Soy la más pequeña de tres hermanas, la segunda me lleva 10 años, ellas son hechas a la antigua, pero yo salí muy caliente.
Relato
Soy una chica de 19 años, de nombre Jenny y lo que describiré me sucedió hace casi dos años; soy la cuarta hija de un matrimonio, mi hermano el mayor y dos hermanas, la tercera me lleva 10 años de edad. Mis padres decidieron con mi hermana número tres ya no tener hijos, pero aún nací yo.
No cabe duda que mi generación es diferente a las de mis hermanas, ellas son muy hechas a la antigua, en cambio yo soy muy extrovertida y me encanta el sexo libre y cuando tengo deseos de follar buscó al chico más indicado y lo hago.
A los 13 años tuve mi primer novio y era mucho mayor ke yo, de 19 años. El fue el primer hombre de mi vida, a él le entregué mi virginidad. Luego tuve otros más, pero en la cama dejaban mucho que desear, ellos se satisfacían y me dejaban bien caliente, ke tenía ke masturbarme para gozar un poco.
A los 16, tuve sexo con un profesor de mi colegio, no porque fuera muy guapo, sino que mis padres me habían amenazado que si reprobaba algún curso ese año me castigarían, y con este profesor iba remal; asi ke le insinué ke me acostaría con él para aprobar, este profesor me llevaba ganas y me dio una gran cogida como nunca, me hizo venir varias veces en varias posiciones, y desde ese día ya no quiero salir con chicos, sino comencé a preferir a hombres mayores, ke tienen más experiencia en la cama.
Me describo ahora para ke me imaginen, soy de pelo güero natural, de tez bastante blanca, por ello soy completamente lampiña, excepto en mi bollito rosado, pero me acostumbré a rasurarme completamente, asi luzco como una niñita pequeña, mis senos son pequeños pero bien formaditos con pezones bien rosaditos, tengo lindas piernas largas y delgadas, pero bien torneadas, mis ojos son azules como el cielo y tengo una carita de ángel (por algo he ganado concursos de belleza en el cole), mi boquita tiene labios bien colorados que no necesito pintura de labios, soy delgada sin abusar y mis nalguitas blancas son paraditas, por lo que me gusta vestir con pantalones apretados. Y sobre todo soy muy coqueta, me visto sexy y tengo toda clase de hilos dentales en mi colección de ropa interior.
Además tengo vicio por el sexo, me encanta cuando un hombre se come y me penetra la cuquita y me hace gozar en la cama.
El verano del 2006, me fui a pasar las vacaciones con mi hermana Ana y su esposo de nombre Miguel, quien es un hombre muy guapo de unos 32 años, ese día me vestí con una mini negra y un hilo dental del mismo color, una blusita con tirantes al cuello y con la espalda abierta, unos zapatos no muy altos con los pies descubiertos. Mi hermana se escandalizó cuando me vio, pero su esposo Miguel no dejaba de verme toda por delante y por detrás, cuando no lo miraba mi hermana, kería casi comerme con la vista. Yo en ocasiones le dejaba ver algo cuando me cruzaba las piernas en el sofá de la sala. Ese día yo quería ir de compras por la tarde, pero mi hermana tenía un compromiso con sus amigas, rápidamente Miguel se ofreció a llevarme.
Durante el viaje en su automóvil charlamos con el esposo de mi hermana, pero yo me fijaba que me miraba de reojo las piernas. Ya en el centro comercial, me quise despedir de Miguel, pero me dijo que no tenía nada que hacer que me acompañaría un poco más, asi ke entramos a varias boutiques de ropa, a propósito buscaba la ropa interior más ardiente, aquellas que son transparentes o diminutas, yo se las enseñaba a Miguel y le preguntaba si le gustaban, él casi tartamudeaba para contestar, asi también cuando me probaba una prenda, casi siempre minis, le modelaba para preguntarle si le gustaba. Poco a poco yo veía que Miguel se estaba excitando conmigo, su bulto lo delataba.
