buen sexo 004

Hoy fue un día como ninguna, ya noches atrás habíamos empezados con juegos sucios, te llamaba zorra o puta y tu me llamabas amo, una de las ordenes que te había dado en la semana había sido que usaras falda y te trajeras esa tanga verde que te compre.

Fui por ti al oxxo y ahí me di cuenta que habías obedecido a tu amo, ya que traías una falda azul y la tanga tal como te lo pedí, al llegar a casa todo fue tensión, no sabíamos si lo podríamos hacer pero el ser paciente nos dio buenos resultados.

Como si lo hubiésemos pedido todos se marcharon de mi casa quedándonos solos, cerré la puerta y me coloque detrás de ti, primero comenzamos con besos tiernos y largos, disfrutando nuestros labios.

Después algunos ruidos nos hicieron separarnos esto hizo que nos levantáramos, me levante fui a cerciorarme que todo estaba bien y regrese, me pediste que pusiera el cargador de tu reproductor así que me senté y lo coloque.

Sin levantarme te senté sobre mi y te separe las piernas, y comencé a masturbarte, tu separaste las piernas lo mas que pudiste, separe la tanga y comencé a masturbarte, tus gemidos salieron de tu boca y los trataste de ahogar pero aun así escuche algunos.

Te levantaste y después yo lo hice, te volviste a sentar y yo a un lado tuyo y nos besamos nuevamente, metí mi mano bajo tu falda y acaricie tu sexo nuevamente, ya estabas mas caliente y me pediste ver si estábamos solos.

Regrese diciéndote que estábamos solos, tu estabas de pie te tome en mis brazos y te bese, baje mis manos y toque tus nalgas, después seguimos así un rato hasta que te senté sobre la cama.

Una vez que estabas sentada nos comenzamos a besar, mi mano nuevamente invadió tu intimidad y se metió entre tus labios notando tu excitación ya que ya estabas muy mojada.

Te acosté y continuamos con lo que ya hacíamos, nuestros labios juntos y yo masturbándote, levante tu falda y ahí cerraste tus ojos por la pena por que sabias que vería tu sexo.

Vi el poco vello que te habías dejado y momo mis dedos se hundían dentro de ti, te avise que bajaría para hacerte un oral, cerraste los ojos y me dejaste continuar, era la primera vez que contemplaba tu sexo tan libremente, y no lo pensé dos veces separe tu tanga y comencé a lamerlo.

Metía mi lengua entre tus labios y en ocasiones mi nariz, lamía todo tu interior hasta que encontré tu clítoris, la lamí un tiempo mientras que buscaba tus senos los cuales estaban aprisionados por tu sostén. Los liberaste para que pudiera sobar tus pezones pero antes ya te habías quitado tu tanga para que hiciera mi labor mejor.

Después comencé a meterte un dedo para masturbarte, pero cada vez que oía tus gemidos metía otro hasta llegar a tres pregunta que me realizaste momentos después, al tener dentro mis dedos los movía para que sintieras mas placer que al parecer funciono. Continué así un tiempo hasta que decidí regresar a besarte.

Ahí descubriste tus senos para que pudiera lamer tus pezones, pero por las circunstancias no los pude atender como se debía, ahí me dijiste que si lo íbamos a ser lo hiciéramos ya.

Yo ya tenia afuera mi pene, apenas iba a llevar una de tus manos a el para que lo atendieras, pero nos levantamos y entraste al cuarto donde siempre hasta ese momento lo habíamos hecho.

Tome uno de los condones y te seguí, ahí ya estabas en posición tu dándome la espalda te masturbe algunos segundos mas y Salí a ponerme el condón el cual lo coloque mas rápido que en otras ocasiones y entre al cuartito.

Me coloque en posición y te dije:

-¿quieres que la meta?-
-si, métela –respondiste-

Comencé a introducir el pene dentro de ti y comencé con el vaivén, en ocasiones me agachaba sobre ti para tocarte los senos y susurrarte cosas sucias al oído, el llamarte zorra me excita mas al igual que a ti.

Te mencione que aun no la metía toda, así que me levante y empuje mas al fondo para que la sintieras mejor, tus gemidos salieron de tu boca al sentir este movimiento.

