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Nunca habria imaginado que lo que comenzo como una idea loca por conseguir el derecho a comprar en la tienda de los Matrimonios, terminaria en verdad, con el nacimiento de mi hijo. Todo comenzo cuando apenas tenia 21 años y ya cursando el tercer año de la carrera de medicina, una de mis colegas de estudio me propuso matrimonio para poder sacar turno para comprar en una famosa tienda que solo vendia articulos para matrimonios. Aquello era una verdadera locura pues nosotros ni siquiera habiamos sido novio nunca y aunque nos conociamos del instituto desde el primer año de la carrera, en verdad nunca habiamos intercambiado señales de interes el uno para el otro. Ella, era delgada y alta como una girafa pero siempre habia llamado la atención de muchos de mis colegas de estudio por su estrecha cinturita, sus anchas caderas y sus hermosos ojos azules que le combinaban con sus rizados cabellos rubios dandole un toque extranjero que justificaba su bien apodado mote de “La Rusa”, con el cual se le conocia en el instituto. De esta forma tan poco frecuente y ante el asombro de nuestros compañeros de estudios, familiares y amistades, de un dia para otro Nayla Maria, La Rusa, paso a ser mi esposa oficial ante la ley.
Relato
Acudimos a la notaria más cernana en compañía de otros cuatro colegas de estudios que nos sirvieron de testigos y firmamos el acta de matrimonio. De alli, con todos los papeles entregados por la abogada, nos dirigimos a sacar el correspondiente turno para comprar en la tienda para matrimonios que existia en el centro del comercio de la capital provincial donde estudiabamos. Recuerdo que el dinero para la compra de los articulos que compre los puso ella, que era la más interesada en ese negocio absurdo. Nayla es descendiente de antigua familia acomodada que vivia en la capital del pais y gracias a los cuales pudo tener el suficiente respaldo economico para esta aventura. De más esta decir que compro todo cuanto habia en la tienda. Desde ropa interior, ajuares de juegos de cuarto, calzados, utiles de cocina, electrodomesticos y perfumeria, hasta el derecho a un enorme Kake de tres pisos y12 cajas de cervezas. Yo tambien resulte beneficiado, pues gracias a esa locura pude comprar ropas y calzados nuevas, algunas bajillas de cocina, un moderno maletin para viajes y… lo que mas me entusiasmaba de esa aventura: Una bicicleta rusa. Por aquellos tiempos comprar en las famosas” Tiendas de los Novios”, como tambien se le decian, era un acontecimiento para cualquier familia en mi pais pues le permitia adquirir a precios infimos un gran numero de articulos que en el mercado en la calle no podias adquirir, o lo encontrabas a precios altos, debido a la escaces de las cosas. Era una forma de racionalizar lo existente para que pudiera alcanzar para una mayor cantidad de personas o para aquellos que mas lo necesitaban y como era de suponerse, una nueva familia que se formaba,debia tener en sus manos la posibilidad de comprar las cosas fundamentales para comenzar una nueva vida en matrimonio. Asi se inicio aquella aventura que nos fue convirtiendo con el decursar del tiempo en muy buenos amigos y ya para cuando cursabamos el cuarto año de la carrera de medicina muchos pensaban que en verdad formabamos una pareja de matrimonio pues pasabamos la mayor parte del tiempo juntos, estudiando, bromeando, asistiendo a las mismas fiestas de amigos, o del instituto, visitandonos, compartiendo dias de playa, comprando cosas en el comercio, saliendo al cine a disfrutar de los nuevos estrenos cinematograficos, ¡en fin!,,, Era tanta la confianza que fue surgiendo que hasta nos contabamos intimidades y buscabamos apoyo para cada aventura amorosa que nos surgia en el camino de la vida. Asi llego el momento en que ambos llegamos a salir juntos con nuestras parejas reales estableciendose una gran amistad tambien entre mi novia Larithza y su novio Gustavo, ambos tambien del instituto de medicina.
