivir a la primaria.


Al pasar a secundaria, las cosas empezaron a mejorar un poco, solo un poco, no mucho. Logré hacerme de 2 buenos amigos, los únicos amigos que tendría en mi adolescencia. Un amigo y una amiga. Al principio el solo me buscaba por trabajos pues yo era muy buen estudiante. Si, lo acepto, el significado de la palabra nerd lo acuñé yo. Ella era hija de amigos de mi padre, y por ellos se acercó a mí. Sin embargo poco a poco me fui ganando su amistad. Con ellos conocí la vida, cosas que siempre pensé que eran ajenas a mí. Fueron una bendición.


Era el típico amigo chaperón, de esos que no estorban pues no se ven ni se oyen, por lo que son muy buenos para acompañar a otro amigo cuando este visitaba alguna amiga. Recuérdense de ustedes mismos cuando tenían 13 o 14 años, hablar con una muchacha nos daba pavor, pero lo deseábamos desesperadamente. Ir en grupo era bueno, pero el grupo a veces estorbaba cuando el objetivo era una sola niña. Ir en parejas era mejor, pero solo si uno de los 2 iba únicamente como acompañante. Y ese acompañante siempre era yo.


No hablaba mucho, caía bien y no destacaba más que Pancho, mi amigo. Era el tercer hombre perfecto. Junto a el empecé a conocer chavas, mis primeras amigas, y rápidamente me di cuenta de que me era más fácil relacionarme con mujeres que con hombres, no sé por qué. Tal vez porque ninguna de ellas me había humillado antes, porque en mi niñez nunca me trataron mal. Talvez porque apreciaban mi forma de ser sencilla y sincera, nunca percibieron en mi ninguna otra intención más que ser su amigo. Tristemente así era, comprenderán que mi autoestima no era muy alta que se diga, no creía que yo pudiera atraer a ninguna de ellas. Debo admitir que lo que pasaba al principio es que carecía de personalidad y me aterraba hacer el ridículo (más todavía) por lo que nunca traté de asumir una personalidad atrayente, o de aparentar-ser-algo… lo que fuera. Pero mientras crecía, terminé desarrollando una personalidad agradable, una que me hacía caer bien dentro del grupo de mujeres en el que me encontraba, me enfundé en el traje de la autenticidad. De hecho esa es una de las cosas que mis niñas (así les digo) más admiran de mí, que siempre que me acerco a una mujer jamás es por una intención oculta, tan solo conocerla, que soy muy auténtico, nunca finjo ni aparento ser algo que no soy.


Como dije, eso me fue fácil, pues al principio yo no era nada, un completo cero a la izquierda… A propósito, creo que lo mejor será presentarme. Mi nombre es José María García. Actualmente tengo 35 años, soy ingeniero y me va muy bien. Actualmente tengo 35 años, soy ingeniero y me va muy bien. Ahora bien, se preguntarán cómo hizo alguien que, después de tan solo leer unas 3 o 4 líneas se adivina perfectamente que fue un grandísimo perdedor, para tener este efecto en las mujeres. Se los voy a contar más adelante. Pero les diré, no nada normal, todo lo contrario. No sé si será magia, una bendición de algún santo, un hechizo, no sé, pero definitivamente no creo que sea normal.


Arranqué el carro y comencé a avanzar, enfilé camino a la residencia de mi otra mujer. Tengo deseos de llamar a mi casa pero eso no le gustaría a Luisa, si la voy a engañas, ella quiere que lo haga bien, y no decir en dónde me encuentro es parte de ello.


Mientras tanto Cintia sacó mi pene parado de su escondite, bajó el cuerpo y se lo metió hasta el fondo de la boca, no sin antes decirme "me ayudás". Y sentí la gloria cuando se la metió entre la boca.


Cintia no era demasiado buena en esto, tan solo tenía 10 años. Pero a pesar de la poca pericia que ella mostraba, sus movimientos torpes me parecían deliciosos. No sabía si metérsela completa entre la boca o solo chupar la cabeza. De hecho, dudaba entre chupar y succionar o solamente lamer y besar, asimismo tampoco sabía si debía acariciarlo con las manos.

¡Ayudame papi! – me dijo ruborizada.

Así vas bien… así vas bien… – ¡iba muy bien!

Pero… chomp, chomp… no sé… chomp… no sé si succionar o acariciar… chomp, chomp…

Mirá, es importante hacer las dos cosas… Mmmmmm…

¿Te… chomp, chomp… te está gustando?

