CACHE A MI PRIMO CUANDO SE ESTABA COGIENDO A MI ESPOSA

Mi nombre es Pepe, tengo 29 años, felizmente casado con Ivana ella tiene 27 años, ella y mi hijo de 6 años; mi mujer es güerita, ojitos de color miel, pelo largo, rubio por supuesto, es muy bonita, y un cuerpo muy tentador, sobre todo porque le gusta hacer mucho ejercicio, sale a correr, va al gimnasio, en fin se cuida mucho, es simplemente preciosa, la adoro.
Yo soy arquitecto, con mi esposa nos llevábamos hasta ese momento bien, sobre todo en la cama cuando hacíamos el amor yo le decía un sobrenombre que le fascinaba, le decía te amo tanto, eres mi Güerita Deliciosa. Sin embargo para mi desgracia reapareció en mi vida, mi primo Cristian.
Con el siempre pelee, debido a sus envidias, celos, coraje ya que a mi familia siempre le había ido mejor económicamente, eso él no lo soportaba, es por eso que desde niño siempre quería todo lo que era mío y quien iba a decirlo ya siendo uso hombres iba seguir con lo mismo, solo que lo de ahora era más serio el infeliz, deseaba a mi esposa, quería hacer suya a mi Güerita Deliciosa.
Prácticamente somos de la misma edad, al cumplir la mayoría de edad, él se fue a otra ciudad a trabajar como albañil, pero ahora estaba de regreso, ya que su papa le heredo un pedazo de terreno y ahí construyo su casita.
Nuestro reencuentro se dio porque se celebraron los 60 años de mi tío, yo asistí a la fiesta con mi esposa y grande fue mi impresión al verlo y sobre todo al saber que ya viviría por aquí otra vez. Cuando no me quedo más remedio que ir y saludarlo, su rostro cambio cuando conoció a mi esposa, note como se la comía con la mirada; horas más tarde, Cristian ya algo bebido, no perdió tiempo en hacerme enfurecer y a la vez descararse al decirme, vaya Pepe, hasta que puedo decir que algo me gusta de ti, que bárbaro tu esposa está bien encamable.
Yo ante eso preferí retirarme, afortunadamente Ivana se había ido antes, pero Cristian siguió provocándome y ya afuera y burlonamente me dijo, adiós primo, a ver cuando voy a tu casa, eso sí, espero que no te encuentres para así poder estar a solas con esa ricura que tienes por esposa.
He de decir que Cristian también se había casado, pero su esposa físicamente era todo lo contrario a mi Güerita Deliciosa. Ella era morena, chaparrita, robusta y bastante feíta, así que en esa parte podía entenderse que mi primo al conocer a mi esposa deseara tanto acostarse con ella. Y la suerte para Cristian llego, consiguió trabajo como albañil, iba a trabajar para mis vecinos, ellos habían decidido hacer un segundo piso, así que mi primo iba a estar muy cerca de mi mujer, ya que desde donde iba a trabajar se veía perfectamente, el patio y parte de mi casa como sala y sobretodo la parte del baño que solo utilizábamos para bañarnos, así que mientras yo trabajaba el infeliz iba a poder deleitarse al espiar todo el día a mi Güerita Deliciosa.
Así fue como una noche Ivana, me dijo, hay como que siento raro en el día, como si alguien me estuviera vigilando, yo le pregunte que porque, y ella contesto, pues es que el otro día que me estaba bañando, sentía como si alguien me estuviera viendo, o el otro día que regrese del gimnasio andaba en short y venia caminando en el patio y de repente alcance a escuchar que alguien decía mamacita estas bien buena.