Pero esa amistad entre Nayla y yo, iniciada en un bufete de matrimonio un dia, nos llevo finalmente a una relacion intima en el baño de un cabaret. Fue una noche en que despechados por la traicion en que habiamos sorprendido cada uno a nuestras respectivas parejas, decidimos salir a comer en una pizzería de la ciudad y consolar nuestras frustraciones amorosas contandonos el bochorno de ella al sorprender un dia en la guardia medica a su novio Gustavo haciendole el amor a un amigo, mientras yo le confiaba mi infortunio de haber descubierto a mi novia Larithza haciendo el amor con un negro joyero que vivia por su cuadra. Recuerdo que esa noche, habiamos consumido algunas cervezas en la pizzería y al salir, estabamos un poco deshinbidos y con animos de despejar las penas ahogandolas en una noche de fiesta, asi que entre los dos hicimos un arqueo economico a nuestras carteras y billeteras y decidimos gastar lo que traiamos en una entrada al centro nocturno mas popular existente por entonces en la ciudad. En verdad pasamos una agradable jornada en medio de bailes, saladitos y bebidas. Decididos a olvidar nuestras parejas e incitados por la tentacion del alcohol y las caricias auditivas de una musica romantica de moda, Nayla y yo fuimos aproximando tanto nuestros cuerpos al punto de sentir uno la respiración del otro como propia y su escultural cinturita devino en refugio amoroso para mis manos que comenzaron a acariciar poco a poco aquellos gluteos redondos y casi perfectos hasta hacerla estremecer de exitacion. Su rosados labios me parecieron un exquisito manjar y sin vacilación arremeti contra ellos casi comiendomelos con un soberano beso de lengua que la dejo sin aliento. Nos miramos unos segundos y sin decir palabras la tome por la mano y la lleve hasta el baño de las damas, al cual penetramos después de esperar que estubiera totalmente desocupado. Con su creyon de labios escribi en una servilleta la magica palabra “CLAUSURADO” y la pegue en la puerta con un poco de crema de mano que traia ella en su cartera. Adentro, solos, escuchando la musica que provenia del salon, fundimos nuestros cuerpos enroscándonos semi deznudos como serpientes a un arbol. Nos besamos, nos chupamos. Nos apretamos y abrazamos. Palpe toda su femenina anatomia con mis manos deteniendome en cuantos orificios y protuberancias encontre a mi paso. Devore con mi boca sus empinados pezones e intente meter todo su seno en mi boca dandole tambien desenfrenados chupones. Ella jadeaba, suspiraba y mugia como vaca en celo a la vez que empujaba mi cabeza hacia su pelvis intentando que me comiera por completo su voluptuoso coño depilado. La levante en peso encima del lavamanos del baño y perdi mi lengua en su humeda, caliente y gediente cuevita. Mientras, ella se deleitaba con sus manos dandole una profunda masturbada a mi alargado falo que amenazaba con eyacular. Sin pensarlo mucho le abri mas sus entre piernas y enfunde mi recto navo contra su oscura caverna femenina introduciendola por completo de solo dos empujes. Sus manos me abrazaron el cuello y con cada movimiento de mi cadera sentia como clavaba sus uñas en mi espalda como gata escalando un tejado. Fue una contracción brusca de su cadera la que hizo que quedara afuera de su gruta, mi mastil velero. Mi cerebro alcoholizado esa noche por tanta cerveza y ron, me impulsaba como fiera herida sobre su presa. La baje del lavamanos y después de besar con intensidad sus labios le dije al oido:
- Te voy a hacer lo que viste a gustavo haciendole a su amigo, para que sacies ese deseo morboso tu tambien.
La vire con fuerzas de espalda a mi cuerpo y dandole un ligero y rapido movimiento hacia abajo, a su cabeza, deje su trasero precioso listo para ser encajado, Apunte mi exitada pinga contra su orificio rectal y la embesti con certero empuje de caderas arrancandole un grito a su garganta. La s paredes calientes de su gruta trasera aprisionaban mi verga con fuerzas y me llevaban a delirar en extremo extasis. Sentia temblar mis piernas y un aguacero de sudor mojaba todo mi cuerpo.
- ¡Ay, ay, ay,… Angelito, no…. No angelito sacame eso ya chico…. Sacame eso de alla atrás!…. Suplicaba entre sollosos Nayla.
Saque mi esmerilada fija de su trasero y abrase a Nayla con fuerzas a la vez que volviamos a fundir nuestras desenfrenadas lenguas en un apasionado beso. La tome por la mano y sentandome sobre la tapa de una poceta del baño, la acomode encima de mi introduciendole mi rabo en su su coño rosado y jugueton. Ahora parecia una preciosa amazona cabalgando sobre un cerrero corcel y fueron tales sus desatinados saltos y movimientos de cadera que en un santiamén logro arrancarme tres potentes chorros de esperma que llenaron su ya mofetoso pozo femenino.
