Con el sonido de la alarma, comenzaba un nuevo día.
Blanca recordaba perfectamente lo que había ocurrido, no obstante tenía que seguir con la farsa.
Se vistió y fue directamente al cuarto de blanca y vio la cama tendida perfectamente, así que bajo a toda prisa y hay la vio.
Edgar: buenos días, veo que se despertó sin ningún problema.
Blanca: Si mmm parece que no pude dormir muy bien anoche.
Sus ojos se veían totalmente rojos, como si hubiera llorado, hay estaba ella, sentada en un sillón, con la cabeza agachada sin poder decir ni una palabra.
Edgar: le ocurre algo
Blanca: no, no, es solo que no encuentro, mmm, no encuentro mis llaves, no sé dónde las deje, pero tú, tú me puedes prestar las tuyas.
Se acercó directamente hacia ella y tomándola de los hombros.
Edgar: tranquila, dígame que le pasa y en que puedo ayudarla.
Blanca: es que... estaba a punto de preparar el desayuno y se acabó el azúcar si... la azúcar, así que debo ir a la tienda por un poco.
Se acercó a la cocina y con una pequeña ojeada pudo encontrar el recipiente lleno de azúcar.
Edgar: mire la encontré, parece que aún no se ha acabado, así que no se preocupe.
Blanca: bueno es que yo yo.
Edgar: nada, nada, vaya usted a preparar el desayuno. O ya se le olvido lo que platicamos anoche, ya sabe sobre las necesidades fisiológicas.
Blanca: no, no lo he olvidado.
Resignada camino hacia la cocina aun con la mirada perdida intento cocinar algo, mientras en su mente no dejaba de recordar lo ocurrido, por muy fuerte que fueran sus pastillas no tenía duda de lo que había pasado esa misma noche, pero si se equivocaba y todo fue una pesadilla, es decir ella despertó en medio de la noche ahogándose sin siquiera poder ver nada más que sentir un gran dolor en su garganta y su cabeza, por un momento recuerda haberse visto completamente desnuda y en ratos verlo a el, desnudo en su recamara, todo era muy borroso y confuso para ella, retrocediendo un poco más recordó la última frase que le había dicho "necesidades fisiológicas", a pesar de no tener el contrato en mano recordó esa parte, en la escuela recordaba ese término, eran las necesidades básicas de un ser humano, comer, beber, dormir y entre otras el sexo, si así es el sexo, hacer uso de mi persona para satisfacer sus necesidades fisiológicas, esta última frase retumbo en su cabeza como si de ello dependiera su vida.
Blanca debido a haberse casado tan joven desconocía los términos legales, es decir todo eso lo había realizado su marido y en algunos casos cuando el ya no se encontraba siempre se dejó llevar por lo que le comentaban los abogados y/o expertos acatándolo todo sin preguntar.
*Pensando para sí misma
*Blanca: (si fue una pesadilla no puedo hacer nada, pero si fue real, si fue real yo firme ese documento, como pude ser tan tonta, además recuerdo que él me pedía ser el "hombre" de la casa y bueno pues el hombre de la casa era mi esposo al que no le había negado nada, además decía que el pasaría las noches conmigo porque yo así se lo pedí, en pocas palabras el podía usarme, ser mi hombre y pasar las noches conmigo por un año, como pude ser tan idiota, sabía que algo estaba mal, no, no, calma).
Blanca dudando de todo empezó a servir el desayuno, esta vez con una sonrisa tonta y fingida.
*Blanca: (primero debo saber si fue real, así que tengo que saber la verdad, antes de empezar a preocuparme).
Edgar: entonces dice que no durmió muy bien, vaya yo dormí muy pesado, con decirle que no escuche ni a qué hora se levanto
Blanca: pues si parece que me estaba ahogando a media noche, me sentía como si algo me aplastara y no me dejaba respirar.
*Blanca: (ya está, con esto tiene que decirme que paso)
Edgar: pues por lo que me comenta parece que se le subió el muerto.
Blanca: el muerto.
Edgar: si vera, se dice que es cuando estas durmiendo y sientes que algo te aprisiona y no te deja ni moverte ni respirar y te mantienes despierto pero sin saber que pasa o porque, hasta que pasa un rato y puedes moverte libremente.
