Carolina embarazada por su juvenil amante de 16 años , lleva su maternidad de una manera ejemplar solo desea tener la oportunidad de estar unas horas a solas con Richy su nuevo marido, esa oportunidad se presenta una tarde que doña Clara es solicitada por su hija que debe ir a una reunión y cuide de sus hijos un par de horas, apenas sale doña Clara llamo por teléfono a mi juvenil semental
Relato
Carolina embarazada.
Este me traslada de la silla con amoroso arrullos y despojándome de mis ropas desnuda me acaricia mientras se desnuda
Carolina embarazada por su juvenil amante de 16 años , lleva su maternidad de una manera ejemplar solo desea tener la oportunidad de estar unas horas a solas con Richy su nuevo marido, esa oportunidad se presenta una tarde que doña Clara es solicitada por su hija que debe ir a una reunión y cuide de sus hijos un par de horas, apenas sale doña Clara llamo por teléfono a mi juvenil semental quien llega de inmediato no nos saludamos cada cual se entrega al otro en un apretado abrazo y en medio del recibidor caímos sobre un sillón donde este recoge mis vestidos saca casi destrozándome mis calzones y desnudo de su cintura hacia abajo unimos nuestras pelvis en un apoteósico apareamiento donde el sillón rechinaba al ser meneado repetidas veces resbalándose en el piso mientras ese pene destroza mi vagina en posición de perrito, me faltaba el aire y chillaba desesperada ante las duras arremetidas de mi macho, mi nuevo marido, progenitor del retoño que llevo en mi matriz . Cuanto cruje el sillón en el piso tanto como los gemidos escapados de mis labios por su fuertes arremetidas extrayéndome mis orgasmos y recibiendo su tibia leche en mis entrañas. Este si que me saciaba de los placeres carnales, mi marido juvenil y fecundador de todos mis futuros hijos.
Descansamos una media hora y arrastro a mi amante nuevo marido a mi dormitorio, donde este me traslada de la silla con amoroso arrullos y despojándome de mis ropas desnuda me acaricia mientras se desnuda, una vez ambos desnudos soy nuevamente apareada por mi macho en profundas y duras clavadas de su pene en mi matriz, este nuevo marido es exigentes en sus uniones carnales y exige los máximos sacrificios en el placer sexual, como lo requiero.
Pasan los meses y ahora tiene siete meses de gestación un problema para mí no puedo poseerla por su embarazo, debo esperar… menos mal que el insensato de su marido trajo a casa una mujer para colaborar en el aseo y de ayuda a su señora. Era una mujer de 26 años muy temerosa de la vida y temía quedar sin trabajo por que su marido trabajaba en las oficinas de la empresa del esposo de Carolina y en casa era un bruto grosero que tenía atemorizada a su mujer y madre que vivía con ellos, junto a sus dos hijos de seis y tres años, esta mujer era callada y a todo lo que uno ordenara ella decía si. Temía quedar sin trabajo por temor a su marido. Con la llegada de Luisa ese era su nombre, la sra. Clara se puso callejera y salía casi a diario a recorrer el comercio de la ciudad con sus amigas. Luisa una mujer delgada, sin grandes atractivos en su cuerpo, pero llamaba la atención por tener un cuerpo bien proporcionado a su talle delgado.
Carolina me dice esta Luisa es una mujer sin esperanzas en su vida, solo desea no crear problemas para que no la eche y así su marido no arruine su vida. Me gustaría enviarla a comprar para estar contigo en la cama, pero temo por lo avanzado de mi embarazo, si estas necesitado me imagino que me cambiaras por otra, me dice contrariada. No, contesto no te cambiaría solo me descargaría de estas excitaciones que tengo. Necesito una mujer solo para descargar mi producto glandular, se acumula y comienzan a dolerme los testículos, digo.
Entonces me dice Carolina te ofrezco a Luisa ella me obedece en lo que le solicite, dice que me hará todo lo que le ordene, hasta si la mando a acostarse contigo,
Así es de resignada esta mujer…, obedece todo lo que le ordene, ese día sale al centro doña Clara y le dice recuerda todo lo que mande se obedece y acata a todo lo mandado escuchaste bien. Si responde la mujer.