A partir de aquella noche de despecho en el cabaret, Nayla y yo en verdad cambiamos un poco nuestra amistad y quizas por resentimiento o por vergüenza, solo nos hablabamos o nos saludabamos cuando coincidiamos en algun pasillo del instituto o en alguna rotacion por las salas de hospitalizaciones del Hospital Docente. Dejamos de buscarnos para compartir como buenos amigos y tampoco nos llamabamos por telefono para acordar alguna salida. Tal vez nos parecia una aberración que lo que haia sido para nosotros una bonita y larga amistad de hermanos, hubiera terminado en una lujuriosa noche de alcohol y sexo.
Pero mi tranquilidad se vino patas arriba mes y medio después de aquella noche de jerga pues, Justamente cuando nos preparabamos para los examenes semestrales de Anatomia Patologica, Nayla me llamo por telefono a la casa para decirme sus sospechas de estar embarazada de mi. Aquella noticia vino a trastornarme tanto que tube que someterme a extraordinario de esa asignatura ya que mi cabeza solo atinama a meditar sobre aquel problema en que estaba metido. La familia de ella, apegada a la tradición religiosa, no compartia nuestra idea de interrumpir el embarazo y aunque no estaban conforme con nuestra relacion, referian que acabaramos de unir nuestras vidas en familia y asumiéramos la responsabilidad de la crianza de ese hijo. Nayla compartia conmigo la opinión de someterse a un legrado para no interrumpir sus estudios de medicina y mi familia y yo la apoyabamos en esa idea porque ademas, en verdad tampoco yo estaba seguro que ese embarazo fuera mio ya que solo habiamos tenido sexo una vez y ella antes mantenia una relacion estable con su novio Gustavo por mas de un año. Asi las cosas, cada dia que pasaban nos aislabamos mas el uno del otro y nuestros encuentros resultaban estresantes por las constantantes discusiones y malos entendidos hasta que un dia ella me explico su decisión de asumir la maternidad de ese embarazo y que pediria una licencia por un año para luego del parto, continuar los estudios en el instituto. Esa repentina decisión llevo a una grosera discusión entre ambos pues no estaba de acuerdo con tener que asumir la paternidad de un hijo que no estaba seguro que fuera mio, razon por lo cual ella se sintio ofendida y decidio no volvernos a tratar, nada mas que lo indispensable y poco a poco fui dejando de preocuparme por su situación pensando que como ella habia querido asumir ese hijo sin mi consentimiento ahora debia enfrentar la situación ella sola, sin mi apoyo. Nayla dejo el instituto al culminar el cuarto año de la carrera de medicina y su familia decidio llevarsela para la capital del pais para que pasara su embarazo, el parto y la cuarentena en la casa de su hermana mayor y de sus abuelos que vivian alla y que tenian amigos medicos especialistas en ginecologia y obstetricia asi como en neonatología, de modo que podrian garantizarle una buena atención a ella y un feliz nacimiento a su hijo.
Aunque intente replantearme la vida olvidando mi aventura con Nayla, e inicie otra relacion sentimental con Brusselly, la hija de una paciente que estaba hospitalizada en el hospital donde hacia mis prácticas de medicina, en mi subconsciente solia aparecer de vez en cuando la incertidumbre de si aquel embarazo era en verdad mio y si marchaba bien su periodo gestacional. Fue precisamente por aquellos dias cuando conoci a Brussley, el hermano menor de mi nueva novia. El estudiaba en la escuela de ballet de la ciudad. Tenía 18 años y un estilizado cuerpo juvenil adquirido en su constante preparación como profesional del bayle artistico. Caminaba y actuaba con tanto estilo que aunque su musculoso cuerpo masculino, su rostro y su voz eran tipico de un baron, no era difícil presumir que sentia atracción por los de su propio sexo. Pero lo más notable en Brussley no eran sus perfectos pasos tecnicos en el bayle, ni su aire afeminado, sino la inteligencia y viveza que tenía. Era un chico con el que se podia conversar de cualquier tema porque aunque era joven de todo conocia algo o podia emitir alguna opinión. Desde que nos conocimos en su casa un dia en que visitaba a su hermana, ambos comenzamos a consolidar una confianza que me llevo a confesarle mi situación con Nayla y mi preocupación por estar proxima la fecha en que debia parir. Fue el quien precisamente me convencio con sus criticas, que yo debia procurar acercarme a ella y apoyarla en todo lo referente al parto aunque luego no asumiera la responsabilidad paternal. Sus profundas reflecciones sobre la vida me hicieron acercarme con sierto temor a la casa de los padres de Nayla y a travez de su mama pude conocer los detalles de cómo marchaba su estado de salud y para cuando tenia programada la fecha de parto. Recuerdo que Brussley me pidio que sorprendiera a Nayla con una llamada telefonica y en una segunda visita a su mama logre averiguar direccion y numero de telefono del lugar donde ella estaba. En complicidad con el hermano de mi novia, logre llamar a Nayla desde el telefono de la misma casa de Brusselly aprovechando que ella estaba trabajando y solo se encontraba su hermano. Confieso que escuchar la voz de Nayla por el telefono después de cinco meses sin escucharla, aislaron el sentimiento de remordimiento que me embargaba por haberla abandonado en su largo periodo de gestacion y le experimente sierto cariño al escucharle decir que no me guardaba ningun rencor. Conversamos de todo en unos largos 25 minutos que me parecieron eternos y llegamos a ponernos de acuerdo en que yo viajara a la capital para aompañarla en los dias del nacimiento de su hijo, pues ya para entonces se sabía que era varon.