Me volví a agachar y te pregunte que si lo querías hacer en la cama por lo cual me respondiste que si, así que salimos del cuarto y me senté sobre la cama y tu te sentaste sobre mi pene lentamente, nunca había sentido tal presión sobre mi miembro.

Comenzaste a llevar el ritmo y tus nalgas comenzaron a chocar con mis testículos, te sujetaba de las nalgas mientras pedía que descubrieras tus senos para poder lamer tus pezones.

Continuamos así unos segundo cuando sentí como tu vagina se contraía, tus ojos los volviste hacia arriba y te desplomaste sobre mi, habías sentido un orgasmo te quedaste así sobre mi unos momentos, yo realizaba algunas embestidas.

Te levantaste y me dijiste que si sentía rico, yo respondí que si, sin decir nada comenzaste a realizar presión con tus músculos los cuales presionaban mi miembro, esa sensación fue única y estuvo a punto de hacer que me viniera pero ahí fue cuando me pediste que me subiera en ti.

Te dije que si y te pedí que te acostaras, me acomode para poner penetrarte y así lo hice, al penetrarte apoye todo mi peso sobre tu cuerpo para que sintieras mi pene dentro de ti, tome una de tus piernas y la subí a mis hombros y posteriormente subí la otra.

Comencé a penetrarte fuerte, tu cerrabas tus ojos y mordías tus dedos para no gritar, me baje de ti y te pedí que te pusieras de lado, tu me obedeciste al instante, te pusiste te lado y volví a meter mi pene dentro de ti.

Esa posición la sentí muy bien, ya que presionabas mi pene con tus músculos de una forma soberbia y podía ver tu trasero perfectamente, te pregunte varias veces que si eso te gustaba a lo que respondías afirmativamente.

Decidimos cambiar de posición te pedí que te pusieras a gatas a lo que al solo oírlo me hiciste caso, me arrodille detrás de ti y vi tu trasero tan grande como siempre, así que te tome de la cintura y comencé a penetrarte nuevamente.

Realizaba embestidas duras y en ocasiones hacia círculos para que sintieras el tamaño de mi pene, tu te aferrabas a las cobijas de la cama tratando de no desfallecer de placer, me subí en ti barias veces y hacia que mis movimientos fueran muy violentos pero el sonido de la cama podría descubrirnos.

Continué con las embestidas y en cuando y cuando habría tus nalgas para ver tus lugares mas íntimos y disfrutar mas la penetración, pero el ver tu trasero era lo que me tenia maravillado.

Me detuve un poco y comencé a realizar movimientos lentos pero tu me dijiste que te gustaban fuerte, así que decidimos ir nuevamente nuestro refugio para poderte dar gusto, antes de entrar querías que ya me corriera ya que por la hora te estabas impacientando.

Entramos al cuartito y ahí ya me estabas ofreciendo tu trasero, y coloque la punta de mi pene en tu entrada y te pregunte:

-¿Qué quieres que haga?-
-quiero que la metas –respondiste-
-¿Qué quieres que meta? –volví a preguntar-
-tu verga –respondiste después de un rato-

Te metí el pene y comencé a realizar embestidas duras, te sujetaba de la cadera y presionaba mi hombría en tu sexo lo más fuerte que podía, me agache y al oido te pregunte que si te gustaba llamándote zorra.

Tu moviste la cabeza en forma afirmativa y regrese a incorporarme, te di un par de nalgadas y acelere los movimientos, para ser sincero me costo venirme ya que estaba disfrutando el hacerte mía pero decidí terminar.

Te pedio que contrajeras tus músculos pero en esa posición no podías hacerlo, pero mi miembro me comenzó a avisar que ya estaba por venirme así que al estar listo saque mi pene para venirme fuera.

Al abrir los ojos después de aquel orgasmo tu estabas agachada, yo retire el condón y lo anude, vi como te levantaste y antes de salir me besaste, yo te dije que aun tenia ganas de correrme mas a lo que respondiste que yo era multi orgásmico.

Saliste de nuestro refugio mientras me volví a masturbar para venirme otra vez, me dijiste que habías venido preparada y sacaste otra tanga y te fuiste a ponértela, yo salí y mi satisfacción fue muy buena nunca había cogido de esa forma.

Ya espero con muchas ansias el viernes ya que ese día nos veríamos únicamente para hacer el amor otra vez aunque hay muchas cosas mas que me gustaría experimentar como venirme mas de dos veces al hacerlo.