Estaba entregada a los frenesíes del coito, sentía que su cuerpo exigía más y más agudezas en su vientre y siente nuevamente su entrega a este macho bañándolo con sus efluvios y este derrama en su matriz chorros de semen caliente que hace gritar a esta ardiente mujer.
Relato
Brigitte
Valeria se guarda su embarazo sabiendo que quien la fecundo no es su marido y si es su joven amante, pero debe callar y se lo encajona a su marido, este sorprendido pero feliz de ser padre otra vez, lo acepta.
Valeria siente remordimiento y solicita un consejo disimuladamente a su cuñada Brigitte esposa del hermano menor de su marido, una doña mujer de excelente figura, pero un poco vanidosa de si misma delgada de su edad. Tenían un hijo de dos años que bastante la había costado tener a esta mujer por problemas de gestación con su marido.
Valeria relata los encuentros eróticos con su amante y como este la enajenaba con exquisitas posiciones y maniobras. A medida que le conversaba Brigitte se iba excitando y sus manos desaparecían entre sus muslos acariciándose su vagina. ¿Es verdad todo lo que me cuentas? Dice Brigitte jadeante y excitada de calentura por un buen emparejamiento, Renato tu cuñado y mi marido no realiza ni la cuarta parte de esos requerimientos amorosos cuando desea coito…, ese muchacho que tu dices que edad tiene…, 18 años dice Valeria y me preñó. En verdad dice Brigitte debes callar hasta la muerte y consejos no te puedo dar, eso si me dejaste caliente y erótica con la conversación ahora no se como me descargaré.
Al día siguiente vuelve Valeria a casa de su cuñada Brigitte, viene acompañada y Brigitte le pregunta si sucede algo Valeria responde con una pregunta ¿te descargaste?, veo que no estas peor hoy por eso traje tu descarga… te presento a Leo…le dice.
Este abraza a Brigitte y la lleva al dormitorio esta se revuelve diciéndole que haces soy una mujer casada…, si contesta el macho casada, pero desesperada y comienza a besarla y luego la acomoda en la cama y desnuda sus piernas acariciándolas.
Esta mujer piensa en la conversación que tuvo con su cuñada y sus pasiones sufren unos estremecimientos sus ímpetus y calores agitan su cuerpo excitándolo, piensa en que no debe dejarse manosear por otro macho que no sea su marido, peor sus arrebatos ardientes e irresistibles no mueven un músculo de su cuerpo defendiéndose de este vehemente y apasionado macho que ella siente que la ha desnudado de su blusa y está aprovechándose de su desentendida inmovilidad relamiéndose al succionar sus pezones, Brigitte, aun mas caliente que antes trata de defenderse girando en la cama quedando de espalda al macho, peor este le desencaja sus calzones y comienza a deleitarla con los movimientos de ese desastroso glande entre sus nalgas y besa su espalda, Brigitte culebrea en la cama tratando de librarse del macho eso sin grandes esfuerzos y levanta su cabeza para mira a su cuñada no la encuentra, pero si se ve en el espejo de su tocador, esta despeinada sin blusa sus senos siendo apretados diestramente por este macho, su boca abierta buscando aire ante la imponderable entrega de su cuerpo a este nuevo marido, y al fondo de la luna del espejo ve a su cuñada acariciando a su hijo y este viendo como su madre se entregaría a otro enérgico semental ya que sentía como su vulva se abría ante el gran glande de carne y músculos que la abría en sus pliegues vaginales, estaba húmeda la entrada lo que favorece el deslizamiento de ese duro, tieso, grueso tronco en sus paredes vaginales y con un gran grito anuncia su entrega a su nuevo marido agarrándose de las sabanas siente como este novel semental desgarra sus carne en un entra y sale de sus entrañas llenándola de entusiasmadas y sacudidas entregándose con gran apasionamiento a su nuevo marido y amo de su cuerpo. Miraba el espejo y se veía mover sus caderas como hace tiempo no las movía, sentía al muchacho que la cubría entrando y saliendo de su vagina en una danza enardecida, enloquecida ante la profanación de su cuerpo en presencia de su hijo en brazos de su cuñada se gira y permite que el macho en postura misionero, la clave y desencaje mientras ella gime, solloza y abraza con desesperación al semental que en ese momento es dueño de su cuerpo, acompañándolo en sus movimientos hasta sentir la entrega de sus orgasmos que no sentía que llegaran tan maravillosamente desde antes de casarse, cuando era la amante de su vecino que la despreció por la mujer del almacenero.
Como se revolvía Brigitte en verdad estaba entregada a los frenesíes del coito, sentía que su cuerpo exigía más y más agudezas en su vientre y siente nuevamente su entrega a este macho bañándolo con sus efluvios y este derrama en su matriz chorros de semen caliente que hace gritar a esta ardiente mujer.
Finalizado el acto ella rescata su niño y va a la cocina a prepararle su leche, Valeria contempla al macho que las hace gritar de regocijos cuando las esta empotrando y a la larga tanta leche derramada en sus vientres las preñas..
Esa semana Brigitte recibe dos veces más la visita de Leo en su casa, el primer día el niño estaba durmiendo y no hubo problemas, ahora el niño estaba despierto e inquieto, por lo que la madre lo tenía en su cama, Leo se desnuda y recuesta a su lado en la cama mientras ella acaricia a su bebé Leo la acaricia hasta sentirla suspirar entre cortada y desesperada por ser poseída, gemía y suspiraba enterrando su cabeza en la almohada, y mientras ella acomodaba a su hijo en la cuna por detrás a lo perrito Leo la penetra, como gime y tirita esta hembra desesperada de un apareamiento glorioso, se afirma en la cuna del bebe mientras recibe duras penetraciones de su amo y señor de sus pasiones y su amante nuevo marido, después se abraza al niño cuando los orgasmos dan lujuria a su pasión, esperando que su vientre sea llenado de semen que pronto recibe su dosis de semen tibio y la mujer, madre de ese niño recibe entre lamentos y gemidos los chorros en su vientre de esa leche sabiendo que por la época en que le inundan su útero con esa cantidad de semen este engendrara de nuevo un embrión en su vientre, será mamá nuevamente mientras abraza a su niño y se apasiona con la entrega de su nuevo marido, su amante en esta glorificada cópula.
Al otro día cuando viene de visita su suegra Paula esta le anuncia su embarazo y Paula le dice las tres cuñadas están fecundadas por este semental solo falta que mi hija Yolanda quiera preñarse y completamos la familia, dice…y ¿tu? Le dice, estoy muy vieja o si no ya estaría embarazada de este semental.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513555 veces