-Fuiste puntual, Jorgito, y eso está muy bien… -me dijo el señor Romero después de besarme en la boca… Y cuando entré al departamento, ¡la gran sorpresa!... El señor Abaroa estaba desnudo… ¡completamente desnudo!... Es un señor alto, corpulento, con algo de panza y blanquísimo, sin pelos, salvo el vello púbico y eso me excita… Y sí, tengo mis morbos…
Relato
-Bienvenido, Jorgito… -me saludó el profesor de Geografía tras estamparme un sonoro beso en los labios mientras su brazo derecho me sujetaba por la cintura…
-Che, Romero, se nos vino muy sexy el chico…
--Sí, linda ropita te pusiste, Aguirre…
-Bueno, me… me alegro que… que les guste…
La verdad es que yo estaba muy nervioso; iba a entregar por primera vez mi cuerpo de putito y nada menos que a dos hombrotes…
-Vamos, Jorgito, vamos al dormitorio… -me dijo el señor Romero y ahí me llevaron entre los dos…
-Bueno, Jorgito, desnúdate… -me ordenó el señor Romero mientras él y el señor Abaroa se sentaban en el borde de la cama para mirar el espectáculo…
-S… sí, señor… -contesté atribulado, entre nervioso y caliente…
-Te voy indicar que prenda ir sacándote…
-Lo que usted diga, señor Romero…
-Sentate en el piso y sacate las zapatillas…
-Sí, señor…
-Ahora parate…
-Sí, señor…
-Sacate la remera… -y me la saqué mientras me sentía cada vez más caliente…
-Mmmmmhhhhh, ¿qué me decís, Abaroa?... Mirá qué lindo pechito que tiene… Sin un pelo, suavecito…
-Es un verdadero hallazgo este chico… No tenemos que dejar que se nos escape, Romero…
-Despreocupate, lo tengo bien agarrado con eso del egreso o el aplazamiento… Si se porta bien, lo hacemos egresar, pero si se hace el difícil…
-Je, buena idea, Romero… ¿Y vos que decís, Jorgito? ¿te vas a portar bien?...
-Sí, señor Abaroa…
-Decilo…
-Me… me voy a… a portar bien, señor Abaroa… -prometí mientras por dentro me crecían cada vez más las ganas de probar esos dos penes…
-Bien, lindo, ahora sacate el shorcito…
Me encanta decir “sí, señor” cada vez que me dan una orden, y eso dije antes de quitarme el short y queda totalmente desnudo ante los dos sátiros madurones…
-Muy bien, Jorgito, ahora date vuelta… -me ordenó el señor Romero…
-Sí, señor… -y obedecí…
-¡Mirá, Abaroa! ¡mirá el culito que tiene!...
-¡Sí! ¡el culo de una nena tiene!...
-¡Tal cual! ¡un culo para darle pija!...
-Sí, pero yo quiero que antes me la chupe…
-¡Claro! ¡A mi también! ¡Y que trague toda la leche!...
-Preparate nene, vení acá en cuatro patas…
-Sí, señor Romero… Voy…
Y me acerqué como un perrito a los dos hombres… ¡Ay, moría de ganas de ser alimentado a pija y leche!...
Estuvieron hablando y decidieron que yo empezara por el señor Abaroa…
-Primero vas a chupármela, Jorgito…
-Lo que usted quiera, señor Abaroa…
-Abrí la boquita, mocoso…
¡Ay, qué pija grande tiene! Tanto que me costó metérmela en la boca, pero al final lo conseguí y empecé a chupar… ¡Qué delicia!... Y mientras yo la chupaba el señor Romero me acariciaba la cabeza, los hombros, el cuellos, los pezones… ¡Me tenían ardiendo esos dos sátiros!...
-¡Vamos, Jorgito, dale! ¡haceme acabar y trágate toda mi leche!... –le escuché decir al señor Abaroa…
Y no tardó mucho en acabar e inundarme la boca con su leche, para después caer de espaldas en la cama…
-¡Tragá, Jorgito! ¡tragá todo! –me ordenaba el señor Abaroa y yo obedecí y tragué hasta la última gota de ese licor delicioso…
Después le tocó el turno al señor Romero, pero quiso que antes de chupársela le lamiera los huevos…
-S… sí, señor… Yo… yo hago todo lo que ustedes me digan…
-¡Qué buen putito sos!... -me elogió y empecé a lamer esos huevos que tenían buen aroma y sabor…
Los estuve lamiendo un rato hasta que él me ordenó:
-Bueno, basta, Jorgito, ahora chupámela y a tragar toda mi leche… Con Abaroa te queremos bien alimentado…
-Sí, señor… -y me puse a chupársela con entusiasmo y las ganas de que me llenara la boca con su leche…
¡Ay, qué lindo fue tragarla toda!... Y el goce no iba a terminar ahí, porque después de un rato, cuando repusieron fuerzas, me usaron el culito…
(continuará)
Entramos al cuarto y empezó todo, él me tomó por detrás y empezó a tocar mis nalgas y me susurraba cosas al oído: ¡eres una puta q aprenderá de mí!, ¡eres mi perra! Y yo se lo confirmaba le dije q seria su perra, el me volteo y quedamos frente a frente, y acercó su boca a la mía, pero mas q besarme su lengua paseaba por mi boca.
Relato erótico enviado por Putitacachonda el 29 de December de 2009 a las 23:34:17 - Relato porno leído 140691 veces
Aventuras en Paris
Jesús y Pablo marcharon a Paris para poder vender el video. Dejaron a sus tres amigos en una casa que habían alquilado en un pueblo muy pequeño en Huesca. Los dos habían quedado con Pierre, un ejecutivo muy interesado en esta clase de material.
Relato erótico enviado por mena55 el 24 de August de 2008 a las 13:55:00 - Relato porno leído 114284 veces
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señoreduardo
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:17) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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