Esta es la historia que estoy viviendo hace tres meses, mi nombre es lucia tengo 38 años soy casada tengo dos hijos... ...empecé a tener sexo todos los días, de lunes a viernes por las mañanas, los domingos por la tarde y algunas veces los sábados por noche, y no precisamente con mi marido
Relato
Esta es la historia que estoy viviendo hace tres meses, mi nombre es lucia tengo 38 años soy casada tengo dos hijos de 14 y 12 años mi marido tiene 42, somos de una provincia del interior de argentina, soy blanca pelo castaño claro, ojos marrones, 1, 65 de estatura, mis tetas son grandecitas pero firmes, 63 de cintura y una colita bien paradita gracias a la curvatura natural de mi espalda que herede de mi familia, me case a los 24 cuando quede embarazada de miguel mi marido, el trabaja en una empresa de lunes a sábado de 8 a 16hs. Mi vida sexual hasta hace tres meses era muy poca 2 o 3 veces al mes y cortito pero ya me había acostumbrado a un pene de 14 cm muy velludo que no aguantaba más de 5 minutos en descargarse y quedarse flácido por una o dos semanas, por lo que no me molestaba mucho, bueno digo hace tres meses porque es cuando empecé a tener sexo todos los días, de lunes a viernes por las mañanas, los domingos por la tarde y algunas veces los sábados por noche, y no precisamente con mi marido, voy a contar como empezó y como vivo esta historia que me vuelve loca día a día y ya no imagino cómo sería mi vida sin este amante delicioso con el que me hace sentir la mujer más dichosa del mundo, todo empezó cuando mi marido me alentaba para que hiciera alguna actividad por la mañana ya que quedaba sola en casa y aburrida de lunes a viernes ya que él se iba a su trabajo y los niños a la escuela a las 8 y volvían a las 13 y mi marido a las 16 por lo que estaba cuatro horas netas de aburrimiento después de hacer los quehaceres de la casa, es así que después de tanto insistirme me convenció de inscribirme en un gym que quedaba a 10 minutos de donde vivimos, las primeras semanas eran normales entraba a las diez y salía a las once después que terminaba la rutina que el entrenador me dejaba, un día note como un muchacho de unos 25 años (después supe su edad) me miraba fijamente todo el tiempo, el es alto como 1,85m muy buen cuerpo sin ser voluptuoso es muy atlético y marcado, morocho ojos grandes y negros, tez bronceada naturalmente al principio me sentía muy incómoda, luego de varios días así comencé a sentirme deseada me arreglaba mas y esperaba con ansias la hora del gym para exhibirme con él, me atraía también pero siempre tenía esa voz en mi oído que me recordaba ¨sos casada y tenes dos hijos no podes verlo con ojos de mujer¨ así pasaban sus miradas y a veces le respondía yo con una dulce sonrisa agradeciéndole sus miradas, despertaba en mi muchas cosas entre ellas el deseo sexual que crecía día a día, por lo que llegaba a mi casa y me masturbaba desesperadamente imaginando como seria su verga, como seria tenerla en la boca y enterrada en mi concha, cierto día lo encare algo nerviosa porque en el fondo sabía lo que quería que sucedería pero no sabía si me atrevería: le dije después de un rato de mirarnos e intercambiar sonrisas
- hola, te puedo preguntar algo
- sí, decime, linda
-porque me miras tanto
- sos muy hermosa y desde la primera vez que te vi te deseo
Me quede soqueada no me imaginaba que me dijera tan rápido lo que yo quería escuchar, no sabía que responderle solo lo miraba con un poco de entre deseo y temor, reaccione y le dije poniéndome algo colorada y bajando la mirada:
-soy casada, el se sonrió y me dijo:
- no hace falta que te separes para pasar un buen rato con otra persona
- pero también tengo hijos
- nadie se tiene que enterar que la pasas bien, esto seria un secreto solo de los dos
A esta altura mi concha era un charco de fluidos calientes, literalmente me estaba proponiendo, serle infiel a mi marido, quería cogerme y no le importaba que estuviera casada y con hijos, eso me excitaba mucho le respondí con mis ojitos brillando de el deseo: - no puedo, el seguramente se dio cuenta que lo deseaba más que el a mí y me dijo – está bien preciosa pero si cambias de opinión voy a estar aquí.