Yo me sorprendí, pero poco a poco fui dándome cuenta de la obra que avanzaba y pensé hay albañiles trabajando, reaccione y dije no puede ser, Cristian está trabajando aquí; y entonces me fui directo a reclamarle y el muy descarado dijo, si yo trabajo ahí, no pagan mucho pero vale la pena porque así puedo darme gusto viendo a tu deliciosa esposa, ayyy chiquita, que rica se veía el otro día con su shorcito negro. Me le fui encima, pero el burlonamente dijo, no me puedes acusar de nada yo estoy trabajando, no tienes pruebas de que espió a tu esposa, y ya riéndose dijo, y ya lárgate que quiero aprovechar que no está mi mujer para masturbarme, recordando lo maravillosa que se veía tu esposa el otro día que la espié mientras se estaba bañando.
Yo, no sabía bien que hacer, en parte tenía razón no tenía pruebas de que Cristian espiaba a mi esposa, llegue a casa y me acosté furioso, sobre todo pensativo, como decirle a mi mujer que el cerdo de mi primo la deseaba.
Otro día, encontré a mi primo ya algo tomado y así, se animó a advertirme, prepárate primo, porque ya me canse de estarme masturbando pensando en tu esposa, ya te lo dije una vez y te lo repito, tu mujer me encanta y no voy a descansar hasta conseguir acostarme con ella. Yo le dije que Ivana jamás me seria infiel, pero mi primo retándome dijo, quieres ver que sí, tu eres un teto, y el maravilloso cuerpo de tu esposa merece ser poseído por un macho completo como yo, estoy seguro que puedo convencerla de que acepte acostarse conmigo.
Así Cristian me reto, si estas tan convencido de que no me aceptara, pues no te metas, si me rechaza prometo, que no me le vuelvo a acercar, pero si me acepta, tú vas a dejarme poseer a mi antojo a tu deliciosa esposa.
He de decir que mi primo es alto, tés morena y como trabaja en el sol, la verdad es que ha quedado bien prieto, con el pelo lacio negro, es fornido, sobre todo sus brazos son muy fuertes, aun así yo no dudaba de la fidelidad de mi esposa y pensaba que de ninguna manera ella aceptaría acostarse con él.
Pero un día que pude escaparme del trabajo en plena mañana, sabiendo que Ivana estaría sola porque mi hijo estaba en la escuela, me fui directo a casa de mis vecinos, los cuales por cierto trabajaban como yo todo el día, llegue a dicha casa pero oh sorpresa Cristian no estaba; de pronto volteo al patio de mi casa y vi perfectamente que Ivana se disponía a bañarse, solo con una toalla enredada en el cuerpo entro al baño, pero lo que hizo que un escalofrío me recorriera fue ver a mi primo escondido cerca del cuarto de baño, ya bien preparado para deleitarse viendo a mi Güerita Deliciosa bañándose.
Pude observar como mi primo poco a poco fue abriendo la puerta del baño y comenzó a masturbarse, desde donde estaba perfectamente podía leerle los labios, porque los movía en silencio, despacito, se ve que decía mamacita, estas bien buena, no mames que rica estas, no puedo más necesito cogerte, quiero cogerte.
Sabía que tenía que ir y sacar a Cristian a patadas de mi casa, pero increíblemente, mi confianza en Ivana me cegó, de pronto, note que ella se dio cuenta porque oí su voz y Cristian quedo sorprendido, se dijeron algunas cosas que no alcance a escuchar y vi como mi primo empezó a desnudarse, y comenzó a frotarse el pene mostrándoselo a mi mujer y para mi sorpresa entro al cuarto de baño y cerró la puerta quedando adentro solos él y mi Güerita Deliciosa completamente desnudos. Yo, no daba crédito a lo que pasaba, porque Ivana dejo que el entrara al cuarto de baño con ella y lo peor, que estaba pasando en ese momento entre ellos, no pude más fui, directo a mi casa, llegando al cuarto de baño, hice lo mismo que Cristian, abrí poco a poco la puerta y vi lo que nunca pensé que llegaría a pasa
Ivana estaba de pie recargada en la pared, con las piernas abiertas, mi primo estaba hincado hundiendo su lengua entre las piernas de mi Güerita Deliciosa, ella estrujaba con su mano una de las llaves de la regadera y gemía de placer estando con la espalda arqueada y el cuello estirado hacia atrás; Cristian metía su lengua hasta el fondo del sexo de mi esposa que provocaba un estremecimiento que era difícil de controlar.
