Desde que comenzaron las clases, me di cuenta de que algo le sucedía a Carlos Juan, se veía preocupado, siempre había una razón para salir tarde de casa, y apenas le daba tiempo de entrar a clases. Y en las tardes, llegaba corriendo, a mi me parecía que estaba asustado, pero cuando le preguntaba lo más que le escuchaba decir. No pasa nada mamá, o, tú no lo entenderías.
Relato
Por lo que decidí pedir una tarde libre para pasar por su colegio. Y aunque hablé con el Director, con su Consejera, y hasta con uno que otro Maestro. Ninguno me pudo, o quiso decirme nada, pero ya estando a punto de salir del edificio del Colegio, vi a mi hijo, escabulléndose de un grupo de sus compañeros de clase. Fue cuando me di cuenta, definitivamente que Carlos Juan les tenía un miedo tremendo, por lo que decidí conversar con ellos, sin que mi hijo se diera cuenta.
Apenas me les fui acercando, me di cuenta de que ellos habían notado mi presencia, y rápidamente uno de ellos comentó, es la mamá del mariconcito de CJ. Yo me quedé petrificada, al escucharles referirse a mi hijo de esa manera. Pero me dije a mi misma, ya sabes cómo son los chicos cuando se expresan de sus amigos, por lo que decidí no prestarle atención a ese feo comentario.
Ya frente a ellos, me presenté y de inmediato les pregunté que les pasaba con mi hijo. Yo pensé que tampoco ellos me iban a decir nada, cuando el más alto del grupo, tomó la palabra y me dijo. Lo que sucede con CJ. Señora es que él es muy come mierda, se cree que es mejor que nosotros. Y además él nos prometió algo, y no nos ha cumplido a ninguno de nosotros, y que porque cambió de opinión. Cuando la verdad es que como tiene un nuevo marido, no quiere que se dé cuenta, que le montaba los cachos con nosotros.
Yo me quedé boquiabierta, y sin saber que decir, al enterarme de tantas cosas, y así de golpe. Por una parte, que mi hijo era gay, y que se acostaba con ellos, pero que ahora como tiene marido, no los quiere ver. Yo como que aun no terminaba de digerir lo que sus compañeros me decían, cuando el mismo que me soltó el balde de agua fría con esas noticias me dijo. Bueno señora, nosotros no pensábamos hacerle nada, a Carlitos, pero como él no quiere hablar con nosotros, eso nos da mucha rabia, y si corremos tras él, no es para golpearlo, es nada más para asustarlo, hasta que se nos quite el mal rato que nos hizo pasar.
Yo la verdad estaba devastada, sin saber qué hacer, ni a quién acudir. Fue cuando el otro chico viéndome de pies a cabeza, me dijo. Bueno señora, claro que si usted no quiere que sigamos, bien podemos hablar, y tomar el puesto de su hijo, para ayudarnos a manejar mejor esa rabia, le prometo que no le pondremos un dedo encima a CJ.
Yo no podía creer lo que aquel chico me decía, me estaba proponiendo que tomase el puesto de mi hijo, para que no le siguieran haciendo daño. Yo estaba más que confundida, y lo único que atiné a decirles fue. Miren si gustan pueden pasar por casa, para que hablemos con calma sobre esto. Los chicos se sonrieron, y a medida que se comenzaron a retirarse dejándome sola, otro de ellos me dijo en voz alta. Ok nos veremos en su casa, después de que salgamos de clases.
Yo regresé a casa, con la cabeza que me daba mil vueltas, sin comprender que era lo que había pasado, ya que no esperaba enterarme de que mi hijo, aparte de que era homosexual, tenía hasta un marido, que por lo visto se estaba acostando con él. Al llegar a casa, al poco rato salió Carlos Juan de su dormitorio, vistiendo únicamente una larga camiseta sin mangas, que a todas luces, no era de él, y cuando le dije que había hablado con algunos de sus compañeros de clase. Lo único que me dijo fue. Bueno ya te enteraste, de que tengo un nuevo novio. Apenas pude pronunciar un apagado sí, pero después de eso mi hijo me siguió diciendo, en un tono de voz casi tan femenino como el mío. Quizás un día de estos te lo presento, de seguro que te va a caer bien. Yo me quedé sentada en la sala sin idea de qué hacer ni que decirle, cuando escuché a Carlos Juan decirme. Bueno mamita linda, voy a estar encerrado en mi dormitorio si me necesitas. De golpe me di cuenta de lo afeminado, que mi hijo se comportaba, prácticamente desnudo, lo único que alcancé fueron sus blancas nalguitas, que contoneaba alegremente, a medida que caminando como una chica, se dirigía a su dormitorio.
Lo que se me ocurrió hacer en ese momento fue, servirme un fuerte trago de ron, cosa que normalmente nunca acostumbro hacer, pero me sentía tan deprimida, que en lo único que pensé fue en tomarme ese trago. Casi sin darme cuenta, en un muy corto momento, creo que me bebí como tres, o cuatro fuertes tragos. Yo ni me acordaba, de lo que me dijo uno de aquellos muchachos. Cuando escuché que tocaban la puerta de casa, no pensé jamás que fueran ellos dos. Tras abrir la puerta, y sorprenderme al verlos, aun algo confundida, por todo lo que me había enterado, quizás por educación, o por miedo a que comenzaran hablar de mi hijo en la puerta de la calle, y algún vecino se enterase, les pedí que pasaran. Ya dentro de casa, en mal momento comencé a sentirme algo mareada, pero aun y así los invité a tomar asiento, mientras que yo me sentaba en el sofá de la sala. Al principio me parecieron bien caballerosos, al pedirme que yo me sentase primero, pero casi de inmediato ambos se sentaron cada uno a mi lado.