Ese día llegue a mi casa y me masturbe como tres veces antes de que llegaran mis hijos no podía dejar de pensar en su propuesta tan descarada, prohibida pero excitante , desde que llego mi marido lo busque para que me coja para chupársela, no funciono inclusive a la noche cuando estábamos en la cama se la chupe un rato largo pero su penecito no dio señales de vida y se quedo dormido al igual que el yo estaba que no daba más de la calentura que tenia entre mis piernas, me masturbe hasta que me quede dormida fueron varias horas de darme placer con mis dedos y ni aun así me bajaba la fiebre de la concha, al otro día desperté le prepare el desayuno para todos, y cuando quede sola me volvió como de un golpe todo el deseo del día anterior pero multiplicado por diez, ahí me olvide de todo y dije, si paso un buen rato y nadie se entera no va a pasar nada me divierto un momento la paso bien y después las cosas siguen igual (que equivocada estaba), me bañe me puse bien atrevida, no use la ropa del gym en lo menos que pensaba en ese momento era en hacer la rutina, una mini negra un poco más arriba de las rodillas, un top blanco sin corpiño, unos zapatos de taco de 15 cm, y una tanga blanca era la mas chiquita que tenia y se me colaba bien entre mis nalgas, me peine me hice una cola de caballo, me maquille y perfume y salí de mi casa rumbo al gym a eso de las 9:30 para esperarlo porque el llegaba antes que yo, llegue y me quede en la esquina por donde veía que él se iba, estaba asusta por lo que tenía pensado hacer pero a la vez muy caliente, no pasaron ni 5 minutos cuando dio vuelta la esquina, venia con un short, una musculosa deportiva y escuchando música con sus auriculares, apenas me vio se detuvo, y me dijo:
-hola linda, ¿Qué haces aquí, no haces tú rutina hoy? No voy a poder mirarte, y se sonrió
- llévame a un lugar donde estemos solos y te dejo que me mires como quieras, en ese momento no me importo ni mis hijos ni que estoy casada solo quería que me coja y me saque la calentura que me invadía cada vez mas fuerte
-vamos a mi casa es aquí a dos cuadras y vivo solo
Bueno le dije camina vos adelante yo te sigo unos pasos más a tras no quiero que me vean, a las dos cuadras entro en una casa de medio pelo y dejo la puerta abierta y sin dudarlo me metí antes de que alguien me viera, había un poco de desorden pero no me importo, apenas entre cerró la puerta me abrazo y empezamos a besarnos, me manoseaba las tetas y el orto como loco, separo sus labios de los míos y me dijo
- no tardaste mucho en cambiar de opinión y decidirte putita hermosa
Ahí me corte un poco, pero me di cuento con lo que estaba haciendo me estaba recibiendo con honores de puta, y le conteste, - cógeme antes de que me arrepienta pendejo pajero, me levanto la mini hasta la cintura y me tocaba el culo a pelo. Jugaba con tanga me la estiraba para que se me entierre bien, tenía la concha súper babosa, me saco el top y ahí quede en tetas, me las besaba y mordía y las elogiaba, me tomo de la mano y me dijo veni, se saco la musculosa y se sentó en el sillón, arrodíllate aquí y chúpamela, le baje el pantalón y el bóxer y me quede alucinada con esa pija hermosa de unos 19 cm bien hinchada y dura y toda depilada, después de admirarla unos segundo la agarre con mi mano y la engullí hasta la mitad, además de ser hermosa esa pija era deliciosa, se la mame un rato largo, le chupaba la cabecita el tronco y también los huevos lo disfrutaba tanto que mi bombacha estaba hecha agua, después se paro me hizo sentar en el sillón me abrió las piernas y se arrodillo a mamarme la concha, no saben que delicia mi marido solo me la había chupado un par de veces hace muchos años pero no se comparaba a la habilidad de la lengua de este joven que ni siquiera sabía cómo se llamaba y me hizo venir con sus lambidas, se paro se saco toda la ropa de un cajón saco un forro y me lo dio, lo abrí y se lo puse con dificultad ya que no veía uno de esos hace mucho, me saco lo que quedaba de ropa solo quede con los tacos, se sentó y me dijo – veni putita arrecha sentate y sácate toda la leche- agarrándose la pija, abrí mis piernas y me fui bajando a pesar de tener la cotorra empapada no estaba acostumbrada a un instrumento tan grande y me dolió un poquito pero entro toda, y ahí empezó mi infiel pero caliente cabalgata a este semental que ahora es una rutina diaria de mamar coger y culear, en su casa, en mi casa, en la casa de un amigo de él, en el telo o donde sea, el me inicio en el sexo anal y llegue al punto de pedírselo todos los días por la cola, también es al único que le tome la leche que yo misma le saco de la pija, deje de ir al gym por coger y la plata que me daba mi marido para pagar el gym la utilizaba para forros telo y algún que otro regalo para mi amorcito, varias veces le esquive a mi marido cuando quiere hacerlo inventando cualquier escusa, porque si no se va a dar cuenta por varias cosas aparte de estar depilada totalmente cosa que me obligo Matías ( así se llama mi amante) pero después me acostumbre, tanto que no puedo estar ni siquiera con los cavitos por lo obsesiva que soy con eso, además de eso porque mi agujero vaginal está muy diferente a como lo vio el la ultima vez mas de tres meses, abierta, dilatada, maltratada por la pija de mati, y aun más si se le llegara a ocurrir tocarme el culo, creo que lo tengo más abierto y destrozado que los travestis que trabajan en la calle, por las limaduras de esfínter diarias que me da mi bebito, estos tres meses que pasaron trague mas semen que cualquier mujer común en toda su vida, ya lo hacemos sin forro seria un presupuesto, amo a mi esposo y a mis hijos, pero voy a seguir llevando esta vida no sé si lo amo, solo amo como me coje y lo puta y libre que me siento con él, es tanto la calentura que me provoca este pendejo que una vez no me importo chuparse frente de su amigo una tarde de domingo que fui a buscarlo y estaba viendo un partido con Fernando es un poco más bajo y mas rellenito que mati, así me lo presento me dijo veni arrodíllate aquí y se bajo los pantalones cerré los ojos y se la mame después los abro y veo que su amiguito se estaba pajeando con una verguita chiquita y peluda parecida a la de mi marido y no tardo más de cinco minutos en descargar la leche me dio gracia porque me hizo acordar a lo patético que es mi marido en el sexo y a lo que yo me había acostumbrado, esa tarde después que se fue me dio una soberana cogida me la ensarte solita en el culo y lo ordeñe con mi ano, me hecho el semen a dentro yo lo volqué en su pecho y lo limpie con mi lengua, me he vuelto muy cerda con él y espero con ansias las mañanas porque es la hora de mi sección con mati, besos ojala lo hayan disfrutado tanto como lo disfruto yo día a día. No repriman sus deseos no se van a arrepentir bye.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces