Carita de niño inocente pero experiencia de amante

Buenas damas y caballeros de Elite relatos, antes que nada permítanme presentarme ya que es la primera vez que mando una historia y no me conocen aún. Me llamo Jessica, soy una mujer de 30 años de edad, soy caucásica de nacionalidad americana-mexicana pues mi padre fue norteamericano y mi madre mexicana. Sin presumir debo decir que soy muy bonita, soy de piel blanca, perlo negro natural pero lo tengo pintado de rubio para que me vea más linda, mis ojos son verdes claros naturales, tengo mis pestañas remangadas y gozo de unos labios muy sensuales. Mi estatura de de 1.62 y gozo de un cuerpo perfectamente en forma gracias al gimnasio, mis senos son un poco pequeños pero mis nalgas son lo mejor de mi cuerpo pues están bien paraditas y de buen tamaño, igual les diré que mis piernas son muy bien torneadas, depiladas y excesivamente sensuales al grado que cada que me pongo falda corta los hombres no pueden evitar tener una erección con sólo ver mis sexys piernas, eso si nunca me gusta ponerme medias. Soy profesora de historia y ciencias sociales, actualmente estoy trabajando en una secundaria pública de la ciudad aquí en México D. F. No estoy casada y les diré que tampoco he tenido muchas aventuras sexuales, pues si bien hago memoria desde que perdí mi virginidad en mis años de universitaria hasta la fecha escasamente me he acostado con 3 hombres únicamente en ocho años y por esos 3 hombres únicamente he tenido sexo alrededor de menos de quince veces en todos estos años. No más bien les diré que el sexo no es muy mi afición, tengo otras distintas como comprar ropa de moda, salir con amigas y estudiar música, esas son mis aficiones. Sin embargo apenas hace dos semanas se me presento la oportunidad de tener sexo y no lo desaproveche, pero ¿qué sexo? Sin duda pues lo hice con un adolecente casi niño de apenas 16 años de edad, por ello me convertí también en su profesora de sexo.
Ese chico es mi alumno en la secundaria donde doy clases. Tiene una carita de niño tímido e inocente, aceptare que lo es un poco pero no del todo pues me cortejo a mí. Su nombre es Ricardo pero de cariño le decía Ricardito, como ya dije tiene 16. Él aparenta un rostro todavía de niño inocente, es de piel blanca, ojos cafés, pelo negro muy bien peinado todo el tiempo. Su estatura es promedio de su edad, goza de un cuerpo en gorma gracias a que le encanta el deporte, no tiene músculos todavía por su edad. Y sin duda le mejor de él es su lindo pene de adolecente que a su edad ya se le para más que bien, su tamaño es como de 12 cm. Más u menos, no la tiene muy gorda y es muy suavecita, eso si su único problema es que por su corta edad sufre de eyaculación precoz. Más aun así con el poco tiempo que duramos haciendo el amor me gusto mucho y lo fui instruyendo a cada paso, por ello dijo que me convertí en su maestra de sexo.

