Era la primera vez que visitábamos un club swinger. Sabíamos que asistían parejas, mujeres y hombres solos, pero nos carcomía la curiosidad de saber qué corría allí adentro a puertas cerradas.
Relato
Club Swinger
Era la primera vez que visitábamos un club swinger. Sabíamos que asistían parejas, mujeres y hombres solos, pero nos carcomía la curiosidad de saber qué corría allí adentro a puertas cerradas.
Al llegar nos hicieron firmar unos documentos por los cuales aceptábamos las reglas del club y luego una mujer madura nos hizo recorrer las instalaciones. Nos mostró una pista de baile, una piscina, habitaciones vacías, el vestuario unisex y una sala donde sólo vimos hombres con una toalla amarrada a la cintura.
Una vez en el vestuario le pregunté a mi esposa si deseaba seguir allí adentro o nos retirábamos a casa. Ella me respondió que quería ver parejas haciendo el amor o ver un espectáculo erótico en vivo que se anunciaba en la cartelera del club swinger. Así que ambos nos desnudamos y colocamos toallas para cubrirnos, yo a la altura de mi cintura, ella a la altura de sus tetas. Luego caminamos lentamente por el club, bebimos unos tragos y mientras tanto varias parejas salían de la sala donde estaban reunidos los hombres. Con la intención de saber qué ocurría allí adentro ingresamos a la sala. En el medio había una TV de plasma, bastante grande, proyectando una película porno donde dos hombres negros cogían por todos lados a una pequeña rubia blanca. Alrededor de la sala había disperso cómodos sillones donde unos ocho hombres miraban la película. Algunos estaban pajeándose mientras la miraban, otros se mantenían cubiertos y a la expectativa de quién o quiénes ingresaban a la sala. Obviamente, nuestro ingreso captó la atención de los presentes, ya que soy un hombre de estatura y físico medio, pero mi esposa es medianita, trigueña, con unas tetas bien puestas y un estrechito culo. Mitad asustados y mitad ansiosos nos sentamos a ver la película, mientras tanto, los hombres comenzaron a desfilar alrededor nuestro, mirándonos, y algunos optaron hacerlo sin la toalla, así que de un momento a otro tuvimos un desfile de todas las vergas posibles: cortas, largas, gruesas, erectas, flácidas, blancas y negras. Mi esposa observaba la película pero cada tanto echaba una mirada de reojo a lo que pasaba alrededor nuestro. Justo en ese momento, aparecía una escena en la televisión donde los dos negros le hacían una doble penetración a la rubia. Como por arte de magia, todos los hombres presentes se comenzaron a pajear delante de nosotros y nos miraban. Del susto, mi verga estaba flácida, pero noté que mi esposa tenía una mano debajo de su toalla y se estaba tocando la concha. A un metro nuestro había un hombre que tenía una verga de 30 centímetros y enfrente de nosotros un negro ostentaba una verga corta pero exageradamente gruesa, ambos se pajeaban y nos miraban.
Le pregunté a mi esposa si se sentía cómoda y me dijo que mejor vayamos a ver qué ocurría en las habitaciones privadas. Nos levantamos y al ir rumbo a las habitaciones, unos cuatro hombres nos siguieron… al principio me asusté, pero después me di cuenta que nos seguían para ver si nosotros aceptábamos tener una sesión de sexo con ellos.
Llegamos a una habitación vacía donde había una cama grande y luz muy tenue. Mi esposa se sentó en ella para probar el colchón y notó que era de agua. Me quedé parado al lado de ella sin saber qué hacer, en especial, porque los cuatro hombres estaban en la puerta de la habitación esperando una señal nuestra. Fue cuando mi esposa me tomó por sorpresa, quitó la toalla de mi cintura y me comenzó a chupar la verga delante de los hombres. A los pocos segundos me la puso dura y se agachó para lamerme los huevos. Parecería que sus movimientos estaban estudiados porque al agacharse se quitó la toalla y orientó su culo hacia donde estaban nuestros visitantes observadores. Aún recuerdo la cara de ellos al observar la concha carnosa y depilada de mi esposa y el ojete oscuro de su culo, casi siempre un poco abierto.
