CHANTAJE

Chantaje

Hola me llamo Alicia, tengo 24 años y estoy casada desde hace 4 años y tengo un niño de 6 años.
Yo soy morena de ojos verdes, el pelo largo unas medidas de 100-62-92 altura 170 y peso 60kg, los pechos me crecieron un poco a partir de mi embarazo. Realice algún trabajo de modelo pero preferí mi carrera de empresariales.
Un día llego mi hijo del colegio diciéndome que tenia que ir a hablar con su profesor para un tema de las notas, y así hice al día siguiente fui hasta el colegio, ha hablar con el profesor, como hacia calor pensaba ir a la piscina después de recoger a mi hijo y me puse una minifalda, una camisa amplia para que no se notaran mucho mis generosas tetas y unos zapatos de taco alto. A la entrada del colegio estaba un sobrino mío, que tiene 13 años, con unos amigos y me pare a saludarle. Así que decidí ir a ver al profesor, la clase estaba en la primera planta y las ventanas daban al patio, el profesor era bajo, gordo y clavo tendría unos 55 años. me mando sentarme en una silla que había delante del escritorio de el y como era pequeña la silla se me veían bien los muslos y supongo que hasta la bombachita. El no dejaba de mirarme los muslos, me decía que mi hijo era muy vago y que iba a tener problemas para aprobar, de repente se levanto de su silla y se dirigió hacia mi, se puso a mis espaldas y me tocó los hombros como si fuera a hacerme un masaje y seguía hablando y empezó a bajar sus manos hacia mis tetas, le dije que parara y me levanté. El avanzó hacia mi y me agarro y me dijo que el iba a ser el profesor de mi hijo por un par de años mas y si no quería que tuviera problemas me tenia que dejar hacer y en eso me agarró una de mis tetas, intenté soltarme pero el bajo sus manos a mi culo diciéndome que era por el bien de mi hijo, en eso se abre la puerta y era mi sobrino. Nos compusimos como pudimos y mi sobrino dijo que me estaban esperando; así que salí.
Al salir mi sobrino me dijo que había visto todo lo que había pasado y si no quería que se lo contase a mi marido tendría que desnudarme delante de el, yo me quede alucinada con lo que me dijo pero me volvió a decir que lo había visto todo. Así que pensé: bueno es mi sobrino y si me ve desnuda no pasará nada y así me libro que se lo diga a mi marido. Le dije que estaba bien y me llevo a una habitación que había allí mismo. Era de chichos pero no vi a nadie, así que entramos y empecé a quitarme la poca ropa hasta que me quede solo en bombachita y corpiño. Vi como miraba hacia mi entre pierna y noté la gran cantidad de pelos de concha que escapaban por los laterales de la bombachita. Levantó la vista y la fijó en mis enormes tetas. Ese día me había puesto un corpiño muy chico, razón por la cual las oscuras areolas asomaban por sobre los bordes superiores de la pequeña y erótica prenda. Noté como mi sobrino se sobaba la verga por encima de su pantalón. Me dijo que tenia que quedarme completamente desnuda. Obedecí y me quedé totalmente en pelotas. Al verme la concha peluda se quedó mirándola un largo rato a la vez que se abría el cierre del pantalón y sacaba su endurecida pija, poniéndose a hacerse la paja. Miraba alternativamente mi concha y mis enormes tetas y sin dejar de pajearse me pidió que caminara un poco por la habitación. Le hice caso y me puse a caminar, mostrándole bien mi culo, que gracias a los zapatos de taco alto que llevaba, estaba muy bien parado y firme. Luego me dijo que caminara dando pequeños saltos. Enseguida comprendí que quería excitarse viendo como se bamboleaban mis opulentas tetas. Me sentía muy mal y quería que eso terminara pronto. Para eso me acerque a él, le agarré la pija y yo misma seguí haciéndole la paja, a la vez que tomando una de sus manos la coloqué sobre el tremendo felpudo de pelos que era mi concha, el la dejó ahí, no intentó meterme un dedo dentro de la concha, solo se limitó a sobarme la pelambrera. A los pocos segundos su pija comenzó a escupir leche, que alcanzó mi cara y mis tetas.
Mientras se limpiaba la pija me dijo que me vistiera y que fuera a buscar a mi hijo que ya estaría fuera.
