La tomé por la cintura y ella con suavidad y dulzura comenzó a morder mi cuello de tal forma que sentía que ella me transportaba, me enloquecía, pasando a dominar la situación, varios minutos se entretuvo en ello hasta que me llevó a un clima total de excitación, me tomó ella de la cintura acariciaba con su mano mi pecho y besándonos me fue conduciendo a su habitación, llegando a su cama
Relato
Apenas conocía a don Eduardo, pero era muy amigo de mis padres y ellos me ofrecieron para solucionarle a este el reemplazo de su proveedor y abastecedor de las mercaderías necesarias al negocio de Restaurante. Mientras el se podía operar de su hernia en estos dos meses.
Llegue al negocio y fui mirado con ojos críticos por los maestros de cocina y con ojos pícaros y deshonestos por dos mujeres de la oficina, una era la señora de don Eduardo y la otra su cuñada.
Que mujeres se dirigían a mi en doble sentido, con ojos sonrientes.
Un día doña Carola, la mujer de este jefe, me solicita que la lleve urgente a casa, entramos en el ascensor ella se pegaba a mi cuerpo meneando el suyo para excitarme…Al entrar a su departamento iba mas que caliente.…
La tomé por la cintura y ella con suavidad y dulzura comenzó a morder mi cuello de tal forma que sentía que ella me transportaba, me enloquecía, pasando a dominar la situación, varios minutos se entretuvo en ello hasta que me llevó a un clima total de excitación, me tomó ella de la cintura acariciaba con su mano mi pecho y besándonos me fue conduciendo a su habitación, llegando a su cama
Se acostó en la cama y yo sobre ella y me besó enloquecedoramente introduciendo su lengua en mi boca, yo acariciaba sus pechos y mis manos podían saborear el placer que me ocasionaba el contacto con sus senos y sus pezones endurecidos.
Pasados unos segundos, mi boca bajó en busca de sus pechos, los tomé entre mis manos y comencé a besarlos, luego a lamerlos, mordí suavemente sus pezones los gemidos salían a mares de sus labios, luego me sumergí en ellos succionándolos mientras ella enloquecía con mis caricias, luego bajé por su cuerpo y fui besándolo por completo hasta llegar mas abajo de su cintura, comencé a bajar sus ropas, entonces me paré sobre la cama bajé mis pantalones, se excita al notar mi pene erguido, ella se incorporó y su mano acarició mi pene erguido acariciándolo, excitándolo más con sus manos, luego lo acaricio y besó. Es maravilloso, me enloquece verlo y pronto estará dentro mí, en mi vagina haciéndome gozar a cada instante
Ella se quitó la poca ropa que le quedaba, su vulva depilada lucia excitante me acomodé sobre su cuerpo y nos besamos, con pasión y moviendo mi cintura lentamente notaba que mi pene erguido jugueteaba en la entrada de su vagina, eso la excitaba más, su boca gemía y gritaba, los besos que nos estábamos dando apagaban sus gemidos, entonces sentí sus manos aferrando mi cuerpo con fuerza, su beso se hizo mas profundo y sentí su cuerpo bajo el mío agitándose, sacudiéndose en un orgasmo infernal, mientras yo la besaba y la acariciaba muy dulcemente, sus dedos finalmente se entierran en mi espalda con un destemplado gemido emitido al llegar con fogosidad sus orgasmos.
Serás mío, me dice, eres un joven, pero te necesito eres mío, soy tu hembra, tu mujer, tu puta. Sentía abrirse que sus piernas dispuestas para recibirme, nuevamente apoyé mi glande sobre su vulva la miré entré en su cuerpo, gozaba disfrutaba dentro de ella su cuerpo comenzó a vibrar y mi pene lentamente comenzó a apoderarse de su vagina hasta introducirse por completo en ella entonces comencé a deslizarlo en su interior lentamente como para gozar y hacerla gozar y poco a poco comencé a aumentar la aceleración dentro de ella nos besábamos, acariciaba su cuerpo, sus senos excitados y ella hacia lo mismo con el mío, quería demorar al máximo el instante de lanzar sobre su escondida matriz mis ríos de semen, ella gozaba excitada pasaron un par de minutos y ya con voz desesperada pidió casi en forma de suplica que la acabase, volví a besarla y estas deseando que acabe, y yo también deseo hacerlo pero también deseo seguir disfrutándote..., en eso salían de mis entrañas por mi miembro ríos de semen y leche que la inundaron. Acaba por favor, soy tuya, todas las veces que vos lo desees seré tuya porque esto no termina acá...
Pasaron segundos desde que sentí que mi pene eyaculaba en su interior al mismo tiempo que su cuerpo se contraía y comenzaba a sacudirse con un nuevo orgasmo, sus manos tomaron mi cuerpo se incorporó levemente depositó su boca en la mía en medio de sus gemidos, luego dejó caer sobre la cama su cabeza y nos besamos apasionadamente durante incontables minutos, nos acariciábamos, gozábamos a cada instante, nuestros cuerpos se habían aquietado ella se incorporó de la cama diciéndome, toque el cielo ahora que he vuelto a la tierra déjame irme a lavarme y tu desaparece que va a llegar mi familia.
Dos días después nuevamente me lleva a su casa, no recuerdo con que excusa… Esa tentadora y ardiente mujer de hermosos ojos y carnosos labios, una esposa dueña de dos hermosos y excitantes senos, una mujer que además de ser femenina y natural belleza que irradiaba desde su angelical rostro y sinuoso cuerpo, era además para mi una agradable excitación, además era frenética y muy lujuriosa a la hora de hacer el amor, se volvía tremendamente erótica y apasionada con las diferentes poses que experimentábamos haciendo el amor, donde el sexo oral que hacia o que recibía ya sea de una manera individual por turno, o de a dos, eran unos morbosos momentos que disfrutábamos ambos a morir de lujuriosa y apasionada entrega. Era la dueña del negocio, pero era también una mujer ardiente
Esos dos meses fui su amante a lo menos dos veces por semana, mientras su cuñada nos miraba sonriente diciéndole a esta déjame algo para mi, me lo vas a secar… a volver de la clínica don Eduardo tranquilizó a su mujer y esa semana no tuvimos sexo, pero se activó su cuñada… bueno eso lo cuento después
Eduardo
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 514139 veces