Mientras mi primo se deleitaba lamiendo y chupando el sexo de mi Güerita Deliciosa, Ivana comenzó a acariciarse las piernas, los senos y las nalgas; el sudor humedecía la frente de mi esposa, en tanto Cristian con su lengua continuaba penetrándola, el ritmo iba de suave a intenso lo que hacía que mi esposa se retorciera de placer y no pudiendo más Ivana cerro los ojos y mordiéndose los labios gimió expresando un mmmhhh ahhhh mmmhhh.
Mi primo lamia, besaba y mordisqueaba el sexo de mi esposa, mientras ella ya extasiada subió una sus piernas en el hombro de él, y sin más Ivana comenzó a contonearse, el gozaba observándola fijamente, curioso, lascivo; y así mientras Cristian se comía a mi Güerita Deliciosa, no espero más y con sus dos dedos comenzó a masturbarle uno de sus senos a mi esposa. Ivana se tapó la boca para callar sus gemidos de placer, dejando que mi primo la siguiera estimulando a su antojo, y es que el seguía masturbándola excitado, aguerrido; le lamia con deseo cada centímetro del sexo de mi Güerita Deliciosa.
Rato después, Cristian se detuvo y poniéndose de pie, se tomó el pene con una mano alrededor de una magnifica erección y comenzó a frotárselo con infinito placer, y sin más fue directo hacia ella e introdujo su pene en el interior de la boca de mi Güerita Deliciosa. Ivana le dio una probada hasta la mitad, lo suficiente para sacarle un jadeo a Cristian y después ella lo saco de su boca, para mojarse los labios con la punta de su lengua; mi primo enredo sus dedos en el cabello detrás del oído de mi esposa, y sus caderas empujaron hacia adelante en el instante que ella acogió su pene con la boca una vez más.
Ivana se encargó de abrir la boca bien para dejarlo entrar hasta donde mi primo quisiera, y así fue como él se lo enterró hasta la base; entonces mi mujer se atrevió a subir la mirada para verlo, pero Cristian estaba con los ojos en blanco extasiado por el placer, acariciándole la parte de atrás de la cabeza a Ivana con los dedos para contonearla y ejercer presión. Mi esposa suspiro e intento gemir con el miembro de Cristian todavía en su boca, excitada con el momento; Güerita, que rico lo mamas, dijo Cristian y ella continúo masturbándolo.
De pronto ambos se detuvieron y estando de pie viéndose de frente, se quedaron quietos por un momento, vi la piel chinita en el cuerpo de mi Güerita Deliciosa, mientras mi primo se deleitaba viéndola desnuda, con un deseo que se acrecentaba , encendiéndolo cada vez más; Cristian empezó a estrujar su pierna, contra la de mi esposa, empujando quedito pero insistente su macana, cada vez más gruesa, grande y tiesa, su miembro creció mas de inmediato, anunciando un deseo cada vez más difícil de contener. ahhh Ivana no aguanto más quiero cogerte.
Cristian nuevamente comenzó a masturbarse, diciéndole a mi esposa, ahhh mira como me tienes, bien caliente, mostrándole su miembro erecto por la excitación; Ivana totalmente asombrada contesto, que bárbaro esta enorme, y el exclamo, es que no sabes cómo me excitas, , te deseo, le susurraba mi primo, así que mordiéndose los labios y gruñendo como un toro en celo, Cristian se abalanzo sobre mi Güerita Deliciosa diciéndole, ven acá, te voy a devorar.
Mi primo levanto a mi esposa con sus manos de tractor, tomándola por la cintura para encaramarla sobre él, y quedando ambos de frente, el estando de pie y así cargándola, comenzó a penetrarla; ahhhhh, gimió Ivana, con sus pies volando en el aire, acosada ante las embestidas que Cristian le daba. Mi esposa para sujetarse, rodeo con sus brazos el cuello de mi primo para abrazarse a él; así, mientras cogían ambos sacaron sus lenguas y comenzaron a devorarse sus bocas a besos.