Blanca: pues sí, es lo muy parecido a lo que me comentas
Edgar: pareciera que su esposo la hubiera visitado.
Blanca: tú crees, pero si yo le he sido fiel estos 8 años, no he estado con alguien más, visito su tumba cada año, la limpio, le llevo flores, incluso muchas veces en las noches he rezado por su descanso.
Edgar: Así es Blanca, recuerde usted que es hasta que la muerte los separe, parece que el siente que aún es de su propiedad.
Blanca: pues si así fuera yo siempre seré suya y de nadie más.
*Edgar: (vaya que es tonta, no solo se a creído el cuento, no sabe que ya ha sido más de una vez mía y lo será por el resto de su vida o hasta que me arte de ella y yo preocupándome de que pasara, parece ser que me la voy a pasar muy bien por mucho tiempo).
*Blanca: (pues parece que tiene mucho sentido, es decir ni recuerdo muy bien lo que paso solo recuerdo ahogarme y no poder levantarme, no podía ver nada por más que intentaba ver es como si algo hubiera estado encima de mi).
Blanca: aunque tengo recuerdos borrosos, imágenes
Edgar: sí eso es común, siempre van seguidos de pesadillas, sueños raros y en algunos casos húmedos
Edgar: así que según usted sigue siendo su esposa.
Blanca: es que así es yo soy y seré su esposa ante los ojos de dios.
Edgar: entonces me está diciendo que lo va a dejar que la visite las veces que se le antoje, que la siga despertando a cualquier hora y provocándolo quien sabe qué recuerdos
Blanca: No, no, no, bueno si es lo que él quiere, la verdad es que no sé qué pensar, de cierta forma suena como algo romántico que me siga visitando aun después de muerto, pero la verdad es que no se siente nada bien.
Edgar: Pues de usted depende, bien dicen que con un poco de agua bendita él ya la dejaría en paz, si a usted no le molesta yo la consigo y la roció en su habitación.
Blanca: no, es decir yo aún lo recuerdo como mi esposo.
Edgar: la otra opción es aceptarlo, dígame y a el que le gustaba.
Blanca: pues la verdad es que esas cosas ya son muy personales, mejor deja de pensar en eso y termina tu desayuno.
Se podía notar en Blanca un rostro mejorado, con una sonrisa, parecía que se había olvidado de sus dudas y de dicho contrato, al menos por el momento, así que decidió ir a dejar las llaves a su bolso nuevamente, como si nada hubiera pasado, aunque del teléfono corto un poco la entrada para que no funcione.
Al poco rato Blanca se encontraba limpiando y ordenando la casa como de costumbre.
Blanca: fíjate que ya encontré mis llaves, resulta que estaban al fondo de mi bolso, como pude haber sido tan despistada y yo pensando lo peor.
Edgar: lo peor, digame que pensó
Blanca: nada, nada si te digo hasta te vas a reír, es una tontería muy loca
Edgar: me alegro que ya esté mejor.
no podía creer lo que había ocurrido, se había salvado una vez más, sin necesidad de usar ninguna de sus cartas fuertes, pero debía ser más precavido, para él era obvio que o era extremadamente tonta o solo se quería engañar y en el último de los casos era aún mejor, que ella aun sabiendo lo ocurrido fingiera no saber nada, paso un buen rato en su recamara, observando sus videos hasta ahora adquiridos, hasta que por fin se oscureció, por lo que fingiendo que nada ocurría bajo a cerrar bien con sus llaves y miro a Blanca una vez más frente a esa caja llena de luz y sonido, su única distracción.
: veo que ya se siente mejor.
Blanca: si, la verdad es que por un momento yo pensé que ... que ... nada olvídalo.
Blanca: la verdad es que no tengo mucho porque alegrarme, es decir, mis hijas ya no viven conmigo y vivo sola, prefiero pensar que alguien aún se interesa por mí, que mi esposo aún se encuentra a mi lado.
Blanca: ya, ya, no se preocupe blanquita.
Nuevamente ocurrió la misma costumbre, Blanca subido con un vaso de agua, sin preocupación alguna y el esperando a que todo ocurriera nuevamente, pero esta vez fue distinto.
Blanca: mmm mira yo sé que te pedí que me cuidaras en las noches, pero hoy prefiero que no lo hagas, descansa bien, solo por hoy, me gustaría dormir sin ser observada.