Ssssiiiii… pero mirá, si te quedás solo acariciando va a faltar un poco de succión… aunque las caricias de la lengua son deliciosas…

¿Y si solo chupo?… chomp… chomp…

Eso se siente bien, pero faltarán las caricias entonces y se sentirá muy frío todo. Lo mejor es combinarlos…

Pero yo no sé bien como hacer eso…chomp, chomp… mami ya no me terminó de explicar… chomp, chomp… me iba a decir como es que… chomp, chomp… como es que tu la cogés por la boca… ¿cómo es eso?… chomp, chomp…

La cogida bucal es otro tipo de felación, no le hagás caso todavía, te falta crecer para esas cosas… lo que deberías hacer es divertirte con el pene, jugueteá con el sin lastimarlo, movelo… ¡sin doblarlo, sin doblarlo!… solo divertite con el, pensá que es un chupete de sabores a…

…Mmmm… chomp, chomp… ssslurrrrppp…

…¡Ooohhhh! Si, esa chupada estuvo muy buena…


la nena continuó haciéndome esa deliciosa felación. Se puso a juguetear con el y, en efecto, el resultado fue muy bueno. Me preocupaba un poco que el carro de adelante nos pudiera ver en esas faenas, pero como mi carro es un pick up, la cabina quedaba más alta que la del de adelante, un sedán familiar. Además, ella es delgadita y aun pequeña, y estando así agachado sobre mi regazo no se podía ver, parecía que yo viajara solo.


La cola apenas se movió en 10 minutos, y Cintia me comía la paloma como una hambrienta. Ya había tomado confianza y parecía hasta divertirse con eso, definitivamente le encantó hacerme todo eso. Me pude dar cuenta que tenía un gran potencial como mamadora, pues tenía buena profundidad. Esto es que se podía meter la paloma hasta la garganta sin sentir arcadas ni deseos de vomitar. Además su lengua era muy móvil, y si aprendía a usarla lograría un nivel alto de placer.


En eso sonó mi celular. Era la mamá de la niña.

Chemita amor, ¿en donde andan?

Haciendo cola en la San Juan…

¿Hay mucho tráfico?

Si, está horrible.

¿Y la nena?

Allí, mamándome la paloma la malcriadota.

Je, je, je… yo le dije que lo hiciera…

Sos una malvada…

Ji, ji, ji… ¿van a tardar mucho en venir?

Pues no sé… el tráfico está pesado y no se mueve mucho.

Mmmm… bueno, aqueí los espero… desnuda y chorreante…

¡Ay no!

Ahorita te paso a las nenas…

Pero…

Papi, me estoy deshaciendo del calor, mi hermana me está mamando la pusa y te necesito… ¡apurateeeeee!

Vaya, voy a tratar

Ahorita te paso a mama, besos.

Besos.

Amor, apúrense si pueden, aquí los esperamos.

Vaya amor, besos a ti también.


Iba a tener una noche muy movida y no lo podía evitar…


Comencé a sudar, me estaba costando mucho retrasar la eyaculación, el placer que la muchachita me daba era bárbaro, sentía que iba a explotar en su boca y yo no quería eso, temía que le fuera a dar asco y que no quisiera repetirlo otro día. Cindy se dio cuenta y paró de mamar.

Voy a terminar nena…

¿Vas a terminar ya? ¿Cómo así papi?

Que ya voy a llegar al orgasmo…

Ah, eso me lo explicó mama…

¿Qué te dijo?

Bueno, que cuando el hombre fuera a terminar y una se la estuviera chupando, que lo dejara ella, eyo…

¿Eyacular?

Si, eso… eyacular en la boca de una…

¿Entonces tú querés que eyacule en tu boquita?

Es que… Mmmm, bueno, si… a mami le gusta mucho…

Mmmm… vaya, está bien…


Cerré los ojos y Cintia no paró de mamar, mirándome a la cara. Me sonreía pícaramente, muy ruborizada como una niña que fue encontrada haciendo inocentes travesuras por sus padres. Me encantaba la manera en que le brillaban los labios, impregnados con mis fluidos lubricantes y de su saliva. Ella me miraba a mí y a mi verga.


Empezó una mamada con frote vertical despacio, pero firme y constante que de seguro vio a su madre haciéndome. ¡Qué niña! Esa niña estaba dispuesta a hacerme termina a toda costa. Su carita dibujó una sonrisa pícara y socarrona, y yo la jalé hacía mi y le planté un profundo beso. Nuestras lenguas empezaron a hacerse el amor y nuestros labios a fusionarse. Luego la hice volver a mi macana que estaba a punto de estallar.