Era increíble como mi primo se había rodeado las caderas con las piernas de Ivana en un solo movimiento, demostrándole a mi esposa lo fuerte que era al poder coger en esa posición; Cristian taladraba a mi Güerita Deliciosa sin darle tregua, Ivana se aferraba a su cuello ambos gemían intensamente, así en esa posición se notaba como ambos gozaban deliciosamente, y así siguieron cogiendo.
De repente, Ivana dijo, desde aquí alguien puede vernos, tenemos que detenernos, pero Cristian totalmente desatado exclamo, no friegues, mira como me tienes, si quieres vámonos a tu cuarto Güerita, y ahí te sigo cogiendo. Y así fue, ambos totalmente desnudos se dirigieron a nuestra recamara, yo debía detenerlos, pero no sé qué me paso, pues en ese instante sentí una necesidad infinita de ser testigo de cómo mi esposa y mi primo fornicaban.
Mi primo y mi mujer se encontraban de pie al borde de la cama, Ahhhh Ivanita que rica estas, mmmhh, más de lo que hubiera imaginado decía Cristian, y continuo susurrándole ahhh Ivana de seguro mi primo no sabe satisfacer a una hembra como tú. Fue entonces que mi primo abrazo a mi esposa, y apretó su cuerpo desnudo contra el de ella, cayendo así ambos sobre la cama.
Recostado encima de mi mujer, Cristian se colocó entre las piernas de mi Güerita Deliciosa y la penetro con la cara arrugada por el intenso y riquísimo placer que le daba el por fin estarse cogiendo a mi esposa. Ambos se veían fijamente, mientras el, la penetraba una y otra vez; yo no podía creerlo, mi mujer era suya, ella estaba completamente a su merced. Yo estaba impávido sin saber qué hacer ante semejante espectáculo erótico, obsceno, no sé bien como describir el sentimiento que en ese momento me producía el ver en mi propia cama los cuerpos desnudos de mi primo y mi esposa poseyéndose.
Ahora Cristian recorría con sus dos manos el maravilloso cuerpo de mi Güerita Deliciosa con malicia, pero fue notable que, cuando más se deleito fue cuando le acariciaba las piernas; todo esto lo hacían mientras se besaban a ciegas. El grueso del miembro de mi primo había encajado deliciosamente en el sexo de Ivana, y a cada nueva estocada, parecía que ambos iban a estallar, al tiempo que un resplandor erótico bañaba la cara del hombre que estaba entre las piernas de mi esposa.
Mi primo penetraba a mi esposa con enorme placer, su pecho subía y bajaba con la misma agitación que el de ella; poco después Cristian compartió una mirada con Ivana, se detuvo completamente, para después atacarla con unos besos que partieron desde la boca de mi esposa, pasaron por su mejilla y bajaron hasta su cuello. Mientras mi primo chupaba la piel caliente del cuello de mi esposa, a mi Güerita Deliciosa no le quedo más que hacer que gemir, ahhhhh oohhhh, y apretó con un puño una de las sabanas mientras mi primo se la seguía cogiendo.
Ambos ardían de placer, debido a las embestidas que mi primo le daba a mi esposa, y fue entonces que Cristian comenzó a agasajarse al besarle y mamarle con toda intensidad los senos a Ivana, yo sabía que si había algo que le encantaba a mi mujer era que la estimularan en los senos, y lo peor de todo era ver que mi primo se las acariciaba como si siempre hubieran sido amigos íntimos. No puedo explicar que sentimiento me invadía mientras veía como mi primo se estaba cogiendo a mi esposa en mi propia cama, no puedo apartar de mi mente esa imagen el infeliz de mi primo bien colocado entre las piernas de mi esposa embistiéndola con todo, y gozando el placer de por fin poder poseerla.