Un poco disgustado pero fingiendo que no importaba
Edgar: si está bien si usted así lo quiere, adelante
Pudo ver como Blanca entraba a su habitación y cerraba la puerta incluso pudo escuchar la cerradura del cuarto.
*Edgar: (Maldita sea, ahora si que lo arruine, ya no puedo entrar a su habitación, todo se acabó, ya no me necesita mas, aunque como ella dijo y si es solo por hoy, debo ser paciente.)
Apago las luces, se acostó y ese pensamiento, su propia calentura no lo dejaba dormir, se daba de vueltas en la cama una y otra vez, pensando en que solo una pared lo separaba de su fuente de deseo, hasta que por fin algo le paso por su mente, blanca le había pedido que sacara sus llaves y el saco todo el juego completo, ya habían pasado más de dos horas y el cómo idiota sudando y frustrándose, así que rápidamente se levantó y busco su juego de llaves, ya desnudo, con el pene palpitando se acercó a la puerta de Blanca ignorando su advertencia y pudo ver que aun había una luz tenue en su habitación, no quería arruinarlo todo, así que poco a poco pego su oído a la puerta, agudizando su oído lo más que pudo y después de un momento pudo escuchar un ligero ronquido, esa era la clave que le conducía a su fuente de placer, con suavidad Provo llave por llave hasta que encontró la adecuada, la giro lentamente, podía escuchar el rechinido de la puerta, la cual empujo poco a poco.
mirando la habitación, pudo ver un par de velas encendidas y una fragancia dulce en el aire, Blanca estaba costada de lado así que el solo podía ver esa silueta cubierta por una sabana, su silueta la cual remarcaba su pequeña cintura y ese enorme, hermoso y delicioso par de nalgas, que resaltaban con esa luz, unos ligeros ronquidos lo invitaban a acercarse y así lo hizo, paso a paso se acercó lentamente, pudo notar su cabello largo, perfectamente peinado hacia atrás, con su mano temblorosa comenzó a despojarla de esa sabana, poco a poco fue deslizando hacia abajo, para su sorpresa ella se encontraba vistiendo un fondo ligeramente transparente de color negro, despojo totalmente su cuerpo de esa sabana y la miro de espaldas, no llevaba nada puesto más que ese fondo, todo era perfecto en ese momento, así que quería tenerla en ese momento, pero antes quería un beso, de tan grandiosa hembra.
Girando su cuerpo lentamente tomándolo del hombro la coloco boca arriba y no daba crédito a lo que veía, no solo era su cabello el que se encontraba arreglado, pudo ver sus parpados con un ligero tono azulado y sus labios totalmente remarcados de rojo, se veía como una verdadera hembra esperando a su macho, recordando lo que le había mencionado, se dio cuenta que se preparó para su difunto esposo, vaya que era tonta, el macho que recibiría no sería su esposo.
Para agradecer tan noble gesto decidió subirse a la cama y besarla, notaba como el labial se corría por su cara, pero no importaba, el metió su lengua hurgando en cada parte con un gran beso apasionado, mientras con sus manos tocaba tanto como él deseaba, pronto se encontró subiendo el fondo y tocando sus piernas y comiéndose esos labios rojos con desesperación, separo su cara para verla y pudo ver que el labial se encontraba totalmente disperso, como si se tratara de una puta, con la boca totalmente abierta, no era más que una puta la cual tenía hambre, una enorme hambre de verga y él se la daría, tomando su pene como si se tratara de un pinta labios lo paso delineando una y otra vez por el contorno de sus labios, una vez satisfecho, lo introdujo en esa boca, en esta ocasión con mas delicadeza comenzó su faena moviendo la pelvis como si estuviera teniendo relaciones solo con su boca, no quería arruinarlo así que lo saco de golpe y pudo ver a esa puta llena de baba y también vio su pene cubierto de rojo, desde la punta hasta la base, algunos bellos se quedaron impregnados del mismo, aunque quería despedazar esa boca, ya no correría ese riesgo, así que la miro y sin contemplaciones abrió sus piernas de par en par, colocándose el en el centro, metió su pene de un golpe seco sin siquiera lubricarla, la tomo de sus tobillos y los levanto lo más que pudo, empujándolos contra ella misma comenzó el mete y saca, toda su atención estaba en su cara, pintada para la ocasión, las velas aromáticas, el fondo, ella así lo había decidido, quería ser deseada por alguien y lo había conseguido, como ella diría era algo romántico, ella totalmente abierta de piernas vestida y pintada como una puta, con una verga entrando y saliendo de su vulva sin contemplaciones y los testículos golpeando sus carnosas nalgas, mientras su cama se movía al ritmo que a él le venía en gana, lo que para ella era algo romántico para él era algo totalmente morboso y no dejaría pasar la oportunidad de usarla, era como una muñeca inflable, mejor dicho una muñeca de carne con lubricación incluida, mejor que cualquier prostituta, ya que estas se limitan uso de condón, a ciertas posiciones y cobran, con Blanca podía hacer lo que le viniera en gana, sin ninguna protección, cualquier posición ya sea sexo oral, genital, anal, totalmente gratis, sin necesidad de ir a un hotel, para su uso único y personal, en su domicilio y lo mejor de todo, “lo tenía estipulado por escrito”.