Luisa llama Carolina este hombre es mi verdadero marido el es quien me dejo embarazada y no puedo entregarme a él por mi preñez, así que tú me reemplazaras. Ahora acuéstale con el en la cama y dale en el gusto apareándote en ella, desnúdate y gózalo. Me quedo sorprendido cuando veo que Luisa comienza a sacarse sus vestimentas, cumplirá la orden de Carolina y se desnudara para que luego yo la posea como mi esclava sexual…, desnuda esta mujer muestra un cuerpo de adolescente a pesar de sus 26 años, llamando la atención sus senos pequeños, pero bien parados mis hormonas se ensalzaron al verlos, al igual que un león agazapado en la hierba y salta tras su presa fue mi actuar, tentado por poseerla la manoseo y recuesto en la cama metiendo mi cabeza entre sus muslos adueñándome de su maraña de pelos vaginales buscando su vagina para penetrarla con mi lengua en busca de su clítoris, este salto a su encuentro y estuvo entretenido con mi lengua unos diez minutos para luego Luisa gimotear y llorar moviendo desesperadamente su cuerpo, encuclillarse desesperada al entregar su primer orgasmo sacados de su cuerpo por primera vez en su vida por una lengua y revolcándose gemía y sollozaba entregada. En el placer de su orgasmo no siente cuando es penetrada por este pene más tieso y duro que un tronco y que debido a su grosor lastima su vagina ensanchándola hasta casi desgarrarla lloriqueando en su entrega y comienza suavemente a mover sus cinturas para enloquecer a continuación entregando su cuerpo a este un extraño en su vida, pero que ha sabido excitarla hasta perder sus sentidos oscilando su cuerpo para que este logre nuevamente extraer un nuevo orgasmo que el cuerpo de ella locamente desea entregarle como premio a este macho desde hoy su macho…, ambos cuerpos se agitan en el placer y gozo del coito, sus respiraciones se aceleran en ambos al entregarse mutuamente sus manantiales de emisiones esparciéndose estas dentro de su vagina inundando sus entrañas y sacando de sus labios gemidos, suspiros y afligidos espasmos de pasión culminando el placer en sus entregas.
Esa semana Luisa es receptora dos veces de las emisiones de este macho en su matriz y es feliz al sentirse deseada y acariciada antes de obtener sus entregas por este macho con cariño y paciencia no como el bruto de su marido que en casa la agarra la posee sin importarle si fue satisfecha o no, como rememoraba cada entrega a este muchacho, el amo de su cuerpo.
Esos tres meses que Carolina no puede satisfacer a Richy este se satisfacía en esta dócil, humilde, resignada mujer, a lo menos tres veces por semanas, quedando esta preñada de su juvenil profanador de sus entrañas, ahora Richy tenía en esta casa a dos mujeres que lo deseaban y saciaban. Esas vacaciones de un duro y lluvioso invierno fue para estas mujeres lluvioso en sus entrañas donde cada una recibía su ración diaria de esperma proveniente de este macho. Nuevamente Carolina queda fertilizada por los espermios de su bien amado y deseado Richy.
Y el no perdió ni un segundo de el momento, me dijo con mucha morbosidad ¡Ahora puta súbete la falda y retráncate en la pared! Yo con rabia fui subiendo lentamente la falda de mi vestido hasta mi cintura, el se alejo unos metros deleitándose con mis piernas, yo vi clarito como su verga creció dentro su pantalón, tomo una cama fotográfica sacándome varias fotos en esa pose tan humillante para mí.
Relato erótico enviado por Anonymous el 11 de September de 2009 a las 23:52:41 - Relato porno leído 160823 veces
Lucia es una mujer casada, pero aun joven de unos 34 años senos grandes y un culo generoso además que tenia un rostro muy bello, pero lucia aunque tenia esposo y tres hijos que le hacia parecer una dama, a ella le encantaba follar a menores entre 13...
Relato erótico enviado por sexolito el 10 de April de 2005 a las 00:02:30 - Relato porno leído 156464 veces