A Ricardito ya lo conocía desde hace años, para ser más exactos desde hace dos años cuando entro en primer grado de la secundaria, actualmente sigue con migo en segundo grado, sin embargo no era yo todavía su profesora si no hasta hace un mes cuando el director me asigno su grupo. Como ya mencione por su carita de niño inocente jamás pensé ni siquiera que ya era sexualmente activo pues se portaba muy educado, portaba perfectamente el uniforme y siempre andaba muy bien peinado, él tenía todas las características de niño bueno pues tampoco decía groserías, la relación con él era normal como a todos mis alumnos. Pero desde hace poco iba notando que cada que me paraba en el pizarrón detrás de quedaba viéndome el culo que por mi falda apretada se marcaba muy bien, igual se quedaba viéndome las piernas y me miraba muy como enamorado cuando al frente de todos explicaba o ponía tarea. Con esto comencé a sospechar si duda que ese niño viene educado ya había despertado sexualmente y que de alguna manera yo le gustaba, en esa aula la mayoría de mis alumnos hombres y mujeres ya tenían arriba de los quince años así que no me sorprendí mucho que pasara eso, cada día que pasaba notaba más profundas sus miradas hacia mí y esto continuo hasta que otro día fue cuando por primera vez se paso de listo. Ya era la salida y todos se estaban retirando, yo estaba borrando el pizarrón en cuando de pronto sentí como alguien me paso tocando mis nalgas y al mirar de re ojo pude ver que fue Ricardito, por un momento me moleste al grado que quise ir a reclamarle pero de inmediato pensé que no debía hacer. Además como ya mencione que no había tenido sexo en ese tiempo de inmediato se me vino la idea sucia de corresponderle, pues además sabía que a su edad ya tendría erección y con esto ya estaba preparado para hacerle el amor a una mujer.
Así que a partir de ese momento ya no pude liberarme de la morbosa idea de corresponderle, ese día ya no hice nada pues todos ya se habían ido, no más bien espere hasta el día siguiente de clases. No sé que me pasaba pero el deseo de probar el sexo de un adolecente era muy enorme, así que llegue temprano para evitar que se me escapara, en lo que no llegaba mis demás alumnos empezaron a llegar pero como hay una cafetería en el colegio la mayoría no se quedo en el salón si no se fueron a tomar alimentos en la cafetería. Fui vestida con un traje de oficina color verde y una blusa blanca decorada con flores, como hacia un poco de frio por ser de mañana lleve un abrigo de casimir color gris. Yo estaba sentada en mi escritorio esperando su llegada, al momento que llegó me saludo un poco tímido sin duda por su atrevimiento del día anterior, por mi parte aparente estar moleste y tono de voz seria le dije que cerrara la puerta pues tenía que hablar con él, en ese instante faltaba menos de 10 minutos para que sonara el timbre de entrada, momento en el que todos los alumnos corrían hasta sus aula. El después de cerrar la puerta se acerco muy temeroso a mí escritorio, yo seguía fingiendo estar molesta y le dije enojada que me di cuenta que fue él quien me toco las nalgas sobre mi falda.

Él con su cabeza agachada no me respondía nada, así seguía sin hablarme hasta que subiendo un poco la voz le dije que si no me respondía en ese momento iba con el director para que lo expulsaran por faltarle el respeto a su profesora. Ante tal amenaza inicio a llorar en voz baja como un niño, por mi parte me levante de mi escritorio y fingiendo ir a llamar al director me encamine a la puerta, él por fin me hablo con voz de arrepentido diciéndome ¡No maestra por favor no vaya! Y agrego que no lo volvería hacer, yo ya con voz serena lo pregunte que por qué lo había hecho y me sorprendí al escuchar su confesión.

Maestra usted es muy bonita y desde que la vi me enamore de usted, ¡No sabe cuánto la deseo! La deseo como jamás había deseado a una mujer a mí edad, la amo, la idolatro.
Y yo me pegue a carcajadas cuando me dijo ¿Quiere ser mi novia? No sé porque pero me sonroje con sus palabras pues en mi vida jamás nadie me había dicho un Te amo, ni siquiera de mis novios anteriores lo había escuchado eso. Mire mi reloj dándome cuanta que escasamente faltaba menos de tres minutos para el toque de entrada y en ese momento la calentura se apodero de mí y ya con voz seductora le dije ¿De verdad quieres que sea tu novia? Y me acomode mi pelo siendo coqueta, al instante me senté en la mesa del escritorio, subí mi falda con junta el abrigo y separe mis piernas. Ahí lo mire con mirada de deseo y haciendo un ademan con mis dedos lo invite a venir a mí, nunca olvidare su mirada de lujuria pero combinada con algo de confusión y temor. Pero aun así él lentamente se acerco a mí e introdujo su cabeza entre mis piernas buscando directamente mi zona vaginal. Y así con mis bragas puestas inicio a comerme el coño, lo hacía torpemente pero aun así el tacto de su lengua paso sobre mis bragas hasta mi vagina, ahí comencé a sentir algo de placer. Pues sentía lindo su lengua chupando mis bragas, al igual que sentía el calor de su respiración que en ese momento estaba muy agitada, con su saliva ya me había mojado totalmente mis bragas, luego mirándome muy dulcemente me dijo ¡Que rico le sabe y huele su vaginita maestra! En ese momento removió la tela de mis bragas y ahí pudo verme mi raja vaginal, sin embargo al sonar el timbre ambos saltamos del susto y lo detuve pues en breves momentos llegarían en montón todos los demás, él retiro su cabeza de entre mis piernas y yo me acomode lo más rápido que pude mis bragas y falda. Le advertí que nunca le dijera ni a su mejor amigo de esto ni muchos menos a sus papas pues si lo hacía jamás lo volveríamos hacer y él con voz de enamorado me dijo que sí. En fin ambos fingimos naturalidad ante los demás y ese día de clases termino sin más novedades pero sin embargo todo ese día y la noche me la pase pensando en ese momento y hasta me masturbe pensando en Ricardito el niño de carita inocente pero alma de todo un hombre, el deseo que sentía hacia el no pude evitarlo, pero al mismo tiempo tenía miedo que algo saliera mal y perdiera mi trabajo por ello.

