buenos aires: paraiso travesti

Mis días en el burdel del barrio Constitución siguieron muy como habían empezado......... en las mañanas llegaba una señora que prendía un brasero con carbón y palo santo, después realizaba una ceremonia de limpieza del burdel. Echaba humo por los cuartos y finalmente, llegabamos las chicas que trabajabamos allí y nos hacía par...arnos con las piernas separadas sobre el brasero. Nos echaba humo por todo el cuerpo y con ello nos limpiaba de malas vibras que podrían habernos afectado en nuestro trabajo nocturno. Enseguida cocinaba para todas. Comíamos juntas y comentabamos lo que había ocurrido la noche anterior. A veces nos interrumpían clientes que llegaban y que eran atendidos por las chicas. Como había dicho antes, soy travesti lesbiana y me había enamorado de una chica del norte de Argentina con la que había tenido sexo la primera noche. Ella no me correspondía pero trataba de salir con ella, una vez la invité a una disco donde iban chicos y chicas, las travas eramos bienvenidas y entrabamos gratis. Generalmente salíamos de allí con chicos que nos llevaban a algun hotel en los alrededores. Muchas veces teníamos sexo con uno o dos chicos, allí yo aprovechaba de besar a mi amiga travesti y en lo posible, chuparnos y penetrarnos mutuamente. En las noches salíamos a buscar clientes a las calles y tratabamos de que ellos quisieran estar con ambas. A veces resultaba y llegabamos juntas al burdel y repetíamos la escena de la primera noche. Estuve dos semanas en el burdel y fue la experiencia más fantástica que he vivido en mi vida. Tuve como con 100 chicos que me hicieron de todo. Mi hoyo quedó agrandado y ahora puedo hacerlo hasta con chicos que tienen pene muy grande.