Edgar: Así blanca, es lo que te buscas por puta, ojala tu esposo pueda vernos.
Vagina de Blanca: mppa mpa mpa mpa
Edgar: Te vería vestida como puta recibiendo a un completo desconocido en su cama matrimonial.
Blanca: Aghhh gggggh
Con total descaro sosteniendo sus piernas con sus brazos tomo sus parpados y los abrió, sus pupilas se veían perdidas, pero a el poco le importo, continuo el bombeo.
Edgar: Mirame mientras te cojo, me gusta que me veas cuando te relleno de leche.
Como un desquiciado aumento las embestidas, aumentando el rechinido de la cama y el golpeteo de la cabecera, pegado completamente a su boca, comiéndose esos carnosos labios, se mantuvo jadeando y dando fuertes embestidas, repagando completamente sus testículos a esa vulva, la cual con cada embestida se acoplaba más y más a ese extraño y frecuente visitante, tal como se había vuelto una costumbre relleno esa panocha de semen una vez más, continuando con las embestidas al mismo ritmo, con su pene aun erecto continuo con su labor, después de todo su única actividad era ser el hombre de la casa, en otras palabras el macho de esa hembra.
Retirando sus brazos ya exhaustos por la presión que ejercían tan pesadas piernas, noto como regresaron a su posición natural de un solo golpe el cual cimbro el colchón y empujo su cuerpo fuertemente, expulsándolo de su gruta, a lo cual el reacomodo su postura con el pene en mano busco nuevamente esa entrada, al verla pudo notar ese pelambre con manchas rojizas así como los labios vaginales ligeramente abiertos con un tono idéntico al de sus labios, su pene había transferido el labial, con más morbo del usual separo su vulva y tan pronto se abrieron ese par de labios una burbuja de semen salió de los mismos, seguido de una hilera blanquecina, sin pensarlo la tomo de la cintura y con gran fuerza la giro completamente boca abajo, mirando ese enorme par de nalgas, las cuales después de dos días aun contenían letras en las mismas, las beso una y otra vez, al no haber nada que lo limitara procedió a lamer y chupar de par en par cada una.
*Edgar: Que enormes nalgas, ni siquiera noto el recuerdo que le grabe con el plumón, la muy cerda solo se debe enjabonar el culo, después de todo quien se ve el culo al bañarse, con ese cuerpo debe ser imposible vérselo en todo el día.
Después de tan fantástico descubrimiento procedió a marcarla con fuertes chupetones que podían sonar fuertemente en la habitación uno tras otro sin dejar espacio en ese enorme par, cada uno más fuerte que el anterior, pronto esas nalgas estaban completamente rojas, llenas de chupetones, algunos con un tono más negruzco, tomando su celular tomo algunas fotos como recuerdo, incluso el se tomó una selfie con esas nalgas regordetas, las cuales aún no conforme nalgueo con ambas manos una docena de veces, hasta sentir que sus manos le ardían.
Edgar: mira como me has dejado las manos, con ese grasoso culo que tienes, esta vez te has ganado un castigo.