Mi deseo fue tan grande que ya no soporte más y decidí arriesgarlo todo sólo por hacer el amor con él. Para la clase siguiente fui vestida con otro traje esta vez color azul marino y una falda algo corta tableada con vuelo, la cual era del mismo color pero no pertenecía al conjunto del traje, también me puse una blusa muy escotada y ni me puse brasiere. Como no era una mañana fría no lleve abrigo, lleve unas zapatillas de trabajo color negras de tacos medianos. En fin trate de ser natural en toda la clase pero las miradas entre yo y Ricardito eran tan obvias que varios lo notaron pero no se imaginaron lo que ya había entre nosotros, yo ya muy lanzada al momento de calificar su tarea, en la libreta de Ricardito le escribí una nota diciéndole que me esperara junto a mi auto a la salida y para decorarlo sin que nadie me viera me voltee detrás y bese con mis labios la hoja de la nota, con ello quedo estampado mis labios con mi labial color rojo. Así le devolví su libreta guiñándole el ojo, debo decir que temblé de miedo cuando él se descuido y cayo la libreta al suelo, de inmediato como acto de cortesía otro compañero le levanto la libreta para dárselo y ahí es donde temí que leyera la nota con junto el beso que estampe, pero afortunadamente la libreta cayo cerrada y no paso nada más. Ricardito al leer la nota mi regalo una sonrisa muy bonita desde su lugar, en fin toda la clase termino y otros profesores llegaron al salón para impartir otras materias y por mi parte igual me fui a otras aulas a dar clases, yo estaba muy ansiosa de que llegara al fin el termino de todas las clases pero eso no fue hasta cuatro horas más.

Al sonar el timbre de salida sin esperar nada fui directo al auto y lo encontré tal como le dije ahí junto a mi auto, él se notaba muy nervioso y estaba sudando. Yo le acaricie la cabeza y le dije que se calmara, ambos entremos al auto, yo iba sentada conduciendo hasta mi casa y él todo el camino me iba viendo las piernas que por ir sentada la falda se había subido mucho, pero ninguno de los dos converso en ese momento, el ambiente era tenso y lleno de misterio sin duda de pensar lo que íbamos hacer. En fin llegamos a mi casa y entramos hasta la sala de mi casa aun sin decirnos nada, así que yo comencé todo.