Al cabo de unos días, recibo en mi correo electrónico unas fotos donde estoy yo completamente desnuda pajeando a mi sobrino, la nota que decía que tenían mas, que me tenia que portar bien con ellos o sino se las mandarían a mi marido; me fijo y el correo venia de parte de mi sobrino, les contesté preguntando qué querían a cambio de las fotos. Ellos me contestaron que querían coger conmigo. Yo me sorprendí y no les contesté, al cabo de unos días mi marido me enseño una foto que le había llegado a su casilla de correo y vi que era la del día del colegio (ahí estaba vestida) y por miedo a que le mandaran las fotos donde estaba con la concha peluda al aire, les contesté que estaba de acuerdo, que haría lo que ellos quisieran.
Me contestaron que estuviera a las 20:00 en casa de un amigo de mi sobrino, que fuera con ropa interior erótica. Llame a la puerta y salió mi sobrino, me agarro por la cintura y me metió en la casa, allí había otros 2 de la misma edad que mi sobrino. Me los presentó y sin mas me dijeron que me desnudara lentamente, y así lo hice, sugiriéndoles que pongan un poco de música suave.
Cuando comenzó la melodía me quité la chaqueta, debajo llevaba una camisa blanca. Lentamente desabroché los botones quitándomela. Quedé en corpiño que era blanco y totalmente transparente. Los 3 chicos estaban sentados en un sillón y miraban con la boca abierta mis enormes tetas. Para excitarlos aun mas, sobé mis pezones por arriba de la tela del corpiño. Solté el botón y abrí el cierre de la pollera, dejándola caer al piso. Debajo llevaba medias, portaligas y una diminuta y transparente bombachita, todo en color blanco.
Mientras bailaba vi como mi sobrino y sus dos amigos se sobaban la pija por arriba de la ropa y comentaban algo entre ellos que no alcancé a escuchar, pero a juzgar por la dirección de sus miradas se referían a mi bombachita. Esta era tan diminuta que todos los pelos de la concha de escapaban por arriba y por los laterales de la prenda. Yo ya me estaba poniendo caliente y decidí quitarme el corpiño dejando al aire mis dos enormes tetas. Uno de los amigos de mi sobrino tenía la mano dentro de su pantalón y se podía notar que se estaba pajeando furiosamente. Me acerqué a el, le tomé la mano que tenía libre y la dejé sobre mi teta. El pequeño pajero incrementó sus movimientos dentro del pantalón y a los pocos segundos una enorme mancha de leche apareció en su bragueta. Los otros dos comenzaron a reírse de el, logrando que saliera corriendo de la casa por la vergüenza.
Quedé sola con mi sobrino y su amigo que parecía ser mayor que el.
Ahora mi sobrino y su amigo se pusieron de pie y colocándose ambos a cada lado mío comenzaron a meterme mano por todos lados. Mientras mi sobrino sobaba furiosamente mis opulentas tetas su amigo me bajó la bombachita e inmediatamente se puso a acariciarme la abundante pelambrera de la concha.
Tengo que reconocer que todo ese toqueteo me calentó mucho y cerré los ojos para disfrutar un poco de la situación. Cuando los abrí vi que los dos se habían bajado los pantalones y ya tenían las pijas afuera y las comenzaron a sobar contra mis muslos a la vez que metían mano en el culo, la concha y las tetas.
Luego de unos segundos uno se colocó frente a mi, poniendo su dura verga entre mis muslos de modo que la misma me sobaba los labios de la concha. Mi sobrino se puso a mis espaldas poniendo su pija justo en la raya de mi soberbio culo. Así yo quedé en el medio, mientras ellos se movían, frotándose contra mi cuerpo y toqueteándome a su antojo pero sin meterme la pija ni en la concha ni por el orto. A los pocos minutos ambos acabaron, dejándome toda sucia de leche y con varias marcas en las tetas debido a las salvajes mordeduras. Luego me dijeron que me vista y me fuera, pero se quedaron con mi bombachita como trofeo de guerra.
Sucedió que me monte en el autobús para ir antes a mi casa, eran las diez de la noche mas o menos e iba bastante lleno de gente, me toco ir de pie al lado de unos señores q iban justo detrás con el vaivén del bus se fueron pegando a mi hasta q note unas manos q me empezaban a tocar primero las caderas, después el culo, los pechos hasta q decidieron meter sus manos por debajo de mi falda y notaron q no llevaba bragas así que se sacaron sus pollas y me empezaron a restregármelas no les importaba mucho q les vieran o no aunque no había mucha luz si se hubieran fijado se hubiera visto perfectamente lo q estaba pasando así hasta q uno detrás de otro se fue corriendo y llenándome el culo de esperma, así llegue a casa y me metí en la ducha para relajarme.