Conseguir el permiso del instituto para ausentarme durante una semana me resulto arduamente difícil, pero al final lo logre quedando en el compromiso de pedir los temas de examenes a mis compañeros cuando regresara y presentarme a extraordinario para lograr vencer mi quinto año de la carrera. Ahora me faltaba convencer a mi novia Brusselly para que comprendiera mi situación y autorizara mi partida, asi que esa tarea la deje en manos de su hermano. Para mayor suerte por esos diascasualmente le fue confirmado a Brussley que su solicitud de ingreso a la Escuela Nacional de Ballet de la Capital habia sido aprobada como recompensa a su superacion constante en la escuela provincial y a los varios lauros obtenidos por el en muchos festivales y concursos de ballet en los que habia participado, asi que debia presentarse en la escuela nacional con una serie de documentos personales antes que acabara el curso escolar actual. Nos pusimos de acuerdo para hacer el viaje junto y nos fuimos hacia la Capital.
El largo viaje de ocho horas en ómnibus por carretera nos resulto comodo y agradable. Para evitar el aburimiento y un poco descargar adrenalina, mi compañero de viaje aprovecho para hacerme la historia de su vida y explicarme por que a pesar de la negativa y reproche de su papa, había dcidido ser bailarin del ballet desde que tenía nueve años de edad. Recuerdo que en un momento de la combersacion y con la mayor naturalidad del mundo me comento entre sonrrisas que su papa siempre tuvo el complejo de que los bailarines eran maricones y por eso se oponía a su elección profesional. Entonces con picardia me miro y asevero:
- Mira tu, si le ubiera hecho caso a estas horas no seria bailarin, seria quien sabe que otra cosa y de todas formas… seria tan maricon como soy… Ja, ja, ja-
Era la primera vez que Brussley me confesaba su preferencia sexual en una combersacion, pero decidi no mostrarme impresionado por su confidencia y preferí mejor darle la razón y apoyarlo pues en definitiva yo también había tenido ya algunas experiencias homosexuales y compartía muchas de sus mismas ideas sobre la vida. No obstante en ningún momento le confese mis deslices homo, por una cuestión de respeto a mi intimidad.
La Capital nos recibió mostrando la belleza de una gran ciudad en la que las autopistas, altos edificios y constante circulación de autos y grandes ómnibus, inferían en cualquiera la llegada a la metrópolis del país. Una persistente llovizna y un clima de humedad confirmaban la presencia de un frente frio que amenazaba con penetrar precisamente por esos días por el occidente del país. Llegamos pasada las nueve de la noche y lo primero que hicimos al salir del terminal fue dirigirnos a un bar a comer algo para animar el estomago y entrar un poco en calor pues en verdad ambos habíamos olvidado echar en nuestros equipages algún abrigo o camisa de mangas largas y andábamos muy deportivos en Jim y franelas sin cuello. Al terminar de comer lo que pedimos, me anime a comprar también una botella de ron y mientras caminábamos en busca de una parada de ómnibus comenzamos a darnos los primeros buches de aquel garraspeante licor que nos hizo herizar el cuerpo y sentir menos frio. Averiguamos con algunas personas en la parada la ruta que debíamos seguir para llegar a la dirección que traiamos en una agenda apuntada y luego de unos 40 minutos ya estábamos entrando a la casa de la hermana de Nayla, que por cierto, se trataba de un moderno y lujoso apartamento en un tercer piso de un reconocido reparto de la capital y a solo una cuadra de la playa. ¡Lastima que el frente frio estuviera amenazando!