¿Sabes lo que vamos hacer verdad? Él me respondió ¡Si maestra vamos hacer el amor!
-Ya has estado con una mujer antes-
-No maestra con ninguna-
-Entonces no sabrás muy bien que es el sexo-
-He visto porno en internet-
-Tranquilo nene para iniciar debes relajarte-
-Respira profundamente e imagina que soy una chica de tu edad-
Tal como le dije el cerro sus ojos e inicio a respirar para controlar su respiración agitada.
-Hay cosas que nos gusta a las mujeres que los hombres nos hagan-
-Y hay otras que no nos gustan-
-Para iniciar debes saber satisfacer bien a una mujer o de lo contrario ya no te buscaran-
-También cuanta el tamaño de tu cosita y la duración que tengas-
Hasta ahí no me decía ni una palabra.
¿Estás relajado? Le pregunte
-Si maestra estoy relajado y no sabe cuánto la deseo-
-No sabe lo cuanto espere este momento entre usted y yo profesora-
-¡La amo de verdad la amo!-
Yo le conteste.
-No creo que sepas distinguir todavía el amor pues yo no soy una mujer de tu edad y por lo tanto únicamente podrás tener sexo con migo pero jamás seremos novios-
Él de nuevo precipitado me dijo ¡Ya quiero hacerla mía profesora!
-Tranquilo nosotras las mujeres nos gusta que nos calienten primero antes de tener sexo-
-Ven con migo-
Al momento yo lentamente desabroche su cinturón y baje su bóxer. En ese momento por fin pude ver su exquisito penecito bien suavecito y semi erecto, lo tome en mis manos e inicie a masturbarle, clarito sentí como iba creciendo en mis manos y le dije.
-Tú deberás aprender a controlar tu eyaculación o no servirás de nada-
Lentamente lo iba moviendo de arriba abajo y me lo lleve a mi boca mamándolo con delicadeza, muy delicadamente iba acariciándole con mi lengua su glande y las paredes de su pene, empecé a metérmelo y sacármelo de mi boca, así se lo estuve mamando como por cinco minutos y el gemía de placer pero llegó el momento en que no aguanto y eyaculo todo su semen en mi boca, el apenadísimo se disculpo con migo. Yo le dije que lo entendía por ser su primera vez y me trague su lechecita, al ver que me lo trague puso cara de morbosidad.
-Ahora para que de nuevo se te regrese la erección tendrás que excitarte de nuevo-
-Es tu turno de tocarme mi amor-
-Si maestra deseo tocarla, besarla y comérmela a besos-
Yo me puse de pie frente a él y le dije.
¡Ve tocándome lentamente mis piernas, chúpalas y al llegar a mi falda súbemela con delicadeza! Nunca podre olvidar su mirada de excitación. Así como le dije muy delicadamente a besos fue subiendo por mis piernas y al llegar a mi falda la subió con total lentitud que sentía como iba deslizándose hacia arriba por mis piernas. Al llegar a mis bragas me miro como diciéndome si podía quitármelas y yo le afirme que si con mi cabeza. Ahí de manera lenta igual me las bajo deslizándolas por mis piernas hasta abajo pero al llegar a mis zapatillas se atoraron, así que tuve que terminar de quitármelas yo. Como la falda tenía vuelo volvió a bajarse cuando me soltó pero el hecho de saber que ya no tenía bragas hizo que su pene volviera a pararse rápidamente. Yo me acosté en el sofá y le dije ¡Hazme lo mismo que el otro día mi amor sólo que ahora con más ganas! El se acerco a mí y volvió a subirme la falda, esta vez yo misma separe mis piernas por completo para darle una vista total de mi vagina bien afeitada y exquisita que en ese momento ya estaba mojada. Ricardito introdujo su cabeza entre mis piernas abiertas e inicio a comerme el coño esta vez sin bragas que le estorbaran. Yo comencé a ver estrellas de tanto placer al sentir como recorría con su lengua toda mi raja vaginal y se bebía cada gota de mis flujos vaginales y más placer cuando él me metió dos de sus dedos en mi raja ¡Umm, umm, umm! Estaba que flotaba en el cielo del indescriptible placer.
Al paso de más u meno diez minutos de comerme el coño le dije.
-Ahora iniciaremos a tener sexo de verdad-
-Tomo tu pene con tu mano derecha, estíralo bien y lentamente inicia a metérmelo en mi vagina-
Así lo hizo, tomo su pene en su mano, lo preparo y se lo acerco a mi raja vaginal, lo tuvo ahí por segundos e inicio a metérmela lentamente y con delicadeza, yo me moría del placer y gritaba como poseída a cada vez que entraba y salía su pene de mi vagina, llegó un momento en que quiso penetrarme más rápido pero yo le detuve diciéndole. ¡No vayas tan rápido si no te vas a venir y no voy a sentir placer! Me obedeció y de nuevo lentamente me siguió penetrando y ambos nos besamos apasionadamente mientras hacíamos el amor, el tomo la iniciativa y me mordía mi cuello como vampiro, me masajeaba los pezones y los apachurraba sobre la blusa y luego quitándola comenzó a mamarlos también. Era un chico muy romántico y mientras seguía metiéndomela me susurro al oído ¡La amo profesora, la amo!
Me acariciaba como si fuera su niña amada, los dos no parábamos de cesar de placer. Debo confesarles que estaba sintiendo hermoso como entraba y salía su penecito de mi vagina. De esta manera ya habíamos tardado casi veinte minutos y por mala suerte de nuevo inicio a subir la velocidad de penetración, ahí fue donde no aguanto y se vació inmediatamente llenándome la vagina de semen. En el momento que me la saco escurrió el semen de mi vagina al sofá y yo para no hacerlo sentir mal lo consolé diciéndole que no se preocupara pues era su primera vez, ahí termino todo, él se vistió al igual que yo y se retiro de mi casa un poco apenado por no haber aguantado más tiempo. Y ahora cada que nos encontramos en el colegio no podemos evitar recordarlo y aunque no me satisfizo como yo quería tengo ganas de volver a hacer el amor con él.