En una tienda de ropa interior, se me perdió por un segundo, no me importó y seguí viendo, de repente ke se aparece con un conjunto de ropa interior, era una tanguita diminuta y el frente era casi transparente, me dijo ke lo había comprado para mi, ke se le había quedado mi talla, yo me sorprendí y le agradecí el gesto, sin embargo me pidió ke se lo modelara. -Mi cuñadito Miguel estaba caliente por mi- pensé. Yo seguí su juego y me metí a un probador de ropa, luego lo llamé y frente a él, me levanté la mini para que viera su regalito puesto; mi coñito se traslucía y alguna parte de mis labios vaginales se traslucían bien. Miguel tragó un poco de saliva, me sonrió y me dijo :
-Te ves divina cuñadita!, te queda como segunda piel- y no dejaba de verme el coñito, también me pidió ke me dejara puesto su regalito, ke eso lo apreciaría y asi lo hice.
Todo eso también me había abierto mi apetito sexual, su bulto en los pantalones me tenía caliente imaginando el grueso y el tamaño de su miembro, mis braguitas se empezaron a mojar. Seguimos visitando boutiques, pero ahora íbamos casi abrazados. Me invitó a tomar un café en un restaurante y luego con la penumbra en el cielo nos regresamos a la casa ke estaba a unos treinta minutos de allí. Pero durante el regreso, vi que tragaba saliva para decirme algo, pero no se atrevía, finalmente me dijo ke quería verme de nuevo mi tanguita, con poca luz me levanté la mini y le mostré mis muslos y mi tanguita, el volvió a tragar saliva, su excitación era tremenda, asi que yo le ayudé un poco.
-Gracias Miguel por mi tanguita, es de un material muy fino!, quieres sentirla y tocarla?- le dije subiéndome la mini, le tomé su mano derecha y la guié por entre mis muslos, le puse sus mano sobre mi tanguita y sobre mi coñito, el comenzó a tocar la tanguita y con sus dedos trataba de palpar mi vulva y mis labios vaginales, sin decir nada inició a frotar cada vez más fuerte mi coñito, pudo localizar mi clítoris sobre la tanguita y también la empezó a frotar con sus dedos. Mi bollito ya estaba mojadito y sus caricias rápido cobraron factura, cerré mis ojos y le tomé la mano para que me frotara más duro. Todo eso tenía un gran grado de erotismo.
De repente, Miguel giró su vehículo y se metió en un camino alterno al ke ibamos, el cual no tenía asfalto, sino era de terracería. Detuvo el auto, y me tomó una mano y la metió dentro de sus pantalones, me la puso en su miembro y yo se la tomé y la apreté con mi mano, apenas la podía tomar un poco, ya ke era gruesa y de buen tamaño. La saqué de sus pantalones y me agaché para hacerle los honores, me la metí en la boca y le chupé con ansias la cabeza, luego le lamí del glande y recorrí su largo tronco para abajo llegando casi a sus huevos. El había tirado su asiento para atrás para acomodarse y gemía paulatinamente más fuerte, en segundos casi gritaba de la mamada ke le estaba dando a su verga.
Luego de varios minutos degustando su verga, me detuvo y me dijo ke nos pasáramos al sillón de atrás, ya atrás el se acostó y me pidió ke pusiera mi tanguita sobre su cara, era obvio ke quería mamarme mi cuquita. Inició lamiéndome la tanguita y llenándola de saliva, luego la corrió para un lado y comenzó a chuparme los labios vaginales y mi clítoris con mucha pasión, en poco segundos yo estaba gimiendo sobre su boca, él me sujetaba de los muslos y casi se come de verdad mi coñito, su lengua entró a presión en mi cuquita succionando mis juguitos íntimos, los cuales bebió como si fuera un dulcito rico. Me estaba dando una exquisita chupada de sexo!.
Después de casi dejarme exhausta por hacerme llegar a un monumental orgasmo, me colocó hincada en el asiento, viendo hacia el respaldo, me quitó mi tanguita la cual olió acercándosela a su nariz, con mucha incomodidad se acomodó pegado a mis nalguitas, frotó varias veces la cabeza de su verga en mi bollito, lo cual me terminó de excitar, luego la cabeza de su pinga se metió en mi vagina, fue deslizándose adentro de mi cuevita mojada, como su verga era gruesa me llenaba toda, gracias a mis eyaculaciones lubricantes no me dolió la inserción, pero me abrió la cuquita al máximo, luego con movimientos de cintura la terminó de clavar completamente en mi intimidad, en ese momento jadié y gemi descontroladamente, estaba ke ardía. Miguel empezó a bombear su gran verga dentro de mi bollito moviéndose con mucha experiencia, mientras me acariciaba los glúteos.