Con ambas manos separo ambas nalgas lo más que pudo y juntando gran parte de su saliva soltó un fuerte escupitajo en la entrada del ano, a lo cual rápidamente se abalanzo a devorarlo con su lengua, lengüeteando y babeando la entrada, preparándola para lo mejor, una vez bien lubricado tomo su pene y comenzó a forzar ese culo, en sus primeros intentos el pene solo se deslizaba hacia afuera, así que con la fuerza de su mano lo coloco en la entrada y lo guio, a lo cual pudo notar como su pene se doblaba en más de una ocasión, ese culo era demasiado estrecho, así que desesperado, con su mano introdujo uno y después dos dedos una y otra vez hasta chocar con su mano, continuo escupiendo e insertando ambos dedos, girándolos entrando y saliendo con un chasquido acompañando cada salida, una vez sintió mas suave dicho orificio procedió nuevamente a guiar su pene a dicha entrada, con mucha fuerza logro insertar la cabeza del glande, el cual tan pronto entraba era expulsado nuevamente, colocándose completamente encima de Blanca con una mano separaba ambas nalgas y con la otra guiaba su verga entre ese tunel estrecho, sintiendo como el glande nuevamente pasaba sin problema, con un poco mas de fuerza metió un poco mas de la mitad, ese hoyo tan estrecho era la gloria, a pesar de estar lubricado y dilatado aun ejercía mucha presión, sin importarle coloco una mano en cada nalga para separarlas a gusto y apretarlas, ejerciendo presión con todo su peso comenzó un ligero movimiento el cual lo único que provocaba era que el cuerpo de Blanca se moviera al compás del mismo, aunque su pene se mantenía intacto en esa posición, la situación y la sensación eran incomparables, ese culo era 10 veces mejor que su vagina, asi que continuo con movimientos frenéticos y bruscos, moviendo a blanca sin sentido de atrás hacia adelante una y otra y otra vez, el ambiente en la habitación era perfecto, baja iluminación, un olor dulce mezclado con sexo, el rechinido de la cama y la respiración agitada acompañada de jadeos y golpeteos al contacto de esas nalgas.
Edgar: aahfhhh aghhh afffhhhhh que apretada estas Blanquita, me quedaste como anillo al dedo
Las embestidas y el rechinido de la cama aumentaron, asi como el golpeteo de la cabecera con la pared.
Edgar: así puta traga, tragatelo todo aggggghhhhjjj
Edgar: no eres mas que una puta, aghh mi puta, mi puta privada y pensar que este delicioso culo se ha desperdiciado por más de ocho años.
Edgar: agg aahhhh ahhh después de todo lo haz resguardado para mí, puta, te lo voy a agradecer rellenándolo de semen una y otra vez.
Edgar: aggh aggggggggggg awww me vengo puta, traga, traga awwwwwggghhhhhhhh
Se encontraba gritando a todo pulmón jadeando nuevamente y descargando la mayor cantidad de esperma dentro de ese culo, el cual comenzaba dar chasquidos con cada embestida, el pene continuo entrando y saliendo, hasta quedar completamente flácido y saliendo de ese apretado culo.
Culo: Plughhhhhh
Dejándose caer a un lado de blanca aun con la respiración agitada pudo ver su trabajo unas nalgas completamente rojas, escurriendo semen de ambos orificios.
Edgar: Blanquita quien diría que me entregarías el culo en menos de una semana, será mejor que te limpie antes e que amanezca.
Con poca fuerza, procedió a limpiar superficialmente tanto la vulva como el ano de Blanca, retirando todo el labial y los pegotes de semen, en cuanto a su rostro lo dejo tal cual, solo bajo su fondo y la cubrió con su sabana, dejándola completamente abierta de piernas boca abajo con la cara pegada a su almohada, sabiendo que no despertaría esta vez se metió entre la sabana colocando su mano en esos cachetes que tanto placer le habían dado, hasta que su alarma los tuviera que separar una vez más.
...Hermanito, ya no sigas. No sabes lo que haces”.-Me decía llorando Astrid.
Yo, cegado me dije a mí mismo que si ya había llegado hasta ahí, no podía irme sin meterle el polvo...
Relato erótico enviado por charly_bo el 11 de June de 2012 a las 00:00:02 - Relato porno leído 247269 veces
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gantz265
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:37) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF sementalx
(13 de August de 2017 a las 14:13) dice:
debe estar rica esa hembra
deberias poner algunas fotos
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