Yo ni idea tenía de por dónde empezar a hablarles, ni que decirles, ni como. Fue cuando uno de ellos le comentó al otro, por lo visto la señora comenzó la fiesta antes que nosotros. Yo no entendí porque el chico ese había dicho eso, hasta vi que le hizo señas a su compañero de que yo había estado bebiendo. Lo que por lo visto, les agradó. Aun yo me sentía además de sumamente confundida, y quizás algo deprimida, cuando sin más ni más uno de los chicos colocó su mano sobre mi rodilla, diciéndome. Señora esto es bien sencillo, o usted nos sigue el juego, o mi amigo y yo le vamos hacer la vida imposible al mariconcito de CJ en el cole.
Quizás mi primer impulso hubiera sido, retirar su caliente mano de mi rodilla, pero supongo que el ron que me tomé, ya había comenzado hacerme efecto, y mis reflejos, no eran los mismo. Ya que para cuando me di cuenta que su mano estaba sobre mi rodilla, él chico ya había comenzado a deslizarla suavemente por sobre mi muslo, haciendo que yo me quedase como paralizada, ya que desde hacía muchos años, que no sentía que algo así me sucediera. Fue cuando estaba a punto de pedirles que se marchasen, que el otro chico dijera. Bueno señora que dice, es eso o CJ la va a pasar. Al nombrar a mi hijo, por sus iniciales, me acordé de inmediato que Carlos Juan estaba en su habitación, y quizás por miedo a que se encontrase con sus compañeros de clases, no sé cómo se me ocurrió decirles a los dos, fue. Bueno, pero si quieren, podemos seguir hablando de eso en mi habitación. Hasta cuando me escuché diciendo eso, me pareció toda una estupidez, pero mi mayor temor era que si mi hijo salía de su habitación, tal y como se encontraba vestido, ellos fueran abusar de él, sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo.
Apenas entramos en mi cuarto, tomé asiento sobre mi cama, y antes de que yo comenzara a decirles algo, ambos al mismo tiempo, comenzaron acariciar mis senos. Eso como que me tomó fuera de lugar, y por sorpresa, ya que a medida que fui sintiendo sus caricias, en lugar de detenerlos, los dejé que continuasen agarrándome, y acariciándome. Aunque muy dentro de mí, sentía que los debía detener, la verdad es que no podía. Poco a poco, dejaron al descubierto mis senos, al que sin mucho esfuerzo de su parte, y sin que yo opusiera la menor resistencia, me han quitado el sostén. Para seguir acariciando mis tetas, y hasta besando y chupándome los pezones.
Lentamente y sin dejar de pasar sus labios por sobre mi piel, me fueron desnudando entre los dos, mientras que yo en mi mente luchaba con migo misma para detenerlos. Pero el solo roce de sus calientes, y agiles dedos sobre mi piel, fue más que suficiente para que los dejase continuar lo que me estaban haciendo. De momento me di cuenta de que aparte de estar completamente desnuda, ya me tenían mamando una de sus erectas vergas, mientras ellos se desnudaban sin prisa.
La única excusa en que puedo pensar, para haberme comportado así, y no mandarlos al carajo, fue que estaba tan bebida, y tan falta de macho desde hacia tanto tiempo, que cuando sentí sus caricias, y uno de sus miembros dentro de mi boca, y otro dentro de mi coño, la verdad es que no me pude contener. Y los dejé que continuasen proporcionándome un placer que hacía tantos años no sentía.
Yo misma no lo podía creer, que me dejase follar, por ese par de chicos, cual si yo fuera una misma puta. Y lo mejor de todo era que lo estaba disfrutando, como no tienen idea, ya que al momento en que uno de ellos, empujaba su erecta, dura, y caliente verga dentro de mi ya húmedo coño, yo gemía, y reía profundamente de placer, sin llegar a importarme que el maricón de mi hijo se diera cuenta. En el tiempo en que estuve casada, con el padre de Carlos Juan, jamás ni nunca llegué a mamar su verga, y mucho menos a dejar que me diera por el culo. Pero esa tarde, esos dos chicos, hicieron conmigo, y con mi cuerpo lo que les dio su gana.
Al grado que perdí la cuenta de las veces que me han follado entre los dos, y el numero de salvajes orgasmos que me produjeron. Lo que si se es que una vez que se marcharon, tal y como me encontraba, subí a la habitación de mi hijo y le dije. Carlitos, ya no tienes por qué preocuparte por tus amigos, se acaban de marchar, muy contentos, por el trato que yo les he dado. Mi hijo se me quedó viendo de pies a cabeza, fijando su mirada en mi depilado coño, del que aun escurría el semen de sus compañeros de clase. La verdad es que no se si llegue a llamarle la atención a mi hijo, pero lo que si se es que desde esa fecha, ocasionalmente esos dos chicos, no dejan de venir a visitarme….
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 313440 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 213151 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 150467 veces
Si te ha gustado Cansada de ver a mi hijo, muy preocupado actué… ( CON fotos) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
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narrador
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:50) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF Ciberciervo
(1 de September de 2015 a las 06:03) dice:
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Ciberciervo
(1 de September de 2015 a las 06:03) dice:
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Ciberciervo
(1 de September de 2015 a las 06:03) dice:
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