Estaba destrozada aunque últimamente no sabia nada de mi sobrino y sus amigos estaba preocupada por si pasaba algo, así hasta q un día volví a ver a mi sobrino y mirándome con una cara de risa y en eso me da una carta cerrada y se va para otro sitio como q no quiere la cosa, cuando tuve un rato de tiempo leí lo q me ponía y me lleve un gran susto venia firmado por todos los amigos de mi sobrino, y ponía:
Presentante en casa de nuestro amigo a las 20:00 de la tarde vestida con unos pantalones blancos y un top blanco con tanga negro y sin sujetador, ellos sabían mas o menos mi vestuario por q mi sobrino me ha visto muchas veces, no sabiendo q hacer no me quedo otro remedio q ir a la casa de su amigo, me vestí como me mandaron y fui hasta allí
Al llegar me salió otra vez mi sobrino a abrirme , y me dijo que pasara que allí estaban todos, y fue lo que hice. Ellos me dijeron que me desnudase y que me quitara la tanga que llevaba y me volviera a vestir. Íbamos a dar un paseo por el parque, y así hice, con los pantalones que llevaba se me notaba mi concha peluda si se fijaba uno y por detrás se notaba claramente que no llevaba bombachita, los chicos cada vez iban uno agarrado de mi y los otros dando vueltas y se iban turnando de vez en cuando se me tiraban a por mi haciéndome caer y aprovechar a meterme mano yo mientras tanto me dejaba hacer haber si se les pasaba y volvíamos para casa hasta que dijeron que me sentara en el banco q había en un sitio un poco apartado pero q aun así se veía desde un sitio normal, y se quedo uno conmigo y los demás se pusieron a jugar, en eso el q se había quedado conmigo me empezó a besar y a tocarme las tetas yo claro me deje hacer por miedo a las amenazas pero también con miedo por si pasaba alguien conocido y me reconocía, así pasaron todos hasta mi sobrino hasta q se cansaron entonces me dijeron q fuéramos para casa , una vez llegamos, me dijeron q me portara bien q siguiera así, q ahora a partir de ese momento iba a salir a todos los lados sin bragas ni tanga y mucho menos sin sujetador para q se me viese todo perfectamente, yo les dije q si q lo haría y entonces me dejaron ir hasta nueva orden.
Últimamente me obligan a ir a todos los lados sin bombachita y sin corpiño lo que se nota claramente porque también me hacen ir con polleras muy cortas y camisas transparentes y debido a mis grandes tetas se nota mucho.
El otro día íbamos a dar una vuelta con todos ellos y me hicieron ir así y en todo momento me metían las manos por todos lados en medio de la calle en alguna tienda que entrábamos, la gente se quedaba mirando pero no decía nada ya que a mi parecía no molestarme (todo lo contrario me molesta mucho) hasta que llegamos a una tienda en la que me hicieron probarme una pollera que no era de mi talla, me hicieron pasar al probador y allí dentro se metieron dos amigos de mi sobrino dentro y sacaron sus pijas, y me hicieron que se las chupara. Asi fueron entrando todos hasta que se las comí a todos.
Después seguimos dando vueltas y seguía lo mismo con el manoseo hasta que llegamos a la casa de uno de ellos. Entonces me hicieron desnudar y ponerme a 4 patas y mientras a uno se la chupaba otro me la metía por la concha hasta que noté como algo me tocaba el culo y di un respingo pero me sujetaron y me dijeron que me iban a dar por el culo. Poco a poco me la fueron metiendo por el culo sintiendo un dolor inaguantable hasta que se cansaron todos, yo no era capaz ni de andar pero tenia ganas de marchar lo malo q tenia toda la ropa arrugada y sucia llena de corridas de los niños pero me dio igual la gente me miraba rara pero eran mas las ganas de llegar a casa q lo q dijeran por el camino.
Tuve la suerte de q al llegar no estaba mi marido y me pude bañar y lavar la ropa sin q se enterara.
Poco tiempo después recuperé todas las fotos luego de que los dos muchachos me la metieran por cuanto agujero encontraran. Confieso que me terminó gustando las cogidas que me pegaron.

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