De repente, los amantes decidieron cambiar de posición, me sorprendió ver a mi Güerita Deliciosa desnuda, empinada y aferrada con ambas manos a la cabecera de la cama; jadeante Cristian exclamo, ahhhh que bárbara Ivana estas bien nalgona, te voy devorar mmmmhhh; entonces mi primo comenzó a chuparle el rostro a mi esposa, y lo acompaño con una sucesión de embestidas que terminaron por hacer flaquear a mi mujer, así mientras ella gemía de placer ahhhhh mmmmhhh, al tener el miembro de mi primo enterrado en su culo; el se deleitaba agarrando a manos llenas las tetas de mi esposa, Ivana le acariciaba la cara a Cristian disfrutando ambos el contacto caliente de sus cuerpos desnudos.
Mi Güerita Deliciosa quedo acorralada entre el cuerpo desnudo de mi primo, el cual la embestía desde atrás, y la fuerte cabecera de la cama, y vaya que era fuerte, porque resistió la intensa cogida que mi primo le estaba dando a mi esposa; era tal la magnitud de como la cama se contoneaba mientras Ivana y Cristian cogían, que una de las fotos donde estamos mi esposa y yo, que estaba a un lado de la cama cayó al suelo.
Mientras mi primo empujaba contra las caderas de Ivana sin darle tregua, los dos jadeaban y gruñían como animales en pleno combate, vi como Cristian bajo sus manos e introduciéndolas entre las piernas de mi mujer, comenzó a masturbarla, y así totalmente extasiado, Cristian le decía palabras cargadas de placer y erotismo mmmhhh Ivanita, estas bien rica, no sabes cuantas noches me las he pasado masturbándome imaginando tenerte así, encueradita, mmmmh Ivanita que ganas tenia de que me dieras las nalgas mmhhhh.
Cristian apoyo su mano en el hombro de Ivana, para clavarse aún más entre las nalgas de mi Güerita Deliciosa, mi esposa ante eso, se sujetó torpemente a la cabecera de la cama, con los dedos abiertos ante las incesantes embestidas que mi primo le seguía dando. Cristian pego su boca al rostro de Ivana para murmurarle obscenidades entre chupadas en su cuello, ahhhhh Guerita, ábreme más las nalgas, mmmmhh, siente como te penetra toda mi macana hasta adentro de tu culo mmmhhh, mueve más el culo ahhh para que pueda penetrarte aún más, ahhhhh mi esposa gemía, mordiéndose los labios.
La verdad ante todo, he de aceptar que era excitante ver ese vaivén con el que mi primo y mi esposa hacían el amor, podía ver como Cristian jadeaba cerca del oído de mi Güerita Deliciosa cada que la penetraba con mayor intensidad.
Cristian exhalo algo que me dejo frio, ahhh vamos mi Güerita Deliciosa, vamos, vente, mmhhh, solo yo le decía así y ahora el infeliz para cerrar con broche de oro su canallada también se lo decía. Espera ahhhh, espera un poco más por favor mmmmhh exhalaba ella, pero Cristian continuo, mmmhhh mi Güerita Deliciosa, quero verte a los ojos cuando me venga ahhhh, mi Güerita Deliciosa mmmhhh, quiero venirme adentro de ti, Güerita Deliciosa quiero embarazarte ahhhhhhh, mi esposa mordiéndose su labio, exclamo, ahhhhh, y el siguió ahhhhh me vengo mmmmhh mi Güerita Deliciosa, te voy a embarazar ahhhhh.
Al final ambos no pudieron más, estiraron la mano y la entrelazaron, el flujo de su clímax hizo que ambos se deshicieran a gritos y gemidos, Cristian se vino chorreándose por completo entre las piernas de mi Güerita Deliciosa, ambos gimieron de placer ante semejante orgasmo fulminante. Mi primo y mi esposa terminaron con la respiración agitada viéndose fijamente el uno al otro, puf fue un orgasmo tremendo.
Terminado el acto sexual, Cristian se vistió rápido y ya para irse volteo a ver a mi esposa que seguía recostada y le dijo, espero que esto no termine aquí Guerita, quiero seguirte cogiendo.
Continuara