Mientras mi esposa me chupaba como si fuese el último día de su vida, instintivamente, le hice señas a dos de los hombres que nos miraban, justamente, el hombre de la larga verga y el negro de la verga gruesa que estaban cerca nuestro en la sala. Entraron lentamente y el de la verga larga se acomodó a mi lado. El negro se agachó, le abrió las nalgas a mi esposa y le comenzó a chupar el ojete. Cuando mi esposa sintió la lengua detrás suyo soltó un suspiro y agarró la verga del que estaba a mi lado y la comenzó a pajear sin sacar la boca de mi verga. Yo no podía creer lo que veía, parecía una película porno en vivo. Al cabo de unos minutos mi esposa se levantó y se subió a la cama poniéndose en cuatro. Ahora nuestros invitados cambiaron su posición. El negro se acercó a mi lado y mi esposa empezó a chuparnos las vergas, a uno y otro, sin interrupción. Y el que estaba detrás de ella, se colocó un condón y comenzó a bombearle la concha. A duras penas, por el tamaño que tenía, la mitad de la verga entraba y desaparecía en la mojada concha de mi esposa. Estuvimos varios minutos en esa posición disfrutando cada quien a su manera, mientras tanto, mi esposa se retorcía como una víbora a cada embestida que le daban. Luego, mi esposa me invitó a acostarme en la cama, se trepó encima de mí y con su mano acomodó mi verga en su dilatada concha, producto del tamaño descomunal de nuestro invitado. El negro camino hacia atrás, le lamió el ojete de nuevo y colocándose un condón comenzó a meterle la gruesa verga en el culo. Mi esposa sintió un poco de dolor porque lo apartó con su mano, a lo que el negro otra vez le chupó el ojete y luego intentó con éxito meterle la cabeza de su miembro. Paralelamente, mi esposa comenzó a chupar el largo pene de nuestro amigo, y así, en un momento determinado, mi esposa estaba recibiendo carne por todos sus agujeros. Transpiraba como nunca lo hizo y cada tanto se sacaba la verga de la boca y gemía desesperadamente. Producto del roce inevitable de la verga del negro dentro del culo de mi mujer, con mi verga que se encontraba en la concha, comencé a deslecharme entero. Casi al instante, el negro descargo su semen en el culo de mi esposa… y mi esposa tuvo un tremendo orgasmo. Entonces, nos apartamos un poco y observamos la chupada de verga y paja a dos manos que le estaba haciendo a nuestro invitado. Al minuto, el hombre se tensó y comenzó a eyacular muchísima leche. Mi esposa bebió una gran cantidad pero el resto se la esparció en la tetas. Luego se echó jadeante en la cama con las piernas abiertas y un hilo de semen comenzó a caer cerca de su muslo. El negro se acercó, le levantó las piernas y le chupó la concha y el culo, logrando que mi esposa tenga otro orgasmo intenso y prolongado.
Finalmente, nuestros amigos se retiraron y agradecieron, y nosotros nos fuimos a duchar pensando cuándo volveríamos a disfrutar otro encuentro tan excitante de sexo.
yo le metia la verga en el culo una otra ves mientras ella le mamaba la verga ami compadre como una puta desesperada por momentos ella dejaba de mamarle la verga ami compadre por que el ya estaba a punto de venirse para luego mamarle el queso humedo y rojo de mi esposa
Relato erótico enviado por Anonymous el 24 de February de 2010 a las 00:07:43 - Relato porno leído 144239 veces
despues de tantas indirectas e insistencias mi mujer me complace y se despacha con tremenda verga..
Relato erótico enviado por takamuraxxx el 30 de July de 2011 a las 00:00:09 - Relato porno leído 122636 veces
Si te ha gustado Club Swinger vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Club Swinger.
cubanofeliz
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
AMIGODF09
(30 de November de 2011 a las 02:26) dice:
Muy buen relato. turulato
(24 de April de 2012 a las 06:12) dice:
Muy buen relato!!! breve, pero sustancioso, felicidades!! katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:20) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF rek_hxc
(13 de December de 2011 a las 23:08) dice:
Buenisimo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Registrate
y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Club Swinger.
Vota el relato el relato "Club Swinger" o agrégalo a tus favoritos