Tenemos juegos peligrosos que dan mucho mucho juego.
El fetiche de susurrar al oído en pleno acto experiencias con otro me pne a cien y ella abusa de ello.
Relato
Empezó una vez que había tenido un pequeño roce con un compañero de trabajo y noté cómo ella se excitaba y yo con ella .
Aquella noche follamos como locos y al amanecer nos miramos complacientes .
Le conté más tarde mis sueños con ella fantaseando con la presencia de extraños .
Y así entramos en un juego diabólico de perversión.
Ella es receptiva y yo soy su esclavo.
A menudo me cuenta sus asechanzas tanto en el trabajo como en la calle , el gimnasio (muy propicio), la cafetería y con los amigos.
Tiene un amigo en la cuadrilla que en su juventud tuvieron deslices anatómicos y llegaron a mayores.
Y el rescoldo funciona y juegan en la mesa con las manos por debajo .
Al llegar a casa y ya en la cama me vuelve a susurrar que ha experimentado un calentón prodigioso y ha tenido que ir al baño porque iba a gritar y se ha masturbado para bajar su calentura.
Yo le animo a contarme sus sueños , deseos y acontecimientos y me satisface .
Estamos en trance de exhibirla con un extraño y mi parafilia preferida como candaulista me recrea mi mente.
No hay bomba más potente que verla con otro.
Le dije ¡esto! He inmediatamente le subí la falda metiendo mi mano entre sus piernas tocando su zona vaginal, puso resistencia y trato de gritar pero yo le dije severamente que o me entregaba su cuerpo o la denunciaba.
Relato erótico enviado por reycolegial el 30 de July de 2009 a las 12:08:52 - Relato porno leído 100019 veces