Nayla estaba preciosa. Los 9 meses de gestación la habían mejorado su delgada figura y la barrigona le daba un elegante toque de distinción. Nos recibió con mostrada alegría y nos enseño todo cuanto tenia comprado para el nacimiento del bebe. Su hermana, sin embargo no pudo evitar mostrar cierta antipatía por mi y aunque se esmeraba en atendernos aprovechaba cualquier oportunidad para lanzar alguna frase hiriente a mi persona reprochándome el comportamiento que había mantenido con su hermana Nayla. Su esposo Franck, por otra parte, constituía toda otra personalidad. Jaranero, tomador de ron y amable de corazón. Esa noche entre las cosas que combersamos, explique quien era mi compañero de viaje y deje claro que mantenia una relación sentimental con la hermana de el. Hablamos de los motivos por los que estaba el en la capital y acordamos que Brussley dormiría conmigo esos días en el cuarto del sobrino de Nayla, pues a este lo habían enviado por una semana para la casa de los abuelos. En lo que nos bañamos y comimos nos tomamos la botella de ron que habíamos comprado y otra que nos brindo Franck. Estabamos tan agotados por el largo viaje y tan mareados por el alcohol, que Brussley quedo dormido frente al televisor y la hermana de Nayla tubo que despertarlo e indicarle donde quedaba la que seria nuestra habitación. A su regreso a la sala, el esposo la convenció para irse a dormir y dejarme combersando solo con Nayla. Nos fuimos a su cuarto, y en medio de un ambiente de intimidad comenzamos a recordar nuestros preciosos días de buenos amigos, y como todo había surgido a partir de aquella loca idea de ella de casarnos para poder comprar en la casa de los matrimonios de nuestra ciudad. Me pregunto sobre mi nueva relación y como viejos amigos volvimos a compartir esa noche secretos y confesiones. ¡Que bien le habían hecho a Nayla las hormonas del embarazo!. ¡Volvia a sentirla como la misma amiga incondicional que había sido para mi!.. Y… ¡Que bien me habían hecho a mi los consejos de Brussley pues gracias a el estaba allí decidido a ayudar a Nayla en el parto de su hijo!. Casi amaneciendo me retire a dormir al cuarto, después de besar en la frente a “mi rusa barrigona” . Penetre al cuarto donde dormiría y al pararme frente a la cama y descorrer la frazada y la sabana, descubri acurrucado como niño bueno, el juvenil cuerpo moldeado de Brussley. Dormia plácidamente en ropa interior mostrando los pronunciados musculos de su ancha espalda. Un escalofrio recorrió mi cuerpo y una sensación de exitacion se apodero de mi miembro al detener la vista en aquellas voluptuosas nalgas que invitaban a ser devoradas. Suspire y apretándome el rabo con la mano decidi acostarme en ropa interior a su lado y compartir con el, el calor de la ropa de cama.
….. Continua.
Entramos al cuarto y empezó todo, él me tomó por detrás y empezó a tocar mis nalgas y me susurraba cosas al oído: ¡eres una puta q aprenderá de mí!, ¡eres mi perra! Y yo se lo confirmaba le dije q seria su perra, el me volteo y quedamos frente a frente, y acercó su boca a la mía, pero mas q besarme su lengua paseaba por mi boca.
Relato erótico enviado por Putitacachonda el 29 de December de 2009 a las 23:34:17 - Relato porno leído 140390 veces
Aventuras en Paris
Jesús y Pablo marcharon a Paris para poder vender el video. Dejaron a sus tres amigos en una casa que habían alquilado en un pueblo muy pequeño en Huesca. Los dos habían quedado con Pierre, un ejecutivo muy interesado en esta clase de material.
Relato erótico enviado por mena55 el 24 de August de 2008 a las 13:55:00 - Relato porno leído 114054 veces
Si te ha gustado BRUSSLEY,LA CAPITAL Y EL NACIMIENTO DE MI HIJO. ( I ) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar BRUSSLEY,LA CAPITAL Y EL NACIMIENTO DE MI HIJO. ( I ).
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
Juan Lozano
(5 de October de 2010 a las 17:29) dice:
Lástima que el relato lo interrumpes sin darle un cierre al capitulo, la única parte que está definida es la irresponsabilidad de tus actos, una persona con mediano conocimiento sabe que si la mujer es fecunda basta con una relación sexual sin protección para quedar embarazada, más aún siendo un estudiante de medicina. katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:54) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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