Y al final ya no pude resistir más el clímax que me llegaba como un camión dispuesto a atropellarme. Me separé de sus labios y tiré la cabeza hacia atrás, le dije "¡Cintiaaaaa!" y eyaculé furiosamente, tratando de ahogar mis gemidos para no llamar la atención. Mi semen cayó de lleno adentro de su boquita, que lo esperaba c muy abierta y con la lengua afuera. No tiró chorros fuertes de semen, que surcan el aire y se estrellan en caras o paredes, no, yo me chorreo. Mi pene chorrea todo su semen sin demasiada potencia pero si en grandes cantidades, no por nada me dicen "avestruz", porque tengo un par de huevotes, je, je, je…


Mi semen resbaló por su cuello pues rebalsó su boquita. Ella embarró su manita traviesa, se la llevó a la nariz y la olió atentamente. Me quedé jadeando y sudando, observando lo que ella hacía.

Huele a semen… sabe a semen… – dijo ella.

Es semen… – le respondí yo, haciéndome el serio como ella, rompimos en carcajadas.

Mami dice que el tuyo es el semen más sabroso del mundo.

¿Si? Qué linda tu mamá.

¿Todos lo sémenes de todos lo hombres huelen igual?

No. El semen huele y sabe a semen, pero no vas a encontrar 2 que sepan exactamente igual.

Cada uno huele distinto.

Así es. Además influye lo que acaba de comer, o su dieta en general.

¡Ah, ya entendí!


Por fin la cola empezó a caminar, llevé a mi niña bien tarde a su casa, afortunadamente su mamá no estuvo muy preocupada. Pasé la noche con ellas, cogiendo con su mamá y sus hermanitas. Ella tenía colegio al otro día y no se podía desvelar.


Si, si, ya sé que muchos de ustedes no me van a creer, que dirán que esto es solo habladuría y que soy un charlatán. Que soy uno de esos tipos que, a falta de una vida interesante, inventan cosas para que lo admiren. Pero eso no tiene la menor importancia. Si me creen o no es su decisión, yo me limitaré a escribir y ya.


Y para los que tienen la costumbre de mandar correos diciendo que soy un enfermo, que debería estar en un centro de salud mental, que soy un pervertido, ¿saben qué?… ¡su madre! Si tanto los ofende, ¿qué hacen metidos en un portal de relatos eróticos, leyéndolos?


Bueno, espero que les haya interesado lo que les acabo de contar, les mandaré más historias más adelante. Mientras tanto me despido, hasta la próxima… ¡A propósito! Si tiene algún comentario que hacerme, pueden hacérmelo llegar por mi correo electrónico, que es gran_jaguar@terra.com. Pero porfa, que no sean insultos ni para decirme que soy un degenerado. Si les choca tanto lo que leen… ¿para qué lo leen?


Gracias.


Gran Jaguar

Otros relatos eroticos Infidelidades

mi compadre me dejo embarazada

Categoria: Infidelidades
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces

todo por mi hijo

Categoria: Infidelidades
Una madre es capaz de todo por sus hijos, aunque eso conlleve serle infiel a su marido.
Relato erótico enviado por Anonymous el 12 de July de 2009 a las 22:03:27 - Relato porno leído 442048 veces

como me cogi a mi suegra 6

Categoria: Infidelidades
Después de cogermela en secreto, mi mujer me propuso a mi suegra:
Relato erótico enviado por Investigador el 14 de February de 2006 a las 09:24:31 - Relato porno leído 312091 veces
Me coji a Sol la mujer de mi primo, ella tiene 33 años y yo 22, por fin hice realidad mi sueño de follarla en mi propia casa.
Relato erótico enviado por Anonymous el 20 de September de 2012 a las 00:19:51 - Relato porno leído 302053 veces

putas casadas

Categoria: Infidelidades
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 299794 veces
Si te ha gustado Bendito entre las mujeres vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar Bendito entre las mujeres. te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
angelit0s (26 de February de 2017 a las 11:52) dice: de lujo, felicdades.

morboso sadico (26 de August de 2009 a las 01:47) dice: Buenisimo, realmente pienso que todas son putas, sie sto te paso de verdad te felicito


Registrate y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Bendito entre las mujeres.
Vota el relato el relato "Bendito entre las mujeres" o agrégalo a tus favoritos
Votos del Relato

Puntuación Promedio: 5
votos: 2

No puedes votar porque no estás registrado