-Que rica estas Jenny!, que rico culito tienes!, ayy que rico- me decía Miguel mientras me cogía con profundos bombeos.
Luego, sus embestidas se volvieron más duras, me sacaba la verga y me la clavaba al fondo de mi papaya, de repente me tomó por los hombros y se aferró de ellos para moverse con más fuerza, yo me mojé de nuevo y llegué a otro orgasmo, a los pocos segundos Miguel descargó un enorme chorro de semen sobre mis nalguitas, el semen caía de mis nalgas al piso del auto.
Sin perder tiempo y sin perder la erección que tenía, Miguel se sentó normalmente en el asiento y me pidió que me montara sobre su verga de frente a él. Me hundí lentamente su verga en mi mojado coñito, ahora no costó nada ya que mi cuquita estaba bien abierta, me senté sobre él dejándole mis tetitas casi en su boca, me dijo que me moviera, yo lo empecé a cabalgar como mi caballito, Miguel me chupaba las tetas y los pezones a la vez que yo me clavaba su verga, a los pocos minutos los dos gemimos y gritamos de placer dentro del automóvil, los vidrios estaban completamente empañados y la temperatura adentro subió bastante, el automóvil se agitaba al ritmo de nuestra follada.
Miguel me tomó de las nalguitas para presionarlas más sobre su verga, si había un centímetro de su pinga que no había entrado en ese momento me la clavó toda, sus labios seguían mamando mis tetas y yo movía mi cintura tragándome su verga con mi vagina. Al sentir que me invadía otro orgasmo, lo abracé, sentí sus dientes presionar mis pezones y su verga descargar otra ración de semen, esta vez ya no le dio tiempo a sacármela, me inundó de esperma mi cuquita colorada, aún seguimos moviéndonos hasta que se vació totalmente dentro de mi.
Nos besamos por un rato y después nos zafamos los sexos. Nos vestimos y nos fuimos charlando el resto del camino. Había nuevamente comprobado que el sexo con hombres maduros era más placentero.
Los siguientes días fueron bien locos en la casa de mi hermana, cada vez que podía Miguel me manoseaba las piernas, o la cuquita y me besaba en la casa, en ocasiones casi fuimos sorprendidos por mi hermana, Miguel estaba loco por mi sexo. Yo por supuesto le seguía coqueteando, cuando mi hermana no veía me levanta la falda para ke me viera mi ropa interior o mis nalguitas. A los pocos días terminamos en un motel cercano, Miguel me besó y lamió cada parte de mi y me dio otra tremenda cogida. Yo le pedi en esa oportunidad, estando bien excitada, ke me la metiera por el culito, el cual debo decir ke, ya no era virgen, pero le hice creer que sí. Me la metió toda con mucho cuidado, pero una vez adentro me penetró con fuerza y me hizo venir como toda una putita.
Una noche estaba yo viendo televisión en la habitación con Miguel y mi hermana, los tres estábamos adentro de las sabanas, yo estaba a un lado de Miguel y Ana al otro extremo. Al poco tiempo yo tenía su verga en mi mano, lo estaba pajeando lentamente para no despertar sospechas de mi hermana, su pinga se endureció en mi mano. Aprovechando ke mi hermana se quedó dormida, poco a poco me metí en las sabanas y le mamé la verga a Miguel suavemente, quien al principio estaba asustado y nervioso, pero después estaba gozando como nunca, la tensión y el temor de ser sorprendidos por mi hermana le puso sabor a lo que le hacía. Tuve que tragarme su esperma cuando llegó al clímax para no mojar las sabanas. El tuvo que morderse los labios para no gemir. Fue una deliciosa experiencia!.
Las semanas siguieron y no parábamos de coger, creo que Miguel me hizo el amor en todos los lugares posibles de la casa, me folló en una ocasión sobre la mesa del comedor, en la sala, en su propia cama y en la ducha del baño. Cuando finalizaron las vacaciones y tenía que regresar con mis padres, Miguel me propuso que me fuera a estudiar a la ciudad y ke viviera en su casa, pero no acepté, le dije ke él era el esposo de mi hermana y no quería que la dejara por mi, no me lo perdonaría; coger con él era riquísimo pero no podía quitárselo a mi hermana.
La historia continúa, pero eso será una segunda parte, si es ke les ha gustado.
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 312203 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 212264 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 149875 veces
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Por eso dedica 30 segundos a valorar Cogiendo con el esposo de mi hermana.
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:08) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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